Este libro es el resultado de la
lectura de los diarios tradicionalistas más
importantes publicados en España entre
1931-1936; El Siglo Futuro (Madrid), El
Pensamiento Navarro (Pamplona), Pensamiento Alavés
(Vitoria), El Correo Catalán (Barcelona) y La
Unión (Sevilla) uno por cada región en la que
el carlismo dispuso de órganos de expresión,
además del semanario Boletín de Orientación
Tradicionalista, desde 1934 órgano principal de
la Comunión Carlista. Ello se ha completado con
la documentación que se encuentra en el Archivo
Histórico Nacional de Madrid y que ha servido
para comprobar la suspensiones y censura a la que
se vieron sometidas estas publicaciones en un
periodo de presumible libertad de Prensa.
En definitiva resulta un estudio en el que se
trata de ver la evolución del carlismo en los años
republicanos a través de sus principales medios
de prensa, desde un estado de franca descomposición
en abril de 1931 , con su división en las
facciones jaimista, mellista e integrista, hasta
su completa reorganización en la Comunión
Tradicionalista. Es interesante resaltar la
creación del entramado periodístico gracias a
las dotes organizativas de Manuel Fal Conde,
Secretario General de la Comunión
Tradicionalista y que nos permite confirmar como
a la altura de febrero de 1936, los ideales de la
causa carlista habían resurgido en sus regiones
habituales.
El libro se divide en tres partes: la
consolidación del carlismo hasta las elecciones
del Frente Popular y la creación de su red de
Prensa; Prensa carlista ante la crisis de la II
República; y la Prensa durante la Guerra Civil.
En este sentido, es un trabajo que ayuda a
completar el conocimiento que se tenía del
carlismo en estos años. Pero esta vez, desde la
visión de la Prensa carlista, donde se ve su
importancia, como órgano del movimiento, de
divulgación del ideario carlista e instrumento
de movilización contra el régimen republicano.
Resulta interesante comprobar a través de sus
medios, las relaciones del carlismo con la CEDA y
después con el Bloque Nacional de Calvo Sotelo.
Incluso, después del triunfo del Frente Popular
en 1936, la visión de tener que actuar al precio
que sea para salvar España del experimento
revolucionario que se avecinaba.
En definitiva resulta un estudio inédito,
interesante, que completa investigaciones
anteriores, con la aportación novedosa de un
instrumento de propaganda fundamental, como fue
la prensa carlista. No obstante, aunque el
estudio es completo hubiese estado perfecto con
la incorporación de La Constancia de San Sebastián,
diario de origen integrista y uno de los decanos
de la prensa tradicionalista, aunque hubiese
tenido el inconveniente de romper la uniformidad
de un periódico por región. Por lo demás un
buen trabajo realizado en el ámbito de la
historia de los medios de comunicación.
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José Luis Orella
Cristina Barreiro Gordillo: El Carlismo y su
red de prensa en la II República. Actas, Madrid,
2003. Págs. 443.
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