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Wilhelm M. Von Ketteler, nobleza de sangre, nobleza de cruz.
Modelo de aplicación de la Doctrina Social, frente a socialistas, liberales y luteranos, que pretendían imponer modelos sociales opresores de los trabajadores.
El barón von Ketteler nació en 1811 en
Harkotten, localidad de Westfalia, y murió en Burhausen en
Baviera, después de veintisiete años como uno de los obispos
más carismáticos de Maguncia. Fue uno de los instauradores del
catolicismo social en Alemania, y su ejemplo sirvió para su
extensión en Francia.
Como aristócrata, fue heredero de las tradiciones del Antiguo
Régimen, defensor de la subsidiaridad de la familia y de las
instituciones municipales, frente al protagonismo del Estado, y
por ello, como buen tradicionalista, un firme antiabsolutista. El
absolutismo tuvo su mayor fuerza en los países protestantes, por
ser sus iglesisas dependientes de los príncipes; por el
contrario, el universalismo de la Iglesia Católica la hacía
independiente a los poderes políticos. El obispo westfaliano
luchó siempre contra el absolutismo, aunque, el de su tiempo
fuese un liberalismo que defendiese la omnipotencia estatal.
Von Ketteler fue empleado de la administración prusiana,
participó en varios duelos, en los cuales perdió parte dela
nariz, pero su Fe canalizó su fuerte espíritu hacia el
sacerdocio. El tomismo de su formación le llevó a considerar
como una de sus principales finalidades, las reivindicaciones
sociales. Como obispo de Maguncia, fue el paladín del
catolicismo social al observar el cambio profundo de la sociedad
alemana por la industrialización. La proletarización de las
clases populares, católicas en esa parte del imperio prusiano,
supuso la inmediata sensibilización de su obispo, obligado como
pastor a proteger a su grey del liberalismo capitalista de fuerte
individualismo, imperante en Prusia y el naciente socialismo
obrero de ideología atea.
El obispo dejó una doctrina social clara al Zentrum partido
político defensor de los intereses de los católicos, y
especialmente apreció en las ideas socialistas de Lasalle, las
reivindicaciones y las críticas a la sociedad capitalista, que
iban contra el dogma católico. Acusó a los liberales de
engañar a los obreros en beneficio propio, y junto a los
socialistas, les acusó de totalitarios. Además, previno de que
la defensa absoluta de la propiedad era una doctrina atea,
favorecida por la desaparición de la creencia de Dios en el
liberalismo. Su fin fue el asociacionismo obrero y el
establecimiento de una paz duradera entre empresario y
trabajador. Su defensa fue total, se centró en pedir aumento de
sueldo y vacaciones, menos horas de trabajo y eliminación del
trabajo infantil. En el plano político, el obispo siempre
consideró la representación orgánica como la mejor para
representar a la sociedad, y fue contrario al liberalismo
partidista que perpetuaba a una minoría dirigente en el poder.
Sus obras se enmarcaron en la cimentación ideológica del
catolicismo alemán, del cual fue su primer prohombre en la
época contemporánea. El Kulturkampf o la lucha religiosa en
Alemania; Libertad, autoridad, Iglesia; La cuestión obrera y el
cristianismo; Los católicos en el Imperio Alemán. Fueron las
obras principales de un hombre que ayudó a poner los cimientos
de un potente asociacionismo católico en una Alemania luterana.
J.L.O.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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