Santiago Matamoros (Escuela Cuzqueña)
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La infancia desprotegida .
La nueva legislación prouranista es sumamente perjudicial para la infancia. La adopción debe ser un procedimiento que beneficie al huérfano, no un método de solucionar una paternidad frustrada
La pasada primavera el Parlamento Navarro
aprobó unas disposiciones ventajosas respecto a la adopción de
niños, entre otros, por parejas de maricas y otras uniones
anti-naturales similares.
La mediocracia dominante y los grandes intereses económicos que
se esconden tras esta decisión han impedido que este nuevo y
duro ataque contra la dignidad humana haya podido ser valorado en
toda su intensidad.
No ha existido un análisis científico ni un debate imparcial
que posibilite un criterio mínimamente racional en la sociedad
española respecto de las nefastas consecuencias que acarreará
esta ley, que con justicia debe tratarse como toda una bazofia
moral y jurídica .
Se confirma una vez más la creciente fuerza ofensiva de los
homosexuales, que por aquellas fechas provocaban el Espíritu del
Jubileo Católico en Roma con sus degeneradas fiestas y desfiles.
Han logrado un gran potencial económico y político desplegando
su destructiva influencia sobre los campos cultural ,social
,artístico... ocupando cargos y puestos en las administraciones
públicas y privadas, degenerando los ambientes en donde siembran
la amoralidad y abyección abominable de su vida contra-naturam,
logrando una influencia que para nada se corresponde con el
número de estos desdichados.
La discusión es muy simple. Frente a los que se empeñan en el
supuesto "derecho" de los maricas a adoptar y ser
considerados como una familia es evidente el superior valor
social y jurídico de los niños a ser criados, educados y
mantenidos por una pareja heterosexual ya que solo esta unión
puede aportar el especial valor pedagógico y socializador que
supone la complementariedad natural de los sexos, y en el caso
contrario someteriamos a unos inocentes niños a un experimento
sociológico de imprevisibles consecuencias. Negando esta verdad
antropológica tan fundamental el orden social tiene los días
contados.
A nadie importa el equilibrio psicológico, ni las necesidades
que todo niño precisa. De este modo la adopción se convierte en
un derecho ,y el menor es el objeto de ese derecho. El despotismo
del legislador es evidente, ya que ni siquiera es necesaria una
mínima formación jurídica, y basta con aplicar el sentido
común para saber que ninguna persona es objeto de derecho sino
sujeto de derechos y obligaciones. Pero nuestros legisladores
pretenden convertirse en dioses atribuyendo a la "pareja
homosexual" prerrogativas que la naturaleza ha decidido
reservar únicamente al Matrimonio.
La homosexualidad ha de ser considerada como lo que es, una
desviación afectiva del objeto sexual, por lo tanto no es un
comportamiento natural biológico ni normal como la gran mentira
que nos quieren vender sino una alteración psicológica o
cromosómica del ser humano. Para salir de ella tendrán todo
nuestro apoyo y comprensión ,pero nos opondremos siempre a que
unos pobres niños paguen por sus ambiciosos experimentos para
obtener influencia social.
Victor Ibáñez.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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