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ARBIL, anotaciones de pensamiento y critica

Sahara: confusión y guerra.

Una introducción histórica para presentar el estadio actual de un conflicto que comenzó con la traición a millares de españoles, los saharais con documento nacional de identidad, continuó con numerosas cesiones, contrarias a los intereses de España, económicos y de deuda con sus antiguos ciudadanos, y que hoy en día se desarrolla plegándose a los intereses de Francia y Estados Unidos en su política de explotación de Marruecos.

A finales del siglo VII llegan las primeras expediciones islámicas al Sahara Occidental que, en el siglo XI, forman el Estado almorávide que conquista Marruecos, cruza el Mediterráneo, invade Andalucía y se establece en España. Los ancestros directos de los actuales saharauis fueron tribus procedentes del Yemen.

Debido a las escasas e irregulares precipitaciones, la región sólo fue habitada por tribus nómadas musulmanas. La sociedad saharaui era tribal, como muchas otras en África. Estaba gobernada por la Asamblea de los Cuarenta, Ait Arba-ain, que representaba las tribus saharauis.

A principios del siglo XV Castilla al incorporar el archipiélago canario, crea una base portuaria para la navegación hacia el sur, y la conquista de América.

En una carta fechada el 30 de mayo de 1767 y dirigida al rey de España Carlos III, el sultán alauita, Mohamed Ben Abdal-lah, reconoce no tener ningún poder ni autoridad al sur del río Nun. Impotencia que asumen posteriormente el sultán Mulay Suleiman y el sultán Mulay Abderrahman.

España en el Sahara

En 1884 comienza la colonización española sobre el Sahara. Hasta el momento sólo se habían firmado pactos de Amistad con los nativos que aceptan la presencia española. En 1885, la Conferencia de Berlín fija las reglas para que las potencias europeas se repartan las colonias en África. En el acta final se recomienda "firmar tratados con los nativos y tomar posesión de los terrenos sin dueño conocido".

Francia aprovecha la debilidad española del momento y se convierte en la potencia dominante en el noroeste de África. Los saharauis replican atacando a la guarnición francesa de Tiyigya en territorio mauritano, el 2 de mayo de 1905. En marzo de ese año llega una delegación de jefes tribales saharauis a Las Palmas de Gran Canaria para negociar con la Corona Española.

En 1934 los notables de las tribus saharauis firman su sometimiento amistoso a la República Española. La ocupación efectiva de todo el territorio del Sahara por la administración española será en 1936, aunque España lleva ya 50 años en la región.

La cooperación entre Francia, España y Marruecos culminó en 1958, durante la Guerra de Ifni en la que los paracaidistas españoles tuvieron su bautismo de sangre. En 1963 el Comité Especial de Descolonización de Naciones Unidas incluía el Sahara Occidental en la relación de territorios a descolonizar y España debía acatarlo puesto que había ingresado en 1955 en la ONU. El Gobierno español reconoce al Sahara como una provincia española más, entrega el documento nacional de identidad a los saharauies y los procuradores del Sahara se sientan en las Cortes de España.

A principios de los setenta se inicia el proceso de autonomía previo a la independencia. Quedó fijada para 1975 la celebración del referéndum de autodeterminación. Dos años antes, en 1973, se celebra el Congreso Constitutivo del Frente por la Liberación de Saguia el Hamra y Río de Oro, conocido como Frente Polisario y liderado por El Uali Mustafa Sayed.

El 12 de mayo de 1975, una Comisión de Encuesta de la ONU llega al territorio saharaui y concluye que "el Polisario es la única fuerza política dominante en el territorio". El 31 de octubre se enfrentan el Ejército de Liberación Popular Saharaui y las Fuerzas Armadas Reales Marroquíes en la localidad de Efdeiria. El 6 de noviembre Marruecos inicia la Marcha Verde. Comienza la invasión militar marroquí y mauritana y la huida masiva de población civil saharaui que es atacada con napalm y fósforo por la aviación de Hassan II. Ese año, con la agonía y muerte de Franco, el Gobierno de Madrid procede a la entrega repartida de su Administración a Mauritania y Marruecos.

España abandona el territorio

El 14 de noviembre España firma los Acuerdos Tripartitos de Madrid, por los que entrega el territorio del Sahara Occidental a Marruecos y Mauritania. Los refugiados saharauis se establecen en campamentos, en la desértica región argelina de Tinduf, donde aún siguen.

En la noche de 26 de febrero de 1976, España finaliza su presencia en el Sahara. Al día siguiente, el Frente Polisario proclama, en Bir Lahlu, la constitución de la República Árabe Saharaui Democrática, reconocida por casi cien Estados, aunque ninguna potencia.

El 5 de agosto de 1979 Mauritania renuncia a sus reivindicaciones. Marruecos extiende su invasión anexionando lo que fue la parte mauritana del Sahara según los Acuerdos de Madrid de 1975.

Después de 16 años de guerra, el Plan de Paz de las Naciones Unidas para el Sahara Occidental fue adoptado en 1991 por el Consejo de Seguridad y se creó una Comisión de Naciones Unidas para el Referéndum en el Sahara Occidental (MINURSO), que ha estado controlando el alto el fuego decretado desde el 6 de septiembre de 1991 y preparando el referéndum para la autodeterminación.

Los criterios de identificación para poder participar en el referéndum se centran, principalmente, en las personas cuyos nombres figuran en la lista revisada del censo español de 1974, los miembros de tribus que no pudieron ser censados y sus familiares en primer grado.

La fecha prevista para la celebración del referéndum en el Plan de Paz, en 1992, se anula por la exigencia marroquí de incorporar a sus 170.000 candidatos a votantes. Será en 1997, bajo los auspicios de la ONU y James Baker, ex secretario de Estado norteamericano, como enviado especial del secretario general de la ONU, cuando se reactive el Plan de Paz. El 16 de diciembre de ese año, el Congreso de los Diputados español adopta una disposición no de ley por la que se solicita al Gobierno un plan de apoyo al referéndum del Sahara Occidental.

Con los Acuerdos de Houston, 14 y 16 de septiembre de 1997, se fija el 7 de diciembre de 1998 para la celebración del referéndum. En octubre de ese año el referéndum es aplazado para diciembre de 1999. A finales de 1998, el secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, visita la zona. El Frente Polisario acepta el conjunto de medidas presentadas por Annan. Termina el proceso de identificación de votantes, un total de 147.000 personas, y el 1 de diciembre del mismo año se comunican los resultados del censo elaborado desde 1994.

En ausencia de la puesta en práctica efectiva de los compromisos de Houston sobre la identificación de 65.000 personas que Marruecos presenta como presuntos saharauis, llevan de nuevo al proceso a una situación de bloqueo.

El secretario general de la ONU propone en su informe, del 27 de abril de 1999, al Consejo de Seguridad el calendario y se fija la fecha del referéndum para el 31 de julio del año 2000. Tampoco Marruecos lo dejará realizar. El rey Mohamed VI se limitó a reiterar su ofrecimiento de otorgar una autonomía reducida al Sáhara Occidental, en el tradicional discurso que dirigió a la nación con motivo del 26 aniversario de la Marcha Verde. La tesis marroquí permanece inalterable y el propio ministro de Exteriores, Mohamed Benaissa, aseguró en la televisión magrebí que mantiene las duras críticas que realizó en el Parlamento local el 31 de octubre. En su corta alocución, Mohamed VI ni tan siquiera utilizó la palabra autonomía, contemplada en el plan que auspicia el enviado especial de Kofi Annan para el Sáhara, James Baker, sino que se refirió a "consolidar la regionalización" y consideró que en esta entidad no se "reducirá sólo a estructuras administrativas, institucionales y culturales, sino que constituirá un espacio propicio para el desarrollo integrado de la región". Como novedad, el rey marroquí dijo que este proceso político comenzará a aplicarse en el Sáhara y en el norte de Marruecos. La región rifeña -que también estuvo bajo control español- se ha caracteriza por su carácter peculiar y distante de la autoridad central.

Mohamed VI se mostró partidario de aplicar el llamado Plan Baker porque, añadió, "respeta la soberanía y la integridad territorial" del reino alauí, calificó el conflicto del Sáhara de "artificial" y adujo que el referéndum aceptado por su padre, Hassan II, en 1991 "es inaplicable".

La misma ONU admite que la amplia mayoría de los 130.000 recursos contra el censo que han empantanado el proceso han sido presentados por Marruecos.

Precisamente, el presidente de Argelia, Abdelaziz Buteflika, se entrevistó con James Baker en EE UU y, según la agencia argelina APS, volvió a recalcar su rechazo a la autonomía saharaui.

Por su parte, el Frente Polisario replicó a la visita de Mohamed VI al Sáhara Occidental con una campaña de imagen en España, admitió el representante del Polisario en Madrid, Brahim Gali. El presidente saharaui, Mohamed Abdelaziz, colaboró en la entrega en las Cortes de 500.000 firmas recolectadas en España, exigiendo "que el Gobierno español apoye claramente la convocatoria de un referéndum para decidir la suerte del Sáhara Occidental".

En resumen, Mohamed VI ha anunciado que bloqueará cualquier referéndum que suponga la independencia del antiguo Sahara español, aunque ha hecho vagas promesas de democratización. El Frente Polisario debate si aceptaría una amplia autonomía en lugar de la independencia de un Estado casi inviable. España elude su responsabilidad y, hoy en día, ni siquiera se reconoce los DNI entregados, en su día, a los saharauíes españoles. España no supo cumplir con su anterior labor histórica de integración de pueblos.

Gustavo Morales.



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