| Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin | |||||
| Para volver a la Revista Arbil nº 86 Para volver a la tabla de información de contenido del nº 86 | |||||
por César Alcalá Gracias a estas ordenes dadas (bajo la presidencia de Companys, se persiguió y se asesinó a muchos catalanes, con el beneplácito de la Generalidad, por ser, como ellos decían, “fascistas”. Por eso, en 1940 se juzgó al “presidente mártir”. | |||||
| La vicepresidenta del Gobierno de Zapatero, María Teresa Fernández de la Vega, ha viajado a Cataluña para tomar parte en el homenaje que se ha realizado en Montjuïch, para celebrar el 64º aniversario del presidente de la Generalidad Luis Companys. El presidente mártir, según ERC, ha vuelto a aparece en el punto de mira de la política española. Y es lógico. El PSOE gobierna gracias a los votos de ERC y, por lo tanto, se bajan los pantalones ante las demandas de los separatistas catalanes. Pero, por si esto fuera poco, el Gobierno español rehabilitará la figura histórica del Companys y, además, anularán el proceso que lo condenó a muerte. Históricamente hablando esto es una aberración. La historia la escriben los hombres día a día. De nada vale rehabilitaciones y anulaciones. Los hechos pasaron y, les guste o no a los separatistas catalanes, fueron así. Sí, por ejemplo, anulamos el proceso que condenó a Companys, ¿de qué servirá? Companys no volverá a la vida y, es más, nadie puede ocultar que fue fusilado. Ahora bien, lo que quieren los separatistas de esquerra es algo que, más tarde o más temprano, se volverá contra ellos. El Partido Carlista, hace años, quiso reinventar la historia y acabaron como acabaron. ERC quiere reivindicar la figura de un presidente que fue fusilado por el régimen franquista. Eso les duele. Si Companys hubiera sido muerto por las izquierdas, en 1934, no estarían tan decididos a reivindicar la figura del presidente mártir pues, hubieran sido sus propios compañeros los que le habrían sacado la vida. ¿Quién fue y qué hizo Luis Companys? Luis Companys nació en Tarrós (Lérida) en 1883 y murió en Barcelona en 1940. En 1917 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona y, como abogado, defendió los derechos de los sindicalistas. Fue encarcelado junto a otros dirigentes obreros y liberado al salir diputado por Sabadell. Combatió la política de represión de la patronal catalana y del gobernador civil Martínez Anido. Formó parte de las conspiraciones que se llevaron a cabo para derrotar la dictadura de Primo de Rivera. Fue uno de los fundadores de ERC (Esquerra Republicana de Catalunya) en 1931. El 12 de abril de 1931 fue elegido concejal del Ayuntamiento de Barcelona, desde donde proclamó la República. En 1931 fue elegido diputado a Cortes y en 1933 ocupó el cargo de ministro de Marina (junio-septiembre) en el gabinete de Azaña. Al morir Francesc Macià, año 1934, fue designado presidente de la Generalidad. En el año 1934, al entrar la CEDA en el gobierno español, Luis Companys, como presidente de la Generalidad, proclamó el “Estado Catalán de la República Federal Española”, rompió las relaciones con el gobierno central y ofreció Cataluña como refugio a los verdaderos republicanos, presentando Cataluña como el baluarte para la defensa de las esencias republicanas. Esto ocurrió el 6 de octubre de 1934. Companys fue detenido y encarcelado. Al llegar del Frente Popular al gobierno de la nación, año 1936, fue puesto en libertad. Durante la guerra civil española Companys fue incansable en la persecución de los llamados “fascistas”. Incluso entregó, personalmente, armas a los milicianos, dándoles la orden que fueran a matar fascistas. El 23 de julio de 1936, el Gobierno de la Generalidad publicó un decreto que decía: “La Rebelión fascista ha sido vencida por el heroísmo popular y el de las fuerzas locales. Precisa, pues, acabar de aniquilar en toda Cataluña los últimos núcleos fascistas existentes y provenirse contra posibles peligros de fuera”. Durante la guerra civil permaneció en equilibrio con las fuerzas revolucionarias formando varios Gobiernos de coalición. Tras la entrada de las tropas franquistas en Barcelona se exilió en Francia, donde fue detenido por las autoridades alemanas y devuelto a España. Fue fusilado en el castillo de Montjuïch. Cataluña, entre 1936 a 1939, tenía una población global de 2.920.838 personas. Desde julio de 1936 a abril de 1939 se contabilizaron un total de 8.352 asesinatos. Esto significa que un 0,28% de la población catalana fue asesinada por la represión republicana durante la guerra civil. Por lo que se refiere a la persecución religiosa, en Cataluña fueron asesinados un total de 2.039 religiosos, lo que significa un 29,8% del total. Sólo en la diócesis de Barcelona se asesinaron 930 religiosos. La Generalidad creó las milicias ciudadanas para la defensa de la República y la lucha contra el fascismo. Asimismo se crearon comités locales de defensa. Gracias a estas ordenes dadas, se persiguió y se asesinó a muchos catalanes, con el beneplácito de la Generalidad, por ser, como ellos decían, “fascistas”. Por eso, en 1940 se juzgó al “presidente mártir”. Por eso fue juzgado y fusilado en el año 1940. A Companys se le acusó porque, siendo presidente de la Generalidad, no hiciera nada por detener esa persecución. No hizo nada porque él estaba de acuerdo. Expliquemos la verdad y toda la verdad. También expliquemos su afición a la pornografía. Demos a la gente la verdad y, una vez conocida, sabremos la estrategia de los separatistas catalanes. Quieren resarcir la figura de una persona, que para ellos es un mártir, pero que, para muchos catalanes no lo es. Que ERC empiece a pedir disculpas por los muertos que ocasionaron en las checas, en las carreteras y en otros lugares de Cataluña y, luego, tal vez, planteémonos si debemos rehabilitar su figura histórica y anular su proceso. Mientras esto no ocurra. Mientras hayan familias en Cataluña que nunca han recibido unas palabras de consuelo por los familiares que tuvieron que enterrar, la historia se escribirá torcida. Y, además, la España de hoy en día no es responsable de los hechos del pasado. ¿Por qué pedir peras al olmo? Quizás para no afrontar, realmente, los problemas cotidianos de la sociedad. Esa es la cruda realidad •- •-• -••• •••-• | |||||
Para volver a la Revista Arbil nº 86
| |||||
