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por José Luis Orella El camino de transformación intelectual y espiritual del dirigente croata | |||||
| Nacido en 1896 en Banja Luka, una de las principales ciudades de Bosnia-Herzegovina, esta región era una provincia turca, que estaba bajo ocupación militar austro-húngara desde 1878, y que le fue encomendada por el congreso de Berlín, y que será anexionada finalmente por la doble monarquía en 1908, quedando bajo una administración especial. Sin embargo, la nueva expansión del imperio dual significó su perdición. La población del nuevo territorio estaba compuesta por servios ortodoxos, bosnios musulmanes y croatas católicos, con minorías menores. La ausencia de contingentes alemanes y húngaros, pueblos dominantes en el imperio, propició que Bosnia-Herzegovina tuviese que tener una administración especial por su población eslava. No obstante, aunque la población católica estuvo encantada de pertenecer al imperio de los Habsburgo, la minoría mayoritaria de entonces, la servia, quería unirse a la Servia independiente para formar la gran Servia, que reuniese a todos los servios de los Balcanes. La imposibilidad de ello, abonó la confrontación entre el imperio y el nacionalismo servio. Este fue el ambiente en el cual creció el joven Merz. Ivan había nacido en una familia croata, por tanto católica, aunque su familia se había adaptado a los gustos burgueses e ideológicamente se guiaban por los valores liberales, imperantes en el siglo XIX. Su familia pronto le encaminó a hacer la carrera militar en la Academia militar de Wiener Noustadt. Las formaciones bosnias eran consideradas unidades de elite, Bosnia-Herzegovina había sido largamente un lugar de frontera contra el turco y sus habitantes dedicados a la carrera militar. Sin embargo, no iba a ser la vida del joven Ivan Merz, quien después de ver el ambiente de corrupción moral imperante entre los cadetes de la academia, abandono ésta. El joven Ivan Merz estaba impregnado de los valores del catolicismo, no por su familia, sino por el ejemplo de su profesor Ljubomir Marakovic. El interés del bosnio fue la de emprender los estudios para ser profesor e intentar formar a los jóvenes de su provincia. En 1915 inició los estudios en la universidad de Viena con esta aspiración. No obstante, la Primera Guerra Mundial se había iniciado en 1914 y dos años después, Ivan Merz se incorporaba a su unidad. Las unidades de Bosnia-Herzegovina fueron empleadas en el frente italiano, donde Ivan Merz permanecerá el resto de la guerra hasta 1918. Al finalizar la primera guerra mundial, vuelve a Banja Luka, donde la disolución del imperio dual causa el engrandecimiento de Servia en la forma del nacimiento del nuevo Estado yugoslavo. Pero el Ivan Merz que vuelve es un hombre distinto, el excombatiente ha sufrido la guerra de trincheras en los Alpes y la muerte de varios centenares de miles de hombres en pocos kilómetros. La experiencia de la guerra le hace madurar espiritualmente. La muerte y el horror de la guerra le postra ante Dios y le hace ver la importancia de los Sacramentos en la vida del cristiano, la poca cosa del hombre y la necesidad de contar con la Gracia divina para llegar ante el Señor. Pero como lograrlo en el frente, donde la frecuencia regular de la Eucaristía era imposible y los soldados se contentaban con sobrevivir. Ivan Merz no iba a desaprovechar el tiempo de paz. El excombatiente va a Viena donde inicia sus estudios de filosofía, hasta 1920. Después los prosigue en la Sorbona y en el Instituto Católico durante dos años. Finalmente se doctora en Filosofía en la universidad de Zagreb en 1923, con la tesis "la influencia de la liturgia en los escritores franceses desde Chateaubriand hasta nuestros días". A continuación encontró trabajo como profesor de lengua y literatura francesa y alemana en el Instituto arzobispal de Zagreb. En la capital de Croacia, que formaba parte de Yugoslavia, y era una ciudad de una mayoría aplastante católica, Ivan Merz colabora en el apostolado de la juventud, con la Liga de la Juventud Católica Croata, aunque después ayudó a impulsar la Liga de las Águilas. Esta es la que fue la base de la Acción Católica en Croacia, promovida por el Papa Pío XI. La Liga de las Águilas tenía la finalidad de proporcionar una élite de jóvenes católicos que renovasen la vida social y moral de los católicos croatas en Yugoslavia. Sin embargo, no siempre fue comprendido, el dolor causado por los demás le acercó más a Dios. El sufrimiento ofrecido, le sirvió para tener una mayor comunicación con el Creador, a quien le ofreció su labor con las Águilas. A los dolores espirituales, se les unió los físicos, poco a poco el joven croata iba abandonando la vida, pero su sacrificio ayudaba a robustecer el papel apostólico de sus aguiluchos. Murió en Zagreb el 10 de mayo de 1928, a los 32 años de edad. Pero los aguiluchos ya estaban dispuestos para su vuelo apostólico por todas las comunidades croatas •- •-• -••• •••-• | |||||
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