Cartas de Hades a Sutor

por Publio Cornelio

Hades (el Plutón latino) es el dios de los muertos, hijo de Cronos y de Rea y hermano de Zeus y Poseidón. Obtuvo el poder del mundo subterráneo después de que junto a sus hermanos se repartiera el universo tras haber derrotado a su padre. El escritor romano Plinio el Viejo (23-79 d.C.) describe una divertida anécdota sobre la disputa del artista Apeles con un zapatero: Apeles colocó sus primeras obras en el voladizo de su casa y se escondió tras una mesa para escuchar la crítica del pueblo llano, a quien consideraba un juez más estricto que a sí mismo. Un sutor (zapatero) observó que en el interior de un zapato faltaba un ojal. El pintor remedió la falta divertido. El zapatero, animado, extendió su crítica a la pierna de la figura representada, pero Apeles le respondió: "Ne supra crepidam sutor iudicet" (un zapatero debe limitarse a opinar sobre sus sandalias). De ahí procede la expresión "zapatero a tus zapatos". Aprovechando la mitología y la historia clásica se hace crítica política de actualidad. ¿Identificamos a los personajes?

Veo que has triunfado de lleno en las elecciones en la tierra de los conejos, y que lo llevas con mucho garbo. Chico, parece que te lo has creido de verdad y que piensas que vas a poder cambiar las cosas todo lo que quieras y más. ¡Querido Sutor, no me seas infeliz!

Se me acumula la faena con tus preguntas. Vayamos por partes.

Este Forrum, además, les ha supuesto un chollo padre y Matagalls está muy contento. Ciertamente no ha conseguido que fuera toda la gente que deseaba, pero claro, viendo las cosas que han construido, y al capitán Boom Bun, cualquiera iba ahí así, por las buenas. Pedías un refresco y hala, como en el aeropuerto o más de caro. También Matagalls podía haber controlado un poco esto, porque un descamisado medio no podía ir así como así a pasar un día en el Forrum. Le ha salido una cosa de progres ricos, no de progres pobres. Aunque también he de decir que ha sido una plataforma muy buena para poder expresar una visión izquierdosa de la vida, la cultura y las increencias. ¡Cuánto hereje y apóstata junto! ¡Cuánto masón, judío y musulmán! ¡Cuánto pagano portador de tarjeta Master-Hades te podías encontrar! Desde este punto de vista ha sido un exitazo, porque hemos mostrado abiertamente y sin reparos por donde queremos que vaya la humanidad. Supongo que, en líneas generales, te habrá gustado mucho. A mí, sinceramente, menos pagarlo y el Boom Bun, bastante.

Siempre me haces unas preguntas tan ingenuas. ¡Que si se escucha la Noser en el infierno! Pues a pesar de ser una de mis preferidas, las interferencias son tantas que no, no se escucha. Tendremos que esperar que acudan por aquí muchos más ingenieros y telemáticos para que arreglen esto, je je. De todas maneras, no te preocupe eso, pues por tele Topo pasan algunos resúmenes de las principales mentiras de la Noser. Respecto de tus cantantes preferidos, hay que esperar a que se conviertan en clientes reales y no solo potenciales, para autorizar alguna audición privada a través de tele Topo. Comprenderás que no podemos poner cualquier cosa. Así que ya puedes espabilar para que tanto Mama Belen como Pictor Enmanuel vengan de cabeza aquí.

Llevé el otro día el coche al taller, porque tenía unos problemas con el motor. No sé si era con el motor o con el aceite, que se calentaba mucho. Casi hervía. Yo pensaba, cualquiera hace un huevo frito acercando una sartén. Y el mecánico, nada más abrir el capó me suelta: amigo, lo mismo hace un huevo frito si pone una sartén aquí. ¡Atiza, pensé, vaya telepatía! Como cuando nos sentábamos de pequeñitos a ver qué pensaba el otro y si le transmitiamos nuestros pensamientos.

El caso es que me lo arreglaron prontito, al cabo de una horita o una oreja. Y me cobraron un pastón. No te puedes imaginar cómo me puse. Que si no saben con quién están hablando, que así cómo vamos a progresar, que ganan más que el praesides maximum y otra serie de razonamientos. Total, que el mecánico me espeta: si se pone gilipollas, le pego con la llave. Me tuve que callar y marchar, pero les voy a mandar una inspección de aquí te espero. Para mí que son del Pipi.

Respecto del anagrama animal, lo del murciélago me va mucho; lo del plátano también, por lo del mono. Ya sabes que soy muy mono. Ahora bien, lo de que mi tatarabuelo fuera un primate no estoy tan seguro. Darwin lo razonó muy bien, y ahora han realizado mil descubrimientos nuevos. De todas maneras, cada vez que me miro al espejo y pienso que el tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tata del tatarabuelo fue un mono me da un soponcio. ¡Con lo guapetón que soy!

Pues sí que llevo idea de visitar Aegyptus, no sé si con bermudas o no, pero desde luego no con camiseta de tirantes ni pañuelo con nudos en la cabeza. Es una imagen demasiado ordinaria para un poseedor de la tarjeta oro Master-Hades. Lo que no tengo tan claro es el calzado que pueda llevar. ¿Sandalias playeras? ¿Sandalias con ahugeros, versus alpargatas? ¿Calzados gorila, por si me subo por las pirámides? Hades, estoy en un lío. Me han dicho que hay que beber mucho y tomar sal en abundancia. Y que no podré beber Poca-Cola, porque es de capital judío. ¡Mecachis! A ver qué refresco me dan. Le he cogido cariño a la Poca-Cola, quizá sea una de las pocas cosas que recuerdo con cariño de la época de Paco. Esto que no lo sepan Ansar ni Marianol, que me crucifican.

Han caído en mis manos unos evangelios apócrifos, donde esperaba leer toda clase de cosas prohibidas e insultantes. Lo primero que he de decirte es que no entiendo muchas de estas cosas. Lo segundo, al leer el Descendimiento de Cristo a los infiernos me he encontrado con explicaciones que podrían ser tuyas.

“Y, mientras estaban todos regocijándose de esta manera, vino Satán, el heredero de las tinieblas, y dijo al infierno: ¡Oh, tú, devorador insaciable de todos!, oye mis palabras: Anda por ahí cierto judío, por nombre Jesús, que se llama a sí mismo Hijo de Dios; mas, como es un puro hombre, los judíos le dieron muerte de cruz, gracias a nuestra cooperación. Ahora, pues, que acaba de morir, estate preparado para que podamos ponerle aquí a buen recaudo; pues yo sé que no es más que un hombre, y hasta le oí decir: Mi alma está muy triste hasta la muerte. Sábete, además, que a mí me causó muchos daños en el mundo mientras vivía con los mortales; pues dondequiera que encontrase a mis siervos, los perseguía; y a todos los hombres que yo dejaba mutilados, ciegos, cojos, leprosos o cosa parecida, él los curaba con sola su palabra; e incluso a muchos, a los que yo tenía ya dispuestos para la sepultura, les hacía revivir con sola su palabra.

Dijo entonces el infierno: ¿Y tan poderoso es éste como para hacer tales cosas con sola su palabra? ¿Y, siendo él así, tú te atreves por ventura a hacerle frente? Yo creo que a uno como éste nadie podrá oponérsele. Y eso que dices haberle oído exclamar expresando su temor ante la muerte, lo dijo, sin duda, para reírse y burlarse de ti, con el fin de poderte echar el guante con mano poderosa. Y entonces, ¡ay!, ¡ay de ti por toda la eternidad! A lo que replicó Satán: ¡Oh infierno, devorador insaciable de todos!, ¿tanto miedo has cobrado al oír hablar de nuestro común enemigo? Yo no le tuve nunca miedo, sino que azucé a los judíos, y éstos le crucificaron y le dieron a beber hiel con vinagre. Prepárate, pues, para que, cuando venga, le sujetes fuertemente” (IV,1-2).

Por un lado, tú y yo sabemos que todo esto es mentira, porque Jesús no ha existido. De otro, aunque no hubiera existido, como sostenemos, solo fue hombre como bien dice en este texto Satán. Era un hombre mortal. Se le representa siempre muriendo en la cruz. ¡Qué vergüenza! Me recorre un escalofrío nada más pensar que mis días como praesides maximum acabaran de esta manera, con las ganas de lujo y poderío que tengo.

Por otra parte, se distingue bien entre Satán y el infierno. Tú, Hades, ¿quién eres? ¿Este infierno es lugar de castigo o de cachondeo? ¿O es un invento judío más, para tenernos atemorizados y en poder de la derecha y del clero? Porque además parece que Satán no es el dueño del infierno, aunque lo intente. Y además, acaban siendo derrotados. Justo en el momento en que todo parecía indicar que el triunfo era total, ¡zas!, baja Jesús a los infiernos y los libera a todos. Encadena a Satanás y lo entrega al fuego eterno. ¡Horrible cuento para niños, horrible! ¡A la hoguera con él! ¡A la hoguera con ellos! Porque todo esto es mentira podrida, ¿no Hades? Con lo contento que estaba yo leyendo toda clase de cosas lujuriosas y mendaces, que exaltaban mis bajas pasiones.

Quedamos en que me contestarás sobre este particular, aunque prefiero que no te enrolles mucho, pues ya sabes que soy hombre práctico y aguanto pocas disquisiciones sobre cosas importantes y decisivas.

Sigo pensando que eres el mejor y el más siniestro. Tuyo escocido guapetón

Sutor.

Carta de Hades a Sutor. 11.

Querido Sutor:

Veo que estás haciendo el tontoligo poniéndote a leer memeces y exigiéndome a mí que haga exégesis, cuando sabes que odio hacer exégesis, y que siempre que he hecho eso, me ha salido un tantico regular. Has de preguntar a alguno de mis mejores alumnos, algún hereje aventajado que te darán mejores y más abundantes explicaciones.

De todas formas, ya sabes que todo eso son cuentecicos cristianos, algunos están de mi parte, por supuesto, pero ese en concreto no. Tú no hagas ningún caso, pues eso no se trata más que de un entretenimiento pueril, a lo que tú como praesides maximum no te debes de dedicar. Desprécialo. [Ya me fastidió mucho ese Jesús, cuando pensaba que había vencido viéndolo en la cruz, muriendo. Sí, sí, bajó a los infiernos, predicó su mensaje de salvación y volvió a resucitar por su propio poder. ¡Horrible, horrible! El caso es que todavía no sé si él conoce mi traición de los primeros tiempos y toda la cadena de guarradas que he hecho desde entonces, porque no me ha castigado, y sigo fastidiando a todo el que quiero. Hay textos que me ofrecen muchas dudas, pero la verdad es ésta: estoy aquí libre, miento todo lo que quiero, y me meriendo el mundo cada día más].

Por cierto, Sutor, ¡nada de ver La Pasión de Mel Gibson! ¡Integrista, reaccionario, preconciliar! [Ha retratado las cosas demasiado fielmente y más escuece el fracaso cuando los teleespectadores se reencuentran con la verdad. No es de los cristianos tibios, que coquetean conmigo, como lo hizo Eva. No hay por dónde abordarle, porque le interesa la verdad y no le importan las fatigas y los dineros. ¡Gibson, te odio!¡Lo mío es la mentira, el regate!¡No se te ocurra venir por aquí porque te haré fosfatina!].

Y lo de la resurrección, ya sabes que es mentira, que no deja de ser una contaminación de los textos judíos por el dualismo persa, fácilmente explicable ya que durante el destierro del pueblo judío se pusieron en contacto con éstos. Osea, todo falso y mentira. [En el libro de Daniel se habla de la “resurrección de unos para la vida eterna y de otros para eterna vergüenza y confusión” (12,2). Este chico y sus compañeros, fueron “instruidos en toda suerte de sabiduría, dotado intelectualmente... y a quienes se les instruye en las letras y en la lengua caldea” (1,4). ¿Confluencia de pareceres, semina Verbi o simple préstamo? Muchas veces me lo he preguntado, y aunque intuyo la respuesta porque la puedo comprobar todos los días, me niego a aceptar que sea así, porque eso implicaría aceptar mi derrota, mi castigo y el de todos los que en mí confían y viven bajo mi yugo. Ni puedo aceptar la resurrección de Lázaro, ni la de Cristo ni la de los otros. Sería la aceptación de mi derrota, y como no me han castigado, debe de haber algún tipo de truco que ignoro, que explique esto].

La doctrina sobre el juicio particular, con la subsistencia del alma desencarnada y su destino en el paraíso junto a Ahura-Mazda o a un lugar de castigo junto a Ahura-Mazda (principio del bien) o Ahriman (principio del mal), aparecen en los Gathas o Awesta antiguos. De aquí se deduce, querido Sutor, que lo que hizo Daniel fue copiar como un descarado esta idea, que fue desarrollada con posterioridad por otros autores judíos, con toda suerte de sandezes de ese jaez. [No puedo decirte que una cosa es la idea del juicio particular después de la muerte, que encontramos en otras civilizaciones, y que puede corresponder a algo inscrito en la naturaleza del hombre = ley natural. Como quiera que mi cometido es negar la existencia de esta ley natural, porque es el camino más fácil y seguro para pervertir al hombre, he de hacer lo posible porque todo el mundo crea, tú incluido, que se trata de una mera elucubración humana. Pero de la idea del juicio particular a la de resurrección corpórea y de un juicio universal hay un salto abismal. Y se da, ciertamente, en el Awesta reciente y en la literatura pehlevi. Mas no debes de saber que estos textos son de ordinario posteriores a Jesucristo, y se encuentran influidos por las doctrinas cristianas y no al revés. Si supieras esto, podrías comenzar a darle vueltas a lo de la resurrección, y con ello a lo del premio y castigo, cielo e infierno, pecado y gracia, y eso podría hacerte recapitular y cambiar tu mente, de tal forma que decidieras devolver tu tarjeta oro Master-Hades. Tal posibilidad me parece odiosa, y como mostración de mi profesionalidad y prestigio, he de engañarte y hacerte caer, como he hecho con millones de humanos tontos, engreidos y sabiondos, que se han precipitado en mis garras por pura soberbia. ¡Me encantan los soberbios, altivos y ególatras!].

¡Sutor, no hay más que una vida que merezca la pena, ésta! Carpe diem! ¡Vive de manera trepidante, consigue el máximo de triunfo personal y no te preocupes por lo que otros, llevados por su debilidad y mala suerte imaginaron. El cielo y el infierno son invento de los pobres, de los ignorantes, de los que lo han pasado muy mal en esta tierra, de los fracasados que no se conforman con esto... Déjalos, se consuelan con eso, pobrecillos. Pero que sus mentiras no te lleven a vacilar, no dudes de tu actuación resueltamente inmoral, no te pliegues al dictado de tu conciencia, ni al canto de sirena de judíos y clérigos.

¡Todos van al mismo saco, Sutor, que yo controlo! Todo acaba en un polvo común, unas imágenes umbrátiles que deambulan macilentas. Todos iguales, sin premio ni castigo. ¡El que diga lo contrario miente, es un cateto, un integrista, un retógrado, un fanático, un antidemocrático! [Si supieras algo de antropología sabrías que en los libros del judaísmo tardío es frecuente escribir que las almas de los justos se hallan en el Seno de Abraham, que es el paraíso de los griegos, un lugar intermedio de premio, que se consumará tras el juicio final al unirse de nuevo el cuerpo y el espíritu, junto con el alma de cada individuo. Por ello será normal que a este sitio se le denomine cielo. Sin embargo, los pecadores según ellos aparecen destinados en la Gehena, destinados al dolor, al ultraje y a la desolación. ¿Cómo admitir esto sin darse cuenta de que es mi final? El silogismo es evidente: si esto es cierto, Dios es omnipotente, juzgará, premiará y castigará a los hombres, pero también a los ángeles. Comoquiera que ha pasado mucho tiempo desde mi primera apostasía y esto no ha sucedido, tampoco Dios es omnipotente, ni juzgará por consiguiente a ángeles y hombres].

La vida de ultratumba es anodina, sin juicio, sin premio ni castigo. Se repite de una manera difusa lo que ha ocurrido en esta vida. Serás nuevamente praesides maximum, podrás beber Poca-Cola y todo lo que quieras, porque todo será figurado y etéreo, real e irreal a la vez. Una vez que bajas ya no puedes volver a salir, no se resucita así como así y desde luego no corporalmente. En todo caso lo harán algunos solo en su alma, como sale un murciélago de noche, para volver de nuevo a su cueva antes del alba. [Pero la evocación y suscitación de cadáveres solo me agrada si tiene como finalidad el perder la fe o debilitarla, no como acrecentamiento de la misma por parte de mis adversarios. ¡Sutor, si profundizas puedes caer en las redes del Enemigo, y eso nunca, nunca! ¡Sería hacerle feliz, que triunfara en su plan amoroso para con el hombre! ¡Eso nunca, nunca! He de intentar que fracase Dios, y eso solo lo puedo conseguir haciendo fracasar a su obra predilecta, el hombre].

Cuando tengas dudas sobre estos asuntos, querido Sutor, además de mis consejos has de recurrir a otros malvados de categoría. Me refiero a tu arúspice máximo, ése de la Noser, que tiene toda clase de ideas confusas y una antropología y cosmovisión realmente de mi agrado. De todas maneras, de los arúspices como de las echadoras de cartas no te fies mucho, o no en todo. Acuérdate de lo que le pasó a Majencio, apóstata como tú, cuando se encuentra en Roma esperando la acometida de Constantino y consulta los libros Sibilinos. En ellos se descubre que ese día moriría el enemigo de los romanos. Fiado de esta respuesta, se puso en marcha hacia el campo de batalla. ¡Y la cagó en Puente Milvio! De esta se rieron los cristianos, y los paganos dedujeron que Majencio era el enemigo de Roma y los romanos. ¡Sutor, ojo avizor! No vale cualquier oráculo, ni cualquiera echadora de cartas. Lo peor que nos puede pasar es que te salga un Constantino de donde menos te lo esperas.

Lo que tienes que hacer es promocionar a la teología de la liberación, que ya sabes que está condenada hace años, y a todos sus impulsores, sobre todo si se han salido o se han arrejuntado con alguna pelandusca. Esa es la garantía de que están por nuestro camino, y de que van a poner a ese Jesús de vuelta y media. Dirán que le quieren, como lo he dicho yo mil veces, pero trabajarán para mí que es lo que realmente importa.

Además, para conseguir buenos herejes ya sabes que uno de los mejores caminos es el de las comidas. Sí, sí, el de esta carne no, yo soy vegetariano, esto tal esto cual. Eso ha sido siempre un elemento diferenciador entre unos y otros. Tuvo sus razones en su momento, ahora no las tiene. Pero medio mundo se toma muy en serio estas prescripciones, mientras el otro medio hace todo lo posible por saltárselas. ¡Eso es lo bueno! La mala conciencia de éstos, el saber que hacen algo malo y que se reafirman en ello. ¡Esa ansia de condenación, de hacer lo que les da la gana, eso es fenomenal, siempre que se desobedezca la voz de la conciencia y los mandatos de la Iglesia! Estoy por aconsejarte que te pases al bando de los vegetarianos, para demostrar que eres un hombre virtuoso, que se sabe frenar, no como Marianol, que seguro que se pone morado de jamón de Salamanca y Teruel. Demuestra que tienes sofía, y que eres realmente virtuoso, al menos tanto como yo.

Te maldice por una eternidad tu queridísimo

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 11.

Querido Hades:

¡Ya ha empezado la liga! ¡Vuelve la emoción, emoción, Barça campeón! Estoy ensayando ya eso de tot el camp es un club, etc., para que me salga bien cuando vaya a clausurar el Forrum de las culturas y el Forrum de Matagalls. Son dos Forrums en uno, pero tú ya me entiendes qué es lo que quiero decir.

Espero que te guste mi camiseta blaugrana, mi gorrita, banderín, medias y zapatillas, para animar los partidos. Me he comprado también un espantasuegras y serpentinas para cuando marquemos gol, porque estas cosas hay que celebrarlas.

Se han reanuadado las sesiones del 11eme y estamos avasallando nuevamente. Están pesados pidiendo papelicos, y nosotros dale que te pego, que la culpa es de Ansar y de Blues, que no podéis meteros con los mesopotamios, ojito con los musulmanes y tal. No sé quién ha sido el malaje que ha sacado a colación ciertas amenazas que realizó Mojamé hacia España hace dos años, que no sé cómo tapar. Porque además han salido datos de la implicación de sus servicios secretos. Todo esto después de haber dicho yo a los cuatro vientos que quería colaborar como nunca con nuestro vecino del sur. ¡Ansar, me las pagarás todas!

Fíjate cómo las estoy pasando ahora que la gente vuelve de vacaciones, que estuve despachando con la menestra de cultura la posibilidad de celebrar a lo grande el centenario del Quijote de Cervantes. Y me dijo que era el manco de Lepanto. ¡Lepanto! Sí, Lepanto, la batalla en la que España paró a los turcos, detuvo su inminente invasión de Europa, el 7 de octubre de 1571. Lepanto, que se ganó por el rezo del rosario que tanto insistió el papa san Pío V, de tan infausta memoria para ti, Hades. Así que Cervantes no es más que un reaccionario, un carca, un derechón y un facha. Total, que se va a jugar el centenario. Es verdad que hace dos años dije que le haríamos un homenaje de aquí te espero, pero lo hice por marcarme un farol de intelectual. Ahora que me he enterado de esto, quizá cambie de opinión y dediquemos ese dinero a promocionar a los amigos de la espalda, jo qué escozor, y a la eutanasia.

Además me enteré que lo del desayuno del croissant y café es algo muy cristiano, y muy antimusulmán. Resulta que el croissant es un invento de los panaderos vieneses para conmemorar la derrota de los otomanos en la batalla de Kalhenberg el 12 de septiembre de 1683. Esa batalla supuso la liberación de Viena, y la recuperación de los territorios de Hungría, de Transilvania y de Croacia, dando además la posibilidad a Dalmacia de seguir siendo veneciana. ¡Millones de personas que siguieron rezando al Enemigo y salvándose en un número más que considerable! De ahí que tampoco los Habsburgo, que lideraron esta formidable reacción –junto con el papa Inocencio XI-, sean gente de fiar. Es una dinastía llamada a desaparecer, desde el triunfo de las logias. Conste que a partir de ahora moderaré mi consumo de croissant. Lo del café ya no tanto, pues me gusta mucho, y el hecho de que se diera a conocer a partir de aquel momento en la Europa cristiana, no me impedirá su bebida. ¡Me encanta el café solo y el café con hielo en verano, tan refrescante!

Lo de que me haga vegetariano no lo tengo nada claro. Porque donde haya una buena pata de jamón ibérico, que se retire el lenguado, y donde rebose un filetón de buey que se aparten los guisantitos. Yo deseo lo uno y lo otro. Quizás no tenga tantas pretensiones de sabiduría como algunos, ni tantos deseos de virtud. El lema del carpe diem!, lo interpreto también en su faceta culinaria. Hasta la fecha no me había privado de nada, pero desde que soy praesides maximum me estoy poniendo las botas. Yo no sé cómo serán los restaurantes ahí abajo, pero me parece que voy a llegar ahito. Menos mal que lo de la resurrección, el juicio, el cielo y el infierno es todo mentira, y lo del rico Lázaro y el pobre Epulón un cuentecillo, porque me estoy poniendo como el Epulón. No en vano me codeo con los mejores de los mejores, me he hecho foto con Chirriar, Peschroeder, Mojamé y Koffee, entre otros muchos, y aspiro a mucho más. Un guapetón como yo ha de aspirar a cosas a las que el miserable ciudadano, corrientito no puede ni soñar.

En lo referente al apoyo de los herejes y liberacionistas, descuida, les estamos subvencionando todo lo que podemos. El Forrum ha sido una demostración palmaria; quizá se haya perdido algo de dinero, pero la inyección de doctrina perversa ha sido monumental, colosal, Commodiana. Me gustan cada vez más Adriano, Cómodo y Juliano el apóstata. Estos, junto con el conde don Julián y el obispo Opas, ocupan un lugar preferente en mi cabecera. Junto con otros retratos mitológicos y demoniacos que no voy a referir ahora. ¡Ay, si Adriano tuvo su Antinoo, yo tengo sin buscarlo un ministro de la espalda! Espero que no se ahogue en el Tajo, porque dudo que me dejaran fundar una ciudad o cambiar el nombre de otra ya existente.

He de terminar esta carta, porque he quedado con mis amigos para comer palomitas y agitar el banderín de mi equipo preferido. ¡Qué emoción si ganamos! Por cierto, cuando vaya por ahí abajo ¿me podré llevar el banderín?

Te saluda con la camiseta blaugrana y las medias azules, el guapetón de

Sutor.

Querido Sutor:

He seguido con detalle los avatares de esta semana, y he visto con cierta preocupación que has ido a dos entierros, donde has experimentado sentimientos contradictorios.

El primero fue de un camarada tuyo, y se trató de un entierro civil, como yo mando. Ni rezos, ni responso, ni nada. Caras dramáticas, lloros, mocos a tutiplén. El ambiente era frío, ciertamente, aunque se perdía a un camarada de los primeros latrocinios. ¡Cuántos recuerdos de esos pecadillos de juventud emergían a tu cabeza! Y el pensamiento –me parece al menos por lo que se apreció en Tele-topo- de que te preocupaba el que tuviera o no tarjeta Master-Hades. ¡Eso es solidaridad de clase! ¡Bien, Sutor, bien!

El segundo fue otra cosa. Tu tía Antoñita, que padeció una larga enfermedad, que sobrellevó sin queja alguna, que llamó al sacerdote para que le diera la Unción de los Enfermos y exhaló su último suspiro con un ¡Jesús mío! ¡Horrible, Sutor, horrible! ¡Ni una queja contra el Enemigo! ¡Rezando el rosario hasta que pudo, y encomendando la conversión de todos sus familiares, también la tuya! ¿Y su entierro? ¿Qué me cuentas, eh? ¡Un sacerdote rezando respondos una y otra vez! ¡Gente rezando, con el rosario en mano, de manera descarada, en pleno cementerio y sin ningún rubor! Y lágrimas y desgarros, pocos. De los que rezaban ninguno. ¡Creían en la resurrección, eran gente de fe! ¡Sutor, qué familia, que vergüenza! ¡No me habías dicho tamaña desgracia en esa rama de tu familia! ¡A qué esperas! Pero lo peor de todo, es que vi que tus labios seguían las oraciones de tus familiares. ¡Traición, Sutor, traición! ¡Después de esta vida no hay nada, la resurrección es mentira, la oración no sirve para nada! ¡Todas mis enseñanzas por los suelos o qué! ¡Reacciona, Sutor, reacciona! ¡Sal de las garras del Enemigo, de la ingenuidad de Antoñita y sus hijos, nunca más rezar! Mira que todo lo que has ido avanzado desde que te invistieron en praesides maximum lo has retrocedido en un día. Todo lo que has ido avanzando en defensa de la eutanasia lo has retrocedido rezando ante el cadáver de Antoñita, que llevando su enfermedad sin queja alguna y como desea el Enemigo, ha dado un ejemplo de vida y muerte. ¡Maldición de maldiciones y todo maldición! ¿Es así como te quieres merendar el mundo, asistiendo a actos tan indecentes y poco edificantes como ése? ¿Es así como deseas que se llene mi reino, tontorrón? ¿Es así como consigues acabar con la Iglesia, asistiendo impávido a que se rece el rosario, desgranando las cuentas con la mano, con total naturalidad? Y no se trataba de curas y monjas, no: ¡laicos, laicas, casados y hasta jóvenes! ¡Jóvenes rezadores, en estos tiempos de máxima incuria! ¡A por ellos, Sutor, a por ellos! ¡Ni familia ni tontadas! Si te cuidas tanto de esos escrúpulos, jamás llegarás aquí abajo, y te retiraré la tarjeta de oro Master-Hades por indigno portador. Espero mucho de ti, no lo olvides.

¡Núnca, núnca, núnca más rezar! ¡Lo repetirás mil veces, de palabra y por escrito, como cuando eras chavalín y habías hecho una gorda en clase con una lagartija, y el maestro te hizo escribir: “no cortaré ninguna cola de lagartija en clase ni la lanzaré contra Manolito”. Así aprenderás que has de ser malvado en todo momento, sin transijir frente al Enemigo y sus secuaces. Como en el fútbol, querido Sutor: al enemigo ni agua.

Lo de Cervantes me parece bien; hazte cuenta, además, que tenía gran devoción por san Miguel, y que guardo una manía especial a ese arcángel. [Cuando me rebelé interiormente contra Dios, al comprobar la creación especial y amorosa que había tenido del hombre, y dije en mi interior non serviam! e intenté que me apoyaran todos los ángeles, enseguida se irguió Miguel con un serviam!, evitando el triunfo total de mi rebelión. Nada dije entonces, pero ya se vio que con Miguel y los suyos no había nada que hacer. Siempre que he intentado hacer alguna estrategia demasiado comprometida, Miguel y los suyos me han rechazado. ¡Lo odio con todo mi ser!].

Por cierto, que estoy espectante de la clausura del Forrum y de las palabritas de Matagalls en el mismo. ¿Presidirás la clausura o les mandarás un simple correo electrónico? Mira que es una buena ocasión para clausurar algo que ha conseguido muchos adeptos... Aunque comprendo perfectamente que te quieras escaquear, porque lo que querrán es sacarte hasta las entretelas e Insolvente ya te ha dicho que no tienes ni para chicles y que habrá que ir subiendo los impuestos. ¿Por cierto, qué tal tus clases de matemáticas? ¿Cuándo pasarás de los quebrados, que llevas un mes y medio con los cuadernos de Bruño haciendo ejercicios y no avanzas? ¡Has de estudiar más Sutor! Te dedicas a ver el fútbol comiendo palomitas y descuidas tus quebrados. ¡Sutor, Sutor, que ya no llevas pantalón cortito para que te tengan que controlar por las tardes!

No te riño más, pero que sepas que esta semana me has dejado un poco preocupado.

Te maldice y desea tu eterna condenación tu queridísimo

Hades.

Carta de Sutor a Hades. 12.

Querido Hades:

Es verdad, reconozco mi culpa y mi pecado. Recé, sí, pero solo fue un acto reflejo, algo inconsciente de algo que tenía en el fondo de mi ser, cubierto por completo por una capa de roña de pecados y maldades. ¡No me pude contener, y no te creas que no me ha dolido semejante debilidad! ¡Hacía tantos años que no rezaba, y a pesar de todo me salió tan espontáneo! Antoñita fue siempre una buena persona, a pesar de ser cristiana. Cariñosa, abnegada, amorosa con su esposo e hijos, bienpensante, sin quejarse nunca ni siquiera durante su larga y dura enfermedad y muy rezadora. Fíjate si lo sería que estando las cosas como están, todos sus hijos conservan la fe y practican como cuando pequeñitos. ¡Qué vergüenza! No te lo quería decir, porque esto es algo aterrador. El caso es que yo le tenía un sincero aprecio, a pesar de ser buena cristiana. Y era una mujer muy caritativa, nada egoista. Más de una vez me hizo reflexionar sobre muchas cosas, aunque siempre pensé que rezaba porque era ingenua, nada ambiciosa.

El caso es que al ir a dos entierros en la misma semana, y ver caras de tragedia en el primero y tristeza contenida y alegría en el segundo, eso me removió aún más. ¿Cómo te lo explicaría? ¿Acaso –pensé-, la tía Antoñita se merece la misma suerte que un asesino cualquiera, o que el mismo Blues el día en que muera? Eso no puede ser justo, me dije durante un segundo. Luego tuve otras consideraciones. Por ejemplo: para mí, después de la muerte, mi deseo es gozar viendo cómo gana el Barça, beber Poca-Cola, emborracharme a diario, comer jamón pata negra, hacerme fotos con la gente importante, entrevistar a los mayores sinvergüenzas de todos los tiempos y poder faltar al sexto y noveno todo lo que quiera y más sin temor a que mi mujer me dé con el rodillo. ¿Por qué no he de poder disfrutar de esto, en un chalecito con vistas a la pradera? Entonces pensé: ¿y por qué no Antoñita puede tener algo de lo que ella ha soñado durante toda su vida? Así, con un poco de tolerancia y sincretismo, cada uno podría hacer en la otra vida lo que le pareciera. ¿Qué te parece? ¿Es buena idea o es un fracaso? En fin, que te conste que esto me vino a la cabeza un momento y casi-casi ya se me ha marchado.

Lo de las mil líneas, ¿no vale que te haga fotocopias, que salen casi perfectas? Como ya no escribo nada con la mano más que las equis de las quinielas y los quebrados, me cuesta bastante. Además, menudas palabrejas: la-gar-ti-ja. En ordenador me defiendo, pero me he instalado uno de último grito, de los que le hablas y escribe. No sé si de vez en cuando, como se me escapa algún pedo, saldrá también. Cuando hemos hecho el ensayo no lo incluí, pero estos aparatos son muy perfectos. El técnico me dijo que si se me quedaba cara de idiota y me sentía muy acomplejado que lo desenchufara. Y si el síndrome iba a más, que lo tirara a la basura o le diera con un martillo. Todo menos caer en una depresión. Reconozco que sudo mucho con los quebrados, pero de ahí a que me deprima un ordenador... a mí, el praesides maximum, amigo de Phidelio y de Koffee, no hay quien me deprima. Porque cuando me siento pequeño como una hormiga, me pongo mis medias azules, la camiseta, el gorro y el banderín, le pido a mi cuchi-cuchi unas palomitas y ya está. ¡Se pasan los problemas de golpe!

Por cierto, que me ha salido una almorrana que estoy viendo las estrellas. ¡En maldita sea la hora nombré a ese ministro de la espalda! No hay manera de acertar con la postura, entre una cosa y otra. ¡Mira que si acabo sentándome en un flotador! No sé si alguno de mis más íntimos se ha dado cuenta, porque se sonríen mucho. Es cierto que soy muy simpático y gracioso, pero me da la espina de que se están burlando. Claro que también puede ser que se rían porque a ellos les pasa lo mismo. ¡Qué cargas ha de llevar un presidente, suegra mía! Así que me fui a la farmacia, y me han recetado una pomada buenísima, una maravilla. Quizás sea un poco cara y no me entra por la Seguridad Social. Como quiera que puedo mangonear, tampoco me hace falta, lo que sucede es que si ya no voy ni a la farmacia me van a acusar de atrincherarme en mi bunker presidencial, y que solo me falta el casco y el teléfono de Chila. El teléfono ya lo llevo, porque no me separo del móvil. Lo del casco, solo cuando inauguro algún apartamentito de la tresy con mi menestra de la Bisvenda, que la pobre está más ciega que la estatua de la justicia.

Una pregunta antes de poner canal pis para enterarme del próximo debate a nivel uropeo; ¿en el infierno hay pomadas para las almorranas? Date cuenta de que es algo muy interesante y no se puede defraudar a los clientes o futuros clientes. Y en Uropa, al ritmo que vamos, van a hacer falta toneladas de este ungüento.

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Publio Cornelio

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