Arbil cede expresamente el permiso de reproducción bajo premisas de buena fe y buen fin | Para volver a la Revista Arbil nº 88 Para volver a la tabla de información de contenido del nº 88 | Los enemigos de la felicidad por Luis Martínez Viqueira No sé si han tenido la oportunidad de comprobarlo, pero les aseguro que la sociedad en la que vivimos se está transformando en una sociedad para solteros. Las medidas adoptadas por las administraciones, los hábitos que empezamos a adoptar los particulares y ante los que los comercios, industrias y empresas de servicios se adaptan de inmediato, configuran una nueva forma de vida. Esta transformación está preparando a la sociedad para que, en poco tiempo, podamos prescindir de esos engorros molestos y gritones que son los niños | ¿Han intentado buscar un piso de tres o más dormitorios?. Déjenlo, ya no quedan. Se empiezan a ver vajillas de cuatro servicios, por si recibimos invitados, ¿Los coches familiares? Si, alguno hay, pero los seguros están por las nubes. Y así en innumerables pequeños detalles que, debidos a la baja natalidad, aceleran más el proceso hacia un triste récord de la natalidad negativa, ¿Es esto un reflejo de unas condiciones sociales o económicas negativas? No. Todo lo contrario. España disfruta en la actualidad de la, quizás, mejor etapa de progreso de su historia y con unos niveles de bienestar y comodidad nunca vistos.
Debemos pensar que existe una relación directa entre ambos casos, según la fórmula; A mayor comodidad, menor natalidad. Es un reflejo de la búsqueda de la felicidad a cualquier costa, incluso distorsionando el sentido de la felicidad ciñéndolo a unos criterios puramente materiales y por tanto eróneos.
El planteamiento que se hace se basa en echar cuentas. Vemos que tenemos que elegir entre: casa-hipoteca + coche + fin de semana de viaje; o casa-hipoteca + apuros a partir del día 20 (o del 10 ...) + unos mocosos gritones e insoportables que, encima, comen y se visten (y tienen como deporte predilecto el destrozar zapatos). Y claro, ante esta tesitura, lo tenemos muy claro y nos decimos, "cuando hayamos disfrutado queremos tener la parejita". Pareja que podrá ser de la Guardia Civil en la Casa-Cuartel más cercana, porque, lo que son niños, no suelen llegar tras estos planteamientos iniciales. En definitiva, el hijo, se ve como un estorbo, como ese ser que nos obliga a permanecer en casa, al que hay que llevar al colegio.„ y hasta, a veces, pretenden que les ayudemos... No, no, Esto es un sacrificio demasiado grande, que impedirá mi "realización« como persona (generalmente humana).
Las administraciones públicas tampoco colaboran mucho. Por ejemplo, y es un caso real, hace unos pocos años tres de mis cuatro hijos fueron admitidos en el colegio en el que llevaban estudiando hacia ya unos años tras una sentencia judicial y tras un año en otro centro, la Consejería de Educación tuvo como siempre muy buenas palabras pero ninguna buena acción. Las ayudas de la Junta de Andalucía para las familias numerosas ascendían a la cifra de 0,00 pesetas de la época y tampoco había ningún otro tipo de ayuda, como preferencias en !a escolarización en el centro elegido. Por esas mismas fechas, la misma administración autonómica anunció que financiaría el 100% de la operación de cambio de sexo, ¡Esas son políticas sociales!
Estaba yo, hace unos días, pensando en estas cosas entre el alboroto de mis hijos en el coche. De fondo sonaba un programa de radio al que nadie prestaba atención. Entonces oí hablar de "un grave problema de conciencia", se referían a una posible "agresión a la naturaleza" debido al imperfecto reciclaje de productos informáticos. Y pensé, caramba qué conciencia tan deteriorada tengo que jamás me planteé estos problemas... Parece terrible que en un país en el que, como España, se mata a más de 80.000 niños no nacidos al año los graves problemas de conciencia sean de esta índole. Mal síntoma para esta sociedad enferma.
Esta Navidad, sin embargo me ha ofrecido la ocasión de comprobar que no todo es así, que existen islas en las que todavía cabe una brizna de esperanza. Una prima de mi mujer acaba de tener su primer hijo. Se llama Jacobo y nació ochomesino y con graves problemas funcionales. A los padres les plantearon el problema. Existía una posibilidad entre mil de que se salvara y menos aún de que sea un niño sin graves problemas de salud. Jacobo pasaba sus primeros días de vida como un vegetal, lleno de tubos en una UVI y llegó a estar "clínicamente muerto". Sus padres, le visitaban a diario, la madre le contaba cuentos, le "enseñaba" a rezar y le cantaba canciones. Cuando tuvieron que decidir ante las "recomendaciones" de los médicos, decidieron apostar, sin dudarlo, por la vida y por el milagro, porque de eso se trata. A partir de ese día Jacobo patalea y hasta parece sonreír, tiene más hambre que nunca y unas ganas locas de salir de la UVI, a pesar de esto, la esperanza de vida sigue siendo mínima, y puede que Jacobo se convierta en un angelito mofletudo. Pero el milagro ya se ha producido. Y se ha producido porque la fuerza y las ganas de vivir nacen del corazón de una madre valerosa que vence su propia amargura y se dispone a afrontar con valentía una experiencia incierta. Porque la fe bien asentada es capaz de hacer que las ganas de vivir se contagien, Y porque el creer en los milagros es ya un milagro en estos tiempos. •- •-• -••• •••-• Luis Martínez Viqueira | | Para volver a la Revista Arbil nº 88 Para volver a la tabla de información de contenido del nº 88 La página arbil.org quiere ser un instrumento para el servicio de la dignidad del hombre fruto de su transcendencia y filiación divina "ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil El contenido de estos artículos no necesariamente coincide siempre con la línea editorial de la publicación y las posiciones del Foro ARBIL La reproducción total o parcial de estos documentos esta a disposición del público siempre bajo los criterios de buena fe, gratuidad y citando su origen. | Foro Arbil Inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones. N.I.F. G-47042924 Apdo.de Correos 990 50080 Zaragoza (España) ISSN: 1697-1388 | | |