Jesús Romero.- En el 2002 la prestigiosa
revista Nature publicó un artículo de la Dra. Cattherine
Verfaillie y su equipo (Universidad de Minnesota), donde se
describía el aislamiento de las MAPC, un tipo de células madre
adultas de la médula ósea, capaces de diferenciarse en las tres
líneas germinales organogenésicas (ecto, meso y endodérmicas). A
raíz de este estudio el Dr. Justo Aznar (jefe del Departamento de
Biopatología, Clínica del Hospital Universitario La Fe, Valencia)
resumió en diez las diferencias entre las células madre embrionarias
(en adelante CME) y las MAPC, concluyendo una aconsejable
utilización de estas últimas. Entre las "ventajas" reseñadas
destacaríamos las siguientes:
- Las MAPC pueden ser más controlables en su diferenciación
frente a las CME.
- La pluripotencialidad de las CME les confiere un mayor
potencial oncológico frente a las MPAC.
- El recurso a las MPAC no exige la creación de un banco de
embriones.
- Por último, aunque no menos importante, el empleo de las MPAC
no crea problemas éticos en ningún sector.
Dra. López Barahona, ¿podría detallarnos su opinión sobre estos
cuatro puntos?
Mónica López Barahona.-Comparto los cuatro
puntos. Efectivamente la capacidad proliferativa de una célula
troncal adulta es menor que la de una embrionaria y, por tanto, su
potencial tumorigénico menor.
Además, empleando células troncales adultas se evitan los
problemas de rechazo inmunológico que pueden tener las embrionarias;
pues podrían emplearse con fines terapéuticos células madres adultas
del mismo paciente y, por tanto, totalmente compatibles con su
sistema inmune.
La destrucción de embriones para obtener sus células madres
embrionarias es injustificable desde un punto de vista ético pues
supone dar más valor a la vida de un adulto enfermo que a la de un
embrión. Provocar la muerte a un ser humano es inadmisible desde una
ética personalista.
J.R..- El presidente de la Sociedad Internacional de
Bioética, Marcelo Palacios, en declaraciones a Europa Press
(23-08-2002) manifestó su deseo de que se modificara la Ley sobre
Técnicas de Reproducción Asistida de 1988, con el fin de poder
utilizar embriones congelados y "sobrantes" con fines científicos y
terapéuticos. Por otra parte, Josep María Simón (presidente de
"Médicos Cristianos de Catalunya") declaró a la misma agencia (marzo
de 2003) que la investigación con CME no responde a la ética
natural. Doctora, es conocido su planteamiento coincidente con este
último, manifestado recientemente en su voto particular frente a la
resolución del Comité Asesor que recomendaba al Gobierno la
investigación con CME. ¿Se debe entender que el Comité ha optado por
una fórmula "del mal menor", es decir, aprovechar los embriones no
viables de esos 40.000 crioconservados antes de su destrucción?
M. L. B..-No. El Comité en sus
recomendaciones no plantea la utilización de los embriones no
viables, sino la de embriones vivos. Ahí justamente se basa uno de
los puntos de mi discrepancia. En mi voto particular yo si hablo de
embriones no viables o carentes de vida integrada o embriones
muertos, en estos casos la obtención de las células madres
embrionarias no provoca la muerte al embrión; pues éste es ya un
cadáver y la utilización de sus células madres embrionarias no
plantearía problemas éticos. Ahora bien, la destrucción de un
embrión vivo y viable para obtener sus células madres embrionarias
no es un mal menor. Es intrínsecamente malo pues supone la
eliminación intencionada de una vida humana con fines
utilitaristas.
J.R..- Si bien vd., como manifestó en su voto particular y
partiendo de la base de que el embrión es un ser humano, admite ser
partidaria de investigar con las CME cuando, al descongelarlos,
mueran o estén ya muertos. ¿No presupone la descongelación de
embriones próximos a los 5 años, con alta probabilidad, provocar su
muerte? Y en este sentido, ¿cuál es la vida estimada de un embrión
congelado?
M. L. B..-La descongelación de un embrión
vivo y viable sin posterior transferencia al útero de una mujer
SIEMPRE provoca su muerte. Esto no depende del tiempo que lleve
congelado el embrión, sino del hecho objetivo científico que pone de
manifiesto que el embrión a los 5-7 días de vida post-fecundación
comienza su proceso de implantación en un útero, y si no se
transfiere a ese útero no puede mantenerse vivo "in vitro". Un
embrión sólo puede mantenerse vivo "in vitro" 5-7 días
post-fecundación.
Es imposible dar una respuesta científica y exacta a esta
pregunta. El tiempo que un embrión congelado permanece vivo depende
de múltiples factores (edad de los donantes de gametos, método
empleado en su congelación, momento del desarrollo embrionario en
que se congeló), por tanto, es arbitrario establecer un número de
años para mantener congelados los embriones sobrantes de procesos de
fecundación in vitro.
J.R..- Doctora, qué avances se han producido en las
técnicas de congelación / descongelación de embriones. ¿Existen o se
están desarrollando protocolos que garanticen: i) una mayor
longevidad de los embriones congelados; ii) una menor mortandad en
el proceso de descongelación?
M. L. B..-Ambas cosas han mejorado y
actualmente las técnicas de congelación y descongelación de células
en general y de embriones en particular dañan menos la estructura
embrionaria, sin embargo, la congelación siempre supone una agresión
al embrión. Esta agresión no es sólo desde el hecho objetivo del
daño celular que provoca la congelación; sino también desde el punto
de vista bioético. No es éticamente aceptable "suspender" las
reacciones metabólicas de un individuo de la especie humana en las
primeras fases de su desarrollo condenándolo a estar un cierto
número de años en un congelador esperando que se le otorgue un
destino.
J.R..- En el nº 282 de Science (1998) el equipo de
James Thompson (Universidad de Wisconsin) describió como las CME
tempranamente, en estado de blastocito, generan las células del
trofoblasto, capa de la que derivará la placenta, es decir: son
pluripotentes. Según sus estudios, reprogramar las CME, limitando
esa pluripotencialidad encaminada a desarrollar un organismo
completo, para que generen una determinada estirpe celular de un
tejido concreto, resulta un proceso complejo e impredecible. El
implante de estas CME en ratones ha provocado teratomas. Y en el
vol. 16 de Human Reproduction (febrero de 2003) se ha
publicado un artículo donde se dice que los embriones procedentes de
una fecundación in vitro se desarrollan con más malformaciones.
¿Existen, Dra. López Barahona, nuevos y más contundentes estudios
que demuestren los serios inconvenientes derivados de la utilización
de las CME?
M. L. B..-Existen otras publicaciones donde
se describe la formación de teratomas o la proliferación
descontrolada de células madres embrionarias. Hay por otra parte
varios trabajos que describen la mayor incidencia de cáncer en niños
generados por fecundación in vitro.
J.R..- Por otra parte, estudios llevados a cabo por
investigadores del CDC (Estados Unidos) demuestran que, en las
gestaciones inducidas por reproducción asistida, los niveles de
proteínas endometriales se alteran significativamente, y que la
placenta sufre mayores alteraciones estructurales; al año de edad
los defectos congénitos graves en estos niños suponen un 9 % (frente
al 4,2 % de los niños "naturales); por ende el riesgo de bajo peso
también se incrementa (6,5 % vs 2,5 %). Reseñar algunos datos
recogidos por la Dra. Natalia López Moratalla (en
www.bioeticaweb.com): Estudios realizados en Francia indican
que la gestación por embrión es menor en los congelados (7,3 %
frente a 9,2 %); y que el daño sufrido por los embriones en el
proceso congelación/descongelación está en torno al 30 %. ¿Comparte
la opinión de varios autores (Moore, Nargund,...) en el sentido de
que la mayoría de los embriones obtenidos de una multiovulación son
defectuosos, precisamente por proceder de óvulos inmaduros? Y en
relación al mismo asunto, si se eligen los "mejores" embriones, ¿son
los sobrantes los más débiles frente al proceso
congelación/descongelación?
M. L. B..-Sí, comparto la opinión de los
autores que cita y me permito apuntar que, además de provenir de
óvulos inmaduros, el hecho de desarrollar el embrión durante sus
primeros días fuera del útero de la madre impide que se dé el
reconocimiento a nivel molecular entre madre y embrión, y provoca
que la transferencia de un único embrión no suela culminar en la
implantación de éste. Por ello, es necesario transferir unos 3
embriones en cada ciclo de los que, en gran número de ocasiones,
sólo uno se implanta y los otros dos mueren ayudando a su hermano a
implantarse.
No necesariamente son más débiles. Sólo se congelan embriones
viables y en el momento de congelarlos se tiene el convencimiento de
que han pasado el "test" de calidad y de que pueden implantarse y
desarrollarse.
J.R..- Sin duda, parece más efectivo el uso de CMA. Las
investigaciones de Vescovi (2000) con mioblastos, las de Beauchamp
(1999) o las de Clarke, con ratones, así parecen confirmarlo. Pero
es que además, Menasche (2001) ha realizado el primer transplante
autólogo de mioblastos a un paciente con isquemia cardiaca.
Recientemente (enero de 2003), Proceedings of the National
Academy of Sciences publicaba un artículo de investigadores de
la Universidad de Indiana, donde concluían que las CMA procedentes
del cordón umbilical se crioconservan durante 15 años y mantienen su
eficacia tras la congelación. Endocrinology (2002) avanzaba
la obtención de insulina a partir de CMA de pacientes diabéticos.
Eliezer Huberman del Laboratorio Nacional de Argonne (Illinois),
informaba en Proceedings (junio 2003) que habían conseguido
diferenciar células hepáticas, nerviosas, cutáneas e inmunes a
partir de monocitos. Y el equipo de la citada Dra. Verfaillie (2002)
ha concluído que las CMA de la médula ósea pueden diferenciarse en
neuronas dopaminérgicas en enfermos de Parkinson. ¿Cómo han
progresado las investigaciones en el empleo de CMA en humanos?
¿Hasta dónde se ha avanzado?
M. L. B..-Las investigaciones han avanzado
vertiginosamente desde 1998 hasta 2003. Antes de 1998 prácticamente
la investigación con células madres adultas se reducía a las de
origen hematopoyético. Hoy se produce con todos los tipos tisulares
de células madres adultas. Basta notar que hay más de 400 protocolos
de ensayos clínicos en el mundo con células madres adultas (algunos
de ellos en España) y ninguno con células madres
embrionarias.
J.R..- Investigadores de PPL Therapeutics informaron, en
el Congreso de la Sociedad Británica de Fertilidad (23-02-2001), que
habían conseguido células musculares cardiacas partiendo de CMA
obtenidas, a su vez, de células adultas de piel de vaca. ¿Cuál ha
sido la evolución de esta nueva línea de investigación? ¿Piensa vd.
que es prometedora?
M. L. B..-No he visto nada publicado en
relación a esta presentación en el congreso; pero la línea me parece
interesante y prometedora.
J.R..- Si bien la Reunión Anual de la Sociedad de
Reproducción y Embriología Humanas se pronunció en el 2002 (Viena) a
favor de restringir a dos el número de embriones que se transfieren,
por los riesgos más arriba comentados, ¿cree que los legisladores
irán a la raíz del problema? Concretamente, ¿restringirán también al
menor número posible el número de embriones obtenidos por
fecundación in vitro?
M. L. B..-La experiencia nos demuestra que
lamentablemente no es el caso. Sólo Alemania tiene una legislación
restrictiva en este sentido. En el resto de las legislaciones o no
hay restricción o hay restricción con excepciones que es básicamente
equivalente a no haber restricción.
J.R..- La ingeniería genética aplicada a la clonación de
células madre también parece una prometedora vía. En diciembre 2002
Diario Médico informaba que un equipo de investigadores
habían conseguido modificar el código genético de células
neuronales, consiguiendo así que segregaran ligantes inductores de
apoptosis ligados al factor de anacrosis tumoral (un tumor muy
agresivo: el glioblastoma multiforme). ¿Qué opinión le merece esta
innovadora línea de investigación?
M. L. B..-El planteamiento de estas
investigaciones es impecable desde el punto de vista teórico, sin
embargo la experiencia de muchos años de investigación en áreas de
terapia génica pone de manifiesto la dificultad de llevar estos
avances a la cabecera del paciente.
J.R..- Finalmente, Dra. López Barahona, ¿podemos confiar
en que los avances en la investigación (con CMA u otras técnicas)
conlleven, a medio plazo, la solución del problema generado con los
embriones congelados?
M. L. B..-Los avances con células madres
adultas abrirán nuevas, interesantes y eficaces líneas terapéuticas.
El problema generado con los embriones sobrantes sólo se resolverá
dando una alternativa que permita el desarrollo de su vida a los que
están ya congelados, que considero puede resolverse arbitrando las
medidas necesarias para favorecer la adopción pre-natal y
modificando las legislaciones en el ánimo de no permitir que se
generen más embriones de los que se transfieren por ciclo a una
mujer que se somete a técnicas de reproducción asistida ·- ·-· -···
···-·
Jesús Romero
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