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por Bernardita del Río Según el historiador de la UC, doctor en derecho de Navarra y editor de la revista Realidad, ligada a la UDI, hay un grupo de personas dentro del gremialismo que piensa que todo es válido para llegar al poder. Uno de ellos, opina, es el abanderado presidencial, quien ''no pertenece al núcleo fundacional de la UDI, es un recién llegado y debe ser transitorio en las cosas nuestras'' |
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| Gonzalo Rojas, profesor de Historia del Derecho de la Facultad de Derecho de la Pontificia Universidad Católica de Chile y doctor en Derecho de la Universidad de Navarra, tiene una visión muy crítica del rumbo que han tomado algunos miembros de la vieja guardia de la UDI, quienes, a su entender, han perdido de vista los principios transmitidos por Jaime Guzmán y se han centrado en satisfacer sus propias ambiciones. Dentro de ese grupo menciona al del candidato presidencial de la UDI, Joaquín Lavín, “un recién llegado, que pronto pasará”.
Rojas es militante UDI, pero, según reconoce, hace muy poca vida partidista y sólo asiste a los Consejos Generales (es consejero histórico, cargo no elegido). Con su ya acostumbrado estilo directo, que tanta polémica despierta de cuando en cuando, asegura que prefiere que a la UDI le haya ido moderadamente bien pero no excelente en estas elecciones. Cita una célebre frase de Mussolini, que en el año 43 mirando el mapa de Europa dijo : “Si Alemania pierde la guerra estamos perdidos. Y si Alemania gana la guerra estamos perdidos”. A su juicio, si a la tienda de la calle Suecia le va demasiado bien “aquellos que queremos que la UDI conserve su rumbo no lo vamos a pasar bien, pero si le va muy mal tampoco”. Porque a golpes se aprende. “También es director de la revista Realidad hace cuatro años, medio que, aclara, no recibe fondos de la UDI sino que se financia por suscripción, además de un avisador que prefiere no poner avisaje (Bavaria). En el último número elogia a la llamada “generación bisagra” compuesta por parlamentarios UDI que no han transado sus valores para acceder a cargos populares. P.- -Esos principios de los que usted habla ¿No los sigue acaso la vieja guardia? . R.- -En la vieja guardia hay de todo, hay gente que ha ido transformando a la UDI en un partido de centro, liberal, desvinculado de la tradición de Jaime, gente que ha transado en sus principios más importantes, así como también hay gente que sigue creyendo que la UDI debe seguir siendo de derecha, conservadora y muy fiel a la tradición de Jaime. Y a ese grupo pertenezco yo. 'La UDI no es una máquina electoral' P.- -Quizás electoralmente no es tan bueno quedar tan a la derecha del espectro político. . R.- -La UDI no es una máquina electoral. Los que quieran transformar a la UDI en una máquina electoral no han entendido que el proyecto de Jaime está centrado en la formación de personas para servir a Chile y no en la captación de votos para ganar cargos. Para servir a Chile entre otras cosas tienes que tener votos para llenar cargos. Pero la tarea es mucho más amplia. La UDI no es una máquina para conseguir el poder. Las elecciones se ganan por convicción, como lo hizo Jaime, y no cediendo en los principios. P.- -¿Sin tener que firmar piernas en los café con piernas, por ejemplo? . R.- -Entre otras cosas. Hay otras más graves como sostener que una campaña debe centrarse en el slogan “Tú puedes ser lo que quieras ser”, que fue usado por Lavín desde diciembre del año pasado hasta marzo de este año y después fue reemplazado por “Alas para todos”. Es una falacia filosófica porque tú no puedes llegar a ser lo que quieras ser, y es una falacia moral porque a veces no es conveniente que algunas personas sean lo que quieren llegar a ser. Si la UDI hubiera seguido con ese planteamientos estaría traicionando sus principios, porque según ellos se le debe proponer a la gente que sea lo que debe ser. P.- -“Quienes no se guían por los principios de Jaime Guzmán? . R.- -Andrés Chadwick, entre otros. Hay una falta de convicción, por ejemplo, al gritar en un Consejo que no hubo hombre más pragmático que Jaime Guzmán. Eso es falso. Joaquín, el aparecido P.- -“Y Joaquín Lavín también ha transado principios por votos? . R.- -Por supuesto, pero Joaquín Lavín no pertenece al núcleo fundacional de la UDI. Joaquín Lavín es un recién llegado, por eso debe ser transitorio en las cosas nuestras. Porque habiendo causado muchos beneficios como haber motivado a una generación entre 28 y 35 años para hacer cosas, ha causado también muchos perjuicios. Existe mucha diferencia entre su actuación en la pasada elección presidencial y en ésta, porque ahora está rodeado por una serie de personas que creen que es justificado emplear cualquier método para ganar, que los principios tienen un menor valor. Esa gente va a pasar rápido, igual que Lavín, porque no pertenece al sentido originario, fundacional y más profundo de la UDI. P.- -¿Cree posible llegar a un cargo popular sin transar? . R.- Pablo Longueira ha sacado siempre arriba del 35 por ciento de los votos sin haber claudicado y teniendo un estilo muy diferente al de Joaquín Lavín en su acción pública. También está la generación bisagra (de la cual habla en la revista Realidad) que ha ganado varias veces las elecciones en distritos populares con plena convicción en sus principios. No es efectivo que para ser electo en un cupo de la UDI haya que lavinizarse. La ambiguedad de Lavín P.- -¿Cuándo comenzaron a ceder sus principios? . R.- -La gente que cedió lo hizo después del 49 por ciento de Lavín. Porque la campaña del 99 no tuvo la ambigüedad que ha tenido ésta. Lavín comenzó a ser ambiguo en esta campaña. Y esa ambigüedad de principios no fue contradicha, por lo que muchos tenemos también la culpa. En el Consejo Directivo Ampliado de hace once meses, en las termas de Cauquenes, José Antonio Kast dijo textualmente: “Yo no sé ya si soy de aquí o no”. Los conservadores no sabemos si somos de la UDI o no. -¿Porqué hemos abandonado la convicción de que podemos ganar siendo fiel a nuestros principios? Porque llegó al interior de la UDI un grupo de tecnócratas marketeros, que es el grupo de rodea a Lavín, que se posesionó de la campaña y ha mostrado la ineficacia absoluta, incluso en su propio campo, pues han logrado que baje 20 puntos y 25 y hasta 29. P.- -¿Por qué cree que fracasaron? . R.- -Se lo habrás oído a cientos de chilenos: “Me cargan los candidatos que no dicen lo que piensan”. Además hay un problema muy importante que afecta un segmento de la población chilena, que son los pinochetistas. Y esa gente no quiere saber nada ni con Lavín ni con la UDI. Se van a perder ahí cuatro puntos por candidato de la UDI en todo Chile. P.- -¿Cree que la UDI debiera apuntar sólo a su voto duro para ganar? . R.- -En las parlamentarias de 2001 la UDI alcanzó el 28 por ciento sin claudicar en sus principios. Se transforma en el primer partido político de Chile, con la bancada de diputados más grande y alcanza la segunda bancada más grande de senadores, cuando no estaba contaminada de Lavín. La inviabilidad de la Alianza Popular P.- -¿Cuál es el futuro de la Alianza? . R.- -Si el futuro de la Alianza la UDI lo entiende como una disolución de dos partidos en uno (RN y la UDI), un porcentaje muy importante de los fundadores de la UDI no estaremos en ese partido por ningún motivo. P.- -¿Y no es posible que en la formación de ese nuevo partido ingresen demócrata cristianos? . R.- -Te contesto con otra pregunta ¿Ves a la DC con todo su orgullo y convicción mesiánica integrada a una Alianza Popular? Yo creo que no. No veo a la DC integrada a un proyecto en que esté la UDI y donde las cabezas visibles sean Longueira y Allamand. Si la veo integrada a un proyecto como el de Schaulsohn y Allamand, el Partido Liberal Progresista, al que podría adherir un mínimo segmento de la UDI , toda Renovación Nacional y un segmento importante de la Democracia Cristiana. P.- -¿Porqué no es viable un partido único si a pesar de todos los problemas RN y la UDI se ha mantenido? . R.- Por tres razones: la historia, que nos va a dividir continuamente, la mística es muy distinta y los principios son diferentes. Además nosotros llegamos a toda la sociedad y RN sólo pretende llegar a la clase media. ·- ·-· -···
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