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imágenes de las páginas del Boe donde la Jefatura del Estado amnistia a los asesinos con delitos de sangre
Disposición de la Jefatura del Estado por la que se liberan a todos los etarras con delitos de sangre
[ BOE: 248 de 17/10/1977, páginas 22765 y 22766]

[Artículo del especial “Apreciaciones de Foro El Salvador ante el anuncio de una denominada tregua por parte de ETA”]

Algunos Documentos para la historia de Foro El Salvador

por Autores Varios

Reproducimos, a continuación, algunos de los documentos más significativos elaborados por Foro El Salvador en su breve pero intensa historia al servicio de la verdad y los más débiles

1) Manifiesto por la verdad, la justicia y el perdón en Euskadi.

Hecho público por Foro El Salvador el día 10 de junio de 1999.

La ciudadanía vasca está siendo convocada en estas fechas a manifestar libre y responsablemente a través del ejercicio del sufragio su voluntad política, sus deseos y preferencias a la hora de construir una sociedad más justa, libre y reconciliada desde su profundo realismo. Con el objeto de recordar a la opinión pública algunos hechos que nos parecen especialmente graves y contribuir así al ejercicio del voto desde una conciencia más esclarecida los abajo firmantes manifestamos:

1.- Es alarmante y escandaloso el amedrentamiento al que han sido y son sometidos aún los ciudadanos no nacionalistas en el País Vasco; las agresiones y amenazas que les impiden presentar en libertad y en igualdad de condiciones su opción política en las elecciones. Y demandamos para ellos toda la solidaridad de la comunidad cristiana y de sus representantes eclesiásticos.

2.- No es aceptable ni desde la ética ni desde la cristiana incluir en una lista electoral a presuntos asesinos que se vanaglorian de tal condición y la hacen valer como seña de identidad ideológica. Semejante aberración desautoriza moralmente tal opción política, ofende gravemente a las víctimas y promete la perpetuación de la misma violencia sufrida por estas.

3.- ETA debe disolverse y entregar las armas sin reclamar contrapartidas políticas que no son acordes con la democracia ni con el verdadero espíritu de la Iglesia, que prohíbe matar y que añade la ley del amor a las leyes de los hombres. El premio del demócrata debe ser la propia democracia y el premio de quien actúa de acuerdo con el respeto elemental a su prójimo y a los principios más básicos de la fe cristiana debe ser la vida perdurable y la paz de su corazón en esta vida.

4.- No es aceptable desde la ética política un proyecto de construcción nacional que se cimienta sobre las bases etnoculturales y que genera necesariamente procesos de exclusión incompatibles con el respeto a los derechos y libertades de todos los ciudadanos. El orgullo étnico y la ideología del privilegio no están en el espíritu de Cristo, que nos llamó hermanos, ni en el del Padre que nos hizo a todos iguales.

5.- La paz no puede llegar de la mano del chantaje político ni del empecinamiento en una violencia ideológica que ratifique y reemplace a la violencia armada; ni del olvido, la injusticia o la mentira. Tomamos como referencia válida para Euskadi la experiencia de reconciliación vivida tras la guerra de El Salvador así como el programa de acción marcado por Francisco Estrada, rector de la UCA desde 1989, después del asesinato de los jesuitas, y resumido por el sacerdote José María Tojeira en tres palabras fundamentales e indisolubles: verdad, justicia y perdón.

6.- Ser fieles a la verdad nos obliga a reconocer los crímenes de ETA y del GAL así como la vigencia del Estado de Derecho tanto para juzgarlos como para ejercer la generosidad de unas medidas de gracia que de forma ininterrumpida vienen concediendo todos los gobiernos de la democracia, desde la amnistía general de 1979 hasta la vía de la reinserción, todavía vigente. Y nos obliga asimismo a valorar el dramático y descomunal esfuerzo moral que esa generosidad ha requerido de toda la sociedad española y de las víctimas en particular.

7.- Ser consecuentes con la justicia nos obliga a asumir el poder judicial como pilar básico del Estado de Derecho así como a exigir y acatar la actuación de los tribunales. Y nos obliga también a honrar a las víctimas del terrorismo, a erigir monumentos en su memoria y rendirles homenajes públicos, pues no sólo han de ser indemnizadas económicamente sino moralmente por la sociedad y el Estado. Asimismo no aceptamos que se las equipare con sus verdugos ni desde las instituciones laicas ni desde la Iglesia. Tal equidistancia no sólo va contra la democracia y la civilización sino contra el propio espíritu cristiano. Se insulta e inflige dolor a las víctimas y se encubre la responsabilidad moral de los verdugos.

8.- El perdón debe ser pedido, no negociado ni con Dios ni con los hombres. Debe apelar a la generosidad, no al mercadeo político. Y no es exigible o gratuito ni siquiera en el Evangelio. En los verdugos está solicitarlo, arrepentirse del daño hecho y adoptar el propósito de enmendarlo. El arrepentimiento y la penitencia son inherentes al perdón cristiano. Este debe pedirlo ETA y sus cómplices políticos a las víctimas. Debe pedirlo la Iglesia por haberlas tenido tan olvidadas. Y lo pedimos nosotros por si guardamos silencio o por si nuestra palabra no fue antes pronunciada en una voz lo suficientemente alta.

9.- Como cristianos y personas libres, nos sentimos alarmados por la grave hegemonía del nacionalismo en la Iglesia vasca y el uso perverso que hoy se hace de la doctrina de la caridad y del perdón para amparar al nacionalismo de ETA y a sus cómplices políticos. Lamentamos lo desatendidos que hoy se encuentran por nuestra Iglesia los fieles que no son de ideología nacionalista y las propias víctimas del terrorismo. Y reclamamos con urgencia de esa misma Iglesia, a la que pertenecemos, un discurso que por fin concilie los valores cristianos con los derechos ciudadanos.

2) El Foro El Salvador, por la verdad, la justicia y el perdón en el País Vasco.

Manifiesto que los componentes del Foro van a entregar a Su Santidad, para informarle de los propósitos que empujan esta iniciativa. Abril de 2001.

El Foro “El Salvador” surgió el 10 de junio de 1999 por iniciativa de un grupo de intelectuales y profesionales católicos, que motivados por la situación de violencia en el País Vasco, decidimos convertirnos en la voz de una ciudadanía perseguida. La impronta que marca al Foro es el catolicismo de sus miembros y el ejemplo seguido, el de tantos países donde los católicos han dado testimonio de su entrega y defensa de la vida. Nuestro Foro nació en su humildad mirando el ejemplo de los cristeros y el P. Pro S.J. en México o el del sindicato Solidaridad y Lech Walesa en Polonia. Nuestra meta era seguir el mismo camino de tantos católicos en lucha contra un totalitarismo desconocido que atenaza actualmente a la sociedad vasca.

El nacionalismo vasco es un movimiento político que no cuenta con la representación exclusiva de la sociedad vasca, y que en el origen nutricio de sus ideas se contradice con los principios fundamentales de los derechos de la persona humana por su deificación de la nación, el día de la patria vasca “Aberri Eguna” se realiza el día del Domingo de Resurrección, intentando, como hizo el comunismo sustituir la festividad religiosa por otra política. Desde siempre, el nacionalismo vasco se ha arrogado la exclusiva representación de los intereses sociales, económicos, culturales, educativos, laborales y políticos del pueblo vasco. Por que se considera el único que defiende una concepción de la nación como ente abstracto, único e indivisible, a la que los individuos de la sociedad que la forman, quedan subordinados sin límites al interés general de la nación a redimir.

Su concepto de humanidad va ligado a la creencia de que la lengua y la raza determinan el carácter primordial de un grupo nacional. Al tener este el derecho inalienable de alcanzar su soberanía, la supuesta nación oprimida tendría la necesidad de alcanzar la consecución de sus fines políticos a través de cualquier medio, porque el valor de la soberanía es un valor primordial que esta por encima del de la persona humana. Una nación, como la vasca, sólo puede llegar a asumir las características identitarias de la comunidad nacional, cuando el nacionalismo, desde su acción de gobierno autonómico, consiga la homogeneidad cultural, racial y lingüística de la sociedad.

Sin embargo, la sociedad vasca es plural y los amplios sectores ciudadanos que quedan excluidos de pertenecer al modelo de nuevo hombre, son marginados en su vida profesional, vilipendiados y los más representativos asesinados por ETA, grupo que elimina todo intento de mantener una opinión independiente a la del mundo nacionalista.

Por este ambiente de naciente totalitarismo, los católicos nos sentimos en la obligación de actuar en pro del bien común de la sociedad y de los derechos más elementales de la persona humana, como es la vida, la búsqueda de la verdad y la libertad de alcanzarla. Los miembros del Foro “El Salvador” hemos denunciado la falta de libertad, la más urgente y dramática demanda de la sociedad vasca, porque ningún ciudadano puede sentirse seguro y menos si se opone públicamente al proyecto soberanista de ETA y del nacionalismo. Nos hemos solidarizado y hermanado con los que más sufren, porque de ellos será el Reino de los Cielos, y en nuestra tierra española, las víctimas del terrorismo tienen este papel por voluntad de otros hombres. Estas familias rotas llevan más de treinta años, de manera anónima, sin reconocimiento de nadie, la labor de sacar adelante a unos hijos que crecen sin un padre o una madre.

Los miembros del Foro “El Salvador” como miembros vivos de la Iglesia Universal queremos luchar por crear a través de la búsqueda de la verdad, la justicia y el perdón los cimientos de la Civilización del Amor, que se ven obstaculizados por el egoísmo de un nacionalismo que deifica la raza y la nación por encima de la voluntad de amor fraternal entre los hombres. La imposibilidad de ser asesino y cristiano, y la denuncia de este hecho pone a la Iglesia en el punto de mira de los terroristas. El compromiso de ser coherentes con nuestra Fe nos hace ser considerados personas “prescindibles” por los totalitarios.

Por José Luis Orella

3) Por la convivencia en Euskadi.

Foro de El Salvador.2002.

El acoso antidemocrático sufrido por nuestro presidente y la necesidad de salvaguardar su seguridad han logrado retrasar la publicación de este comunicado. Dicho retraso tiene un aspecto positivo: cesada la polémica creada por el documento “Preparar la Paz” de los obispos de las diócesis vascas y el ruido que podía desviar la atención de los verdaderos conceptos y valores en juego, podemos pronunciarnos hoy sobre él tras someterlo a una reflexión contrastada que se entienda como una aportación al texto anunciado por la Conferencia Episcopal Española para cerrar las heridas abiertas por la pastoral del 29 de mayo.

Con el dictamen de autogobierno aprobado el 12 de julio en el Parlamento vasco que descalifica al estatuto de Autonomía, los nacionalistas han lanzado su mayor reto a la democracia de la cual emana la legitimidad de esa cámara ahora cuestionada por dicho dictamen. Para ese reto el nacionalismo movilizó a todos los sectores sociales sobre los que ejerce su control como hizo en Lizarra: sindicatos, medios de comunicación, sectores eclesiásticos... A la luz de estos hechos la Pastoral cobra un significado más grave que el que se le suponía pues avala ese órdago a la legitimidad constitucional en el punto que reclama una nueva “fórmula de convivencia” y que pasó desapercibido por la actualidad que tenía su rechazo a la Ley de Partidos.

La Iglesia no debe ser una pieza en el engranaje del programa soberanista y excluyente del nacionalismo ni tampoco un factor dramatizador y desestabilizador de la vida política. La Pastoral ahondaba en la división de la comunidad vasca y abría una brecha entre ésta y el resto de la sociedad española. Contra lo que afirmaba, el problema en Euskadi no está en la “fórmula de convivencia” sino en quienes no respetan dicha fórmula que ya nos dimos con la Constitución y el Estatuto.

No basta con que la Iglesia condene los crímenes de ETA. Es preciso ir a su raíz para que la condena sea eficaz, condenar la ideología antidemocrática y anticristiana que los inspira así como a las personas y grupos que promueven o disfrazan esos crímenes y comparten esa ideología. Todas las ideas y proyectos no merecen el respeto de la ley. El siglo que dejamos atrás quedó desgarrado por ideas y proyectos indignos de respeto como por hombres que debían ser juzgados y condenados. Las ideas de Hitler y Stalin llevaron la desgracia a millones de seres. El origen de tales tragedias está en anteponer a la frágil vida del ser humano ya sus derechos individuales abstracciones como la nación, el pueblo, la clase social, la tierra o la etnia.

Basada necesariamente en una de esas deshumanizadas abstracciones, la autodeterminación no es derecho humano como se ha pretendido no pocas veces desde medios eclesiásticos. No lo es porque no tiene al ser humano individual como único sujeto de derecho. Es una recomendación de la ONU muy posterior a la Carta Universal y ceñida a casos de invasión y colonialismo entre los que no se incluye el vasco donde no hay una nación ni un estado preexistentes y abolidos por la fuerza.

La Ley de Partidos no debe valorarse –como se hizo con la Pastoral- en función de “algunas consecuencias sombrías” que preveía “como solamente probables y que, sean cuales fueren las relaciones existentes entre Batasuna y ETA, deberían ser evitadas”. Tal valoración va en contra el Derecho, la civilización, la cordura y los principios éticos más elementales. La misión de la Iglesia no es eximir a Caín de la justicia humana sino recordarle que su crimen reclama el juicio de Dios que dijo: “La voz de la sangre de tu hermano está clamando a mí desde la tierra”.

El acercamiento de los presos de ETA al País Vasco no es un derecho humano. Ni algo aconsejable, como supone la Pastoral, sino cuestionable según las más contrastadas fuentes del Derecho Internacional. La Ley deja tal cuestión a criterio de la entidad judicial penitenciaria y según convenga a la reinserción del preso. Acercar a un asesino convicto a una familia que le anima a reafirmarse en el delito no es una opción acorde con la justicia ni con el Evangelio. Y los presos tienen derecho a la dispersión que los aleje de un entorno favorable al crimen así como las víctimas a que se cumplan las leyes. La misión de la Iglesia es llevar la ley del amor a los que quebrantaron la ley humana y el Quinto Mandamiento, que prohíbe matar. Es despertar el arrepentimiento en ellos y en esas madres que pasean orgullosas sus fotos por las calles como si fueran héroes.

Denunciamos el chantaje y la burla sangrantes que contenía la alusión del texto a “los más débiles, los amenazados” fingiendo temer que, con la Ley de partidos, su “seguridad se vuelva, lamentablemente, más precaria”. Pedimos para los damnificados por el terrorismo un amor que no excluya el respeto. A ellos volvemos los ojos compartiendo su dolor pues esa Pastoral no sólo abrió una brecha en la ciudadanía creyente sino reabrió la herida de las víctimas y del Cristo que dijo: “Cuanto hagáis a uno de mis pequeños a mí me lo hacéis”. El del Estado de Derecho es nuestro irremplazable “marco de convivencia” al cual debe dar un mayor sentido, y no borrar el que ya tiene, la vivencia de la fe.

4) Comunicación del Foro El Salvador, en el II Encuentro Cívico.

Celebrado en Madrid, el 11 de diciembre de 2004, reunió a asociaciones y grupos de personas preocupadas por los problemas de la violencia política en España.

Os comunicamos con gozo, que con fecha 15/7/2004, la asociación Foro El Salvador ha sido inscrita en el Registro Nacional de Asociaciones con el nº 172174, nuestros fines son:

- Dar todo el apoyo posible a las víctimas del terrorismo etarra fundamentalmente, desde una vivencia cristiana de la Fe.

- Trabajar por una convivencia justa y pacífica en el País Vasco desde toda España.

- Trabajar por la libertad para todos en el País Vasco y en España.

Consideramos que la situación actual es de máxima alerta, por los siguientes hechos:

- Existe una gran degradación social en el País Vasco. Dos comunidades por obra y gracia del terrorismo etarra y la pasividad del gobierno vasco. Una comunidad, la nacionalista que tiene derecho a vivir, a gozar de la vida y a expresarse libremente, mientras, la otra, la no nacionalista, no tiene derecho a vivir, ni a gozar de la vida, ni a expresar sus ideas. Viven, si eso es vivir, escoltados. Y este es el principal problema del País Vasco, luchar contra este problema tendría que ser la primera obligación del gobierno vasco, al que no le interesa resolver, como refleja su política con respecto a ETA. La situación actual del País Vasco, con la ayuda de ETA, beneficia especialmente al gobierno nacionalista vasco, que desde hace 25 años, puede imponer, día a día, sin oposición, desde el campo económico, educativo y cultural, una política nacionalista.

- En segundo lugar, los sucesos del 11-M, que se están convirtiendo en el primer golpe de Estado de España, en el siglo XXI, según las noticias que están apareciendo sobre los sucesos. De parte del poder político, vemos poco interés en saber lo que pasó exactamente en esos días. Muestran más interés en echar tierra y pasar página, dedicando homenajes a las víctimas, así como algún monumento, como recuerdo de ese nefasto 11-M. Nosotros pedimos y pedimos que el mejor monumento que las totalmente inocentes víctimas del 11-M merecen, es el que se establezca la verdad, que se sepa quien dirigió el atentado, quien escogió la fecha, el lugar y otras cosas. Por lo que nos dicen los confidentes y los protagonistas del 11-M, se podía haber evitado el 11-M, porque había datos.

- En tercer lugar, las últimas bombas en toda España, excepto en Cataluña, tierra de Pérez Rovira, y que incluso a cualquier demócrata catalán sonrojaría.

- En cuarto lugar, el peligro de que los medios de comunicación pierdan la noble misión de interpretar los hechos con libertad y verdad, y se sometan a los intereses partidistas.

Cada vez el poder político quiere controlar todo, incluso las distintas asociaciones y fundaciones. Y esta va a ser nuestra gran prueba, en la que no debemos fallar: No debemos perder la libertad, que es nuestro gran aval, nuestro gran capital. Porque si fallamos, hemos desaparecido como asociación, hemos dejado de ser lo que pretendíamos ser.

Dura mucho el terrorismo en el País Vasco. Ese es el problema del país. Pues hay muchos que dan oxígeno a ETA, cuando casi están vencidos. En el Manifiesto por la democracia en Euzkadi, del 13 de febrero de 1998, del Foro Ermua, se dice: “Sentimos como un agravio constante la colaboración de las instituciones que nos representan con los terroristas de ETA”. En asuntos tan claros, como en el trato con los terroristas no hay caminos mágicos: o estamos con los terroristas o contra los terroristas. Nosotros siempre estaremos contra los terroristas. No podemos fallar a las víctimas. Hay más de dos mil personas que tienen que andar con escolta en el País Vasco y muchos miles de personas, que han tenido que marcharse. Este hecho deberíamos denunciar todos los días. Con la dictadura del terror, que nos han impuesto, y en una situación como la que vive el País Vasco, no puede haber elecciones, por lo menos en el País Vasco y en Navarra, ya que falta el elemento básico y esencial, que es la libertad. Así pues, nosotros decimos que la Constitución europea vale muy poco, sino hay libertad en España, y menos cuando se está dinamitando la Constitución Española en una falta de solidaridad entre españoles, por exigencia de los nacionalistas. Primero debemos arreglar nuestra casa, fortalecer nuestra Constitución, porque no han de venir de Europa a ayudarnos, ya que nos dirán que lo que ocurre en España, es un problema interno y se lavarán las manos.

Nosotros, como Foro El Salvador, sólo tenemos alianzas o acuerdos con las víctimas del terrorismo y con la libertad, y no con los nacionalistas, o con ERC, o con los terroristas. No podemos, por tanto, fallar a las víctimas y a los más pobres, a los más débiles.

Nos preocupa la hegemónica imposición del imperio Prisa-Polanco en la vida política española. ¿Quien manda en España? ¿El imperio Polanco-Prisa?, ¿los nacionalistas catalanes?, ¿Bono?, ¿Zapatero? Así mismo nos preocupa el veto puesto por el gobierno a la cadena COPE y especialmente la falta de reacción de los otros medios recientemente.

Y por último nos preocupa la crispación que está generando el gobierno del sr. Zapatero. Genera crispación Zapatero cuando solicita a la UE que el catalán, el vascuence y el gallego sean considerados lenguas oficiales, cuando en Cataluña, País Vasco y Galicia, el castellano, lengua oficial de España, es arrinconada y prohibida en sus escuelas y muchas de sus iglesias, en contra de la constitución y de los distintos estatutos de autonomía, y ante la permisibilidad del gobierno de la nación.

Por Jaime Larrinaga

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