Lo primero que hemos querido hacer en este artículo, es
buscar una palabra suficientemente amplia que recoja la experiencia actual que
estamos viviendo en la sociedad española. Esta es la palabra situación.
La palabra denota varias cosas. La primera comporta cierta
intranquilidad porque no se sabe cuando se va a salir de ella. No se sabe
cuando terminará; más aún, tampoco se sabe el modo de salir.
No se puede salir de la situación, si uno mismo se ha
hecho situación, ella ha penetrado en el hombre y constituye la
sociedad.
Para cambiarla debe darse una profunda rectificación
interior, un librarse de una situación que no es algo impuesto desde
fuera, sino que ha calado en el hombre y mueve su comportamiento.
Lo decisivo es que uno no se puede desprender de la situación,
porque ha hecho propios los factores que la constituyen: el miedo a perder
bienestar y la mentira. Al haberse interiorizado este miedo, ya no son
necesarias medidas represivas. Se ha introducido al hombre en una situación de
miedo a perder calidad de vida.
Con la mentira ocurre algo parecido, cuando uno se ha hecho
mentiroso, se convierte en una mentira vivida y de esta manera ya no se ve la
realidad tal y como es, sino que se ve deformada.
Lo que acontece es que el hombre ha incorporado el miedo y
la mentira a su manera de ser. Se convierte en un ingrediente existencial que
anula la capacidad de buscar la verdad.
Si el hombre se ve a sí mismo de una manera falsa,
está haciendo verdad la mentira. Si alguien enuncia que el hombre es de una manera
que no es, y otro lo admite y adapta su comportamiento a ese enunciado,
entonces existencialmente, con su vida le da la razón ( a consta de hacerse a
sí mismo mentira ).
Dicho directamente: la verdad de un planteamiento
antropológico sólo es posible si no depende constitutivamente, radicalmente, de
su aceptación.
Si a un hombre se le ha hecho mentiroso y miedoso, no es
posible dirigirlo, en todo caso, se le podrá tratar como a un caballo:
castigarlo, proponerle placebos,... pero no responderá como hombre.
En esta situación, no se puede ser dirigente si no se
está metido en la misma situación de miedo que los dirigidos, y lo mismo
pasa con la mentira: los dirigentes se dedican a mentir como sistema de
gobierno.
Si los dirigentes caen en su propia propaganda, ya viven en la mentira. Pero si no creen en ella y la divulgan, también mienten, están en la situación
de mentira.
De todo esto se deduce inmediatamente una conclusión: el
miedo a perder bienestar y la mentira rompen la vida social, aíslan a los seres
humanos. El miedo y la mentira hacen absolutamente imposible la confianza.
La vida social se tiñe de hipocresía, el miedoso y el
embustero, socialmente son hipócritas. Si alguna vez se les ocurre algo que
está fuera de la situación, no se lo pueden decir a nadie, porque los
otros también están en la situación y lo podrían denunciar. La situación
tiene una serie de resortes que consisten en que quién no esté de acuerdo con
ellos, queda excluido, lo marginan.
Cuando la mentira se ha hecho parte de uno mismo, nunca se
dirá la verdad, nunca se confiará en nadie. Así se rompe el tejido social.
Con el miedo como situación espiritual, un miedo que atenaza
constantemente, que no es sólo una vivencia psicológica sino un estado del
alma, y con una tergiversación permanente de la verdad, la dirección es
imposible.
“No tengáis miedo”: para salir de la situación hay
que quitarse el miedo, ese miedo metido dentro que anula la capacidad humana de
acometer proyectos y abrirse a la esperanza; el miedo atenaza, constriñe.
“La verdad os hará libres”: la frase previene contra la
mentira, el segundo ingrediente de la situación. El mentiroso no es libre, la libertad no es la mera aceptación de la necesidad, sino la profundización en la
verdad.
Las claves para salir de la situación: no tener miedo
y ser libres en la verdad.
Tenemos que constituir en nuestro país un movimiento que
intente superar la mentira y el miedo a perder calidad de vida, y que se le
llame SINCERIDAD. Este movimiento será el modo de salir de esta situación.
Por SINCERIDAD, no habrá que entender un movimiento obrero o
social, sino que será una categoría que nos permita comprender un momento
histórico y cómo superarlo. SINCERIDAD significará la pérdida del miedo a ser
sinceros con uno mismo y con los demás, y esto hará que seamos libres y que
busquemos la auténtica realidad del hombre y de la sociedad.
Producirá un despertar del espíritu, que requiere para
comenzar, una renovación en el interior de cada persona.
Con SINCERIDAD recuperaremos la palabra coherencia, ya que
cuando uno comienza a ser sincero, se pone al servicio de su realidad y de la
de los demás.
Las acciones que lleve a cabo SINCERIDAD irán encaminadas a
que sea respetada la auténtica realidad del hombre en todas sus dimensiones y a
que seamos sinceros y coherentes con ella. Así pues, será una toma de
conciencia muy profunda de que el miedo y la mentira se vencen en términos de
búsqueda coherente de la auténtica realidad de las cosas, y en especial de la
del hombre. Vamos a jugar a favor de la coherencia; sólo así se borrará la situación
en la que estamos metidos.
SINCERIDAD será un modo de aunar esfuerzos, pero no tendrá
el carácter de institución social, como puede ser la familia, la empresa o la universidad. Será un modo de vivir, no una categoría sociológica-formal ni una institución.
Por eso a algunos les parecerá un tanto caótica o formada por gente muy
diversa.
SINCERIDAD será la manera extrema de llevar a cabo la salida
de la situación, apostando por la coherencia. Responderá a la condición humana y por tanto nos interpelará a todos. Siendo
sinceros, eliminaremos el miedo interior y así podremos derrumbar la situación.
Los países occidentales estamos bastante bien organizados,
pero hay que reconocer que el miedo y la mentira no han sido suficientemente
desterrados.
Tenemos que hacer un esfuerzo continuo para llevar a cabo
todo esto de una manera ordinaria, es decir en el día a día de nuestra
sociedad. Teniendo en cuenta que siempre es posible que aparezcan elementos de
la situación y que volvamos a ser miedosos y mentirosos.
Es muy importante que no caigamos en la mentira, por miedo a
perder las comodidades que nos ofrece nuestro aparente Estado del Bienestar.
Si no tienes miedo y buscas la verdad, lo tuyo es SINCERIDAD·- ·-· -······-·
J. Abellanas
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