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Gustavo Bueno contra el “pensamiento Alicia” por Francisco D. de Otazu Gustavo Bueno es el pensador más combativo y polémico de la filosofía española actual. Acaba de escribir un libro en el que asocia a Zp y su progresismo con la Alicia del País de las Maravillas de Carrol. Se trata de una metáfora de la ingenüidad infantil de su duscurso y proceder. Alterna el rigor filosófico con la contundencia de su implacable crítica. | |||||
| Gustavo Bueno es sin duda el pensador español vivo más polémico. Los demás, o no lo están, o son correctos por razón de su pesebre, o no han logrado romper la barrera de la ignorancia mediática. Es rara avis entre una intelectualidad que ha perdido la otrora fértil función crítica. Una vez retirado de la enseñanza reglada, con una artera maniobra rectoral antiémerita contra la que se manifestó el alumnado y ¡hasta el Times!, y en la que me tocó participar como alumno de doctorado,- digo esto por que señalo de partida una falta de objetividad manifiesta; pese a diferencias fundamentales, y a la distancia abismal entre el autor del cierre categorial y este humilde docente, me inspira una enorme simpatía su figura personal y su labor de entre espontánea y calculada provocación intelectual-, Bueno ha descendido de las tópicas nubes de la filosofía a la proyección de ese disciplina sobre los problemas y temas cotidianos, políticos y sociales. Una labor continuada que parte de España frente a Europa (1999),-el título original era “contra” en vez de “frente”, como puedo recordar de haber leído en pruebas, Televisión: apariencia y verdad (2000), Telebasura y democracia (2002), El mito de la izquierda (2003), La vuelta a la caverna. Terrorismo, guerra y globalización (2004), Panfleto contra la democracia realmente existente (2005), España no es un mito (2005). Dejemos a parte de este coherente discurso los temas y obras estrictamente filosóficas sobre la felicidad, el animal divino, el sentido de la vida…En el Catoblepas de noviembre de 2006, revista virtual de la Fundación Gustavo Bueno, que complementa al impreso El Basilisco, nos dice el discípulo de Bueno Felipe Giménez, “…el presidente de Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero es un fiel exponente del Pensamiento Alicia. Es la fase superior de la degeneración de la ideología de la izquierda socialdemócrata, de la ideología del PSOE. No se trata de un pensamiento utópico. «El Pensamiento Alicia procede representándose un mundo distinto del mundo real, y no sólo esto, sino, lo que es más interesante, un mundo al revés de nuestro mundo, como es propio del mundo de los espejos» (pág. 10). El Pensamiento Alicia es una deformación ideológica de la conciencia de tipo infantil, ingenuo, simplón. Dice Gustavo Bueno: «Pero al representarse el mundo al revés, el pensamiento Alicia no quiere tener conciencia de las dificultades que habría que vencer para llegar a él, ni, por tanto, de los métodos o caminos que sería preciso habilitar. Todo es mucho más sencillo: se tiene la voluntad de pasar a ese mundo al revés y basta.» (pág. 10.)” El ensayo del citado profesor merece la pena ser leído en su integridad en (aquí) . Aunque mi colega duda del equilibrio mental de la principal víctima del libro, juicio que yo no comparto, y no por indulgencia; la locura es causa de inimputabilidad de responsabilidades. Voluntarismo versus realidad, relativismo frente a rigor, ingenuidad frente a la amenaza, son algunas de las características del nuevo pensamiento Alicia, la fase terminal del progresismo, que a su vez es la vergonzante patología de la otrora obrerista izquierda. Perdidas las banderas del “socialismo real”, nos ha llegado el irreal; una especie de capuchinismo acomplejado, precisamente en el momento en que España está amenazada en su misma existencia, como sólo lo estuvo en el s.VIII, permítaseme la autocita, “entre la chilaba y la chapela”. Desde la libertad que le da no deberse a partido alguno, Bueno se despacha con los grandes errores del momento español; el sistema autonómico, causa y no solución de la amenaza de atomización que sufre España, los disparates en torno a la familia, como el “matrimonio homosexual” -sobre el que prometió un libro específico en la presentación del que nos ocupa-, el indigenismo roussonianoandino, que dejaría a las nuevas reservas a merced de los nuevos imperialismos, los derechos humanos para simios¡!, la solidaridad infinita, contra la que contrapone una insolidaridad formal que no alcance a la maldad o a lo intolerable, sea la sharia, el vudú o el etarra. El pensamiento Alicia, en su “todos tienen un poco de razón”, viene de antiguo; tiene referentes en el sofista Protágoras, o en el Pilatos, que responde al que se otorgaba el testimonio de la Verdad; “¿y qué es la verdad?”. Pero en el progresismo actual se manifiesta a mucha menor altura. Y con el mayor peligro; por primera vez en la historia al frente del gobierno de España hay un hombre que no cree en ella. Jamás ocurrió ni con invasores, reyes de estirpe extranjera, revolucionarios…ninguno quería destruir la nueva finca ocupada. Hasta ahora. En ese sentido, Bueno se despacha contra ZP y sus secuaces con invectivas coloquiales que no son habituales en un libro de filosofía. Son provocaciones calculadas más que desahogos. El PSOE sale muy mal parado, y en ese sentido, han salido precoces críticos del libro, antes de leerlo probablemente. En Asturias, el portavoz del partido, y exalumno de Bueno, Fernando Lastra, por lo demás inteligente político, con poca fortuna. También el descolocado exdirector de la Voz de Asturias, a punto estuvo de cerrarla por ruina, Faustino F. Álvarez, que ha substituido el panegírico elegiaco a Franco por el poder actual, pues es bueno no cambiar de amo nunca; siempre lo es el que paga. Lo hizo con pretensiones literarias y con la misma fortuna que su paso por el seminario. Pero la menos afortunada crítica fue la de dos curas, en un informe con barniz diocesano, con términos tales como “pseudointelectuales”, y el chauvinismo de “venidos de Dios sabe donde”. Sí lo sabe, de Sto. Domingo de la Calzada, pasando por Salamanca, como tantos otros sacerdotes con juicios más afortunados. Otros muchos temas se tratan en la tormenta de ideas del libro, desde Franco a la Alianza de civilizaciones, desde la transformación hacia el homo sapiens, al la distinción entre nación biológica y nación política. En suma, se recomienda su lectura, que no nos asuste la filosofía para la política, ni la política para la filosofía •- •-• -••••••-• Temas de Hoy, Madrid 2006, 357 páginas | |||||
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