La iniciativa del Congreso surgió por parte del Pontificio Consejo de Comunicaciones Sociales, a raíz de distintos encuentros con realidades televisivas hispanoamericanas y europeas. El Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid (España), se interesó en el proyecto, y ofreció como sede Madrid. De esta manera, surgió la idea de crear un banco gratuito de programas televisivos para que, otras televisiones católicas, pudieran aprovecharlo por la demanda existente en proyectos más modestos, así como conocerse mutuamente productoras y canales católicos que ampliasen el campo de la producción mediática de sello católico. Como metas finales, se pretendía que los participantes se expresasen y tomasen conciencia de qué significa hacer una televisión católica, así de estrechar vínculos de colaboración. Se hablaba de asumir con claridad su papel mediático en la historia y en la sociedad a pesar de la carencia de medios y de financiación. Según los datos ofrecidos por los organizadores, el congreso contó con más de 270 participantes representantes de 48 países distintos de todos los continentes. Aunque se contó con un ‘Congreso virtual’ para que también puedan seguir el las ponencias todos los interesados desde sus países respectivos. Entre las ponencias del Congreso destacaron: “Qué significa la televisión católica” (Mons. Eugenio Romero, Obispo Auxiliar de Madrid; “El servicio del centro Televisivo Vaticano (CTV): como utiliza la Iglesia las nuevas tecnologías” (P. Federico Lombardi, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, del CTV y de Radio Vaticana); “Impacto de la Televisión en el mundo Actual” (Gene Jankowsk, presidente de Jankowski Communications System de Estados Unidos); “Comunicación de la fe en un contexto multirreligioso (Lurdinha Lunes, miembro de Canção Nova, Brasil); “El futuro de la tecnología en televisión y sus consecuencias” (Derrick de Kerckhove, profesor del Departamento de francés y director del Programa McLuhan de Cultura y Tecnología de la Universidad de Toronto, Canadá); “Ser red: una experiencia concreta de un Network (Leticia Soberón del Consejo Pontificio para las Comunicaciones Sociales (CPCS) y coordinadora general de la Red Informática de la Iglesia para América Latina, RIIAL). Una vez más, la Iglesia supo estar donde se esperaba, en vanguardia. El encuentro fue fructífero en el lado humano, como en el profesional, era reconfortante ver a periodistas de medios, intelectuales, productores, realizadores de diferentes países, explicándose sus experiencias en una babel de idiomas. Sin embargo, la organización sobresalió por su calidad, mérito de Leticia Soberón, D. Enrique Planas, María Rosa de La Cierva y D. Juan Pedro Ortuño, a los que había que sumar un buen número de voluntarios y técnicos que ayudaron al éxito de este primer congreso. •- •-• -••••••-• Redacción
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