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Navarra fue la primera, 1936-1939 por José Luis Orella Reseña del libro de Antonio de Lizarza, Javier Nagore, Ramón Salas Larrazábal, Rafael García Serrano y Álvaro d´Ors. |
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| Navarra fue la primera, es una de las obras magnas de recopilación, que por su aportación, no puede quedar en el olvido de los estudiosos de la guerra civil española. En un momento de gran número de novedades sobre la guerra, la aparición de este libro pretende responder a los interrogantes que surgen en las generaciones jóvenes, cuando contemplan las imágenes fotográficas del 18 de julio en la Plaza del Castillo de Pamplona. Una plaza repleta de miles de voluntarios con boinas rojas, cuajados de otros con camisas azules, venidos en todo tipo de transporte, desde el último rincón de Navarra. El alzamiento militar adquiría las dimensiones de un movimiento popular armado, donde la participación de miles de voluntarios resultaría crucial para consolidar lo que sería la zona nacional.
Por esta razón, esta obra reúne cinco importantes aportaciones, complementarios entre sí. Aunque estos cinco trabajos fueron publicados, la imposibilidad de encontrarlos, y la calidad de sus testimonios, llevaban la necesidad de reunirlos y facilitarlos al gran público. La primera aportación, de Antonio de Lizarza, “Memorias de la Conspiración” cuenta de manera detallada, por quien fue el máximo responsable en el viejo reino, de cómo se fue trazando la amplia red organizativa del requeté navarro. Un documento que proporciona los nombres de todos los dirigentes, por merindades y pueblos, de la mayor organización clandestina de España. En segundo lugar, “La 1ª de Navarra” de Javier Nagore, nos retrata, a través de un lenguaje ágil y directo, sus memorias de guerra. Las andanzas de un joven estudiante, que recorre, como requeté, los diferentes frentes de batalla, especialmente el cantábrico. A continuación, del erudito general Ramón Salas Larrazábal, “Cómo ganó Navarra la Cruz Laureada de San Fernando”. Un estudio pormenorizado donde se avala, a través de las frías cifras, cual fue la contribución de combatientes y caídos en combate que la población Navarra tuvo durante la guerra. Un trabajo detallado pero que muestra el arraigo social hegemónico con que contó el bando nacional en el vejo reino pirenaico. La cuarta contribución proviene de Rafael García Serrano, “Cantatas de mi mochila”, falangista de primera hora, Premio Nacional de Literatura, con un largo elenco de obras publicadas. Únicamente alguien con la genialidad de su prosa podía hacerse cargo de recoger y glosar coplas, canciones, jotas y cantares arcanos. Desde las Cántigas de la Reconquista, pasando por los cantares de los viejos tercios, hasta llegar a las jotas de los mozos de 1936. Una recopilación que reúne en un mismo espíritu, las voces forjazas en el olor de la pólvora. Por último, Álvaro d´Ors, analiza con suma maestría las razones que causaron la legitimidad de que un pueblo, de manera unánime, se sintiese en la obligación de alzarse en armas.
En definitiva, una obra recopilatoria magna que testimonia, a través de sus 691 páginas, el protagonismo de miles de voluntarios anónimos, que tuvieron 4.700 caídos en combate, y que consiguieron para su pequeña patria, el nombre, en palabra de García Serrano, de “la Esparta de Cristo”.
Antonio de Lizarza, Javier Nagore, Ramón Salas Larrazábal, Rafael García Serrano, Álvaro d´Ors. “Navarra fue la primera, 1936-1939” . Burlada, Edit. Sahats, 2006.
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25 aniversario ¡Malvinas argentinas!
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