Ha muerto el último de los guerreros románticos: Gilbert Bourgeaud más conocido bajo el apodo de Bob Denard. A él y a sus semejantes se les ha llamado mercenarios, perros de la guerra o bien “affreux”, que en francés significa algo así como horrible y fiero. Denard prefería definirse como un corsario de la República. Con ello quería inscribirse en la tradición de estos franco-tiradores, que al margen de un ejército regular fueron grandes y leales servidores de su país. Lo fueron Jean Bart en tiempos de Louis XIV luchando contra españoles e ingleses, o Robert Surcouf admirado y solicitado por Napoleón Bonaparte en su lucha contra la pérfida Albión. Lo fue también Bob Denard.
Nacido en el sur de Francia hace 78 años, hijo de un suboficial, Denard no ha conocido desde su tierna infancia otra cosa que el ejército y la guerra. Suboficial el mismo en los comandos marinos, la elite de la Royale (se sigue denominando aun hoy en día así a la Armada francesa), combate en las guerras coloniales de Indochina y Argelia hasta 1952. Gravemente herido, volverá con una cojera que acrecentará su prestigio y porte marcial.
Después de involucrarse en la batalla perdida de la Argelia francesa y considerando, como muchos otros soldados de carrera, que su país le ha traicionado renunciando a su imperio, Denard deja el ejército y se hace durante un tiempo policía en Marruecos. En 1961 huye de un aburrido empleo civil en París y vuelve a ser soldado poniéndose al servicio de los rebeldes de la provincia del Katanga en el Congo Belga. Después se une a las fuerzas del imán Bard en el norte del Yemen y durante los años 70 entrena mercenarios para operaciones militares. En Angola en 1975, en Cabinda en 1976 y en Rodesia (actual Zimbabwe) en 1977. Durante todo este tiempo es en realidad un discreto y eficaz agente de los servicios especiales franceses a las órdenes de Jacques Foccart que ha sido durante el gaullisme el hombre en la sombra de la política africana francesa y cuya memoria fue recientemente homenajeada por el presidente Sarkozy. Oficialmente secretario general de África y Madagascar en el Ministerio de Asunto Exteriores francés, Foccart fue en realidad desde 1958 hasta su muerte en 1997 jefe del 11º de choque, como se llamaba entonces el departamento acción del SDECE, los servicios secretos franceses.
Bajo las órdenes de Foccart, Denard interviene por primera vez en Comores en 1975 para quitar del poder al hombre más rico del Océano Indico, el presidente Ahmed Abadía. En 1978 lo restablecerá a su puesto y creara una guardia presidencial a su ordenes. Amo del país Denard se convierte al Islam para agradar a sus súbditos. Se le ve con más frecuencia en su granja de 300 hectáreas y en su empresa de seguridad Sogecom que en los cuarteles de la guardia presidencial. A partir de 1981, ya en conflicto con Francia cede a las ofertas de Pretoria. África del Sur en guerra contra Mozambique necesita de una pista de aterrizaje en las islas Comores.
En 1987 tiene que hacer frente al motín de su guardia presidencial. En 1995 dice adiós a las armas y es juzgado en Francia sin que se le aplique ninguna condena. Aquejado de Alzheimer es tratado en el hospital del Val de Grâce reservado para militares de carrera y jefes de Estado. Muere en su casa de Graillan en el sur de Francia el sábado 13 de octubre de 2007. Descanse en paz el último corsario de la Republica. ·- ·-· -······-·
Gilbert Rigaud
***
Visualiza la realidad del aborto: Baja el video Rompe la conspiración de silencio. Difúndelo.
|