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Los dos círculos por Francisco J. D. de Otazú Han pasado ya las elecciones más bipolarizadas que recordamos. Ya habremos leído sesudos análisis sobre los resultados, con lecturas para todos los gustos. Si hay un punto común es que los terceros partidos, con excepción de aquellos nacionalistas concentrados regionalmente, han sido laminados por el “votoutilismo”, que consiste en algo negativo en si mismo; no ya por el hecho de tratarse de un error moral optar por el mal menor cuando se puede contribuir a construir el bien posible, aunque sea, en efecto, menor ese bien, es que se ha tratado, por ambas partes, de un voto “contra”, negativo, más que positivo, “a favor”. |
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| Pasados de los valores a las matemáticas, en las que despreciaremos los picos por comodidad. Vemos que el PP no baja, su no que alcanza su techo natural; el 40% (con el 75% de participación, unas décimas menos que la vez anterior). Lo mismo el Psoe, con el 43%, que saca unos pocos votos más. No llega al millón la diferencia entre los 11 y 10 y pico. De la borrachera de cifras de sociólogos y políticos interesados, parece claro que el Psoe ha absorbido voto de IU y nacionalistas, y el PP de diversos caladeros, desde la “extrema derecha”, al Psoe mismo.
El ya institucionalizado atentado de vísperas ayudó a la participación, y hubiese beneficiado al PP de no ser por la procedencia de la víctima, lo que invirtió mecánicamente a la solidaridad del voto. En alguna mente asesina se calculó que se podía mandar un mensaje a Zp para los tratos en el siguiente mandato, pero que el muerto no debía ser cargo público ni ser en Cataluña, y que su carnet socialista evitaría beneficiar a opción a priori menos dúctil para negociar. No es posible mensurar las consecuencias de la fácil operación, aunque no la creo tan decisiva como la del 11-M.
Pasando de los grandes cetáceos a la microbiología, hago una caprichosa suma de las candidaturas católicas y/o nacionales. El primer término entendido en cuanto a la coherencia con la bioética natural y la doctrina social de la Iglesia. El segundo, incluiría a los partidarios de la unidad de España de un modo más firme que el título octavo de la Constitución. Excluyo de partida a Ciudadanos y a la UPD de Rosa Díez, dado que su perfil progresista les vacuna contra el sambenito de ultras. También cabe pensar que en algunos de estos pequeños partidos de tradición azul o de identitarismo de nueva derecha, hay una prevención mayor hacia el aluvión inmigratorio que la del “contrato de integración” de Rajoy.
Bueno, esta suma, teniendo en cuenta eso de que “ni están todos los que son, no son todos los que están” me da al congreso, (al senado puede dar lugar a engaño una cifra mayor que no es indicativo de primera opción, y que procede de diversas combinaciones), +-53.000. Un suelo histórico. No cabe duda de que, a juzgar por lo que se escucha en la calle, en el taxi, en la radio, en las “manis” de Madrid, en la red... el PP les “debe” muchos votos, y otros se han quedado en la abstención.
De esos dos círculos imaginarios, el “católico” y el “nacional”, -que no son ni semejantes ni excluyentes-, una mitad no lo es tanto; ha delimitado, en parte con el continente inspirado en un conferencia en León del prelado emérito Fernando Sebastián, y el contenido por el mismísimo Papa, dicho “circulo” con un manifiesto que subscribieron cuatro candidaturas. 4X4. Cuatro principios para cuatro listas. Mejor tracción tuviera un solo volante para cuatro pasajeros, aunque cada uno conserve su identidad.
Recojo dicho manifiesto. Lacónico. Sencillo como las lentejas del refrán.
MANIFIESTO DE LOS PRINCIPIOS NO NEGOCIABLES
LOS ADHERENTES A ESTE MANIFIESTO:
“Ante la celebración de elecciones generales en España el próximo 9 de marzo queremos manifestar nuestro común acuerdo en la defensa de los siguientes valores “no negociables”:
1 La protección de la vida humana, desde la concepción hasta la muerte natural.
2 La protección del matrimonio y la familia, concebida como el compromiso de un hombre con una mujer y abierta a los hijos.
3 La Libertad de Enseñanza, cuyo sujeto de derecho son los padres.
4 El Bien Común, contra todo tipo de corrupción y también como opción preferencial por los más débiles, cultural y económicamente.
Estos principios básicos para la actuación coherente del cristiano en política han sido denominados "no negociables" por el Papa Benedicto XVI y enumerados de esta manera: "...el respeto y la defensa de la vida humana, desde su concepción hasta su fin natural; la familia fundada en el matrimonio entre hombre y mujer; la libertad de educación de los hijos y la promoción del bien común en todas sus formas" (*)
Por lo tanto, como católicos entendemos que no podemos, por coherencia, colaborar con partidos políticos que no respeten y defiendan de forma inequívoca estos principios, aunque, dejando a salvo estos valores no negociables, cada candidato y elector es libre de adoptar la actitud política que desee y de secundar las iniciativas públicas que considere más convenientes, en ejercicio de su libertad inalienable.
Animamos a asociaciones, instituciones, organizaciones religiosas, laicas, sindicatos y partidos políticos a defender estos principios no negociables.
Pedimos a los electores que el 9 de marzo próximo, por coherencia, den su apoyo, dentro de sus legítimas preferencias políticas, a los siguientes grupos políticos de ámbito nacional que hoy por hoy se han manifestado inequívocamente a favor de estos principios no negociables: ALTERNATIVA ESPAÑOLA (AES), COMUNION TRADICIONALISTA CARLISTA (CTC), PARTIDO FAMILIA Y VIDA (PFyV), y SOLIDARIDAD Y AUTOGESTION INTERNACIONALISTA (SAIN).”
España, febrero de 2008.
Dichas siglas serán conocidas para algunos lectores, para otros, se podría simplificar así:
AES es la renovación hecha por Rafel López Dieguez modernizando raíces piñaristas.
CTC es el carlismo “de toda la vida”, aunque con menos acento en lo dinástico.
PFV es casi monotemático próvida y familiarista.
SAIN procede del “Movimiento Cultural Cristiano”; justicia social radical de inspiración cristiana, pero sin incurrir en la heterodoxia liberacionista.
Todos ellos, pues, de base católica, siendo los dos primeros más “españolistas”, neutro el tercero, y el cuarto más inclinado a la cooperación con el tercer mundo. Si alguno se molesta por la mínima descripción, no hay óbice para enmendarla.
El asunto que pretendo es proponer, a esas cuatro siglas y alguna otra, partido o no, que considere firmar esos puntos del Manifiesto, que constituyan una coalición electoral en las elecciones europeas, para las que quedan poco más de un año. Una sola lista para ese manifiesto.
Las europeas son más adecuadas para manifestar la preferencia de principios, y donde menor asfixia genera el bipartidismo y el “votoútil”. La ley D´hont se aplica en una circunscripción para cada nación, de modo que para sacar cada escaño, si a España, por ej., correspondieran 50, (hasta ahora 54, pero los nuevos ingresos obligan a un nuevo reparto), habría que sacar un voto da cada 50 válidos. Sería el 2%.
Con ese manifiesto, ya tenemos medio programa. Hay poco más de un año para el resto.
¿Habrá un camino justo y equilibrado que vaya con los principios y el realismo del entendimiento?. ¿Podrán los prejuicios y el ombliguismo preferir eso de “pocos, pero buenos”, a unos pocos más, “pero”?.
En política, las matemáticas tienen una particular escala. Los que, por decir algo, divididos pueden sumar 20 ó 30.000, unidos sumarían 320.000.
Del otro “circulo”, éste más imaginario, nos ocuparemos en otra ocasión.
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