Mi experiencia con algunos foros católicos conservadores, se puede llamar "encuentro con el bolcheviquismo de los privilegiados". Advierto, que lo que escribo se basa en una experiencia personal, no un estudio riguroso. No pretende ser un informe completo sobre las actitudes de algunos católicos. Sólo muestra la existencia de extrañas posiciones, que si se expanden podrían volverse tan problemáticas como la teología de la Liberación. Es bueno recordar también que en los foros los particpantes dicien lo que verdareramente piensan, mientras que en las encuestas tienden a decir lo que creen que deben decir - o lo que el encuestador desea oír.
Son católicos conservadores, tradicionales, opuestos vehementemente al aborto y la contracepción, devotos de la Misa en Latin, críticos de las novedades supuestamente originadas por el Concilio Vaticano, y defensores de la familia tradicional. Al menos es así como se representan a si mismos.
Sin embargo, hacen comentarios que muestran que muchos de ellos creen en estos postulados:
a) Adam Smith es más infalible que el Papa
b) Grupos que apoyan la pornografía, y la legalización de la prostitucóon y las drogas son aliados más de fiar que católicos que abogan por la Justicia Social
c) Solo difieren de Planned Parenthood (el mayor grupo abortista y contraceptivo - fundado por Margaret Sanger) en no usar usan condoms.
1) Cuando se discute, tímidamente, cuestiones de Justicia Social, como por ejemplo la salubridad de los lugares de trabajo - incluyendo medidas para rápida evacuación en caso de incendio - o la existencias de salarios tan bajos que familias trabajadoras mas tienen que acudir a la caridad para sobrevivir, se contesta que, de acuerdo al mercado, estas condiciones tienen que subsistir, porque si no, esos puestos de trabajo desaparecerían al hacerese mas caros. El Mercado Libre dixit..
Menciónese la Doctrina Social de la Iglesia, se contesta que no se trata de un postulado fundamental, como el aborto, y como no fue dicha Ex Cathedra y en Materias de Doctrina, está muy abierta a interpretacion - y que debe aceptarse sólo cuando no choca con los postulados del Mercado Libre. Que básicamente, no es mandatoria, es estrictamente opcional.
No es cuestión para ellos que la teoría del Mercado Libre se ajuste a las demandas de la Iglesia. El Mercado Libre es infalible *siempre*. El Papa sólo a veces.
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2) Se muestra gran desprecio hacia aquellos católicos que, abogando por la Justicia Social, “se han acercado demasiado a la izquierda”, hasta aceptar algunos de sus postulados. Estas desviaciones deben ser censuradas, pero esa censura no debe alcanza objetivos que son dignos de alabanza. Tratar de ayudar a grupos marginados, etc.. son actos malos, parece, porque quienes lo hacen "deberían estar luchando contra el aborto". Cómo si sólo hubiese una sola manera de servir a Dios y al prójimo en este mundo . Al menos no llegan a punto de reprochar las monjas que enseñan en las escuelas católicas que no estén rescatando mendigos. En todo caso, esos católicos "de izquierda" no respetan el Libre Mercado, o sea “que abogan por el Socialismo”, que como bien se sabe, es el Mal Absoluto.
A los que sí se respeta son a los que se proclaman "Católicos libertarios". Estos libertarios tienen poco en común con los anarquistas de antaño. Son liberales económicos a ultranza, tan devotos del “Mercado Libre” que creen que éste resuelve todos los problemas. El Mercado Libre es el Bien Absoluto, que debe usarse para regir todas las cuestiones sociales, públicas o privadas, “sin interferencia del gobierno”. El Gobierno es el Mal (aunque a veces un Mal necesario), “porque se basa en la fuerza y la coerción”.
Estos libertarios, en su delirio por el “Mercado Libre”, abogan por legalizar las drogas, la pornografía y la prostitución (en una de sus revistas, recientemente ha aparecido un reportaje muy respetusos a un pornógrafo, estableciendo las justificaciones filosóficas de su profesión). Uno de los pensadores de esta corriente era la señora Ayn Rand, quien, en un nieztscheanismo de segunda mano, llamaba perversa la idea de Dios, e identificaba al Cristianismo con el Mal.
Con estos elementos parecería imposible conjugar el libertarianismo con el Catolicismo, pero si alguien se proclama católico libertario, los foristas no se inmutan.
Nadie dice que al rechazar a la institución del Gobierno por basarse en la fuerza, lo que se ataca es al principio de autoridad. Porque si una autoridad no puede castigar - o sea emplear la fuerza - contra quien rompe las leyes que ésta establece, entonces las leyes son sólo sugerencias, y la autoridad es un comentarista. Como se puede ser libertario, y pretender prohibir el matrimonio gay, o el aborto, o la pornografía si no se puede castigar a quien los comete? Y si se destruye el principio de la autoridad en si, cuando tiempo sobrevive la autoridad del Papa?.
Pero se les escucha con respeto y se les da voz en los media “católicos” y no se les señala las contradicciones. Despues de todo, “no son Socialistas”. No piden el reparto de las riquezas, sino que aceptan al sabiduría del Infalible Mercado Libre, que dice que todas las riquezas son bien merecidas, y que la pobreza también es bien merecida. Y que la caridad es puramente opcional.
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3) Personas que alaban la encíclica "Humanae Vitae" actualmente aborrecen a las familias numerosas. Aparecieron quejas de que cuando se anuncia en una iglesia el tercer o cuarto embarazo de una madre de familia, la señora tiene que escuchar comentaros venenosos sobre ignorancia del método del ritmo, o acusaciones de lujuria para ella y su marido por no abstenerse en días fértiles, y panfletos en el parabrisas del coche sobre la "obligación" de usar el método del ritmo para limitar el tamaño de su familia - nótese que no dejan los panfletos a aquellos que usan otros métodos anticonceptivos, sino aquellos que insisten en seguir teniendo hijos.
En los foros, más que condenar a quienes hacen eso, se argumenta que es irresponable tener "más hijos de los que pueden mantener". Si eso ocurre, y la familia se ve en apuros ecónomicos, ocurrirá lo que para ellos es el Mal de los males: acudir a un programa de ayuda del gobierno - pagado por los contribuyentes, que se ven así esquilmados para mantener la prole de los improvidentes.
Tan perverso, tan imperdonable es para ellos tener que pedir ayuda al gobierno, que la posibilidad de que eso ocurra invierte todos los valores que profesan sostener. De acuerdo a la teoría, los hijos son un don de Dios, que debemos recibir con gratitud. En realidad, son una carga onerosa para el contribuyente honesto, y un buen ciudadano debe reproducirse con parsimonia para evitarlo. Dos hijos, tres al máximo. Es su deber. De acuerdo a la teoría, educar los hijos es la tarea más fecunda y digna para una mujer. En realidad, eso sólo es cierto si su posición económica está asegurada. Si por alguna razón, buena o mala - que las hay ambas - ella pierde esa seguridad economica, entonces debe olvidarse de sus hijos y su educación para buscar un trabajo "en serio" en vez de haraganear en su casa, sin hacer nada - porque cuidar los hijos no es productivo. De acuerdo a la teoria debemos preocuparnos por la mayor fertilidad de los islámicos, y quejarnos del egoísmo de las mujeres occcidentales que no quieren tener hijos. En realidad, si algunas mujeres se lo toman en serio, y tienen mas hijos que los dos o tres aceptados, se las vilifica por irresponsabilidad fiscal.
Una vez que aparece el Poderoso Caballero, los adalides de la Vida hablan como Richard Malthus y Margaret Sanger - pero sin condones, eso si! Porque mientras no usen condones, entonces son buenos Católicos, cien por cien..(Tal como la buena Pipota de Cervantes, que después de robar, ponía vela a todos los santos, y con eso se imaginaba iba ir al cielo calzada y vestida)
Si hay manera mejor que llamar esto que "bolcheviquismo de los priviliegiados", no sé cual sería. Se adora una teoría económicamente que básicamente les dice que lo que es suyo es suyo, y lo merecen ampliamente, sin deber de compartir. Y las otras enseñanzas de la Iglesia deben aceptarse sólo cuando están de acuerdo con la teoría. Esto es la contrapartida de la Teología de la Liberación. Sólo que esa Teología se apoya sobre un sistema filosófico, el marxismo, que ha sido derrotado (aunque muchas de sus secuelas sigan vivitas y coleando), mientras que la teoría del Libre Mercado aparece como triunfadora, lo que la hace más atrayente en un mundo en que se adora al éxito.
No se cuán extendida está esta tendencia - después de todo, es sólo una experiencia personal, pero sé que si no se contiene, puede ser tanto o más problemática que la Teología de la Liberación con el agravante de que si bien el marxismo busca destruir a la Iglesia, esta nueva corriente busca corromperla que es peor.
Hombre prevenido vale por dos...
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Adriana I. Pena
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