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Cristianismo ¿la religión verdadera? por Mª Consolación Isart Encuentro de Universitarios Católicos en Ávila |
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| El Cristianismo ¿la religión verdadera? II tuvo lugar en Ávila el 52
Encuentro de Universitarios Católicos durante los días 10 al 12 de octubre. En
un ambiente de amistad y reflexión conjunta entre profesores y alumnos, se
desarrollaron estas sesiones tan nutridas de participantes. Nos reunimos más de
un centenar de alumnos y profesores, procedentes de diversas universidades
españolas.
La
apertura del Encuentro tuvo lugar en la Universidad Católica de Ávila, bajo la protección de Santa Teresa, titular de la Universidad abulense. Se inició el acto con unas palabras de bienvenida de la rectora, Dª Mª
del Rosario Sáez Yuguero, en las que se congratuló de que este Encuentro
tuviese lugar en la Universidad Católica de esta bella ciudad, Patrimonio de la Humanidad.
Seguidamente
José Manuel Domínguez, el primer ponente, nos inyectó una buena dosis de
optimismo, curiosamente, sobre un tema serio y difícil: ¿Es posible
la verdad? Efectivamente, con
un estilo muy jovial y directo y con muy buenos golpes de humor, se ganó al
centenar de jóvenes que tenía delante, afirmando que es posible la verdad y lo
es en este mundo que nos ha tocado vivir.
Primeramente hizo un breve recorrido por las distintas
escuelas de pensamiento desde la antigüedad a nuestros días deteniéndose
especialmente en la modernidad y posmodernidad, con las muestras de
escepticismo, positivismo, cintifismo, pragmatismo y relativismo que han ido
sucediéndose paulatinamente. Se detuvo especialmente en la posmodernidad
señalando la “crónica necrológica” que la caracteriza. Hemos ido transitando
sucesivamente, afirmaba, de la muerte de Dios, a la muerte del hombre y de la
realidad. Hoy asistimos a un verdadero ocaso de lo real donde lo virtual
sustituye y acaba con lo real o lo reduce a meros simulacros y apariencias.
Varios autores son botón de muestra de estas teorías: Baudrillard (muerte de lo
real), Derridá (muerte del logos), Foucault (muerte del hombre, sólo
estructuras), Vattimo (lo real: sumatorio de visiones de medios de comunicación)
El
resultado: anulación de la realidad e hipertrofia del yo; con las secuelas
correspondientes de prometeísmo, bajo la máscara de autonomía, ateísmo y
anomía; y la forma más que constatada de ausencia de compromiso, emanada de una
dislocación entre pensamiento y realidad y entre pensamiento y praxis. A nivel
social: Estatolatría; donde importa el todo, no el bien de todos; pretendiendo
así el control de la educación, la opinión; arrogándose el poder de dictar lo
que está bien y lo que está mal.
Pero
ilusionante tarea de nuestro tiempo: el regreso del hijo pródigo a la verdad;
la verdad como encuentro personal con una realidad confiable. Así, debemos abrirnos a la realidad, a la verdad
que nos sale al encuentro; que es creativa y donativa; es llamada. Pero la
llamada no puede ser algo conceptual, es un Tú-palabra, es personal en
definitiva. Por ello, concluyó, la respuesta es la del Magnificat:
agradecimiento, asombro y alegría.
Tras
la interesante exposición de los ponentes, terminó la sesión con un animado
coloquio por parte de los participantes.
Posteriormente
se celebró la Santa Misa en el Monasterio de la Encarnación, lugar emblemático, donde Santa Teresa vivió más de treinta años, y que estuvo
presidida por D. Jesús García Burillo, obispo de Ávila.
La
sesión de la tarde comenzó con las comunicaciones de alumnos, muy participadas
y variadas de contenido. Posteriormente tuvo lugar una mesa redonda en torno al
interesante tema Actitudes ante la verdad: fundamentalismo,
relativismo, cristianismo.
Sobre
el Fundamentalismo ante la verdad disertó Rogelio Rovira, ofreciendo un magnífico panorama de la
trayectoria que han tenido los diferentes fundamentalismos: islámico, judío,
cristiano, hindú… Las diversas vinculaciones al terrorismo, al nihilismo, nacionalismo,
secularización… Así como la relación con el fanatismo e integrismo. Se detuvo
posteriormente en el fundamentalismo religioso, señalando su origen y
desarrollo en el seno del protestantismo norteamericano a principios del S. XX;
con autores como Milton, etc. Tres factores lo caracterizan: el rechazo, el
refugio, la exclusión; con la correspondiente actitud sectaria. Terminó
señalando el carácter psicológico de estas actitudes, del hombre amenazado que
amenaza… La respuesta es el examen del carácter razonable de la verdad, verdad
que se convierte en reto a mi libertad. Terminó señalando que razón y libertad
se crecen precisamente en el acto de fe; frente al fundamentalismo que vivirá
como amenaza la fe, se refugia entre muros de resistencia psicológica,
renunciando a la razón y la libertad.
Eudaldo
Forment abordó el tema de La actitud relativista ante la verdad Señaló que el relativismo se produjo como un
sustituto ideológico del marxismo. No hay verdad alguna; somos como ciegos que
describen solo una parte de la realidad… el escepticismo es el resultado: el
hombre es ciego ante la realidad que le trasciende.
Curiosamente
se absolutizan tres valores: tolerancia, diálogo, libertad; que se presentan
como incompatibles con la verdad pero compatibles con el relativismo; y son la
base de la democracia actual. Se trata, pues, de una nueva ideología, sobre
todo en la vertiente política. De este modo se produce un nuevo sustituto
ideológico similar al del marxismo, pues se dan las características de toda ideología:
explicar toda la realidad, expresada en el lenguaje, no se reconocen los
cambios.
El
origen está en la filosofía del pluralismo y la Hermenéutica de Gadamer… todas las opiniones están en el mismo plano, por eso un texto puede
ser uinterpretado de muchas maneras.
Terminó
señalando a Ratzinger y su afirmación de que fe y razón se complementan,
pertenecen al mismo género; por ello el cristianismo dialogóa fundamentalmente
con la razón griega; siempre ha caracterizado al cristianismo la vocación de diálogo
con las filosofías. La nueva actitud ante el relativismo: la obediencia a la
verdad, que purifica nuestra alma; ser colaboradores de la verdad… que la verda
hable en nosotros y podamos ser portadores de la verdad.
Por
fin Pablo Domínguez abordó el tema de la Actitud cristiana ante la verdad. Señaló la estrecha relación entre Religión, Razón y
Verdad. Frente a la tendencia de la cultura moderna que calificó de verborrea y
glosorrea; es el resultado del vaciamiento de sentido de las palabras; nos quedamos
con meras ideologías, que carecen de sujeto… ¿quién sustenta esto?
En
el cristianismo no se pasa de una ideología a otra, sino que se supera toda
ideología; la actitud ante la verdad no es la actitud ante una idea, sino ante
una Persona. El hombre busca por naturaleza la verdad y la Verdad ha buscado desde el principio al hombre. Así, la verdad fundamental es que el Logos se
hizo carne… La razón humana ante esta Verdad queda sublimada.
La
última conferencia corrió a cargo de D. Juan Carlos Carvajal y llevaba por
título Criterios de verdad en el cristianismo. Señaló el ponente que el cristianismo es religión
verdadera, tomando como punto de partida aquí la revelación que se nos ha
otorgado y que acogemos desde la fe. Pero la fe se apoya en la razón y la
libertad al mismo tiempo. Toda la persona queda implicada, se pone en juego.
Así, pues el conocimiento de Dios supone el conocimiento del hombre, la verdad
del hombre, y a la inversa, la verdad del hombre se desvela a la luz de la
verdad de Dios. Ello supone el horizonte de una comunicación personal entre el
hombre y Dios. En Jesucristo esa comunicación se posibilita, se hace real; en
El toda semilla de verdad adquiere su culminación.
Así,
el último criterio de verdad es Jesucristo, pero no el único, pues hay muchas
vías de conocimiento de tránsito hacia la verdad última. Esas vías se van
efectuando en la historia; de forma que la verdad revelada se va desvelando
progresivamente.
En
la actualidad, señaló, estamos ante el alumbramiento de un neopaganismo; en los
últimos tiempos hemos ido transitando de la creencia a la indiferencia y a la
credulidad, a la negación de la verdad y la afirmación de los ídolos.
Pero
la verdad, que se impone por sí misma, no necesita defensa, ha de ser mirada de
frente por el hombre; entonces se actualizará en él la referencia final de la
historia: la salvación; y brotarán de nuevo la fe en el Acontecimiento, la
esperanza en la plenitud de vida, la caridad en la trayectoria hacia esa
plenitud.
En
este sentido hay que actualizar los criterios adecuados para acceder la verdad
del cristianismo; un Dios Trinidad que es verdad, realidad para nuestra vida.
Primer criterio: Jesucristo, Dios revelado en visibilidad histórica. Se hace
necesario romper la superficialidad y reivindicar la realidad que nos ofrece el
cristianismo; el acercamiento de Dios no niega la vida, viene a acrecentar la
vida. Ello exige actualización del misterio Pascual, proceso continuo de
conversión. Segundo criterio: Dios Padre. Misterio de Dios que permite superar
idolatrías y que se nos pone al alcance por medio de Jesucristo. A su vez, el
Padre revela la verdad del Hijo. El tercer critero: el Espíritu Santo, la
verdad de Dios encarnada en la Historia y en la historia personal de cada uno. El
Espíritu Santo es el que realiza esta obra.
Ahora
bien, se requiere para abrirnos a la verdad del cristianismo superar el
subjetivismo que nos tenaza y al mismo tiempo, aceptación de la gracia. De este
modo el testimonio es el primer lenguaje de la verdad del cristianismo. Jesucristo
sale al encuentro del hombre de toda época, pero se requiere la relación
honesta con respecto a la verdad que se nos ofrece: es el ejercicio de la
libertad basada en la verdad.
Estos
fueron los contenidos más importantes de las conferencias del Encuentro. Pero
lo más específico de estos encuentros son las experiencias apostólicas
que en ellos se comparten, la convivencia entre los participantes, el ambiente
cristiano que se respira y que se trasluce de suyo desde los momentos de
oración compartida hasta la comunicación en los momentos de las comidas. En las
asambleas que jalonan el Encuentro, se ponen en común esas experiencias, que
animan a vivir un cristianismo auténtico en nuestros ambientes. Tuvieron
especial relieve las celebradas en esta ocasión, pues fueron muy vivenciales y
mostraron que ser cristiano hoy no sólo es posible, sino que ofrece la alegría
que siempre aporta el testimonio de Jesucristo ·- ·-· -······-·
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