En los tiempos del comunismo, Polonia fue considerada como un bastión del catolicismo y la iglesia fue la única fuerza social que no se dejaba dominar por el comunismo, el cardenal primado Stefan Wyszynski fue considerado por la mayoría de los ciudadanos, como el padre espiritual del pueblo, y los disidentes siempre tuvieron apoyo en la Iglesia.
Después de la implantación del estado de guerra en 1991, el único sitio donde se podía hablar públicamente, y eso se refiere a todos, también a ateístas y comunistas de la oposición, fueron las iglesias y las casas parroquiales. Muchas veces las misas terminaban en manifestaciones anticomunistas.
El politólogo inglés Timothy Garton Ash dijo que sin Juan Pablo II no se hubiera creado Solidaridad, ni tampoco hubiera caído el comunismo.
El creció al rango de un símbolo y también fue otro símbolo el sacerdote Jerzy Popieluszko, asesinado en 1984 por los funcionarios de los servicios secretos.
Después de la caída del comunismo en 1989 aparecieron muchas voces que hablaron de secularización de Polonia parecida a los países occidentales. En los análisis de los politólogos la Iglesia fue considerada sobre todo como un bastión de la lucha anticomunista, pero en el momento de la caída del comunismo, iba a perder su importancia. Así que igual que en Francia o en Alemania iba a ser una institución con menos rango.
El comunismo se basaba en la mentira y en la falsedad porque nadie sabía en qué consistía realmente, si se trataba del patriotismo cultivado de una generación en otra, y si iba a persistir durante mucho tiempo.
Luego nos hicimos la pregunta si Polonia iba a ser capaz de oponerse al nuevo estilo de vida consumista donde se pierden los valores cristianes, es decir, la hora de la verdad para la cristiandad, para el cristianismo polaco llegó después de la caída del cristianismo.
Ahora ya desde la perspectiva de casi veinte años podemos decir que ese escenario negro no se cumplió, las iglesias no se han quedado vacías.
Desde hace unos años, después de una cierta caída al principio de los años 90, sigue creciendo el número de fieles que van a misa, es un 60%. También crece el número de personas que comulgan una vez a la semana.
En los países de Europa occidental las iglesias se quedan vacías, y en Polonia se siguen construyendo iglesias nuevas. Y muestra del dinamismo del desarrollo de esta Iglesia es la apertura de dos grandes santuarios nacionales donde acuden millones de peregrinos todos los años, son: el santuario de Cracovia Lagiewniki y el otro de Lichen.
Es decir, el barómetro de la vida del cristianismo es también el número de vocaciones sacerdotales, por ejemplo en Irlanda que también tuvo una consideración parecida, pues en Irlanda hubo que cerrar cinco de los siete seminarios existentes.
En Polonia es al revés, las vocaciones siguen estando en un nivel muy alto, incluso aumentando, quizás el año pasado por primera vez hubo una cierta disminución.
Otro factor importante es que la formación espiritual en Polonia abarca también a los seglares, según los datos del episcopado más de un millón de polacos están en diferentes comunidades, movimientos católicos. Este índice es de los más altos en Europa.
En cuanto al número de fieles que van a misa, por ejemplo en 1997 hubo una procesión en el Corpus Cristi de cien mil personas, y las estadísticas hablan a favor de la Iglesia. Según las encuestas, en 1990 solamente el 12% de la sociedad estaba en contra del aborto por razones económicas, y en el 1999 ya el 55% presentaba esta opinión, es decir, cinco veces más. Y eso es la muestra de un cambio de mentalidad de la sociedad polaca y también dice que la Ley antiabortista que está en vigor en Polonia, no está basada solamente en razones políticas sino también en razones sociales.
Cuando en 1997 esta ley estaba en peligro, se organizo una manifestación de cien mil personas que protestaba en contra de la abolición de esta ley, llegamos aquí a una cuestión clave de catolicismo polaco. La mayoría de las iniciativas de los católicos en Polonia no es el resultado de planificación del episcopado, sino es el fruto de actuaciones de los católicos de base, y católicos seglares. Por supuesto también en Polonia se está desarrollando la cultura de masas, se está secularizando la sociedad, hay grupos sociales donde se observa la desaparición de la sensibilidad metafísica, pero podemos decir que en grandes números se puede mostrar que el cristianismo puede ser una oferta atractiva también desde el punto de vista intelectual.
En muchos países esa opción no existe y en Polonia se mantiene que se nota en la cultura popular, cultura de masas. Porque por ejemplo entre los cantantes populares que han vendido el mayor número de discos, hay un grupo infantil que se llama el Arca de Noé, que canta canciones cristianas, católicas.
Polonia es comparada con España. Se dice que estos países son unas fortalezas católicas, pero la formación de la conciencia católica fue distinta en Polonia.
En Polonia durante doscientos años no existió. La Iglesia Católica fue presionada tanto por las autoridades rusas en la parte anexionada por los rusos como por la parte prusiana en la parte anexionada por Prusia, y luego durante la II guerra mundial los católicos fueron perseguidos por los ocupantes tanto nazis como soviéticos, y según los datos oficiales el grupo profesional que fue destruido prácticamente en mayor medida por los nazis fue el clero católico.
Luego, durante decenas de años lo polacos en Polonia no podían contar con los favores de la autoridades. Es decir, que el desarrollo del catolicismo no dependía de las decisiones de los funcionarios ni de las autoridades, sino de la energía, de las iniciativas, del dinamismo de los mismos cristianos, no solamente sacerdotes sino también seglares.
Y gracias a ello, después del año 89 la Iglesia estaba muy bien preparada, estaba mejor preparada que otras para enfrentarse al mundo real en el llamado mercado ideas, porque ya anteriormente estaban activados los movimientos de los católicos seglares, y nadie contaba con que el Estado iba a hacer nada por él. Sabíamos que si íbamos a hacerlo nosotros, nadie iba a hacerlo por nosotros.
Eso se nota sobre todo en que después de la caída del comunismo, Polonia fue el único país donde los católicos pudieron pasar a cierto tipo de ofensiva. En todos los países siempre hay oscilaciones de izquierda a izquierda, y cuando está gobernando la izquierda siempre aprueba leyes que legalizan el aborto, la eutanasia, los matrimonios homosexuales, etcétera. Y luego cuando toma, los gobiernos, la derecha no se anulan, no se derogan esas leyes, siguen vigentes y Polonia fue el único país donde no fue así.
En el año 1993 en Polonia, único país democrático que los consiguió, se consiguió cambiar una ley preabortista, una ley que defiende la vida de los no nacidos.
Es muy curioso. El 80% en el Parlamento está en manos de los partidos que están en contra del aborto, de la eutanasia, de los matrimonios homosexuales. Eso demuestra que la Iglesia en Polonia domina las elites gobernantes.
Alguien dijo que los americanos son de Marte y los europeos son de Venus, y los polacos son los marcianos que están en Venus. Es decir, en muchos asuntos, en muchas cuestiones están más cercanos a los americanos que a los europeos occidentales, sobre todo me refiero al significado de la religión en la vida pública, y también en cuestiones de valores tradicionales.
Creo que la situación en Polonia es así gracias al cardenal primado Stefan Wyszynski porque no solamente consiguió enfrentar a la Iglesia polaca y vencer esta confrontación con el Gobierno comunista, sino también supo muy sabiamente aprovechar el Concilio Vaticano II. Él introdujo todos los acuerdos del concilio de manera muy suave, y uno de sus discípulos fue el Cardenal Wojtyla, luego Juan Pablo II.
Podemos decir que el consenso que disfrutamos en Polonia, y yo entiendo por consenso un acuerdo en cuanto a los mínimos de valores comunes de la sociedad, pues este consenso está más a la derecha que en la mayoría de los países del Europa occidental, es un consenso democrático-cristiano, y no social-demócrata.
Y ahora nos preguntamos, nos planteamos una pregunta: ¿vamos a ser capaces de mantener este Estado o Polonia también va a ser víctima de secularización?
Polonia quizás sea capaz de demostrar que se puede ser país religioso y moderno. en la sociedad el cristianismo está muy aceptado y presente demostrando que se puede participar en la modernización del mundo moderno, y al mismo tiempo se puede respetar las tradiciones y mantener su fe religiosa. ·- ·-· -······-·
Grzegorz Gorny
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