La jornada comenzó con palabras de bienvenida a los
asistentes y una oración presididas por el párroco
Juan Ignacio Schramm. A continuación se leyó una carta
del Doctor Guzmán Carriquiry, subsecretario del Pontificio
Consejo para los Laicos, enviada especialmente para la ocasión.
En la misiva se expresaba la alegría por saber de este
seminario y la importancia que tiene el unir la Fe y la Razón.
La vida de un político católico
Como en ocasiones anteriores, el evento incluyó un
homenaje a una persona que hubiese encarnado los ideales
relacionados con el tema central del seminario. En esta oportunidad
se eligió al economista Miguel Kast Rist. Fue precisamente su
hermano menor, el diputado José Antonio Kast, en una
conferencia titulada “La vida de un político
católico”, el encargado de destacar las cualidades
del homenajeado.
El diputado Kast inició su exposición enfatizando
que “los católicos no podemos abandonar la
política, tenemos la obligación de participar en ella,
siendo testigos de la Verdad”. En este sentido, agregó,
que “Miguel Kast dió testimonio de entregarse por
completo por lo que creía, en especial, por ayudar a la
superación de la pobreza en nuestra patria. En este sentido,
él es un ejemplo para los políticos católicos
chilenos”.
Destacó que la personalidad alegre de Miguel Kast fue de
gran ayuda en su actuar político. Su sentido del humor le
permitió ganar muchos amigos, convencerlos de que se sumaran
a su cruzada por erradicar la pobreza, y alentarlos en esta tarea,
de manera que nunca se sintieran abandonados.
A la vez, tenía una gran rigurosidad profesional, porque
entendía la importancia de la labor que estaba desarrollando.
“La sensibilidad social no debe ser nunca enemiga de la
excelencia –explicaba Miguel Kast a todos quienes trabajaban
con él– pues el trabajo con los más pobres es el
que exige de mayores dosis de excelencia”. Era muy
consciente de que cada vez que tomaba decisiones ellas “tenían
rostro”, pues afectaban a las “personas de carne y
hueso” que había detrás.
Remarcó también otra característica que debe
tener un político católico: ser valiente. En los
momentos difíciles, que fueron muchos, considerando los
puestos importantes en que se desempeñó durante la
primera parte del gobierno militar, él solía animar a
sus compañeros de trabajo que diciéndoles que supieran
descubrir en ellos “las oportunidades, siempre presentes
en toda dificultad, pues si algo anda mal significa que se puede
arreglar con excelencia”.
Un político católico en el Chile de hoy
En la segunda parte de su exposición, el diputado Kast
expuso sobre su experiencia personal como católico en la vida
política actual y sobre la actitud que se debe tener en éste
ámbito.
Una realidad en la que la autoridad está en crisis y que
se observa un individualismo exacerbado presenta una gran
oportunidad para transformarla, indicó Kast, recordando la
forma optimista de enfrentar los problemas que tenía su
hermano.
Recalcó la importancia de actuar siempre con la verdad,
evitando los eufemismos y las actitudes “políticamente
correctas” al enfrentar los problemas. También
puso énfasis en que hoy es indispensable tener “sentido
de la urgencia” –que nos lleve a actuar hoy, y a no
dejar que pase el tiempo en vano– y de la responsabilidad –de
manera de intentar hacer las cosas bien a la primera–.
Kast invitó a los asistentes a convertirse en los líderes
que la patria necesita. Para ello, indicó que ayudaba “ser
alegre, creativo, cercano y tener conocimiento sobre los temas”.
También mencionó que antes de actuar hay que darse el
tiempo para conocerse realmente a uno mismo y así saber
dirigir primero la propia vida. Para dar testimonio, el diputado
señaló que es bueno tener presentes “las
cuatro C”: tener conocimiento, ser coherentes, ser
consecuentes y ser constantes. Por último, aconsejó
nunca olvidarse de encomendarse a Dios antes de acometer un desafío.
Concluyó su exposición reiterando el llamado que
hiciera al comenzarla, a decidirse a participar de forma activa en
la política, señalando que “vale la pena lo
que se hace, podemos ayudar a que Chile sea un poco mejor”.
Participación ciudadana como participación
política
El seminario continuó con panel de conversación que
trató sobre “La participación ciudadana como
forma de participación en política”. En él
participaron Juan Antonio Montes, director de Acción Familia,
y Salvador Salazar, de Muévete Chile.
En sus exposiciones explicaron como para lograr los objetivos de
cada una de estas organizaciones hacían llegar sus opiniones
a grupos importantes de personas. En el caso de Acción
Familia, busca “darle volumen a la voz de la familia”
y movilizar voluntades para ello. Por su parte, Muévete Chile
busca “defender los principios no negociables”,
como son la vida y la familia, entre otros.
Los panelistas se refirieron a la diferencia que significa
trabajar en organismos que están fuera de lo que normalmente
se conoce como “la política”. Ello tiene
algunas ventajas, como por ejemplo el mayor grado de libertad que
tienen respecto de los políticos formales, muchos de los
cuales actuan condicionados por los partidos a los que pertenecen.
Ambos panelistas destacaron la importancia que tiene la formación
de quienes participan en los movimientos. Salvador Salazar mencionó
la necesidad de tener tanto una vida espiritual como una formación
racional. Juan Antonio Montes, citando a Santo Tomás de
Aquino, dijo que para actuar bien hay que “ver, juzgar y
actuar” Señaló que, en el caso de la
juventud, por su mayor tendencia a la acción, era muy
importante reforzar los dos primeros aspectos, “el ver y
el juzgar”.
Al finalizar su participación, Salazar llamó a los
asistentes a dar testimonio, a ser valientes, y a los políticos,
a que den espacios a jóvenes buenos. Montes concluyó
exhortando a que “sepamos ser mártires en las
pequeñas cosas y lo seremos en las grandes”.
El orden político cristiano
Este fue el título de la última conferencia, a
cargo de Juan Antonio Widow. Si bien fue una exposición
fundamentalmente teórica, a diferencia de las exposiciones
anteriores, no estuvieron ausentes de ella consideraciones
prácticas, pues, como remarcó el filósofo, “son
necesarios ambos ámbitos para ser buen político, pues
como le dice Jesús a los apóstoles, hay que ser
‘prudentes como las serpientes y sencillos como las palomas’”
(Mt. 10, 16). Es decir, hay que saber actuar y saber conocer: la
acción y la formación no pueden estar separadas para
un político católico.
Después de esta breve introducción, y entrando en
el tema de la conferencia, Juan Antonio Widow planteó la
necesidad primera de encontrar el motivo por el cual alguien está
obligado, en conciencia, a obedecer a otro, es decir, cuál es
el origen del poder político. Al analizar la naturaleza
humana, se concluye que el origen de este poder es suprahumano y
viene de Dios. Esto lo dicen tanto la fe como el orden natural.
Tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento hay múltiples
referencias al origen divino del poder. Pero también llegaron
a la conclusión del origen suprahumano del poder los antiguos
estudiosos del tema, como por ejemplo Aristóteles, que en la
Política señala que “la polis es una de las
cosas naturales y el hombre es un animal político”.
En este sentido, la función de la potestad pública
es la de orientar a la sociedad, y a cada uno de sus miembros y
cuerpos intermedios, a su fin que le es propio –su fin
superior–. Es en este sentido que debe entenderse la
afirmación de que el gobernante es representante de Dios, que
es quien en definitiva guía al hombre hacia su fin.
En relación a lo que se denomina un orden cristiano, la
vida política, desde la venida de Cristo al mundo, tiene una
finalidad expresa, que es el bien común completo de la
sociedad.
Durante su presentación, Widow indicó que hoy, para
muchos, el siquiera hacer referencia a un orden político
católico es motivo de escándalo. Esto es consecuencia
de las ideologías y de la corrupción del lenguaje a la
que ellas han llevado.
Es así como, por ejemplo, se termina utilizando
“cristianismo” como un adjetivo que se agrega a
algo que, de por sí, no lo sería. En este sentido,
indicó que existe hoy un “cristianismo ideológico”
que ciertamente no es cristiano, sino que, incluso, contrario a él.
El principal antídoto para el pensar ideológico,
indicó el expositor al finalizar su presentación, es
la formación, tanto en el orden intelectual como práctico.
La jornada finalizó con la celebración de la Santa
Misa que fue presidida por el Cardenal Jorge Medina. En la homilía,
en el día que la Iglesia conmemoraba a los mártires
Cosme y Damián, el Cardenal Medina exhortó a los
presentes a ser consecuentes en sus vidas, y a no temer en dar
testimonio de su fe en la vida pública. ·- ·-· -······-·
Redacción
***
Visualiza la realidad del aborto: Baja el video Rompe la conspiración de silencio. Difúndelo.
|