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La usurpación de Grischka Otrepjew, la época de los disturbios y la génesis de la dinastía de los Romanov

por Gonzalo Fernández

Los precedentes de una de las dinastías que han marcado la historia

Iván IV el Terrible (1533 – 1584) inicia contactos mercantiles con Inglaterra y Persia: los primeros por medio del puerto de Arjanguelsk en el Mar Blanco a raíz del establecimiento allí de comerciantes ingleses en 1554; los segundos a través de su dominio de toda la cuenca del Volga que finaliza con la conquista rusa de Astrakhan en el Caspio (1556).

Asimismo Iván IV emplea a los cosacos afincados en los cursos inferiores del Volga y el Don para extenderse allende los Urales. En 1581 el atamán cosaco Ermak Timofeevich lleva los límites de Rusia hasta el Río Obi incorporando la Siberia Occidental hasta el precitado Río Obi. Esos contactos comerciales explican la génesis de cierta burguesía en Moscú una vez anulado el antiguo patriciado de Novgorod en 1570 por oponerse a la política del Zar de ejercer el control del comercio exterior desde Moscú.

En política interna Iván IV divide la nobleza entre antigua (ziemtscina) y nueva nobleza (opricnina) en 1565. Los miembros de la ziemtscina son los promietchkis (palabra que en castellano se transcribe por boyardos). Iván no los elimina pero efectúa una estrecha vigilancia sobre ellos y les obliga a servir en el ejército mediante un equipo armado con arreglo a sus posesiones. Los opricniki integran la opricnina. Son personas muy adictas a Iván IV quien paga sus servicios con tierras. El Zar extrae de los opricniki sus principales recursos humanos y económicos para las actividades foráneas y el dominio del interior. Iván IV es muy duro con los siervos. En 1550 fuerza a los deudores insolventes a trabajar como siervos. En 1574 impone el deber de las corveas en las tierras estatales a los campesinos que fuesen vasallos del Zar y cultivaran sus posesiones. En 1580 Iván el Terrible niega a los campesinos la elección de amo a la vez que confiere a los señores los derechos de retener y perseguir a sus siervos.

A Iván IV le sucede su hijo Fedor I (1584 – 1598) quien tiende en mayor grado a la piedad que al desempeño de los asuntos públicos. Fedor I delega la gestión política en su cuñado Boris Godunov. Éste sigue la política de Iván IV de enfrentarse a los boyardos. Endurece la triste vida de los siervos. En 1597 ordena la devolución a sus propietarios de todos los siervos fugados a partir de 1592 (fecha del término del primer registro de la propiedad agraria en Rusia que inició Iván el Terrible).

Boris Godunov gana prestigio por la victoria de las armas rusas en la contienda contra Suecia (1590 – 1595). Boris Godunov consigue que los suecos cedan a los moscovitas las ciudades de Ivangorod y Koporie perdidas por Iván IV en el transcurso de la Guerra de Livodia (1555 – 1583). La fama castrense de Boris Godunov beneficia sus anhelos de ascender al trono en 1598.

Iván el Terrible había tenido un hijo de su séptima esposa María Nagoya. Aquel niño se llama Dimitri. Boris Godunov dispone su asesinato en 1591 pues Dimitri había jurado matar en cuanto ciñera la corona a todos los favoritos de su medio hermano Fedor I y a Boris Godunov antes que a nadie. Boris atribuye el óbito de Dimitri a causas naturales pero esa explicación no es creida por nadie.

Convertido en Zar Boris Godunov se enfrenta desde el principio a la hostilidad de boyardos y siervos (tan maltratados durante su privanza de Fedor I). En el trienio 1601 – 1603 acaecen una epidemia de peste y una hambruna (los tres años de hambre) que le restan a Boris los apoyos que tenía hasta entonces entre los habitantes de Moscú. Con el propósito de socavar el trono de Boris los boyardos empiezan a difundir la especie de que María Nagoya engañó en 1591 a los sicarios de Boris Godunov cambiando a su hijo por otro niño. Así Dimitri se habría salvado.

Ahora entran en escena el rey Segismundo III de Polonia y Rangoni quien desempeña la Nunciatura Apostólica en Cracovia (entonces la capital polaca). El monarca desea extender su zona de influencia por el Oeste a fin de resarcirse de la pérdida de Suecia. El Nuncio desea aplicar a Rusia la Unión de Brest. Por esa Unión los jesuitas logran en 1596 que los rutenos sujetos a Segismundo de Polonia acepten someterse al Papa con el respeto romano a sus peculiaridades litúrgicas y canónicas. Los jesuitas convencerán a los Habsburgo para que en sus marchas hacia Oriente apliquen la Unión de Brest a los nuevos súbditos que deseen mudar la Ortodoxia por el Catolicismo.

Para llevar a cabo sus objetivos de controlar políticamente Rusia desde Cracovia e imponer la Unión de Brest el rey Segismundo III de Polonia y el Nuncio Rangoni echan mano del refugiado ruso Grischka Otrepjew. La Historia demuestra que se trata del nieto del boyardo galitziano Bogdan Otrepjew, uno de los principales enemigos de Boris.

Grischka Otrepjew está prometido con Marina Mniszek, hija del noble polaco Yuri Mniszek. Parece ser que desde pequeño el círculo de boyardos hostiles a Boris que rodeaba a Bogdan Otrepjew había convencido a Grischka que era el verdadero Dimitri con el cuento del reemplazo por María Nagoya de los dos niños. Segismundo III de Polonia no declara la guerra a Boris. Halaga la vanidad de Yuri Mniszek de ver convertida a su hija en Zarina. Sin dejar pistas que le comprometan, pero financiándola a distancia, el soberano apoya la recluta que Yuri Mniszek efectúa de mercenarios polacos, lituanos y cosacos a quienes se unen numerosos rusos descontentos del gobierno de Boris. Si la empresa fracasaba Segismundo podría atribuir la responsabilidad a un noble que obra sin su permiso (lo que resulta muy frecuente en Polonia dado el carácter electivo de los reyes por la asamblea nobiliaria o Sjem y el liberum veto o posibilidad de cada uno de los 6.000 miembros aproximados del Sjem de vetar cualquier medida aprobada aunque lo hubiera sido por todos los otros).

El Falso Dimitri (Grischka Otrepjew) derrota a las tropas rusas a orillas del Río Dezna el 20 de septiembre de 1604. Boris muere el 13 de abril de 1605. Sus cada vez menores partidarios proclaman Zar a Fedor hijo de Boris quien empieza a reinar como Fedor II. Éste no puede resistir el empuje del Pretendiente. Grischka Otrepjew entra en Moscú el 20 de junio de 1605. Adopta el nombre de Dimitri V. No comete el yerro de proclamar la Unión de Brest. Sin embargo los moscovitas (quienes le recibieron como libertador) empiezan a enfriar su afecto cuando Dimitri V prohíbe el traje nacional ruso por su admiración a Occidente y muestra sus simpatías a Polonia con la entrada en la ciudad de un cortejo de 2.000 nobles de esa nacionalidad que acompañan a su novia Marina cuando en abril de 1606 llega a la capital para casarse con el nuevo Zar. La antipatía popular llega a su colmo cuando se enteran que Dimitri V piensa establecer una alianza con el Papa y Segismundo aunque ésta fuera defensiva frente al Imperio Otomano.

Los boyardos unen esos errores de Dimitri V al odio que los habitantes de Moscú demuestran hacia los mercenarios polacos, lituanos y cosacos. El mismo día de su boda con Marina (8 de mayo de 1606) estalla una conjura que concluye con la vida de Dimitri V y la expulsión de Marina a Polonia el 17 de mayo. Sube entonces al poder apoyado por los boyardos el también boyardo Basil Shuiski, jefe de la conspiración. El desgraciado Dimitri V había perdonado un complot anterior a Basil Shuiski quien se proclama Zar como Basil I.

Su reinado dura hasta 1610. Basil I ha de enfrentarse a rebeliones de cosacos y siervos fugitivos en el sur de Rusia. En su política interior se inclina por apoyar a los comerciantes de Moscú en detrimento de los boyardos. Los comerciantes de Moscú instan a Basil I a pedir el auxilio de los suecos para reprimir las sublevaciones meridionales. Los mercaderes moscovitas piensan desenvolver en mayor grado sus negocios pues la alianza con Suecia les acarrearía nuevos negocios con otras potencias protestantes vg. Dinamarca, Holanda e Inglaterra. Los boyardos solicitan el socorro de Segismundo III. Éste derrota al ejército sueco-ruso en Klushino (3 de julio de 1610).

Segismundo III comete el inmenso error de querer unir Rusia a Polonia. Esto origina una reacción nacionalista que fuerza a los polacos a abandonar Moscú (27 de noviembre de 1612) y culmina el 21 de febrero de 1613 con la coronación del boyardo Mikhail Fiodorovich Romanov emparentado a través de su esposa con la vieja Dinastía de los Riúrikovich. Mikhail Romanov adopta el nombre de Mikhail III. Con él empieza la Dinastía de los Romanov que gobierna Rusia hasta la revolución de febrero de 1917.

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Gonzalo Fernández



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