La trayectoria
profesional de don Juan es muy conocida. Nació en Aibar (Navarra) en 1931 y ha fallecido, tras diez meses de enfermedad,
con 78 años. Fue periodista en “Radio Requeté” con un programa
diario llamado “Pamplona Flash”. A continuación estudió periodismo
en la Universidad de Navarra, cursando la licenciatura y el doctorado.
Impartió clases de Comunicación en dicha Universidad durante dos años.
En 1966 fue redactor del diario carlista “El Pensamiento Navarro”,
dirigió el nº 16 y 17 de la revista “Montejurra” (IV y V-1966),
y después será redactor jefe de dicho diario. Pero sobre todo fue
director de El Pensamiento Navarro entre 1971 y 1979, años estos
muy delicados y difíciles. Don Juan pasó la prueba con un rotundo
éxito. Durante estos años dio lo mejor de sí mismo.
Sustituyó
a José Javier Echave-Sustaeta (1970-1971) y encauzó o rectificó
la deriva socializante de Javier Mª Pascual (1966-1970), que
seguía una inspiración contraria a la tradición y el ser del Carlismo.
Clemente se refiere a Pascual al decir: “El diario pamplonés El
Pensamiento Navarro, que hace unos pocos años fue dirigido por
un equipo afín a don Carlos Hugo (…)” (Montejurra76. Encrucijada
política, 1976, p. 95).
Hombre
inteligente, de honda doctrina tradicionalista, leal y buen escritor,
don Juan mantuvo el difícil y valiente empeño del periódico carlista
desde su fundación, y aportó al rotativo una línea más informativa
y profesional. Le siguieron como directores Enrique Sanz Martín (1979-1980)
y, los tres últimos días, José Luis Larrión Arguiñano.
Quienes
deseaban el desvío del Carlismo y “El Pensamiento Navarro”, chocaron
con la claridad y firmeza de Juan Indave y del Consejo de Administración
de “Editorial Navarra” que le puso como director. Con Pascual, el
periódico tuvo una expansión debido a un aumento financiero, y, gracias
a aquel y a Juan Indave, tuvo una tirada de ejemplares igual o mayor
que “Diario de Navarra”.
En adelante, “Diario de Navarra” se reformó y mejoró gracias
a la adquisición de maquinaria alemana, y después a la utilización
del sistema offset. Todavía no se ha historiado debidamente el final
de “El Pensamiento Navarro”,
del que hay más testimonios orales que escritos, y que a más de uno
le sorprenderían.
Así,
no es acertado creer que el periódico carlista “murió porque seguía
viviendo en el s. XIX” (Landa), afirmación efectista y contraria
a testimonios que van por otros derroteros. El diario carlista tenía
una importante cartera de suscriptores, un ideario definido, fidelidades
familiares, buena linotipia, conocidos colaboradores, anunciantes, cuentas
suficientemente saneadas, profesionalidad, y podía comprar noticias
a las agencias como han hecho y hacen los restantes periódicos. Otra
cosa es que algunos quisieran hacerlo desaparecer como periódico
crítico, que primero lo fue con el franquismo y después lo
será con la ruptura ucedista y liberal y la democracia inorgánica
de partidos. Quien esto escribe aprendió mucho de la página 3ª de
dicho diario dedicada a opinión.
Me
dijo Indave que “El Pensamiento Navarro” sufrió un atentado violento
con bomba en 1972, que estropeó su máquina rotativa. Para salir del
apuro, primero hizo las planchas del periódico y, después, las tejas,
en “Arriba España”, cuyos talleres estaban en la calle Zapatería.
Leo en la revista “Montejurra” (nº 58, II-1971) que el diario ya
había sufrido otro atentado con bomba en agosto de 1970, por los amantes
de la “libertad”, los " Grupos
de Acción Carlista "
(¿?) cercanos –según Wikipedia- a ETA .
Don
Juan fue testigo de excepción de los hechos en una difícil época,
y se consideró como tal. Ha sido un destacado escritor, por ejemplo
en numerosos editoriales de “El Pensamiento Navarro” en unos momentos
delicados y polémicos. Sufrió amenazas por varios escritos en él
sobre la Transición. Para Indave, la transición-ruptura política
realizada en Navarra fue tramposa, contraria a Derecho y un contrafuero.
Participaba con la mayoría de los diputados forales, esto es, Amadeo
Marco, Julio Iturralde, Jesús Fortún y Julio Asiáin, que seguían
un criterio jurídico, frente a los diputados Juan Manuel Arza, Félix
Visus e Ignacio Irazoqui, que eran más políticos “ad hoc”, y voluntaristas.
Denunció las artes de estos últimos y las presiones de Adolfo Suárez.
Releer los editoriales de “El Pensamiento Navarro”, corrige no pocas
apreciaciones de diferentes historiadores que, quizás por comodidad
o repetición, siguen las afirmaciones oficialistas. Fue “siempre
un apasionado de la verdad y un defensor de sus principios y de la religión.
Era un idealista y un amante del periodismo y nunca escatimaba nada”,
explica su esposa a “Diario de Navarra” (7-I-2010).
Sus
libros de poesías se titulan Alborada (2003, 127 pp.) y Crepúsculo
(2006, 92 pp.), y tiene un tercero en camino, La ternura del amor.
En “Liberalismo y Tradición” dirá: “La Tradición histórica
me enseña / el camino, y renuevo su enseñanza / y al futuro le doy
mi confianza, / aunque del hoy, lo liberal se adueña”, (…) y termina
diciendo: “a tradiciones procuro ser leal / renunciando a las tretas
del presente”.
En
sus últimos años, escribió con pseudónimo en el quincenal católico
navarro “Siempre P’alante”, aunque de forma irregular, criticando
algún libro de José Antonio Marcellán sobre la Iglesia de Navarra.
El
20-X-2009, la Asociación de Periodistas de Navarra le entregó el premio
"Teobaldo" junto a otros periodistas: José Luis Larrión,
redactor de “El Pensamiento Navarro”, Arturo Gracia, redactor de
“La Gaceta del Norte” y José Martínez. Según la crónica de dicha
Asociación, Juan Indave dedicó el galardón a su mujer: "Es quien
me mima, me cuida y la que es todo para mí". Todo ello resulta
muy significativo y es una verdadera escuela para la vida.
Toda
su vida fue carlista por estar convencido de la doctrina tradicional,
de las raíces de Navarra y España. Afiliado a la Comunión Tradicionalista
Carlista de Navarra, en 2004 se presentó candidato a las elecciones
al Senado por Granada en la lista de dicha Comunión.
Debemos
mucho a don Juan, más de lo que creemos, como director del diario carlista.
Y con él a otros caballeros navarros como al médico Nemesio Cortes
Izal, nacido en Ochagavía. Mis primeras lecturas políticas fueron
las páginas de opinión de “El Pensamiento Navarro”. Ahí están
diversas firmas que advertían lo que estaba ocurriendo entre los carlistas
y, sobre todo, en Navarra, España y la Iglesia católica. Me refiero
a conocidos escritores como el leal Francisco López-Sanz (que había
sido director de
1933 a 1966), el jurista Raimundo Aldea Eguilaz, Casilda Elizalde (vda.
De Zalba), Ignacio de Orbe Tuero (barón de Montevilla), el canónigo
y ex rector del Seminario de Pamplona Don Carmelo Velasco, Carlos Ibáñez
Quintana (Zortzigarrentzale), Manuel Ángel Vieitez Pérez, Fco. Sánchez
de Muniain Gil, Serafín Argaiz Santelices, Anselmo Ruiz, Federico Cantero
Núñez, Rafael Gambra, D. José Ricart Torrens, José Mª Domingo-Arnau,
Pascual Molins, Guillermo de Padura, el jurista Javier Nagore, Eulogio
Ramírez, Alberto Ruiz de Galarreta (seud. Manuel de Santa Cruz y otros),
Don Luis Madrid Corcuera, Don Ángel Garralda, Andrés Caso-Sanz, los
historiadores Ramón Salas Larrazábal y Stanley G. Payne, Javier Morte
y un largo etcétera.
Pero
lo que más importa: creo que quien tanto luchó por Ti, Señor,
y por la civilización cristiana, con un total desinterés y esfuerzo,
merece el mejor galardón ·- ·-· -······-·
José Fermín Garralda Arizcun
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