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El Sionismo radical y el secuestro de Occidente
por
Jesús González Espliego
Si no se planta cara a la actual política gubernamental israelí seguirá una dinámica de acción y reacción entre Occidente y el Islam de imprevisibles consecuencias. Hay que combatir al terrorismo fundamentalista musulmán, pero no a costa de los débiles, de los palestinos.
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Está muy extendida la idea de que Israel es la primera línea del combate contra el fundamentalismo islámico. Así puede verse en el discurso pronunciado a comienzos de año 2010 por Geert Wilders, Presidente del Partido de la Libertad de Holanda, en Nueva York, presentando una “Alianza de Patriotas” y anunciando una Conferencia en Jerusalén para hacer frente a la Jihad: “Israel es nuestra primera línea de defensa.....la guerra en contra de Israel no es en realidad una guerra contra Israel, sino una guerra en contra de occidente..”.
Después, se fundó la organización “Amigos de Israel”, impulsada por el expresidente del Gobierno español José María Aznar, y que nace con vocación internacional. Ha lanzado el manifiesto: “Apoya a Israel, apoya a Occidente”, que se encuentra en Internet (puede accederse p.e. desde la noticia del diario ABC, de 22.06.10). En el punto 4, se dice que “Israel se encuentra en primera línea, pero nosotros somos los siguientes”.
Es cierto, que hay un gran peligro por parte de ciertos sectores del Islam fundamentalista. Como muestra, ahí está el atentado de las torres gemelas en Nueva York entre otros. Pero cabe preguntarse si Israel es esa primera línea de combate y si es realmente Occidente.
Muchos sectores judíos en el Israel actual si son Occidente: son herederos de las grandes aportaciones intelectuales judías en la historia, se preocupan de los derechos palestinos y son críticos con los excesos en la política gubernamental israelí. Pero, otros sectores son el anti-occidente, en lo teórico y en lo práctico.
En lo teórico, por su idea de único “pueblo elegido” y único al que Dios ha prometido una tierra concreta. Eso se opone al universalismo cristiano, ya anticipado por los profetas de Israel, que se concreta en la idea de nueva alianza en la que todos los pueblos pasan a ser elegidos, todos llamados a cumplir una plenitud.
Esta concepción de igualdad de todos los pueblos ante la verdad religiosa forma parte hoy del acervo común de casi toda la humanidad, y sin ella no se explica bien Occidente. En el Islam se manifestó, asimismo, esta idea universal.
En lo práctico, también esos sectores actúan como anti-occidente. Hagamos memoria:
En primer lugar, veamos la forma en que se estableció el Estado de Israel. El Reino Unido se comprometió, mediante la Declaración Balfour, con “el establecimiento en Palestina de un hogar nacional para el pueblo judío”; sin realizar ninguna votación previa en la zona. Según parece, como premio al importante apoyo económico judío al esfuerzo bélico de Reino Unido, Francia y EE.UU. (cf. “Así nació Israel”, Cuadernos de Historia 16, nº 47, 1985)
Los árabes no se opusieron inicialmente. No vieron impedimento para la existencia de una patria palestina, ni para la convivencia que se venía dando entre ambas étnicas en Palestina. Pero, las organizaciones judías fueron realizando una inmigración masiva que alteró las proporciones de la población, buscando obtener la fuerza necesaria para proclamar un estado sólo judío.
Esto va contra el espíritu de la Declaración Balfour: “quedando claramente entendido que nada se hará que pueda perjudicar los derechos civiles y religiosos de las comunidades no judías existentes en Palestina ..”. Ya que si se perjudicaba a la población árabe que, como la de cualquier lugar del mundo en general, no desea una división de su patria.
Asimismo en contra del Libro Blanco, elaborado por el Gobierno británico, que entraba en vigor en 1939, y que afirmaba: “tras la entrada en Palestina de 75.000 judíos durante los próximos cinco años (hasta 1944), la inmigración judía debe cesar, a menos que los árabes la consientan ... Se formará en el plazo de diez años un Gobierno permanente y representativo y los judíos estarán en el país en estado de permanente minoría”.
Pero, la mayoría del sionismo se había decantado por la creación de un estado sólo judío, quedando arrinconadas las ideas de los revisionistas judíos, fundados por Vladimir Javotinsky, que se orientaban más al estado judeo-árabe.
El Libro Blanco fue rechazado en la Conferencia Sionista Extraordinaria de 11.05.1942; en lo que tuvo mucho influjo David Ben Gurión, Presidente en ese momento del Comité Ejecutivo de la Organización Sionista.
El final, la ONU acordó el 29.11.1947 la partición de Palestina. A los judíos se les daba el 56% del territorio y a los árabes el 44%. Cuando se fueron los británicos, el 14.05.1948 se calcula que los judíos en Palestina eran aproximadamente un tercio de la población total.
Vemos, de forma simplificada, la evolución que siguió en el tiempo la población (cf. artículo citado):
Año__________Población total _______Judíos______% de judíos
1922_________850.000______________82.000 ____9’64% *
1931________1.035.281_____________174.006___16´80% *
1948 **_____________________________________ 33%***
* censo oficial
** proclamación del estado judío
*** estimación
Lamentablemente, no se había ido produciendo tan gran cambio sólo fomentando la inmigración judía a gran escala (en parte ilegal). Dicha inmigración produjo una fuerte crisis en la poco desarrollada sociedad palestina. Por ejemplo, las granjas colectivas judías, los kibbutz, (en los que se compartía trabajo, comida, instrumentos y beneficios), con sus bajos costes de producción, arruinaron a muchos campesinos árabes que debieron vender sus tierras –convirtiéndose en braceros- o tuvieron que emigrar.
Desde 1927 la convivencia en Palestina empeoró mucho. Al acabar la II Guerra Mundial, el terrorismo de ciertas organizaciones judías se disparó (Irgún por la derecha y Stern por la izquierda). Pero, no sólo contra los árabes: ataques a puestos de policía, cuarteles, patrullas ... buscando armas, dinero o presión política. Con esto mostraron su nulo respeto por las atribuciones que la comunidad internacional reconocía al Mandato británico.
Llegados a este punto, hay que señalar que varía según las fuentes que parte es la que va llevando la iniciativa agresora y cual la que responde, si la árabe o la judía. Lo cierto es que la lucha se generalizó desde 1946. Este año, el Irgún hizo volar el hotel King David, de Jerusalén, sede del Gobierno del Mandato británico y de su Estado Mayor militar. Murieron 91 personas, con 200 heridos graves. Fue en represalia al asalto británico de la Agencia Judía (a la que se consentía funcionar), en el que se tomaron documentos comprometedores. El Irgún lo dirigía, desde 1943, Menahem Begin; que sería Primer Ministro de Israel en 1977, y luego Nobel de la Paz en 1978, junto con Sadat (a raíz de los acuerdos de Camp David, alcanzados tras reunirse con Sadat (Egipto) y Carter (EE:UU.)
En el período que va desde el acuerdo de partición de Palestina (29.11.47) a la proclamación del Estado de Israel existía una guerra indeclarada. El 09.04.48 se produjo la terrible matanza de Deir Yessin, a cargo del Irgún, aún dirigido por Begin: se quemó la aldea, previamente cercada, matando a los que huían. Hubo 254 muertos -de 300 habitantes- según la Cruz Roja Internacional. Fue como respuesta al ataque a un kibbutz, con 6 muertos y 20 heridos judíos. En réplica a Deir Yessin, árabes atacaron un convoy judío sanitario, dándose 76 muertos (médicos, enfermeras ..).
Finalmente, el 14.05.1948 se proclamó el Estado de Israel. En la Declaración de Independencia se afirma: después de ser exilados por la fuerza de su tierra (no se indica fecha o circunstancia concreta) el pueblo (judío) mantuvo la fe en ella durante su dispersión... se esforzaron en generaciones sucesivas por reestablecerse en su antigua patria. En las décadas recientes regresaron en masa .. .
Pero, ¿hubo realmente un exilio judío forzoso masivo en su día?. Shlomo Sand, profesor de Historia de Europa, en la Universidad de Tel Aviv, ha publicado “The Invention of the jewish people” (Ed. Verso, Londres, 200). En él recoge ese texto de la Declaración de Independencia y hace afirmaciones de interés al respecto, que acredita con múltiples citas.
Con relación a la revuelta judía contra Roma, que culmina en el año 70 d.C. (E.C. según el autor = era común) con la destrucción del templo de Jerusalén (pág. 130 ss.), pone énfasis en que los romanos nunca deportaban pueblos enteros. Y que, si bien en países del Mediterráneo occidental, comunidades locales de granjeros fueron desplazadas para asentar a soldados romanos, esa política excepcional no se aplicó en el Oriente próximo.
Considera que Flavio Josefo, historiador judío de esa revuelta zelote, iniciada en el 66 EC., tiende a exagerar las cifras, “como todos los historiadores antiguos” (las citas que siguen son traducción del autor de este artículo), y reduce la cifra de 97.000 cautivos de Josefo a unos 70.000. Pero esto no significa que Tito expulsase “al pueblo judío”. “En ninguna parte de la abundante documentación romana hay mención alguna a deportación de Judea”.
Ni se han encontrado rastros de grandes poblaciones de refugiados cerca de las fronteras de Judea, tras el levantamiento, como se darían de haberse producido una huida masiva. Afirma que, al final de ese primer siglo, la cultura judía en el país entraba en uno de sus más impresionantes y fructíferos períodos.
En relación a la revuelta del apodado Bar Kojbá (hijo de la estrella) del 132 EC, se cita al historiador romano Cassius Dio; y se dice que, si bien agranda las cifras de la devastación y la mortandad, nada menciona de deportaciones. Aplastada la revuelta, los romanos cambiaron el nombre de Jerusalén por el de Aelia Capitolina, y se impidió por cierto tiempo a los circuncisos entrar en ella. El nombre Provincia Judea se cambió por el de Provincia Syria Palestina (después por Palestina).
Pero, afirma Sand: “las masas judías no fueron exiladas en el 135 EC”. La cultura en el país alcanzó lo que vino a ser considerado como su edad de oro en el tiempo de Rabí Judá ha-Nassi, y en el 220 EC se completaron y ordenaron las seis partes de la Mishná.
Se pregunta el autor: “¿Cuál fue, entonces, el origen del gran mito sobre el exilio del pueblo judío que siguió a la destrucción del templo?”. Según Sand, parece que dicho origen está en los escritos de (San) Justino Mártir que, en la segunda mitad del siglo II EC, ligó la expulsión de los circuncisos de Jerusalén, tras la citada revuelta de Bar Kojbá, con un castigo divino colectivo. Sería seguido por otros autores cristianos, que vieron la presencia de judíos fuera de Palestina como castigo por el rechazo y crucifixión de Jesús. El mito del exilio fue lentamente apropiado por la tradición judía.
Menciona a la comunidad judía que existía en Babilonia desde el siglo VI antes EC, originada a raíz de la deportación de Judea que realizó Nabucodonosor (que habría afectado a las élites culturales y a sectores de la administración) y dice que aún durante el poderoso reino judío Hasmoneo no buscó, dicha comunidad, “retornar” a Sión (pág. 134).
Afirma que, cuando los centros culturales judíos en Babilonia decayeron, los judíos emigraron a Bagdad, no a Jerusalén, pese a que ambas ciudades estaban regidas por el mismo califato. Sigue: “los judíos deportados de España emigraron a ciudades por todo el Mediterráneo, pero sólo unos pocos escogieron ir a Sión”. “En la época moderna, con sus feroces progroms y el surgir de un nacionalismo agresivo en la Europa del Este, masas de gente Yiddsh emigraron hacia el Oeste, principalmente a EE.UU.”. Dice que sólo cuando las fronteras americanas se cerraron en los años 1920, y de nuevo tras las horrendas masacres nazis, números significativos emigraron hacia Palestina.
A la una de la madrugada del 15 de mayo, abandonó Palestina el alto comisario británico. Antes del amanecer, comenzó el ataque de varios países árabes contra Israel. Deben tenerse presente varias cosas al respecto:
-Como se ha dicho, se ha violado, por parte sionista, la idea inicial del hogar judío en una Palestina unificada.
-Ya hacía mucho que los árabes se habían puesto a la defensiva contra la invasión. Nació el Alto Comité Árabe, -presidido por el Mufti de Jerusalén, jefe espiritual y político de los palestinos- que desarrolla una acción notoria desde 1929 (huelgas, desórdenes, así como acciones violentas).
En Febrero de 1946 realizaron una huelga general en Palestina. En mayo, jefes de Estado árabes reafirmaron en Egipto el carácter árabe de Palestina. En junio, la Liga Ärabe, reunida en Siria, tomó acuerdos contra los intereses británicos y de EE.UU., en sus respectivos países, si no se atendían sus reivindicaciones sobre Palestina.
-Los países árabes votaron en contra de la partición el 29.11.1947, cuya distribución territorial es injusta, como se ha dicho.
-La Declaración de Independencia de Israel, se realiza en el día antes de la invasión. En la misma, se confirma que Israel es un “Estado judío” (no binacional) que tiene también “habitantes árabes”.
Ley de Retorno
En la página Web oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores israelí (www.mfa.gob.il), si se teclea en “Search” (buscar): “Ley de Retorno”, y luego dando en “Go”, aparecen apartados relacionados con la misma: en su apartado “Adquisición de la nacionalidad israelí, según la Ley de Retorno”, se afirma: .
En el apartado “Respuestas a preguntas frecuentes sobre Israel”, y dentro de él, en “¿Qué es la Ley de Retorno y a que se debe su existencia?”, se afirma: La Declaración de la Independencia manifiesta explícitamente que el Estado de Israel permanecerá permanecerá abierto a la inmigración judía y será crisol de las diásporas.". O “reunión de los exilados”, según la traducción de dicha Declaración que aparece en el interesante libro: “Textos para la historia del pueblo judío”, de César Vidal (Ed. Cátedra, Madrid 1995).
Los árabes, con esto, ya verían lo que podía venir, además de lo ya ocurrido. Y, en efecto, ya en 1950 se promulga la citada Ley de Retorno que (según el citado apartado, “Adquisición de la nacionalidad .. según la LR” de la web israelí):
.. otorga a todo judío, quien quiera que sea, el derecho de venir a Israel en condición de Olé (judío que inmigra a Israel) y adquirir la ciudadanía israelí. ..
(NOTA del autor: Olé es literalmente “elevado”, el judío sube a Jerusalén y por extensión a todo el país al regresar.)
Para los propósitos de esta ley, "judío" significa una persona que nació de una madre judía, o se ha convertido al judaísmo y no es miembro de otra religión ..
(Comentario del autor: Según están hoy las cosas; un ateo, hijo de madre judía, es judío. Pero, un hijo de madre y padre judíos que acepte a Jesús como Mesías, aunque viva como judío y siga sus ritos, no es judío).
Sigue el apartado: A partir de 1970, el derecho de inmigrar bajo el amparo de esta ley fue extendido a los hijos y nietos de un judío y a sus respectivos cónyuges. El propósito de esta enmienda es asegurar la unidad de las familias en las que haya habido un matrimonio mixto, no se aplica a las personas que fueron judías y se convirtieron por propia voluntad a otras religiones.
(Comentario: Por ejemplo, el hijo de padre judío (aunque no lo sea de madre), pese a que él sea ateo entra en la LR).
¿En que país del mundo occidental se acepta esta concepción de retorno, por motivos étnicos, para una parte de la población y no para otra?
Son significativas las cifras que esta política produjo hasta 1996. Dentro del Ley de Retorno, en el apartado “Aliá” (relacionada con Olé) tenemos:
Inmigrantes por
Continente
1948-1996
Europa__________________58%
Africa___________________18%
Asia_____________________5%
América y Oceanía_______8%
Desconocido_____________1%
Inmigrantes por año de inmigración
1948-1996
1948-51 __________ 688.000
1952-59 __________ 272.000
1960-69 __________ 374.000
1970-79 __________ 346.000
1980-89 __________ 154.000
1990-96 __________ 737.000
Estamos ante una grave incongruencia: que judíos que para nada son descendientes de los que salieron de allí hace siglos (que en su mayoría no fueron expulsados; véase la gran diáspora que ya había por el Mediterráneo en tiempo de Jesús y antes, con el caso notorio p.e. de Alejandría) puedan ir a vivir a Israel, mientras que se niega el retorno a cientos de miles de palestinos. Un cierto número de los cuales puede ser, según expertos, descendiente de la población judía de comienzos de nuestra era, sólo que cristianizada o islamizada. (véase la citada “The invention of de jewish people”, de Shlomo Sand).
Resulta significativo en caso de los judíos etíopes, en el apartado “Aliá y Absorción leemos:
Inmigración de Etiopía: La última década ha presenciado la aliá de la antigua comunidad judía de Etiopía. En 1984, alrededor de 7.000 judíos etíopes marcharon cientos de kilómetros hasta Sudán, donde en un esfuerzo secreto conocido como la Operación Moisés los trajo a Israel. Otros 15.000 llegaron en un dramático transporte aéreo, la Operación Salomón, en mayo de 1991. En el lapso de treinta horas, cuarenta y un vuelos desde Addis Abeba trajeron a Israel a casi toda la comunidad que aún quedaba allí.
No se tiene esto presente cuando se dice que Israel es prácticamente la única democracia de la región. ¿qué diríamos de un país occidental en que los detentadores del poder expulsasen a buena parte de la oposición, y trajesen a vivir a extranjeros de las mismas ideas?
Por citar otras cosas graves: Tenemos los hechos que investigadores de la ONU han calificado como crímenes de guerra contra los palestinos. Los asentamientos en los territorios ocupados que violan convenciones internacionales e impiden la continuidad territorial viable de un posible estado palestino. El muro que deja aislados a muchos palestinos, etc.
Desde la creación del Estado de Israel, las relaciones entre el Cristianismo y el Islam se han deteriorado mucho (en el mundo árabe y a nivel más amplio), dándose un enorme éxodo de cristianos en todo Oriente Próximo en general. El mundo islámico asocia cristianismo con Occidente, y muchos no perdonan la continua violación de resoluciones de la ONU por Israel, consentidas sobre todo por los EE.UU. y, en menor grado, por otros países occidentales importantes .
El fundamentalismo islámico ha tomado auge por el desencanto de los regímenes surgidos en el tiempo de independencia de los países árabes; entre otras cosas, ante el fracaso de sus dirigentes en las guerras con Israel y en la defensa de la causa palestina (véase “La revancha de Dios”, de Gilles Kepel). De ahí viene el grave problema del terrorismo fundamentalista musulmán.
Recientemente (31.05.109, se ha producido el asalto, por el ejército de Israel, de la flotilla humanitaria que iba a Gaza. Se ha dado un gran rechazo internacional, con importantes consecuencias, así como un gran movimiento de autocrítica dentro de Israel, que exigirían todo un artículo.
Pero, merece destacarse el asesinato del presidente de la Conferencia Episcopal turca, el obispo Luigi Padovese, degollado por su chófer y guardaespaldas en su casa de verano en la ciudad de Iskenderun, cerca de la bíblica Antioquia, informó la Policía (noticia de la agencia EFE de 03.06.10). Hay versiones contradictorias: El fundamentalismo islámico podría estar detrás del asesinato; según la tesis que apunta la agencia de información religiosa Asia News, quien publicó una serie de artículos asegurando que, tras el crimen, el asesino se subió al tejado gritando: “¡He matado al Gran Satanás! ¡Alá es el más grande!”, citando a testigos presenciales. Sin embargo, otros testimonios sí ratifican los problemas mentales del asesino.
Según la misma noticia de EFE, el también obispo católico de Anatolia (Turquía), de 63 años, fue hallado herido de gravedad en el jardín de su domicilio en la sureña provincia de Hatay , y murió poco después de ser trasladado a un hospital).
Este no es el primer asesinato de clérigos cristianos en Turquía. En febrero de 2006, en plena crisis de las caricaturas de Mahoma, el sacerdote italiano Andrea Santoro fue muerto a tiros en su parroquia de Trabzon, al noreste del país. En aquella ocasión, Monseñor Pavese declaró que “el hecho de que el asesinato se haya producido ahora no me parece una casualidad. Aquí hay un ambiente muy caliente y muchos islamistas fanáticos", aseguró.
Del mismo modo, en abril de 2007, tres trabajadores de una editorial evangélica (Sirve) fueron brutalmente torturados y decapitados por un grupo de jóvenes radicales en Malatya (este de Turquía). Lamentablemente, en otros lugares del mundo islámico las cosas parecen estar peor.
Me parece desafortunado que en el citado manifiesto “Apoya a Israel, apoya a Occidente” se afirme en su punto 3 que: “. Los estatutos de derechos humanos y los organismos internacionales establecidos para garantizar la justicia ... han sido subvertidos, sus principios rectores dados vuelta, para hacer la guerra contra la democracia israelí. La campaña en contra de Israel está corroyendo el sistema internacional desde el interior.”.
Veo triste que sea ahora, cuando la reacción internacional ha sido de lo más unánime contra los abusos del Gobierno israelí, que digan esas cosas los defensores a ultranza de Israel, y no cuando se dio p.e. el premio Nobel al citado Begin. Aparte de lo ya dicho más arriba sobre Deir Yessin, me parece conveniente citar el artículo aparecido en el ABC de 17.06.2006, titulado “La bomba de Begin contra Adenauer”. En el cual se habla de una investigación de Henning Sietz en el respetado Frankfurter Allgemeine:
Según un libro, publicado privadamente a la muerte de Begin por Elieser Sudit, un experto en explosivos del grupo sionista armado Irgun, Begin (el luego premier israelí (1977-83) se comprometió y sufragó con mil dólares la operación, ofreciendo incluso su reloj de oro. Se trataba de un atentado con bombas escondidas en tomos de enciclopedia. Fue en 1952 y, finalmente, un artificiero murió y otro resultó herido. Otras dos cartas fueron recibidas en La Haya, donde negociaban las delegaciones, y semanas después cinco israelíes fueron detenidos en Francia, entre ellos Sudit.
El objetivo era dinamitar, un proceso de compensación y reconciliación entre la República Federal y el nuevo Estado de Israel. Begin, que perdió a sus padres y un hermano en el Holocausto estaba contra toda reconciliación diplomática. Había clamado en una sesión del Knesset, en enero de 1952: : «la sangre hebrea no tiene precio». «Todo alemán es un asesino, Adenauer es un asesino» . Finalmente fue acordado un monto compensatorio de 1.000 millones de dólares.
ConclusiónComo vemos, pese a todo, algunos presentan a Israel como “el entendido en terrorismo”, el aliado clave para combatirlo. Se da, por tanto, un cierto “secuestro de Occidente” a manos del sionismo radical, de los que ni piensan ni actúan acorde con la esencia de ese Occidente. Que se presentan como providenciales para él, mientras que lo enfrentan continuamente con el mundo islámico. Lo que seguirán haciendo, ya que parecen pensar que, si ambos mundos –occidental e islámico- se ponen de acuerdo respecto de los palestinos, ellos van a verse en apuros.
Si no se planta cara a la actual política gubernamental israelí seguirá una dinámica de acción y reacción entre Occidente y el Islam de imprevisibles consecuencias. Hay que combatir al terrorismo fundamentalista musulmán, pero no a costa de los débiles, de los palestinos. ·- ·-· -······-·
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