Este número de Arbil contiene una separata específica sobre el Referéndum al Tratado Constitucional Europeo que facilita muchos elementos para hacerse un juicio de carácter técnico, político, económico y moral, sobre el mismo, sus consecuencias para los españoles, cada ciudadano en concreto y su familia, y para España y su futuro (también para el conjunto de Europa).
Muchos otros medios de comunicación también lo han hecho. En los campos indicados y, además, recogiendo opiniones de personas concretas que mantienen diversas posiciones políticas
Muchas de esas personas, que hacen análisis muy interesantes, y de los que resulta un juicio negativo sobre el citado Tratado, sin embargo, de forma sorprendente, e incongruente con lo que se colege de sus razonamiento, propugnan el Si
Alegan una serie de argumentos justificatorios que no merecería la pena ni rebatir: Que hubiera podido ser peor (Al parecer esta gente, por ejemplo, hubiera votado Si a las leyes que condenaban a los gulags a los pequeños campesinos rusos, porque podían haber sido peor, decretando, por ejemplo su asesinato), que sino no habría otra cosa (deben olvidar que si no se aprueba este tratado continuará vigente el Tratado de Niza, notablemente mejor para los intereses de España), etc...
Es más, muchas de estas personalidades se posicionan políticamente en organizaciones y partidos políticos que saldrán perjudicados si gana el Si en un referéndum que se va a transformar en un plebiscito para el actual gobierno.
¿Cuál es el misterio qué hace que personas de notable nivel intelectual, político y social, tras sus brillantes análisis, y en contradicción con ellos, pidan el Si?
De un breve repaso a sus biografías y personalidades lo que resulta es que la gran mayoría de ellos, lo que tienen en común es que coincide en que viven, y muy bien, de la política, de una forma más o menos directa.
Y que piensan que propugando el Si, que vaticinan que triunfará, se evitarán la muerte civil, a la que el sistema condena a todo aquel que se le oponga (y piensan con poca gallardía pero con una cierta razón, pues la historia confirma y ya ha ocurrido con otros referendums)
Un argumento, que puede parecer superficial a primera vista, pero que si se analiza puede relacionarse con todos y cada uno de los argumentos expuestos en la separata, que descalifican el Tratado, y que demuestra que todas estas personas, a pesar de sus "convicciones" morales e intelectuales, anteponen sus intereses personales al bien común.
Otra razón para no dejarse embaucar por ellos y votar No.
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