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por Luis Losada Pescador Tras el debate sobre el estado de la Nación, el gobierno da el pistoletazo de salida en las “exploraciones” para alcanzar la paz. El consenso con el PP es “deseable”, pero no “imprescindible | |||||
| Comienza la cuenta atrás. El líder de la oposición, Mariano Rajoy, asumió el papel de tipo malo en el debate sobre el estado de la Nación. Acusó al gobierno de haber traicionado a las víctimas permitiendo la entrada del grupo probatasuno PCTV en el parlamento vasco. Acusación a la que se suman tanto las asociaciones de víctimas como el mismo arzobispo de Valencia, mons. García Gasco. Al gobierno no le ha sentado nada bien la acusación. Responde primero con que lo único que une al PSOE con el PP es el dolor por las víctimas, para después ofrecer la mano a la oposición. “Espero que la estrechen” afirma De la Vega para posteriormente calificar la actitud del PP de “tenebrosa”. Un oscurantismo que comparten –en la visión de la vicepresidenta- con los jueces y los curas. Para el gobierno, el PP está “obsesionado” con la ilegalización del PCTV. Pero por otra parte, también parecen “obsesionados” con “explorar vías para la paz” y “arriesgar”, en términos zapateriles. Es decir, que el pistoletazo de las negociaciones parece dado. Aunque el gobierno insiste en que las condiciones para la negociación –condena de la violencia- no se han dado, todo parece apuntar a que la voluntad del gobierno es firme, a pesar de que el entorno de Batasuna no haya dado muestras de voluntad negociadora: los cuatro atentados de la madrugada del domingo 15 de mayo se suman a los ataques a intereses turísticos, los coches bomba y el intento de atentado en el Ifema, con SM el Rey y el presidente Fox incluidos. No hay “hoja de ruta” gubernamental, pero si etarra. La banda exige la legalización de Batasuna y el final del acoso judicial para comenzar a negociar. Y el gobierno tiene voluntad de negociar con o sin el PP. En esto, como en las reformas estatutarias, el acuerdo con el PP es deseado y buscado, pero no imprescindible. “No vamos a darles un derecho de veto”, señala a este cronista el ministro de Administraciones públicas, Jordi Sevilla. La filosofía del gobierno es arrancar. En todo caso, el PP se podría sumar al consenso a medio camino. “Más tarde o más temprano lo harán, porque no existe otro camino más razonable”, apunta De la Vega. La vicepresidenta dice más: “¿Se imaginan Uds. a alguien yendo en contra de un proceso que abre una esperanza para la paz?”. Pues eso: el gobierno no se piensa mover un solo milímetro a pesar de los nuevos atentados: mantener al PCTV, negociar con ETA y si el PP se suma, mejor. Y sino, que se lo expliquen a la ciudadanía. Saben que tienen las de ganar y que la ciudadanía estaría dispuesta casi a cualquier cosa con tal de librarse del cáncer etarra. Pero también saben que cuentan con la posición contraria de las víctimas de ETA y que la estrategia de Rajoy es hacer de tipo duro, al menos hasta las elecciones gallegas. Rajoy se juega mucho. Si gana en Galicia, sale fortalecido. Pero si no consigue mayoría absoluta, cosa bastante factible, entonces recibirá un aluvión de críticas por su estrategia de tensión y el mismo partido le “centrará”. Es decir, se sumará al consenso de las negociaciones con el MLNV. Tan sólo hay un elemento que puede quebrar este escenario: un atentado con resultado de muerte. Si ETA irrumpiera de nuevo en la vida social y política española, las esperanzas de paz se verían frustradas y el discurso de Rajoy comenzaría a ganar adeptos entre la sociedad. “No sería el fracaso del gobierno, sino el fracaso de todos, empezando por la sociedad”, apunta De la Vega Ya, pero la vicepresidenta reconoce que igual que el acuerdo con el PP beneficia al gobierno, encontrarse sólo ante un ataque terrorista perjudicaría al gobierno. Mientras tanto, el gobierno abre negociaciones con otras fuerzas políticas “sin que eso sea Ajuria Enea”, matiza la vicepresidenta a este cronista. Vale, pero el portavoz parlamentario del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, insiste en que ambas mesas de negociación “no son incompatibles”. Zapatero busca la medalla de la paz que le consagre definitivamente como “hombre de Estado” y presidente eterno. Ese es su sueño. Esperemos que no despertemos todos con pesadillas. •- •-• -••• •••-• | |||||
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