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por J.O.E. Frente a las reuniones de las organizaciones mundialistas propiciadas por los poderes rectores para imponer un Nuevo Orden y que se mueven en la órbita de las Naciones Unidas las organizaciones nacidas de la sociedad civil ofrecen soluciones alternativas al servicio de la naturaleza humana | |||||
| En el año 2003 tuvo lugar en Cancún, en el marco de la Quinta Asamblea de la Organización Mundial de Comercio (OMC), la reunión más numerosa habida hasta la fecha de poderes constituidos y reconocidos como tales. La reunión fue un fracaso y no se pudo llegar a casi ningún acuerdo válido para que los beneficios de la globalización llegasen a todos por igual. Hoy, y antes de que la OMC inicie su sexta asamblea prevista para Diciembre de este año en Hong Kong, los poderes no reconocidos y casi nunca convocados queremos alzar nuestra voz con ocasión del XI Congreso Ciencia y Vida para decir al mundo que: 1.- A las asociaciones seculares más representativas, y hasta cierto punto las más humanas, como son la familia, las Iglesias y las comunidades locales, debe de dársele el reconocimiento necesario para que con un poder similar al que tienen los estados puedan dirigirse al mundo en los foros nacionales e internacionales que velan por la justicia en el reparto de los beneficios que se derivan del progreso. 2.- La defensa de la unidad familiar es el camino más auténtico para asegurar al mayor número de personas los beneficios de un desarrollo emocional y psíquico paralelo al desarrollo técnico y económico que parece prometernos la globalización. 3.- La exclusión de quien no detenta poder mediante la fuerza económica o militar de la toma de decisiones políticas supone separar de tales determinaciones a muchas personas que se siente moralmente representadas y realizadas como humanos en base a su pertenencia a la familia, a su comunidad local y a las Iglesias. No es de extrañar pues, que cuando eso ocurre, los beneficios del progreso se agreguen a los poderosos y se alejen de los que no ejercen poder de forma coercitiva. 4.- Las llamadas asociaciones intermedias, civiles o religiosas, deben de potenciarse si queremos democratizar el desarrollo y acabar con las desigualdades. 5.- Por último, queremos hacer un llamado, para que desde los centros de saber, en los estudios de desarrollo se prime la investigación del aporte fundamental que la familia y las asociaciones civiles y religiosas tienen en el progreso de los pueblos. En Cancún a 27 de Agosto de 2005. •- •-• -••• •••-• | |||||
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