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por Juan José Gallego Salvadores ,OP El presidente de la Sociedad internacional Tomás de Aquino de España nos introduce en el que ha sido uno de los grandes pensadores de la actualidad | |||||
| Siempre resulta triste el dar el último adiós a personas tan queridas y tan cercanas como lo era el Profesor Antonio Millan Puelles. Recuerdo, como si fuera hoy, la última conversación, por teléfono, que tuve con él, precisamente preguntando por su yerno el ilustre filósofo José Escandell. No olvidaré nunca ese sentido de cercanía y de auténtico interés por lo que estabas estudiando en ese momento y el cariño que ponía en todo, y la grandeza que daba a las cosas que para ti parecían insignificantes más insignificantes, para él eran muy importantes. Y yo personalmente de ello tengo alguna prueba. La vida de los que en ti creemos, Señor, no termina se transforma. Esta frase de la liturgia de la Iglesia católica, que se encuentra en el prefacio primero de la misa de difuntos, no sólo la aplicamos a la vida eterna, sino también al aspecto humano de los que nos han precedido. Por eso, es también un gran consuelo, para los que lloramos la pérdida de un ser querido, el poder seguir disponiendo de algo de lo mucho que realizó en su larga y fecunda vida terrena. Son muchos los escritos que nos ha dejado el Profesor Millán Puelles. En un recuerdo como éste, no puedo enumerar las obras importante escritas que nos dejó. Sí que es cierto que en problemas de epistemología fue una figura y lo sigue siendo especialmente en el aspecto ontológico y metafísico. Su tesis doctoral titulada El problema del ente ideal en la fenomenología, tesis dirigida por el gran filósofo Eulogio Palacios Rodríguez, marcaría una de las líneas de fuerza que continuaría profundizando a lo largo de toda su vida. Línea de fuerza que es uno de los puntos neurálgicos de todo el problema de la validez del conocimiento en nuestros días. Y que estoy convencido de que si queremos dar una fundamentación al conocer con visos de realidad tenemos que acudir a las obras de este ilustre filósofo. Precisamente, acude en esta su tesis doctoral, a uno de los señuelos que la cultura filosófica moderna nos ha querido vender como el último grito de la modernidad y que sí es cierto, que en sus propósitos era y ofrecía mucho, a la postre nos dejó más o menos donde estábamos pues como ya nos había recordado Santo Tomás de Aquino, el más importante maestro de Millán Puelles. y que tantas veces citó el Profesor Millán Puelles: “Parvus error in principio maius erit in fine”. (Un pequeño error al principio se convierte en un gran error al final). Esto lo vio muy claramente nuestro ilustre profesor y, supo centrar el problema donde realmente estaba y me atrevo a decir que hoy por hoy, su planteamiento sigue siendo el más apto para intentar responder a este gran problema en lo que hace referencia al conocimiento y que en el fondo es una manera de entender el ser. Los medios de comunicación modernos amplifican nuestros mensajes En Internet hay una reseña muy acertada y muy puesta al día, pues se actualizó a raíz de su muerte, en la que podemos encontrar muchas cosas de este ilustre filósofo. A través de este medio su mensaje ha podido llegar a los rincones más recónditos del mundo. Y espero que esta “in Memoriam”, también para los medios técnicos de difusión tenga amplia divulgación. . Una herencia que también nos deja son sus numerosos discípulos entre los que me quiero considerar yo mismo, aunque no fuera discípulo suyo en la Clase, pero sí lo he sido estudiando y reflexionando sobre sus obras. Son muchos los alumnos que han pasado por sus clases. En la nota que está publicada en Internet figuran los autores a los que dirigió su tesis doctoral. Verdaderamente se puede decir que el Profesor Millán Puelles sigue vivo a través de sus muchos discípulos. Y los que lo han sido directamente afirman que era un maestro de los que dejan huella en los alumnos. Entre los discípulos ilustres hay uno que quiero recordar expresamente. Se trata del Rey D. Juan Carlos I, al que le dio clases sobre la Historia del Pensamiento contemporáneo cuando era Príncipe de Asturias y ya estaba previsto que fuera el sucesor del Generalísimo Franco como Rey de España. Hay otro aspecto que sigue también vivo. Es su influencia en Argentina y a través de esta ilustre nación en toda Hispanoamérica. Hay un hecho realmente importante que también marcaría su vida. El año 1949 acompañado por otros dos ilustres filósofos tomistas: Angel González Alvarez y Adolfo Muñoz Alonso, asisten al Primer Congreso Nacional de Filosofía, convocado inicialmente por la Universidad Nacional de Cuyo-Mendoza-. Presentó dos ponencias a este Congreso, que le valieron que el Presidente Juan Perón, extendiera a toda la nación aquel Congreso y como resultado del mismo el Profesor Millán Puelles pasó a ser uno de los Profesores españoles que intervinieron decisivamente en la reorganización académica de los estudios filosóficos en Argentina. En este tiempo ya era catedrático de Instituto. Y desde el año 1953 ejerció como Profesar de Metafísica y Filosofía de la Naturaleza en la misma Universidad de Cuyo (Mendoza) El año 1951 gana la Cátedra de Fundamentos de filosofía de la Universidad de Madrid que desempeña hasta 1976, fecha en la que ocupa, hasta su jubilación en 1987, la Cátedra de Metafísica. En 1972 se crea la Universidad Nacional de Educación a distancia (UNEM) y se le encargó la organización y dirección de los estudios filosóficos que, a distancia y de forma no presencial, debía administrar en nombre del Estado. Aquí asume la responsabilidad de dirigir los manuales de Fundamentos de Filosofía, Historia de la Filosofía antigua y Medieval, Historia de la Filosofía Moderna y Contemporánea, Lógica y Teoría de la educación, textos que fueron varias veces reeditados en los primeros años de la transición española y que tanta influencia han tenido en millares de estudiantes no solo en España sino también en Hispanoamérica. Culturalmente estuvo toda su vida muy vinculado al pensamiento tomista de Santo Tomás a quien conocía perfectamente y a quien citaba con mucha profusión. Y al constituirse La SECCION ESPAÑOLA de la SOCIEDAD INTERNACIONAL TOMAS DE AQUINO (SITAE), que nace con ocasión de la fundación en Roma, el 15 de noviembre de 1977 y con carácter internacional, de la SOCIETÀ INTERNACIONALE TOMMASO D’AQUINO (SITA), y se constituye como entidad cultural autónoma, cuyos fines se establecen en el título primero de los Estatutos, el Profesor Antonio Millán Puelles, no sólo saludó con gran entusiasmo esta institución cultural sino que también quiso ser miembro fundador de la misma. Y en cuanto a su orientación espiritual estuvo muy vinculado al Opus Dei, fundado por S. José María Escrivá de Balaguer. Fue profesor extraordinario de la Universidad de Navarra, que como es de conocimiento público, pertenece a esta organización. Y la mayoría de sus libros están publicados por esta institución. Sus abundantes distinciones académicas y culturales Hemos visto en los apartados anteriores, los diferentes ámbitos en los que desarrolló su actividad y como a través de sus discípulos y de sus obras sigue presente en medio de nosotros. Pero hay otra manera de estar presente y es en todos aquellos que reconociendo sus méritos se lo quisieron reconocer en vida: me refiere a las múltiples y variadas distinciones y premios que recibió en vida. Me refiero entre otros, al nombramiento de Miembro Académico honorario de la Universidad Adolfo Ibáñez, Escuela de Negocios de Valparaíso (Chile) La Biblioteca Pública de su pueblo nata, Alcalá de los Gazules (Cádiz) lleva su nombre. Y todos sabemos que no es fácil ser profeta en su tierra. Tiene también la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso X el sabio. El día 18 de abril del 2001 se celebró una jornada académica conmemorativa del 50º aniversario de su nombramiento como catedrático de la Universidad de Madrid, en la que intervinieron ilustres catedráticos , muchos de ellos discípulos directos suyos. Para conocer su pensamiento, además de acudir a sus abundantes obras, podemos consultar también el Anuario Filosófico de la Universidad de Navarra del año 1994, el volumen 27, nº 2 que cuenta con mil páginas y prácticamente está todo dedicado al Profesor Millán Puelles. Sus abundantes obras no son de aquel género de obras que se escriben y que tienen una edición y basta, sino que viendo la infinidad de ediciones que tienen la mayoría de las obras del ilustre catedrático, uno queda realmente admirado y vuelve a repetir aquella frase que he citado antes: la vida de los que en ti creemos no termina se transforma. El querido Maestro Antonio Millán Puelles no se ha ido del todo, queda mucho de su vida y de su obra entre nosotros, además naturalmente que su presencia ante Dios, que su fe le dio en vida, y que estamos seguro que ya goza de la realidad de la misma en Dios. Descanse en paz el hombre bueno, generoso y amante por encima de todo de la verdad, que para El, era CristoJesús. •- •-• -••• •••-• | |||||
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