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Megatrix: ¿Revista o catálogo? Una revista para el "niño-consumidor".
La revista "Megatrix", ejemplo significativo de publicación especialmente dirigida a nuestros niños y adolescentes, es una concreción del modelo humano planificado desde el poder: un sujeto "políticamente correcto", volcado al consumo y a espaldas de su propia humanidad.
La revista "Megatrix" no es
única en su género, pero la analizaremos como un ejemplo
concreto de publicación que divulga los valores sociales y
humanos que se proponen -e imponen- como deseables desde el
poder.
La publicación "Megatrix" es editada conjuntamente por
Antena 3 TV y El Mundo.
Su nombre viene prestado por el programa del mismo título, de
esa cadena privada de televisión, que constituye uno de los
espacios infantiles de mayor éxito entre la audiencia del
segmento al que está destinado, siendo seguido habitualmente por
millones de niños españoles.
Un total de 100 páginas impresas a todo lujo, color y en
magnífico papel. Predominio de las imágenes sobre el texto, de
tono desenfadado de "colega". Su precio es otra cosa:
495 pesetas. Puede parecer cara si nos remitimos al
"Pulgarcito" y al "DDT", por poner unos
ejemplos, de nuestra infancia. Pero el resultado de la
comparación es otra si lo hacemos en relación al último vídeo
juego de moda (del que se habrán vendido en España cientos de
miles de copias).
Es interesante analizar su contenido. Para ello vamos a pararnos
en algunos aspectos del número 10, correspondiente al mes de
agosto de 2.000.
De sus 100 páginas, un total de 11'5 constituyen publicidad
directa (películas de cine, CD ROM, vídeo juegos, libros,
discos musicales) destinada al público infantil o juvenil. Nada
de ello resultara desconocido a los padres españoles en las
próximas semanas. Ya se sabe: "hay que estar en la
onda".
Pero buena parte del resto de la revista bien puede calificarse
de "publicidad indirecta". No en vano, 25 páginas
contienen diversos artículos y comentarios sobre productos de
ocio: cine (7 páginas), música y discos (6 páginas), CD ROM (1
página), vídeo (1 página), DVD (1 página), programas de
televisión (2 páginas), juegos electrónicos (6 páginas),
internet (1 página).
Si sumamos ambos apartados llegamos a un 36'5 % de espacio
enfocado directamente al consumo. Aquí tenemos la primera clave
del producto: su destinatario es el niño - consumidor y, en
definitiva, sus padres.
Otros contenidos.
Veamos el resto de contenidos de la publicación.
Apenas hay 5 páginas de historietas. En concretos, 4
corresponden a un entrañable personaje bonachón, apocado
viajero estelar: Goomer, muy conocido por los lectores de
"El Mundo", pues viene siendo publicado en su
"Magazine" semanal desde hace años. Su sentido del
humor no parece estar concebido para niños ni, tampoco, para
adolescentes. Es más fácil "reciclar" un personaje ya
conocido, que además ha gozado de indudable éxito, que
"arriesgar" con otros nuevos. Una solución "de
relleno" sencilla y barata. La quinta página corresponde a
Groo.
Veamos los tres reportajes.
El primero, de 8 páginas, trata diversas actividades de
"multiaventura". Formalmente recuerda, de modo
particular, a algún catálogo de "Coronel Tapiocca" o
similar.
Un segundo artículo estudia, muy por encima, a los animales que
viven en las playas (6 páginas). Parte del mismo se dedica a la
elaboración artesanal de un sencillo observatorio marino.
Un tercero trata, de forma muy gráfica, aspectos relacionados
con la meteorología: 3 páginas.
Dedicadas al "Club Megatrix" (promociones,
suscripciones, etc.) sumamos un total de 9 páginas.
Comentarios muy breves sobre libros: 3 páginas.
Una página titulada, gráficamente, "por la cara"
está dedicada a "no gastar dinero y pasarlo bien".
Otra página es el espacio asignado al mundo de las mascotas,
incluyendo un breve consultorio.
Pasatiempos: 9 páginas.
Una página de "contactos", dibujos remitidos por los
lectores, etc.
Un póster doble en el pliego central de la revista (por una
cara, un cantante; por la otra, una película de próximo
estreno).
La página sobre internet también merece ser analizada. Allí se
destilan consejos del tipo de "No quedes a solas con nadie
que hayas conocido en la Red; haz que tus padres vayan contigo y
que la cita sea en un lugar pública". Es la primera
mención a los padres. Y muy lógica. Consejos a los que
acompañan otros en la misma línea; imprescindibles si tenemos
presentes algunos gravísimos fenómenos delicuenciales, que
están sufriendo nuestras sociedades avanzadas, relacionados con
la infancia y la informática. De esta forma se cubren, de paso,
las espaldas.
El papel de los
padres.
Acabamos de ver la primera y única referencia a los padres en
toda la revista. El resto de actitudes a valorar, conocer y
seguir, ya los proporciona la propia revista y demás medios de
comunicación. Con todo ello pudiera deducirse que a los padres,
únicamente, les queda la responsabilidad en el ejercicio de una
vigilancia "pseudo - policial", y poco más.
Con el contenido antes analizado, y el rol asignado a los padres,
debemos preguntarnos si este "producto" está destinado
realmente al público infantil o a sus padres. Y la respuesta se
impone: a ambos. A los niños, como directos destinatarios. A los
padres, por supuesto, quienes tras la lectura de la revista se
pondrán en unos minutos "al día" en lo que respecta a
las novedades en productos de ocio; que deberán adquirir, antes
o después. No sea que, de no hacerlo, nuestros hijos sean los
raros de la escuela.
¿Una revista
éticamente neutra?.
Continuemos con el análisis.
En primer lugar, ya hemos visto que se trata de una revista
destinada a un sector de los consumidores de hoy. Un estrato
social de gran capacidad de gasto: el de los niños y jóvenes.
"Consumo, luego existo", rezaba un viejo chiste de los
años 70. El actual sistema parece ratificarlo. Y si se
"educa" en el consumo desde la antaño denominada
"tierna infancia", mejor para todos.
Antes hemos visto que predominaban los contenidos
"consumistas" en la revista, cuyo porcentaje alcanzaba
en una primera apreciación un 36'5 %. Otros espacios podrían
sumarse al anterior: las 9 páginas del Club, las 8 de
"multiaventuras" y 1 de mascotas. Total: 54'5 %.
Por todo ello, el "consumismo", y la mentalidad
derivada del mismo, constituyen la columna vertebral de esta
publicación. No encontramos, apenas, más referencias a otros
valores sociales o humanos. En lo que se refiere a valores
trascendentes o religiosos, sólo se mencionan en una entrevista
al cantante Nek, en la que afirma que "habría que ser más
temeroso de Dios". Todo muy "light": no sea se
ofenda a padres "éticamente neutros". Apenas algunas
pinceladas sobre ecología, solidaridad, etc. Todo políticamente
correcto, hueco y superficial.
Escaso bagaje para las futuras generaciones que, de seguir así,
difícilmente serán lectoras de "El Mundo", ni de
ningún otro diario, claro está.
En definitiva: una "guía" de urgencia para padres
despistados que quieren ponerse "al día", a cambio de
un mayor o menor desembolso económico, según los propios
presupuestos.
Hay alternativas.
Los contenidos de esta revista, descritos anteriormente, sólo
constituyen un indicio de la situación que se vive. Estamos
inmersos en una sociedad industrializada, individualista y
apoyada en los intercambios de todo tipo basados en el consumo.
Es más, el "consumismo" se ha erigido como auténtica
"pseudo-religión" de masas. En ese contexto, la
revista no es una excepción.
Con el análisis anterior no pretendemos atribuir ocultas
intenciones a nadie. Es más, también encontramos aspectos
positivos que no podemos ocultar; así en la revista subyace una
indudable, aunque tímida, voluntad "pedagógica"
enfocada al desarrollo de algunos valores positivos en sí.
Ante ese panorama, en el que parece todo está mediatizado y
dirigido, ¿no hay alternativas?
Desde la atomización y el puro individualismo, que caracteriza
nuestra sociedad, no es posible resistir a la "ola" de
los valores dominantes y el poder real. Pero desde la pertenencia
a otros espacios humanos, depositarios de intensos vínculos
comunitarios y valores diferentes a los dominantes, es posible
afrontar la existencia también a nivel familiar y educativo. Y,
de hecho, existen experiencias pedagógicas y sociales, en muchos
casos marginales, de carácter alternativo, impulsadas desde
diversos ambientes en cuyo origen encontramos una confesión
religiosa, una escuela filosófica, etc.
Dentro de nuestra tradición, es la Iglesia católica
-"Maestra de humanidad"- la gran promotora, desde sus
orígenes, de nuevos valores y espacios sociales, generando
relaciones personales cuyos frutos son personas transformadas que
experimentan y transmiten un especial gusto por la vida.
También hoy día, diversas realidades y movimientos de la
Iglesia vienen generando agrupaciones alternativas que intentan
afrontar la educación y la vida de la familia desde la vivencia
de los valores evangélicos.
Esos espacios se concretan en nuevos colegios, asociaciones de
padres, grupos de encuentro y apoyo, redes informales de
intercambio de información, asociaciones de ocio y tiempo libre,
pequeñas publicaciones, etc.
Pero profundizar en ello ya sería objeto de otro artículo.
José Basaburua jbasaburua@hotmail.com.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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