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Chipre, la hija del Mediterráneo
Del pasado conflictivo al futuro abierto
CHipre es la isla de mayor tamaño del
Mediterráneo Oriental, esta relativamente cerca de nosotros,
pero no sabemos nada de ella, a parte de algún partido de
fútbol, que la saca de su anonimato. No obstante, este pequeño
país esta protagonizando un gran crecimiento económico y acaba
de solicitar su ingreso en la Unión Europea. el lado positivo es
que refuerza la posición de los miembros de la Europa del sur,
capitaneados por Italia y España, aunque por otra tenemos un
competidor más de nuestros productos exportadores
hortofrutícolas, y en el caso de Chipre, un país apoyado por
Grecia, por identidad étnico cultural y por Gran Bretaña, de la
que fue colonia.
Pero quienes son los chipriotas, un pueblo situado en pleno
centro de las relaciones de Europa y Asia, que ha sido griega,
fenicia, seleucida, árabe, bizantina, tomada por los cruzados de
Ricardo Corazón de León, que la convirtieron en su retaguardia
de Tierra Santa, independiente bajo los Lusignan, por matrimonio
y por seguridad ante la expulsión de los cristianos del
continente asiático, bajo la protección de San Marcos, la
república de Venecia, que la utilizó como base comercial en sus
relaciones con los comerciantes del próximo oriente. Sin
embargo, su prosperidad atrajo la ambición del creciente
poderío turco que se anexionó la isla en 1571, a pesar de la
numantina resistencia veneciana.
La isla estaría bajo el poder de la Sublime Puerta hasta
mediados del siglo pasado que ante el inicio del declive de los
otomanos, pasó a manos de los británicos, necesitados de bases
estratégicas para su dominio del Mediterráneo. Pero la
formación de una Grecia independiente fue creando la idea de la
Enosis, la unión con la Helade, la integración con sus hermanos
de cultura y raza. No obstante, los problemas fueron continuos
ante la negativa de los británicos a abandonar la colonia y la
de la minoría turcochipriota, residente desde el siglo XVI, a
formar parte de un país cristiano y considerado enemigo.
Después de la Segunda Guerra Mundial, el movimiento en favor de
la enosis fue a más y surgió un grupo terrorista llamado EOKA
que actuó contra las fuerzas británicas en consecución de su
fin panhelénico. El diálogo era infructuoso, pero el líder de
la lucha chipriota, el arzobispo ortodoxo Makarios consiguió de
los ingleses le fuese aceptada la posibilidad de independencia de
la isla. Algo que no satisfacía a los griegos, partidarios de la
unión con Grecia, ni a los turcos, favorables a la partición de
la isla y a su inclusión en la república turca. En tiempo de la
dictadura griega, se intentó un plan de unión con Chipre que
fracasó y dio pasó a que las fuerzas armadas turcas invadiesen
el norte de la isla en 1974. En este 30 % del territorio reside
el 18 % de la población chipriota de religión musulmana y que
bajo la protección del ejército turco, 30.000 efectivos,
proclamaron su propia república, reconocida únicamente por
Turquía y liderada por Rauf Denktash desde 1985.
El resto de la isla, quedó con la representación oficial y una
población homogénea de habla griega y religión cristiana
ortodoxa, que ha conseguido un espectacular crecimiento
económico y aumento de la calidad de vida de su parte de la isla
por la mecanización de la agricultura, la formación de
pequeñas empresas y la confianza de numerosas inversiones
extranjeras. No obstante, su capital Nicosia, sigue dividida con
un muro de odio, flanqueado por tropas de la ONU, que llevan
desde los años sesenta patrullando un territorio que vivió a la
sombra del mucho más importante muro de Berlín. En la
actualidad, Chipre quiere con un futuro económico esperanzador,
unirse a Europa para comprar su seguridad en la OTAN, un Chipre
que esta demasiado cerca de Turquía, de Israel, Siria, demasiado
puntos calientes. Pero con la dificultad, de que Turquía es el
país más poderoso de la misma OTAN que pretende que la proteja.
Entretanto, la parte turca sufre por la falta de relaciones y
reconocimiento internacional un empobrecimiento progresivo de la
calidad de vida, pero el orgullo del mantenimiento de su
idiosincrasia nacional les impide aceptar la unión con la parte
griega, porque no desean en un régimen democrático ser siempre
una minoría sin posibilidades de control real del poder. El muro
de Chipre es uno de los últimos muros en caer, pero su marco
pertenece a diálogo entre turcos y griegos, quienes en realidad
son los protagonistas de un teatro secundario llamado Chipre y
que se convertirá en nuestra frontera con el próximo oriente. *
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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