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¿Qué es metapolítica?.
La metapolítica es el fundamento último de la política y a la vez establece el paradigma en función del cual la política debe actuar
Hace unos setenta años, en la Escuela
Superior Alemana de Política, el filósofo Max Scheler. La mente
más fértil de aquella hora, al decir de Ortega y Gasset,
sostenía en su conferencia titulada El hombre en la etapa de la
nivelación que: " Y aunque pasen muchos años aún hasta
que esta élite incipiente, hoy todavía demasiado restringida a
la crítica de la cultura, esté madura para la realidad de la
vida, de manera que sea capaz también de aparecer en el
espíritu de nuestra política, a fin de suplantar a los
gobernantes y mantenedores de la presente conducción
alemana".(1)
La idea que se desprende de esta cita es que el trabajo intensivo
en el orden cultural es condición previa y necesaria para la
toma del poder político.He aquí la primera acepción de
metapolítica, como mera actividad cultural, pero que precede
necesariamente a la acción política.
Pocos son los que saben que éste es el antecedente más lejano
de la noción de metapolítica que comenzó a manejarse a fines
de los sesenta por un grupo cultural francés conocido como
nouvelle droite.
Su animador principal va a atribuir, no a Scheler sino, al
marxista italiano Antonio Gramsci la paternidad de la idea al
sostener explícitamente que: "Gramsci a mostrado que la
conquista del poder político pasa por aquella del poder
cultural"(2).
Así pues la metapolítica en una primera acepción significa la
tarea de desmitificación de la cultura dominante cuya
consecuencia natural es quitarle sustento al poder político,
para finalmente reemplazarlo, y para esto último hay que hacer
política.
Y acá surge la paradoja de la nouvelle droite, desde este punto
de vista, y es que adoptando esta primera acepción ha querido
desarrollar metapolítica sin política.Así lo afirma
enfáticamente su fundador cuando sostiene:"Donde nosotros
hemos siempre situado nuestra acción es sobre un plano
metapolítico o transpolítico,a la vez cultural y teórico, y es
esta una vocación que no sabríamos cambiar"(3).Sobre este
tema el politólogo Marco Tarchi observa que la nouvelle droite
no leva a cabo niguna acción política partidaria pues considera
que los partidos políticos han sido superados en poder e
iniciativa por los mega aparatos massmediáticos y que, es allí,
en donde esta corriente de pensamiento intenta llevar adelante la
disputa.
No obstante, esta acertada observación, el hecho de
autolimitarse y limitar la metapolítica a una tarea cultural sin
proyección política tiende a reducir a esta corriente a una
especie de torre de cristal cartesiana en donde la competencia
por sutilezas teóricas reemplaza, muchas veces, al compromiso
con la realidad política por parte de sus cultores.
Una segunda significación del concepto de metapolítica la
encontramos en la convergencia, sobre este tema específico,de
las corrientes hermenéuticas y analíticas. La filosofía
hermenéutica al tener la preocupación por la historia de los
conceptos que lleva a cabo a través de la reflexión sobre el
lenguaje con el rescate del "contexto" de los conceptos
políticos en tanto condición indispensable para comprender,
converge con la crítica analítica de los conceptos, con la
diferencia que esta última tiende a la adopción de un lenguaje
conceptual unívoco como el de las ciencias duras.
Manfred Ridel, discípulo y continuador de Leo Strauss, afirma
esta coincidencia explícitamente al sostener que: " La
metapolítica exige una analítica de los conceptos en el sentido
de una reflexión hermenéutica y analítica de las actuales
opiniones políticas preconcebidas, que es la que ha de abrir el
acceso a una política sin metafísica política(4).
Vemos pues, claramente, como la intención de esta línea
interpretativa consiste en intentar la disección de las
opiniones políticas preconcebidas a través del análisis del
lenguaje político pero sin predicación de existencia,
presupuesto metafísico de la filosofía analítica. Esto es, una
filosofía sin metafísica.
Se observa en esta segunda acepción de metapolítica una
paradoja irresoluta, pues en tanto que hermenéutica sabe que
todo interpretación presupone una valoración y en tanto que
analítica, se autolimita al terreno exclusivamente
neutral-descriptivo, con el agravante de la suspensión del
juicio de valor, como consecuencia de la no predicación de
existencia.
Esta concepción de la metapolítica tendiente a eliminar toda
metafísica política de la política no deviene otra cosa que la
justificación del statu quo reinante.
Una tercera acepción de la metapolítica esta dada por lo que se
denomina tradicionalismo, corriente filosófica que se ocupa de
del estudio de un supuesto saber primordial común a todas las
civilizaciones. Cabe distinguir este tradicionalismo que por
definición es ahistórico, de la tradición de un pueblo
particular como historia de valores a conservar.
El máximo representante de esta corriente, en este tema, es el
italiano Silvano Panunzio quien en su obra Metapolitica: La Roma
eterna e la nueva Gerusalemme(Roma,1979) se ocupa detalladamente
de los fundamentos de la metapolítica y su funcionalidad en
nuestro tiempo.
Sin embargo es, su continuador, el agudo pensador italo-chileno
Primo Siena, quien mejor define esta significación de
metapolítica cuando sostiene:"Trascendencia y metapolítica
son conceptos correlativos,por ser la metapolítica veraz
expresión de una ciencia no profana y más bien sagrada; ciencia
que por lo tanto se eleva a la altura de arte regia y profética
que penetra en el misterio escatológico de la historia entendido
como proyecto providencial que abarca la vida de los hombres y de
las naciones. Por consiguiente, la metapolítica expresa un
proyecto que - por la mediación de los Cielos- los hombres
rectos se esfuerzan de realizar en la tierra, oponiéndose a las
fuerzas infernales que intentan resistirles"(5).
Se desprende de la larga cita precedente que para esta
interpretación la metapolítica es el fundamento último de la
política y a la vez establece el paradigma en función del cual
la política debe actuar.En definitiva, para esta línea
interpretativa la metapolítica es la metafísica de la
política.
Hemos visto tres claras acepciones de la noción de
metapolítica, en primer lugar aquella de la nouvelle droite que
pretende hacer metapolítica a secas; esto es, sin política.En
segundo término tenemos la postura analítico-hermenéutica que
aspira a realizar metapolítica sin metafísica política. Y por
último tenemos la posición del tradicionalismo esotérico que
intenta hacer metapolítica como metafísica política.
Ante este cuadro, forzosamente sucinto, de la polémica en torno
al medular concepto de metapolítica cabe preguntarse si las
posturas son contradictorias, complemenarias o si , en todo caso,
existe al posibilidad de ofrecer otra acepción.
Existe una cierta coincidencia entre las dos primeras corrientes
en cuanto a que la metapolítica es una reflexión crítica
acerca de los preconceptos de la política. En tanto que la
diferencia entre ambas se encuentra en la relación entre
metapolítica y política. Así,mientras la nouvelle droite niega
toda relación, la analítica-hermenéutica afirma que "abre
el acceso a la política". Se da en esta comparación una
coincidencia metodológica y una disidencia de carácter
funcional.
Si comparamos ahora, estas dos corrientes con la tercera, no
existen ni siquiera una coincidencia de carácter metolodógico,
dado que el tradicionalismo no se propone un acceso metódico al
saber metapolítico, sino que se limita a proponer un paradigma
metapolítico - la ciudad primigenia como ciudad espiritual o
civitas Dei- a la actividad política.Y si bien hay una cierta
coincidencia con la corriente analítico-hermenéutica en cuanto
a que las dos otorgan funcionalidad política a la metapolítica,
ambas entran en flagrante contradicción puesto que una propugna
una política sin metafísica en tanto que el tradicionalismo
alienta una metafísica política.
Conclusión
Sin pretender agotar el tema y al mismo tiempo evitar caer en un
sincretismo acomodaticio nosotros proponemos la siguiente
acepción de metapolítica.
Como su nombre lo indica en griego thá methá politiká, la
metapolítica es la disciplina que va más allá de la política,
que la trasciende, en el sentido que busca su última razón de
ser, el fundamento no-político de la política. Es una
disciplina que tiene una doble cara, es filosófica y política
al mismo tiempo.
Es filosófica en tanto que estudia en sus razones últimas la
categorías que condicionan la acción política de los gobiernos
de turno,pues"entiende la política desde las grandes
ideas,la cultura de los pueblos, los mitos movilizadores de la
historia"(6).
Y es política, en cuanto busca con su saber crear la condiciones
"para suplantar a los gobernantes y mantenedores de la
presente conducción",según palabras de Max Scheler.
Como disciplina filosófica exige un método y este puede ser el
fenomenológico-hermenéutico, realizando la epojé (puesta entre
paréntesis) de las opiniones pretéritas, preconceptuales o
ideológicas, para intentar una descripción eidética (de los
rasgos esenciales) lo más objetiva posible de los "hechos
mismos".Para, en un segundo momento, pasar a la
interpretación del lenguaje político.
Hasta aquí coincidiríamos en parte con la segunda corriente,
pero la metapolítica, para nosotros a contrario sensu que ésta,
no puede quedarse en un mero juicio descriptivo, sino que por su
doble carácter de filosófica y política está obligada a
emitir juicios de valor intentados.Y esto último la emisión de
juicios de valores, en la crítica cultural, no conformista y
contra corriente al discurso massmediático del establhisment es
el mérito más significativo de la nouvelle droite.
En cuanto a la tercera acepción, la tradicionalista, creemos que
la misma se vincula mucho más estrechamente, tanto por su saber
inciático y esotérico como por su propuesta paradigmática, a
una teología política que a una disciplina reflexiva y
exotérica como la metapolítica.
Además, la metapolítica en cuanto disciplina bivalente no es un
pensamiento simplemente teorético sino que exige abrirse a la
acción política como productora de sentido dentro del marco de
pertenencia o ecúmene cultural donde se sitúa el metapolítico.
Resumiendo nuestra propuesta tenemos, una disciplina cuyo objeto
es doble. Es filosófico (se ocupa de los fundamenteos
no-políticos de la política) y político (se ocupa de la
proyección político-social de dichos fundamentos). Que puede
utilizar con provecho el método fenomenológico-hermenéutico,
pero que por su carácter de bivalente está obligada a emitir
juicios de valor (prácticos) y no solamente juicios
descriptivos(teoréticos). Al tiempo que por su propia índole
exige el acceso a la política.
Alberto Buela
1.- Scheler, Max: Metafísica de la libertad, Buenos Aires,
Ed.Nova, 1960,p.189.-
2.- Benoist, Alain de: Orientations pour des années décisives,
Paris, Ed.La labyrinthe, 1982,p.12.-
3.- Benoist, Alain de: op.cit.p.11.-
4.- Riedel, Manfred: Metafísica y metapolítica,Bs.As.Ed.Alfa,
1976,p.8.-
5.- Siena, Primo:La metapolítica y el destino superior de
nuestra América románica,conferencia en III Encuentro
Iberoamericano de metapolítica, Viña del Mar,agosto 1995, p.2.-
6.- Vásquez Márquez, José A.: Encuentro de la América
Románica,en revista Ciudad de los Césares Nº44,
Santiago-Chile, 1996,p.33.-
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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