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Michel Aflaq. Un cristiano en los orígenes del nacionalismo árabe.
En el nacimiento del moderno nacionalismo árabe, laico y socialista, encontramos a un cristiano sirio: Michel Aflaq.
El partido BAAS (transcrito en castellano
también como BAAZ y BA´TH), motor del nacionalismo árabe
moderno junto al naserismo, está inseparablemente unido, durante
sus primeros 20 años de existencia, a la personalidad de Michel
Aflaq.
En la fundación de este partido destacan dos personalidades: el
cristiano sirio Michel Aflaq, nacido en 1.910, como teórico del
partido y Salah Bitar como organizador. Ambos formaban parte de
la pequeña burguesía de Damasco. Estudiaron en La Sorbona,
donde contactaron con las ideologías en pugna en los años 30 en
Europa: marxismo y fascismo.
Michel Aflaq regresará a Damasco, donde trabajará de profesor
de historia, a la vez que destaca como doctrinario de ideas
nacionalistas árabes y anticolonialistas.
Conoce la prisión en varias ocasiones. En 1.939 es arrestado por
la administración francesa. Participa en la fundación de
diversos círculos políticos que darán origen al futuro partido
BAAS. En 1.948 es encarcelado, encabezando entonces el gobierno
Shukri el Quwatli. En 1.949 es encarcelado de nuevo por Husni El
Zaim, autor del primer golpe de estado en Siria tras la
independencia de la potencia colonial. Bajo el gobierno de Adib
El Shishakli entra otra vez en prisión en 1.952 y posteriormente
en 1.954.
El partido BAAS.
El partido BAAS es fundado por un grupo de intelectuales árabes,
fundamentalmente de Damasco, destacando como teórico el
mencionado Michel Aflaq. De carácter nacionalista, socializante
y panarabista, al partido BAAS (resurgimiento o renacimiento, en
árabe) se organiza en casi todos los países árabes, incluso
dentro de la OLP con Al Saiqa, alcanzando el poder en Siria e
Irak en 1.963. A lo largo de los años, sufre tanto en Siria como
en Irak diversas vicisitudes, por lo que las escisiones y los
enfrentamientos internos dará lugar a la presencia de numerosos
partidos de inspiración baasista en diversos países árabes.
Así, por ejemplo, en Líbano llegarán a existir hasta 3
partidos baasistas enfrentados entre sí.
Las dos columnas doctrinales sobre las que se asienta, ya en sus
orígenes, el partido BAAS son el nacionalismo y el socialismo.
Así, cada país árabe formaría parte de la gran nación
árabe, por lo que la actual estructura estatal, heredera en
parte del colonialismo europeo, debiera desaparecer
progresivamente. La segunda columna del edificio teórico del
baasismo es el socialismo, poco definido y, en cualquier caso, no
marxista.
Ambos conceptos estarían inseparablemente unidos dentro de un
proyecto revolucionario y de transformación; en palabras de
Aflaq:
"La identificación que efectuamos entre la unidad (árabe,
n.d.a.) y el socialismo consiste en dar cuerpo a la idea de la
unidad. El socialismo es el cuerpo y la unidad es el alma, si
así puede uno decir"1.
Las fuentes consultadas señalan cierta confusión en los
orígenes y primeros años de la vida del partido.
Los orígenes más remotos del BAAS los encontramos hacia 1.941
cuando Michel Afaq y Salah Bitar crean un comité sirio de apoyo
a Iraq, para evitar su entrada en la segunda guerra mundial.
Según Wahib al Ghanem2, uno de los primeros dirigentes, el BAAS
nace de la fusión de dos grupitos: Ihya el Arabi (la
reanimación árabe) de Michel Aflaq y Baas el Arabi (la
resurrección árabe) de Takri Arzuzi.
Es en 1.947 cuando se celebra el primer congreso del mismo,
coincidiendo en ello los diversos autores, al que asisten 247
intelectuales procedentes de diversos países árabes. Los
asistentes tenían orientaciones ideológicas muy distintas, lo
que le llevó a un acuerdo programático final de compromiso, muy
genérico. Esa aparente debilidad ideológica inicial permitió,
en el futuro, un amplio margen de flexibilidad táctica y
doctrinal. En dicho congreso se nombra a Aflaq presidente y Salah
Bitar como secretario general. El primer comité ejecutivo lo
formarán Salah Bitar, Yalal As - Sayid y Wahib al Ghanem.
El BAAS desde su nacimiento, en parte por lo genérico de su
programa en diversos aspectos, es un partido realista y flexible
en sus alianzas con otras fuerzas políticas, por lo que pactará
con nasseristas o comunistas, por pura conveniencia en aras de
alcanzar el poder.
Sus principales ideas originarias eran:
1. Los pueblos árabes forman una unidad política y económica a
la que denominarán: nación árabe, expresión que logrará gran
fortuna.
2. La nación árabe también es una unidad cultural.
3. Sólo los árabes, como habitantes de la nación árabe,
tienen derecho a determinar su futuro. De ahí su inicial
posicionamiento frente al colonialismo y su neutralismo
doctrinal.
El partido sufrió diversas transformaciones, incorporándose al
mismo otros partidos socialistas y nacionalistas que
ensancharían su base sociológica, muy estrecha en sus orígenes
(intelectuales, básicamente). Así, en 1.954, el BAAS se fusiona
con el partido Arabe Socialista de Akram Hurani, por lo que desde
entonces adopta el socialismo como seña de identidad, si bien
para otros autores, su denominación de "socialista"
figuró ya desde 1.947
El objetivo fundamental del BAAS era la unidad de la nación
árabe y el partido se definirá en su constitución, por ello,
como árabe, nacionalista, socialista, democrático y
revolucionario.
Ideología de
Michel Aflaq.
Durante su estancia en París, inicialmente ambos fundadores
simpatizarán con el nacionalsocialismo alemán, por haber
conseguido a su juicio, una síntesis entre ambos conceptos, que
ellos quieren aplicar al mundo árabe. Como causa de su debilidad
diagnosticarán la fragmentación territorial y del poder de los
árabes. En concreto, algunos autores se remiten al teórico
alemán Alfred Rosenberg como inspirador de ambos3.
Nacionalismo y socialismo son las columnas fundamentales sobre
las que se sostiene la ideología de Aflaq y que trasladará al
BAAS.
Dada su confesión cristiana, greco - ortodoxo en concreto,
veamos su posición frente al islamismo. Algunos autores,
egipcios especialmente, considerarán que nacionalismo e Islam
eran incompatibles. Tal pretensión se intenta desmentir desde
las altas instancias del partido. Lógicamente, Michel Aflaq,
como principal teórico del partido, ya en 1.943 señalará que:
"El Islam presenta la imagen más brillante de su lengua y
de su literatura (árabes, n.d.a.), y la parte más importante de
su historia nacional es indisociable de él, porque el Islam en
su esencia y en su verdad es un movimiento árabe que representa
la renovación y la culminación de la realidad, porque
descendió a su suelo y en su lengua, porque el apóstol (Mahoma)
es árabe y los primeros héroes que lucharon por el Islam y lo
hicieron triunfar fueron árabes, porque su visión de la
realidad se identificaba con el espíritu árabe, las virtudes
que fomentó eran virtudes árabes, implícitas o explícitas, y
los defectos que fustigó eran defectos árabes en vías de
desaparecer"4.
Para Michel Aflaq el Islam se había regenerado en la época
moderna en el nacionalismo árabe.
En cualquier caso, pese a tales afirmaciones, el BAAS siempre ha
sido sospechoso de laicismo para los movimientos islámicos,
enfrentándose a los mismos en numerosas ocasiones.
La búsqueda de un nacionalismo socialista le llevó a una
neutralidad teórica en política exterior, no alineándose a las
corrientes europeas.
Michel Aflaq, ante occidente, se opone resueltamente, por ser sus
potencias coloniales las que un día explotaron a los árabes,
impidiendo su unidad. Tampoco se identificará con los países
comunistas, pues el marxismo, su base ideológica, es contrario a
los nacionalismos y, por ello, antiárabe.
Ante el comunismo, Aflaq muestra un absoluto desacuerdo que
concretará en tres aspectos:
1. Frente al determinismo marxista, considera la revolución como
un acto explosivo de libertad.
2. Frente al internacionalismo proletario, afirma el nacionalismo
árabe.
3. Respecto al papel de la religión, Aflaq, en contra de lo
afirmado por el marxismo, considera que moral y religión son
valores fundamentales y eternos5.
Ello le llevará a que el partido BAAS en los años 40 y 50 sea
profundamente anticomunista. Después, ya en el poder,
establecerá algunas alianzas temporales con partidos comunistas,
siguiendo la política de Frente Nacional. Pero dado que
occidente apoya tradicionalmente a Israel, en particular los
Estados Unidos, Aflaq considerará ya en 1.956 como lógica la
convergencia con la Unión Soviética, al coincidir en su lucha
contra el Estado de Israel y precisar de apoyos exteriores en ese
sentido.
Ya en 1.971, Bitar analiza la situación del partido de forma muy
crítica, afirmando que los jóvenes del mismo estudian al
marxismo leninismo, no por convicción comunista, sino por la
necesidad de una formación ideológica que el partido no había
sido capaz de proporcionar6.
El BAAS en Siria.
Tras la independencia de Siria, se suceden numerosos gobiernos y
golpes de estado.
Ya hemos visto que el BAAS nace en 1.947, de la mano de unos
intelectuales y de una estrecha base humana de unos pocos cientos
de militantes en toda Siria. Sin embargo, el BAAS logrará la
adhesión de diversos oficiales del joven ejército sirio, en
particular pertenecientes a la minoría alauita.
El dictador Shishakli cae en 1.954. Merced una alianza con
diversos partidos, algunos baasistas entran en el gobierno, caso
de Bitar.
De 1.958 a 1.961, tiene lugar la unión con Egipto en la R.A.U.,
lógica consecuencia del panarabismo preconizado.
A partir de 1.963, a raíz del golpe de estado que lleva al BAAS
al poder, la influencia de los militares dentro del partido se
hace patente.
En 1.964 Aflaq y Salah El Yedih se unen, eliminando a la
corriente marxista encabezada por Saadi.
En 1.966 el ala de izquierda del BAAS encabezado por un militar,
Salah El Yedih, mediante un golpe de estado retoma el poder en
Siria. Aflaq y el resto de los fundadores históricos desaparecen
del ejercicio del poder real. Los nuevos dirigentes, denominados
neobaasistas al revisar algunos de sus planteamientos originales,
se aproximan a la Unión Soviética en el plano exterior y en el
plano ideológico, lo harán al socialismo científico. Pero, de
forma paralela, se establece la alianza con la minoría alauita.
En 1.970 Yedih es desplazado en el poder por el actual presidente
Hafed El Assad, quien desarrollará una política internacional
de búsqueda de nuevos acuerdos.
Con la evolución política interior de Siria que ya hemos
señalado, el BAAS arraiga fundamentalmente entre la minoría
religiosa alauita. Se trata de una rama del chiísmo ismaelita a
la que pertenecen en Siria menos del 20% del total de su
población. Apoyados por la potencia colonial, Francia, mientras
permaneció en Siria, reclutará entre esa minoría tropas
aguerridas, que engrosarían fuerzas de choque. El ejército
sirio, con la independencia, se apoyará en esta minoría, de la
que forma parte el actual presidente Hafez Al Assad.
Lógicamente, los Hermanos Musulmanes, sunitas, acogieron con
absoluta desconfianza al nuevo gobierno. Pronto comenzarían los
incidentes entre ambas fuerzas sirias7, especialmente en la
ciudad de Hama, en la que se vivieron alzamientos ya en 1.963;
también protagonizaron diversos atentados en diversas zonas del
país, lo que en todo caso acarreó gravísimas represalias
gubernamentales. La acción más grave tuvo lugar en 1.979, al
producirse un atentado de los Hermanos Musulmanes contra la
escuela de artillería de Alepo, que causó la muerte de 83
alumnos oficiales, alauitas. El régimen respondió con la
práctica del terror. En 1.982 se vuelve a sublevar Hama,
dominando toda la ciudad tras una dura lucha que generó varios
miles de muertos.
El BAAS en Iraq.
El BAAS iraquí tiene su origen en otros grupos políticos
anterirores: el Islah (reforma), que había apoyado al régimen
pronazi de de Rashid Alí, Al Istiqlal (independencia), y el
Partido Socialista Nacional de Salih Yaber8.
En febrero de 1.963 un golpe de estado lleva al poder al BAAS,
que se encontraba dividido en varias fracciones. Pero el
presidente de la República Aref, logra eliminar a los baasistas
del gobierno.
En 1.968 el BAAS vuelve al poder de la mano de unos militares no
baasistas. Se suceden las crisis dentro del gobierno y del
partido BAAS. En 1.979, alcanza el poder Saddam Hussein, quien
acumulará todos los cargos con poder real del gobierno,
ejército y partido, logrando un poder absoluto hasta hoy.
Iraq se alineó inicialmente con los países árabes moderados,
constituyendo un polo de atracción y muro de contención de los
árabes ante el radicalismo chiíta del Irán. Dicho
enfrentamiento generó una cruenta guerra con cientos de miles de
víctimas de ambas nacionalidades. Pero, años después con la
invasión de Kuwait, perdió el apoyo de casi todos los gobiernos
árabes, salvo Jordania y Libia, y otros países musulmanes como
Sudán..
Al igual que en Siria, el BAAS iraquí enraiza en una minoría,
en concreto en el clan familiar de Sadam Huseim, de creencias
sunitas. También encontraremos a algunos cristianos, como es el
caso del muchos años ministro de asuntos exteriores Tarik Aziz
(católico de rito caldeo).
Michel Aflaq en el
ostracismo.
Hemos visto ante que el nacionalismo socialista del BAAS le
llevará a vagas afirmaciones ideológicas, por lo que
desarrollará gran movilidad táctica. Esta vía le permite
rechazar toda asimilación a modelos occidentales, capitalistas o
marxistas, optando por ello en el plano exterior con la no
alineación, si bien por motivos tácticos, se aproximó en los
años 70 al bloque soviético, lo que favoreció también el
apoyo occidental al estado de Israel. Posteriormente, con los
complejos avatares de la política nacional de Siria e Irak, y
con un creciente protagonismo en ambos de los militares, los dos
partidos BAAS en el poder se convierten en instrumentos de poder
de dos personas y sus clanes familiares: Hafed el Assad en Siria
y Saddam Husseim en Irak. En la actualidad, pese al origen
ideológico común, ambos países se encuentran alineados en el
plano internacional de forma diferente, habiendo desempeñado un
papel muy distinto en ese sentido. Siria ha jugado la baza del
radicalismo árabe frente Israel, intentando dominar al
movimiento palestino, lo que no ha logrado, pero si que ha
conseguido fraccionarlo, merced a la creación en su día del
Frente de Rechazo ante la OLP de Arafat. Por otra parte, ha
jugado la baza del Líbano en un doble sentido: el control del
mismo a modo de protectorado y su utilización frente a Israel.
Irak jugó inicialmente la baza de la moderación y de la
contención del chiísmo persa. Pero evolucionó al radicalismo
como una huida hacia delante a raíz de la aludida invasión de
Kuwait.
Michel Aflaq es postergado en 1.966 en Siria a raíz de las
diversas oscilaciones del poder en Damasco y de la
radicalización que triunfó en la fracción baasista en el
poder. Por ello, se trasladará a Irak, al formar parte de la
Dirección Internacional del BAAS y al radicar allí un régimen
baasista inicialmente moderado. Hemos visto que el BAAS iraquí
tiene, en sus orígenes, varias tendencias. Una de ellas, la más
derechista, es apoyada de alguna manera por Aflaq, pero en el
futuro desarrollo del curso político en Iraq en los años
siguientes, esa corriente es progresivamente desplazada por otros
protagonistas. Con ello, la estrella de Aflaq dejó de brillar.
Pierde, con todo ello, protagonismo real en la dirección del
BAAS.
Todavía en 1.977, el intelectual francés Jacques
Benoist-Méchin, entrevista a Aflaq para su libro "Un
printemps arabe", pues constituyó una figura clave para
entender el moderno nacionalismo árabe.
Muere en París el 23 de junio de 1.989. Su muerte pasó
desapercibida para los medios oficiales sirios. Su camarada Salah
Bitar había muerto, también en París donde se había exiliado,
pero asesinado, hacía 9 años.
Michel Aflaq es producto de una época hiperideologizada. A raiz
de sus estudios en Europa entra en contacto con las diversas
ideologías en pugna. Nacionalista por su origen familiar,
considerará que el socialismo es imprescindible para la
superación del atraso social árabe, si bien pospondrá tal
objetivo a la consecución de la unidad nacional. Sin una base
ideológica muy firme (su socialismo era de formulación muy
genérica y un tanto demagógica), por causas tácticas pactará
con aliados ocasionales diversos, incluso con comunistas
ortodoxos pro-soviéticos. En cualquier caso, intentó una
síntesis ideológica original en la que, sin duda, pesó sus
orígenes cristianos.
Y dada su postura moderada, dentro de la evolución histórica
del BAAS, quedará marginado ante la evolución sufrida por dicho
partido tanto en Siria como en Irak, que caerá bajo el control
de minorías vinculadas al poder militar en ambos países, lo que
supone un fracaso al ser contradictorio con las pretensiones
populares del baasismo. De hecho, las luchas intestinas dentro
del partido y la represión de los opositores políticos,
generará en ambos países miles de víctimas.
Con todo, es de destacar un logro importante, consistente en que
las minorías religiosas no musulmanas han disfrutado de cierta
libertad de acción, tanto en Siria como en Irak, en comparación
a las restricciones absolutas impuestas en otros países
musulmanes como Arabia Saudita. Sin duda, ello es producto de la
tendencia no confesional original del Baas.
El baasismo ha sido considerado como uno de los episodios más
importantes acaecidos en la historia del mundo árabe a lo largo
del siglo XX. Incluso hoy día, la postura internacional de Irak
ha sido tomada como referencia para diversos movimientos
progresistas de toda esa área internacional, postura que es en
buena medida coherente con los postulados doctrinales originales
que contribuyó a estructurar Michel Aflaq.
José Basaburua jbasaburua@hotmail.com.
1 Michel Aflaq. "El
combate del destino unido". 2ª edición. Beirut. 1.959.
Pág. 53.
2 Así lo recoge Zidane Zeraoui. "Siria - Iraq. El Ba'th en
el poder". Universidad Nacional Autónoma de Méjico. 1.986.
Pág. 7.
3 Hichem Djaït. "Europa y el Islam". Ediciones
libertarias. Madrid. 1.1.990. Pág. 116.
4 Michel Aflaq. "Selecciones de textos del pensamiento del
fundador del partido Baas". Madrid. 1.977. Pág. 12.
5 Según recoge Zidane Zeraoui. Obra citada. Pág. 12.
6 Según cita recogida por Zidane Zeraoui. Obra citada. Pág. 6.
7 Sobre la ideología de los Hermanos Musulmanes: "El
despertar del Islam". Roger du Pasquier. Desclee de
Brouwer".Bilbao. 1.992. Se recoge en dicho texto también el
enfrentamiento con el baasismo en Siria.
8 Según Samir Amin en "La nación árabe. Nacionalismo y
lucha de clases". Citado por Zidane Zeraoui en el texto
mencionado.
9 Hichem Djaït. Obra citada. Página 190.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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