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Giusseppe Toniolo, pionero de la sociología económica.
Para Toniolo, colaborador en la redacción de la encíclica Rerum Novarum, los sistemas políticos que no se basaban en Dios no pueden perdurar
Uno de los más grandes italianos de la
época contemporánea fue el veneciano Toniolo. Hijo de un
ingeniero, ya desde pequeño se aficionó a la lectura de libros
de los nacionalistas Gioberti y Balbo, guardando por ello una
cierta animadversión hacia Austria, la dominadora de su región
veneciana. Por ello se entusiasmó con Polonia e Irlanda,
naciones que luchaban por su independencia. El jóven Giusseppe
estudio derecho y se especializó en sociología económica, fue
profesor en Padua, Modena y desde 1879, en la Universidad
Pública de Pisa. Allí, consiguió por su carácter hacerse con
el cariño de los alumnos y de sus compañeros. La Italia de
entonces era la de la unificación liberal, que había enajenado
al Papa sus estados. Sin embargo, nunca fue óbice para él, el
ser un profesor fiel al Estado italiano, siempre que pudiese
seguir siendo creyente de la Iglesia.
Toniolo pensó que su catolicismo le llevaría a ser sacerdote,
no obstante, se casaría y tendría siete hijos, a los cuales les
explicaba la grandeza de Dios con ejemplos de la naturaleza. Su
pensamiento se cimentó en Santo Tomas y el misticismo de Santa
Teresa, de la cual era un gran devoto. De aquí le vino, el
considerar a las relaciones económicas subordinada a la
justicia, como creía la escolástica. Además, se identificó
con la tradición italiana que identificaba la ética con la
economía y que miraba y consideraba la vida económica como un
aspecto de la civilización, tradición que tenía su raiz en el
temple equilibrado del genio italiano.
Para Toniolo, los sistemas políticos que no se basaban en Dios
no podían perdurar, como eran el liberalismo y el socialismo. El
perfecionamiento de la razón natural sólo lo podía dar el
ideal cristiano. Este tenía un gran valor social debido al ideal
de fraternidad de los hombres. Para él, los hombres hacían el
pueblo y la mentalidad del dinero lo atrofiaban, y de esta manera
a la nación. El liberalismo y el socialismo reducían al
pensamiento al nivel de la materia. El modo de resolverlo que dio
Toniolo fue el siguiente:
- Representación proporcional de los partidos hasta que se
instalase uno corporativo.
- Descentralización administrativa y autonomía comunal.
- Legislación protectora del trabajo.
- Protección a la familia, pequeña propiedad, propiedad comunal
e intereses agrícolas.
- Organización de la sociedad en forma corporativa.
- Discriminación de entidades parásitas de la nación.
- Exención de impuestos, excepto el mínimo necesario.
- Represión de la usura, especulación bursatil y del interés
legal del dinero.
- Tutela de las libertades civiles, políticas, reunión, cultura
y de la educación religiosa y cívica del pueblo.
Toniolo fue el pionero de la sociología económica lo que le
llevó a colaborar en la redacción de la encíclica Rerum
Novarum de León XIII. Se convirtió en la cabeza de la Acción
Católica en Italia, su labor fue encomiable, fundó la revista
internacional de ciencias sociales, la asociación de mujeres
católicas y las semanas sociales para los trabajadores, a los
cuales les dijo que se uniesen en Cristo. Siempre fue un hombre
activo contra el divorcio, la escuela laica y a favor de la
protección laboral de los trabajadores. En su lecho de muerte,
apoyó a Agostino Gemelli en su labor de fundación de la
Universidad Católica de Milán, su sueño, la formación de una
élite católica. Su pensamiento fue uno de los pioneros en el
corporativismo católico. En Italia, sus ideas se materializaron
en la legislación laboral del ministro Rocco, a quien Mussolini
encomendó la instauración del corporativismo.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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