|
Victor Pradera, un católico en la vida pública de principios de siglo.
Nuevo libro que nos muestra la biografía y las ideas que impulsaron a una personalidad que supo comprometerese en la vida pública hasta llegar al sacrificio personal por la defensa de los valores que mantenía, y que podría ser ejemplo de coherencia para los políticos actuales
La presente obra recupera la vida y el
pensamiento de una persona que ha quedado olvidada y que por esta
razón resulta inédita en la actual historiografía española.
El libro de José Luis Orella, profesor de Historia de la
Universidad San Pablo-CEU, nos recupera a uno de los pioneros del
catolicismo social en España. A través de los hechos de la vida
de Víctor Pradera el lector entra en la vertebración de un
catolicismo activo en los más diversos campos de la sociedad.
Nacido en Pamplona en 1872 y recriado en San Sebastián, la
juventud de Víctor Pradera nos lleva a las aulas recién
estrenadas de la Universidad de Deusto, institución dirigida por
los jesuitas con la misión de formar una élite católica.
Víctor Pradera pertenecerá a su segunda promoción y será
compañero de José María Urquijo, fundador del periódico La
Gaceta del Norte; y el P. Angel Ayala, fundador de la ACN de P
(Propagandistas). El sello recibido en Deusto le servirá para
ser un católico vinculado a la vida pública española de
principios de siglo XX.
En sus primeros capítulos vemos transcurrir a un Víctor Pradera
comprometido con el carlismo y que va forjando su personalidad
intelectual en un catolicismo vertebrado en el tomismo nacido en
la escuela de Malinas de manos del cardenal Mercier, y en una
visión descentralizada de España, por su mentor ideológico
Juan Vázquez de Mella. Su actividad como joven diputado por
Tolosa se verá marcada por la defensa de las peculiaridades
regionales de España dentro de un concepto uninacional y de la
salvaguardia de los derechos de la Iglesia en el estado liberal.
Sin embargo, la primera guerra mundial producirá profundos
cambios en el mundo y en las personas. El despertar de las
nacionalidades y la instauración del comunismo en Rusia
marcarán una época que devolverá a Víctor Pradera a una vida
pública, abandonada a favor de sus actividades profesionales de
ingeniero y abogado. Como nos relata su autor, Pradera se verá
convertido en el paladín de la unidad nacional española en el
País Vasco y Navarra, pero desde una visión descentralizada y
en defensa de sus peculiaridades forales, frente a las
pretensiones nacionalistas de crear un estado independiente y
racialmente vasco.
Al mismo tiempo el miedo al socialismo revolucionario le
empujará a huir de las capillas políticas y a fomentar la
unión de las fuerzas políticas de la derecha bajo un programa
común y a favorecer un extenso desarrollo del catolicismo social
como única vía de formación integral de la persona. En este
camino, el libro nos muestra su participación en la formación
del Partido Social Popular y la posterior colaboración desde una
posición crítica con el régimen del general Miguel Primo de
Rivera. Resulta interesante señalar la labor que el autor
realiza por describir el origen del catolicismo social en Europa,
después en España y evidentemente que concepción tenía de
ello el propio biografiado.
No obstante, una de las partes más atractivas del libro resulta
la dedicada a la II República donde Víctor Pradera se convierte
en el principal ideólogo de los carlistas, pero con una gran
influencia en el resto de las formaciones de derechas. Su
participación en la revista Acción Española y especialmente la
fama que alcanzó su libro El Estado Nuevo, en el que sistematizo
el corporativismo como una alternativa política viable en
España, y le convirtió en una celebridad nacional. El autor
realiza una buena labor explicando y diferenciando las
características de la derecha accidentalista de José María Gil
Robles, la encabezada por José Calvo Sotelo y Manuel Fal Conde,
y finalmente el nacionalsindicalismo liderado por José Antonio
Primo de Rivera.
Otra de las notas a destacar del libro es la diferenciación
cuidada del corporativismo derivado del catolicismo social, del
defendido por el fascismo y las divergencias entre extremas
derechas y movimientos fascistas. En la actualidad que es fácil
la equivocación, el autor presta un sumo cuidado en diferenciar
las diferentes opciones políticas. De este modo, la principal y
más famosa obra de Pradera, El Estado Nuevo, tiene un capítulo
dedicado integro a la concepción organicista del ingeniero
navarro. En la parte final es clarificador e interesante en los
momentos actuales dedicar un capítulo diferencias y semejanzas
entre fascismo y movimientos tradicionalistas, y otro a los
movimientos afines al corporativismo católico que surgieron
fuera de España. El integrar al catolicismo organicista español
con el resto del mundo ayuda a centrar mejor el tema del libro.
Se agradece también al autor que en la fase de inicio de la
guerra civil nos detalle lo más posible los últimos días de
Víctor Pradera, probando con apoyo documental la implicación
del consejero nacionalista de orden público en su asesinato y el
de sus compañeros. En definitiva es un libro breve, pero denso
en información y que viene a rellenar un espacio vacío de
nuestra historia contemporánea de principios de siglo XX, a
través de la vida de uno de nuestros principales intelectuales
católicos, que resulta todavía un gran desconocido para el
lector de la calle. La apuesta de la BAC, como de su autor de
recuperar el papel ejercido por Víctor Pradera en la historia de
nuestro país es una labor importante en la recuperación de las
raíces históricas de nuestra patria.
José Ignazio Etxaniz .
Ficha: José Luis Orella
Martínez: VICTOR PRADERA, UN CATÓLICO EN LA VIDA PÚBLICA DE
PRINCIPIOS DE SIGLO. BAC, MADRID, 2000
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
La reproducción total o parcial de estos documentos esta a
disposición de la gente siempre bajo los criterios de buena fe y
citando su origen.