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Reconocimiento a Alvaro Maortua.
Con su trabajo personal e intelectual, con sus artículos y con sus textos, muchos españoles, muchos ciudadanos de la Hispanidad, la Cristiandad plasmada en el mundo hispánico, han podido acceder de manera fácil y amena a los valores que han conformado la civilización cristiana. Han conocido la verdadera historia de España y la Misión que tiene encomendada por el Creador. Cuando cumple 80 años la redacción de Arbil quiere hacer un reconocimiento de su persona.
D.. Alvaro Maortua nació en Limpias, un
doce de julio de 1921, junto a la famosa talla de Cristo,
venerada no solo en la Montaña, sino en toda la Hispanidad.
D. Alvaro es de esos amigos que sabes que siempre los tienes, con
una finísima sensibilidad, para conocer la necesidad del otro,
capaz de alentar todo lo que él considera plausible, sabiendo
retirarse para no que no le tengan que dar las gracias, y que con
autonomía los demás sigan su camino después de su consejo,
trabajo, ayuda. Quien conoce a nuestro homenajeado hoy, sabe que
con su ejemplo te invita a frecuentar cada día con mayor
intensidad la compañía, la conversación con el Gran Amigo, que
nunca traiciona.
También sabemos que D. Alvaro, si le hablas de sacrifio y
apostolado, ni se entristece, ni se te va, que se lo pregunten a
sus nietos Ignacio, Alejandro, y Juan, "el viaje
imperial" que han disfrutado con su abuelo. Te hablaran de
una catequesis viva, de cómo aprendieron a amar a la Patria, y a
la Verdad Revelada.
En nuestro amigo se cumple lo del salmo:" el Señor pone en
boca de sus apóstoles palabras llenas de eficacia". Todo un
apóstol de la confidencia.
Del bueno de D. Alvaro, hay quien piensa que es un nuevo Alonso
Quijano del tercer milenio, pero no son molinos de viento:
Su Doctorado en Ingeniería Naval.
Ni los treinta barcos que construyó en un astillero santanderino
en los catorce años que estuvo al frente.
GEA, empresa de ingeniería en Bilbao, fundada por D.Alvaro, con
una factoría en Yurre y otra en en Burgos, que construían sus
propios equipos proyectados de intercabio de calor para diverssas
industrias del petroleo, quimicas, centrales térmicas. Dando
empleo a 800 personas. "No son ochocientos mil" , pero
fueron reales, y no quimeras.
Además de ejercer con entusiasmo su profesión, mantuvo un
interés vivo por las ciencias humanísticas, en particular la
Filosofía y la Historia. Esta preocupación le hizo plasmar su
inquietud en libros concretos como son:
"Razón es fidelidad " de
ensayo filosófico.
"España hoy"
"Antología de Historia de España"
" España, una conciencia histórica
para la esperanza", que es una apretada síntesis de la
Historia de la cultura de la civilización cristiana y de España
en ese marco vivo. Este Trabajo resulta una demostración de
cómo de cómo la Historia de España constituye un desarrollo
unitario en torno al eje de la dignidad espiritual del ser
humano, y su aporte positivo a la Historia de la cultura
Universal es de tal calibre, que si España no hubiera existido
el mundo sería diferente y peor.
D. Alvaro no es un erudito, con la mirada vuelta hacia el pasado.
Utiliza la erudición para forjar el mundo de mañana. Sus libros
de historia están llenos de alusiones al presente y al futuro,
él ha sabido perfectamente que "la Historia es la Maestra
de la vida". Su afán ha estado en aportar su
"grano" a la tarea fabulosa de que en el mundo del
futuro los hombres se entiendan mejor que en el actual.
D. Alvaro como hombre de inteligencia representativa, se ha
preocupado de la dolorosa experiencia del pasado y del contraste
del mundo que vivimos, con el recuerdo de un mundo venturoso
desaparecido. Y, por otro lado, de que ese afán por el
conocimiento pretérito y de ese dolor de ver que la humanidad
avanza tropezando en las mismas piedras seculares, nos sirvan, al
fin, no para forjar ensueños de grandeza en torno de ideologías
que son siempre artificios deleznables, por ser humanas,
condenadas a morir, sino sencillamente para que los hombres se
enteren, tanto de que son todos hermanos, como de que el mejor
negocio que los hombres pueden hacer es, en efecto, vivir como
hermanos, de forma trascendente, para salvarse.
Don Alvaro es de esos que cuando siembra su "grano",
hace oración. Pero sabe volver a Limpias y ponerse delante de su
Cristo para seguir regando con más oración.
Un ejemplo de vida éste montañés que nos honramos en tratar.
Un intelectual que ha sabido acrcarnos a los valores que han
conformado la civilización cristiana, con sus obras. Al que hoy
desde este medio y quienes hemos recibido su aliento, en los
siempre titubeantes primeros pasos, su desprendida colaboración
en todo momento, queremos felicitarle en su ochenta cumpleaños,
que se celebrará el próximo doce de julio. Nuestro regalo será
el compromiso con la nueva exhortación de siempre:
"Remad mar adentro y pescad" "Duc in altum".
José Ignazio Etxaniz.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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