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Nueva Era; La espiritualidad mundialista.
El lector "puesto" en eso que se llama la "postmodernidad", ha de sonarle la "New Age", la Nueva Era, aunque no sepa definirla con precisión. No es fácil, intentaré en todo caso proporcionar un vistazo global, junto con mi juicio particular , a ese confuso entramado.
Sin apenas competencia, los EEUU exportan
futuro. Uno de los elementos de ese futuro es el endiosamiento
del individuo frente al vínculo social. Asistimos a una crisis
de creencias, con un creciente esteticismo paralelo a una
reclusión intimista de la fe. Por ejemplo, la falta de
consecuencia pública con ella es regla y no excepción entre
políticos y empresarios nominalmente católicos. Cuando se
relega la fe a la "sacristía" de la intimidad,
desligándose de la vida profesional, la que se
"profesa", cobra una nueva, pero reducida, dimensión
lo sagrado.
La coartada espiritual a la goblalización mundialista es, para
un amplio sector social que necesita cubrir ese vacío de
inquietudes, el sincretismo, una nueva espiritualidad que
consiste en un conglomerado de elementos, sin textos sagrados,
dogmas ni jerarquías. Es la Nueva Era, que se ocupa, muy
comercialmente, de lo emocional desligado de la norma y de lo
ético, una mística laical y "light", donde el cosmos,
la ciencia y el psiquismo se funden.
Su orígen se puede rastrear en Alice Baley, discípula de la
"teósofa" Helena Blavatsky, en los años treinta. Al
parecer, sus libros fueron "dictados telepáticamente"
por un maestro tibetano. Baley pretendía la unión de las
iglesias en el cuadro de una religión mundial. La suya, claro.
La "Nueva Era" no es tan nueva si reparamos en que el
gnosticismo, (de "gnosis"; conocimiento), reaparece
como el Guadiana con un mensaje central que se repite con
distintos ropajes; la salvación viene por el conocimiento y el
sentimiento, no por la fe y la buena obra. Se trata de una línea
de religiosidad paralela que a la exactitud de dogmas y
revelación opone el morbo del secreto arcano. Al gnosticismo se
le suma la concepción dialéctica de la historia, que más que
de Marx viene del heterodoxo abad Joaquín de Fiore. Básicamente
consiste en aplicar la Trinidad a la Historia, de modo que la
edad del Padre coincidiría con el Antiguo Testamento, la del
Hijo con la Historia de la Iglesia, y ahora vendría la del
Espíritu, una nueva religiosidad mundial que reconciliará todas
las religiones; amor concordia, luz y liberación del espíritu.
A esto hay que sumar, la astrología, tan vieja como el hombre;
Cristo coincide con la era zodiacal de piscis, mientras que la
tercera era es la de acuario. Eso sí, la fecha de su
Casualmente, en el simbolismo tradicional de la alquimia, acuario
es el signo de la disolución. Veamos a qué disolución nos
enfrentamos.
La idealización del porvenir, en el sentido filosófico de
Hegel, no en el de altruismo, inspiró la Reforma, las Luces y el
progresismo decimonónico, de Comte a Julio Verne. Incluso
alcanzó a la antropología del jesuita Teilhard de Chardin.
Aunque desde 1945 el optimismo técnico entró en barrena, en
Norteamérica, y en particular en California, un
"brain-trust", cuya parte más tangible es la llamada
comunidad de Findhorn, renovó la visión prometeica de construir
el "hombre nuevo"; tabla rasa del pasado religioso,
poder a la imaginación y a la voluntad, esoterismo, potencial
psíquico aumentado y paraiso en la tierra. Son los aderezos de
aquello de la "autorrealización".
Ya Marilyn Ferguson, en su libro "La conspiración de
Acuario" (1980), que insiste radicalmente en la sensibilidad
femenina, lanza el proyecto de desligar la espiritualidad de la
transcendencia, normas y dogmas. Habla del "Zeitgeist",
el espíritu del tiempo, mientras dice que "el movimiento ha
contaminado por sus implicaciones, la medicina, la educación las
ciencias Sociales, exactas, e incluso el gobierno..."(USA).
A ese proyecto se le suman las especulaciones sobre la
holografía, técnica fotográfica tridimensional, del físico D.
Bohm, que implicaría un flujo de energía más allá del
espacio, tiempo y materia. Otro físico, F. Capra, asociará los
nuevos avances científicos con las religiones orientales, más
en la onda que la cristiana. El universo pasa a ser un cuerpo
vivo, regido por leyes cualitativas, no mecánicas. El viejo
panteísmo aparece emparentado con el pangeísmo de Gaia, la
diosa madre Tierra, el holismo consiste en reducir todo a un UNO;
Dios y Tierra; inteligencia y sentimiento. La conciencia persona
Las técnicas de meditación transcendental; zen, yoga etc.
serían vías de acceso a la iluminación. Maslow proporciona la
psicología de la autorrealización con sus "peak
experiences". Mediante el "channeling", una forma
moderna del viejo espiritismo, se contactan con personas
distantes. El "star system" americano se lo cree; a los
guapos oficiales de Hollywood les da por ser budistas o
cienciólogos. Shirley Maclaine dice haber visto mediante
channeling su alma, a Cristo y sus anteriores reencarnaciones.
Aunque el channeling más famoso fue el de una entidad llamado
"Seth", el saborcillo faraónico siempre viste, a
través de Jane Roberts, en EEUU es posible invocar a
"lázarus" en un teléfono de pago. Los entes
espirituales, también comen, al parecer. Y mucho, atendiendo al
enorme negocio editorial, musical y de imagen.
El padre Jean Vernet, en "La Nueva Era", nos lo aclara;
"...podremos tener acceso a la dimensión mística
modificando simplemente la bioquímica de los hemisferios. Las
disciplinas meditativas y espirituales-budismo, zen , yoga,
misticismo cristiano, la kábala- son simplemente técnicas para
cambiar las funciones del cerebro. Pero, se llegará a resultados
más rápidos utilizando las drogas, vías permanentes de
iluminación". Vernet acierta a señalar el peligro de
las drogas, actuales o futuras, para alterar el estado de
conciencia. Es algo que conocían los antiguos chamanes pero que
parece revitalizarse. Es la confusión, necesaria al negar la
transcendencia, de lo psíquico con lo espiritual. La mística se
democratizará como un nivel de consciencia potenciado, mientras
lo emocional aplasta a la fe y a la razón. San Bernardo nos
dice; "no os fiéis de la experiencia sino sólo de la
Fe, porque la experiencia es a menudo engañosa, la Fe, en
cambio, es verdadera".
Se advierte una diferencia esencial entre la vía religiosa
ascética y mística, que pasa por vencer el yo para acceder a lo
superior, y la nueva propuesta que infla el ego del hombre con la
promesa del desarrollo de sus capacidades, pero sin salir de la
inmanencia. Otro elemento elocuente es el tantrismo sexual, en el
que se usan las "leyes kármicas" como barniz del
libertinaje. El morbo siempre vende.
Estamos ante un milenarismo sincrético-esotérico, no
catastrofista, es más un irenismo pacifista y transrreligioso.
Se trata de la sacramentalización de la realidad mediante un
cierto regreso a la caverna al atribuir el carácter numinoso a
lo que se conoce y percibe. Implica desligarse de toda mediación
histórica o institucional, de la solidaridad, nación,
Iglesia...para llegar al imposible, incluso en la tradición
hermética heterodoxa, de "iniciarse" a sí mismo, sin
filiación alguna. Adviértase el paralelismo en el terreno de lo
sacro con el proceso de globalización e individualización con
que el Nuevo Orden Mundial quiere lograr el "fin de la
historia". Fukuyama es su druida laico.
La Nueva Era es la complicidad en lo religioso con la
tecno-ciencia, en su proyecto de destruir los obstáculos a una
humanidad artificial, una sociedad "liberada" de
servidumbres, naciones, culturas, religiones tradicionales, por
la planificación genética y reproductiva, la evasión mental, y
también por un solo gobierno, ejército, lengua, banca etc.
La contracultura californiana pretende diseñar un colectivismo
absolutista una vez que fracasó el marxista. Roszak describe una
manifestación pacifista en 1967 en la que junto a militantes de
izquierda caminaban brujos, videntes y magos de todo pelaje.
El que a los lectores españoles no suene todo un poco a lejano,
a raro, no debe minusvalorar la importancia de este movimiento.
Por ejemplo, no hace falta, buscar una revista newager, o radio,
o TV, confesante, para encontrar astrología, numerología,
biorritmos, escritura automática, chakras, ( elementos sutiles,
para entendernos, una especie de capas de cebolla que ocultarían
nuestro ser auténtico); tarot etc. El medio que el lector tiene
en sus manos tampoco se ha escapado a esa moda. Un signo de los
tiempos.
Por otra parte, y más gravemente, Anne y Daniel Meurois , pareja
de éxito newager, se apuntan un tanto curioso cuando escriben en
su "Viaje a Shamballa"; "Hace algunas décadas,
enviamos a uno de los nuestros aquí presente, con el fin de
acelerar la disgragación del dogma católico, en adelante
inadaptado a m,illones de hombres(....)la esterilización desde
dentro se ha impuesto como la manera más sabia de
proceder(.....)la reforma del último concilio romano no ha
tenido nunca en profundidad los objetivos alegados publicamente.
Esa reforma ha acabado de orquestar un trabajo de zapa(....) Oh,
mis hermanos de cualquier lugar, si véis al cristianismo
sofocarse, en la calma de vuestro corazón no emitáis ningún
pesar, es con el fin de que nazca el alba del cristianismo".
No se trata tanto de que sea cierto lo anterior, como de señalar
que en medios específicamente anticristianos se interpretan con
sonrisa benevolente los pasos y gestos ecumenistas. Su Vaticano
no está en Roma, la Meca o Jerusalén, está en Nueva York, en
la ONU. Se prepara un "mésias" intercambiable, que
vaga para Mahdi, Buda y Maitreya a la vez, pero muy ajustable en
realidad al anticristo del "Apocalípsis".
El cardenal belga Danneels
dice; "....las sectas, sobre todo la New Age, progresan
a toda máquina. Inundan todos los continentes, incluido el
nuestro".
Inundan, pero se alarmen; una erosionada Roca y una desvencijada
Nave no serán anegadas.
F.J. D. de O.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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