Si naciste en España después de 1985 eres un superviviente con suerte Uno de cada tres niños concebidos es asesinado con la complicidad del Estado, de sus Gobiernos, de su Parlamento... y con tu dinero

Diez minutos diarios para Dios. Una contribución verdadera a la política.

Si se entiende la actuación en Política como la recta participación en el ordenamiento de la sociedad para dirigirla hacia el Bien Común, por lo menos diez minutos de oración es la estrategia más eficaz y productiva para cambiar un sistema totalitario y tiránico como el que padecemos

En los tiempos que corren, resulta difícil para mucha gente hallar el reposo, sosiego y silencio necesarios para no descuidar la propia e importantísima vida interior personal. El ritmo de vida actual posibilita que, si careces de esta imprescindible vida interior, te conviertas en un muñeco de feria, manejado, llevado y traido por otros. Así, es difícil que la mayor parte de los españoles puedan recibir criterios y formación para entender y asimilar las toneladas de informaciones, y desinformaciones, que se producen diariamente. Son escasos los medios, o con apariencia marginal, que muestran la verdad sobre muchas cosas al pueblo. Quiero decir: en España, con apariencia de libertad, hay gravísima censura en los medios de cc.ss (puede probarse). Y, así, el pueblo, desinformado y manipulado, carece habitualmente de elementos para formarse criterios dignos de un pensamiento racional, un tanto elevado al menos sobre los tópicos futboleros, rosas, de baja política, o similares, que se producen diariamente para aturdir y distraer a la masa, que no pueblo. Y no digamos nada si deseamos que ese pensamiento racional quede iluminado por la Fe católica. Ese pensamiento se convertiría en antorcha social capaz de iluminar y deshelar corazones fríos, más bien gélidos, incapaces de reaccionar ante las mayores barbaridades o situaciones que claman la presencia pública, nítida, de aquellos llamados por Dios a ser sal, luz y fermento: datos sobre pobreza en la juventud, datos sobre infanticidios en seno materno, datos sobre fracaso escolar, datos sobre baja natalidad, datos sobre ataques a la institución familiar, intentos de introducción de la práctica nazi de la eutanasia y la eugenesia, quebranto de derechos humanos básicos como el derecho a la vida, la libertad de expresión, libertad de enseñanza, vulneración estatal de la patria potestad inmiscuyéndose en el inalienable derecho de los padres a ser los primeros educadores de los hijos, utilización científica de embriones con fin de lucro, desprecio del derecho a la objeción de conciencia, desprecio a la Iglesia en los medios de cc.ss, etc.

Vale, parezco catastrofista, pero no lo soy. A mi no se me ocurre decirle al espejo que es un mentiroso si aparezco legañoso recién levantado, gracias a eso soy más consciente que debo lavarme la cara. En realidad, soy muy optimista, pase lo que pase, porque sé que Dios es el Señor de la Historia y porque he sido uno más de los españoles que al preguntarle a Dios que si no iba a hacer nada ante este panorama, me respondió que me había creado, redimido y que me conservaba la vida. Y que, además, había hecho muchas más cosas en ese sentido. Que en cuanto reservaramos, al menos, diez minutos diarios para hacerle preguntas y dialogar con El todo nos iba a ir mucho mejor porque nos enteraríamos que las cosas tienen arreglo. Lo malo del asunto es que no nos enteramos porque no reservamos ni esos pequeños diez minutos de entre un total de 3600 minutos diarios. Así que ya sabéis, gansos, al menos 10 minutos diarios para Dios y las cosas empezarán a arreglarse una detrás de otra en progresión geométrica

Eusebio Nuño.

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"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil

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