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Congreso extraordinario del PSE-PSOE: el PNV gana.
En este texto se intentan ordenar las más relevantes de las numerosas informaciones y reflexiones vertidas, en las últimas semanas, con ocasión del reciente congreso extraordinario celebrado por los socialistas vascos.
El último congreso socialista
vasco.
A lo largo de los pasados días 23 y 24 de marzo tuvo lugar el
congreso extraordinario de los socialistas vascos (PSOE-PSE-EE).
Provocado por la dimisión de su anterior secretario general
Nicolás Redondo Terreros, a raíz de las presiones a las que se
vio sometido, sus consecuencias inmediatas han sido la derrota de
su línea política y su retirada de la política activa. Así lo
ha anunciado el propio interesado el día 10 de abril.
Muchas han sido las opiniones emitidas al respecto, intentando
desentrañar las claves ocultas del evento y anticiparse a las
serias consecuencias que ya se están derivando para las
políticas vasca y nacional.
Es evidente que el sector partidario de negociar de forma estable
con los nacionalistas "moderados", Partido
Nacionalista Vasco y Eusko Alkartasuna, ha salido triunfante.
Prueba de ello es que Jesús Eguiguren, uno de los representantes
más radicales y de mayor peso dentro de esa corriente, ha sido
elegido presidente del partido. Y para secretario general, lo ha
sido un gris Patxi López, pero sin suscitar la unanimidad de la
asamblea al obtener un 57% de los votos de los compromisarios. Al
contrario. Si algo ha quedado en evidencia es la grave fractura
interna sufrida por el partido, que dicho congreso ha ensanchado.
Veamos, a continuación, de forma sintética, las principales
consecuencias de lo allí ocurrido.
Claves y
consecuencias del congreso.
1. Con el triunfo de los partidarios de las
tesis de Patxi López, ha prevalecido una táctica que pretende
alejar al PSOE-PSE-EE del Partido Popular, buscando su
acercamiento al Partido Nacionalista Vasco. Su objetivo último
es atraerlo al "autonomismo", o al "federalismo"
de Maragall en última instancia, intentando con ello que
abandone las tesis soberanistas defendidas en los últimos años.
Mientras tanto, ese acercamiento se está concretando en diversos
pactos institucionales y representativos.
2. Esta nueva orientación del PSE-PSOE -el
intento de atraer al PNV a un escenario tipo Mesa de Ajuria
Enea- no cuenta con muchas posibilidades de éxito. Esto es
así hasta el punto de que el diario "El País",
en su edición del domingo 24 de marzo, de la pluma de José Luis
Barbería, y apostando por esa opción, ya da por seguro un
referéndum por la autodeterminación, auspiciado por el PNV a
medio plazo, con el objeto de reforzar su postura frente al
gobierno de Madrid. Los socialistas vascos han dejado claro que
no entrarán en ese debate al quitar, el propio Eguiguren, esa
posibilidad del documento base del congreso; decisión en la que
Madrid influyó decisivamente. El debate político, de esta
manera, se trasladará progresivamente hacia el "diálogo
por la paz" y la "negociación política";
los presupuestos del Pacto de Lizarra. Esto último, sin
duda, está en contraposición, al menos de momento, con las
tesis mantenidas por los actuales órganos centrales del PSOE;
una contradicción que le acarreará, presumiblemente, un costo
electoral. Esos temores se han confirmado con el anuncio
realizado por Arzallus, en el último Aberri Eguna, en el sentido
de que el Lehendakari está pensando la convocatoria de un
referéndum por la autodeterminación: un paso más en la vía
soberanista. De forma sorprendente, el Lehendakari Ibarreche ha
asegurado, en su reunión mantenida el día 19 de abril con Patxi
López (según afirmó éste), que esa convocatoria no se
realizará en la presente legislatura.
3. Esta nueva estrategia ha sido analizada con
mucha preocupación por Batasuna y ETA, siendo prueba dramática
de ello los últimos atentados dirigidos contra los militantes
socialistas. ETA y Batasuna corren el riesgo de sufrir los
envites de una legislación rigurosa y de una persecución
policial coherentes desde la legalidad. Según un análisis
recogido en el órgano de ETA, Zutabe, mencionado en el
diario "La Razón" en su edición del día
23/03/02, ETA teme que el PNV se deslice hacia el autonomismo,
retrocediéndose en la estrategia soberanista marcada por Lizarra
y de la que se venía rumoreando una nueva versión. De
confirmarse algún tipo de pacto entre PNV/EA y los socialistas
vascos -lo que no quiere decir que el PNV abandone el
soberanismo- el conjunto del MLNV verá confirmada su pérdida de
protagonismo, cediendo, definitivamente, su liderazgo del
nacionalismo vasco a favor del PNV. Este último les ha afirmado
que no quiere crecer a costa de la izquierda abertzale, pero,
incluso en el supuesto de prosperar la deslegalización de
Batasuna, un porcentaje significativo de sus votantes, al menos
los que ya le votaron en las elecciones autonómicas de 2001,
recalará sin remedio en los puertos del PNV. Resta por ver si se
consolidará electoralmente el nuevo bloque de la izquierda
abertzale (Aralar, Batzarre y Zutik) a costa, en buena parte, de
la crisis de Batasuna, o si pactará con Eusko Alkartasuna la
creación de un bloque electoral independentista radical y
democrático frente a la "moderación" del PNV
y la "intransigencia" de Batasuna.
4. El PNV sale reforzado, ya lo decíamos.
Devolverá con creces, en gestos y hechos, la marginación al
Partido Popular. Por ello, la exclusión del Partido Popular, por
parte de Ibarreche, en la cabecera de la manifestación celebrada
el día 22 de marzo en Orio en repulsa por el asesinato del edil
socialista Juan Priede, tiene un especial significado, indicativo
del futuro que reserva a su máximo oponente político. El PNV,
aunque se manifieste en contra formalmente, no parece posible que
presente grandes obstáculos al acorralamiento legal al MLNV,
más cuando se juega su "respetabilidad"
democrática. No comparte la deslegalización de Batasuna, pero,
si se produce, puede aportarle importantes contingentes
electorales a sus siglas en próximas convocatorias, reforzando
su papel central de la realidad política, institucional, social
y económica vascas. Ese efecto, no deseado, por el Partido
Popular, se considera como inevitable.
5. De lo anterior se deriva que el aislamiento
padecido por el PNV se ha roto. Por el contrario, es ahora el
Partido Popular vasco, el que queda marginado en el actual
escenario político. Junto a sus aliados de Unidad Alavesa,
quedan como únicos referentes políticos firmes del
constitucionalismo en el País Vasco, así como la derrotada
corriente de Carlos Totorica (que queda sin capacidad de
modificar la actual tendencia de los socialistas vascos). Tal
como afirmábamos en un artículo anterior, una larga "travesía
en el desierto" espera al Partido Popular vasco. La
retirada de la política activa de Redondo Terreros, es otro
factor negativo que golpea la estrategia popular.
6. Para ambos referentes, además de la lucha
política, queda como opción táctica a largo plazo, además del
mantenimiento del Pacto Antiterrorista y las nuevas medidas
legales contra ETA y en entorno, el trabajo social. Así lo ha
razonado el comentarista de "El Mundo",
Casimiro García Abadillo, al afirmar, haciendo propia una tesis
mantenida en este medio en muchas ocasiones, que: "la
única opción que les quede a los que han defendido las tesis de
Redondo sea dedicar sus esfuerzos a crear una auténtica
alternativa política a partir de la sociedad civil y de los
foros y fundaciones que están surgiendo en el País Vasco y que
representan verdaderas juntas de rebeldía moral contra la
pasividad cómplice de los nacionalistas".
7. El Partido Popular introdujo, en el debate de
la política vasca, la necesidad de que la ética lo presidiera,
teniendo presente en primer lugar el dolor de las víctimas y, en
segundo término, rompiendo la marginación de la población de
convicciones no nacionalistas. El PNV, salvo condenas formales,
no ha entrado en esa dinámica, pues le supondría abandonar
-temporalmente- el camino del soberanismo hasta la derrota
definitiva del terrorismo. Con muertos no se puede decidir
libremente, aseguran los constitucionalistas. El PNV no lo ve de
la misma manera y, una vez situado en la pendiente soberanista,
está decidido a avanzar por la misma pese a todas las
dificultades existentes.
8. La opción de un referéndum por la
autodeterminación parece confirmarse día a día. No podrá
efectuarse conforme las previsiones constitucionales, al menos a
corto o medio plazo, al estar en desacuerdo con ello las dos
principales fuerzas nacionales: PP y PSOE. De celebrarse de forma
explícita, lo sería por cuenta y riesgo del gobierno vasco y en
contra de la legalidad. Supondría un reto que el gobierno
central sólo podría impedir por la fuerza. El objetivo es
cosechar 800.000 votos favorables (un 55% de los electores
vascos), ganando peso y fuerza en foros internacionales y
legitimación ante el gobierno de Madrid. Una vía indirecta, de
similares pretensiones, podría diseñarse con ocasión de la
próxima convocatoria de elecciones municipales y autonómicas.
El PNV y EA podrían enfocar sus campañas como un refrendo
directo a la opción soberanista, lo que explicaría las
mencionadas afirmaciones del Lehendakari a Patxi López el pasado
día 19 de abril. Así lo teme Jaime Mayor Oreja, quien está
hablando de un posible nuevo escenario de ruptura gradual al que
ha denominado "14 de abril independentista".
Conclusiones.
En estas circunstancias, el País Vasco seguirá en primera plana
de la actualidad española. El PSOE, fracasado en su táctica de
"moderar" al PNV, continuará en una compleja
búsqueda de su identidad. El constitucionalismo político ha
sufrido una fractura difícil de suturar, correspondiendo al
Partido Popular el mayor esfuerzo para su consolidación. El PNV
avanzará, con mayor o menor decisión, por la vía del
soberanismo, concretando los pasos a seguir a corto y medio
plazo. ETA y su expresión política intentarán condicionar la
política vasca, pero con mayores dificultades al tambalearse su
situación legal y al haber perdido un caudal electoral decisivo,
en el seno del nacionalismo vasco, en favor del PNV. ETA seguirá
"golpeando", aunque con una progresiva
incapacidad. El espacio política de la izquierda abertzale
acusará las convulsiones internas provocadas por el nuevo
escenario, agudizado por su escisión en dos sectores: el
dirigido por ETA, se llame cómo se llame, y el "democrático"
estructurado en torno a Aralar.
José Basaburua.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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