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Los rosacruces entre nosotros. Origen y organizaciones iniciales .
Varias asociaciones denominadas "rosacruces", semisecretas y de naturaleza esotérica todas ellas, mantienen cierta presencia en España. De forma discreta, pero constante, trabajan entre nosotros.
A lo largo de cuatro artículos, vamos a
aproximarnos a la realidad de los grupos rosacruces,
entidades que, anunciándose algunas de ellas como cristianas,
actúan de forma discreta, pero constante, en casi todo el mundo;
también en España. En este primer artículo veremos los
orígenes históricos y culturales de tales órdenes,
así como a los grupos primigenios. En el segundo, analizaremos
la realidad de las principales organizaciones rosacruces, de
carácter internacional las más potentes, en la actualidad. En
el tercero veremos su realidad en España. Y, en el cuarto y
último, analizaremos su naturaleza, sus relaciones con la
masonería y la posición de la Iglesia católica ante este
fenómeno.
La fascinación de
Egipto.
Egipto tiene la capacidad de fascinar a personas de todas las
condiciones, culturas y épocas. El contacto con sus desiertos,
su río Nilo, sus bulliciosas gentes, los monumentos admirables y
asombrosos de su época faraónica, facilitan la ensoñación y
el libre vuelo de la imaginación.
Así, muchos de los oficiales que acompañaron a Bonaparte en su
célebre expedición a Egipto (fracaso militar y político, pero
que abrió ese país a historiadores, viajeros y geógrafos) se
afiliaron a su regreso a logias masónicas de rito oriental o
"egipcio". Y esa capacidad de ensoñación, que ha
llevado a muchos hombres a preguntarse si, acaso, las arenas de
Egipto encierran presuntos secretos trascendentales para el
destino de la humanidad, sigue estando en el origen de
organizaciones de todo tipo, muchas de ellas de carácter
esotérico. Una de éstas es la Antigua y Mística Orden Rosa
Cruz (AMORC en lo sucesivo), de la que hablaremos más
extensamente en el próximo artículo, y que es muy conocida en
todo el mundo por su constante presencia publicitaria en los
medios de comunicación. A través de llamativos anuncios, AMORC
ofrece cursos por correspondencia asegurando "el sentido de
la vida", junto a múltiples técnicas de "auto
ayuda", fenómeno de moda en las últimas décadas, en buena
medida, de la mano de la llamada "New Age". Según
AMORC, los primeros rosacruces habrían visto la luz en el Egipto
faraónico, siendo las cámaras "secretas" de sus
grandes pirámides los primeros espacios empleados para sus
ritos e iniciaciones en tiempos del faraón Akhenatón.
Pero AMORC no surge de la nada. Junto a la masonería, es una de
las asociaciones esotéricas más numerosas (sus miembros,
afirman, son varios millones -en torno a seis- de personas en
todo el mundo, aunque algunos autores cuestionan seriamente tales
datos), entroncando la primera dentro de la corriente esotérica
"rosacruz": conjunto de entidades semisecretas que,
negando tener un carácter religioso, arrancan oscuramente en el
siglo XVII, para llegar hoy día divididas en múltiples
obediencias, en mutua competencia y desautorizadas las unas por
las otras, prometiendo un desarrollo de las potencialidades de la
persona, pregonando un mensaje de espiritualismo y de fomento de
la paz mundial.
Varias de estas organizaciones (AMORC, Orden Rosacruz,
Lectorium Rosicrucianum, etc.) se encuentran presentes en
España, si bien su incidencia no llega a tener el calado que han
conseguido en algunos países hermanos del otro lado del
Atlántico.
No pretendemos discernir, evidentemente, qué organización
concreta es la auténtica depositaria de la
"legitimidad" o del "tesoro" rosacruz",
si es que existen realmente. Se trata de una polémica que no nos
interesa. Pero sí que creemos que, para poder adentrarnos entre
esta auténtica "maraña" de siglas y nombres que en
ocasiones se sirven del adjetivo de "cristiano", y que
están presentes entre nosotros, es necesario tener una visión
de conjunto y unos juicios claros.
Origen de los
Rosacruces.
Algunos autores, caso de Massimo Introvigne, relacionan, de
alguna manera, los fenómenos de la masonería y de los rosacruces.
La "rosacruz" primigenia -afirman sus partidarios-
sería en realidad una sociedad secreta integrada por 12 miembros
exclusivamente, fundada por un personaje legendario, Christian
Rosenkreutz, cuyo tesoro iniciático consistiría en la que
denominan sabiduría eterna. Esta orden rosacruz
cultivaría diversas ciencias herméticas (especialmente
la alquimia) y la gnosis divina, velando, además, por
el desarrollo moral de la humanidad, desde la sombra, con
absoluta discreción.
Regida en sus manifestaciones públicas por ciclos temporales
precisos, se reactivaría cada 108 años; permaneciendo de forma
operativa y, posteriormente inactiva, en periodos de idéntica
duración temporal. Es en 1614 cuando empezó a revelarse
mediante varios escritos. Posteriormente será en el siglo XIX
cuando se manifestaría de nuevo a través de una serie de grupos
en Francia fundamentalmente, haciéndolo, por última vez, a
primeros del siglo XX en lo que respecta al actual ciclo.
El fenómeno arranca de la aparición de tres textos a partir de
1614: "Fama fraternitatis", "Confessio"
y "Las bodas alquímicas de Christian Rosenkreutz".
Tales textos habrían sido escritos por el pastor protestante
Johan Valentín Andreae, como un entretenimiento, pretendiendo
con ello, y según algunos autores, obtener cierta unidad de los
protestantes frente al Papado y los Habsburgo.
En "Fama fraternitatis" se describe la
situación europea de entonces, proponiendo una ciencia
espiritual universal para superar sus divisiones.
"Confessio" auguraba la próxima revelación
del verdadero sentido de la Biblia.
"Las bodas alquímicas de Christian Rosenkreutz"
es el título de la narración esotérica del viaje
"iniciático" del protagonista (cuyo nombre podría
traducirse por Cristiano Rosacruz), mezcla de varios
géneros: mística, alquimia, etc.
Tuvieron un notable éxito, especialmente en la Alemania de
entonces, generando varios cientos de escritos, como respuesta,
del más variado signo. Es en 1623, cuando la "manía"
rosacruz alcanza Francia, al aparecer en algunas calles de París
un cartel, con el escrito "Fama fraternitatis",
que comenzaba con una de las frases que mayor fortuna ha tenido
en el mundo del ocultismo: "Nosotros, Diputados del
Colegio principal de los Hermanos Rosa Cruz por la gracia del
Altísimo
".
A juicio de Jean-Pierre Bayard, "Andreae,
presumiblemente el autor de estos escritos, fiel reflejo de su
época, no es más que el portavoz de una sociedad secreta,
oculta, cuya autoridad central, de pronto, hubiera querido
revelarse. Este grupo no se refiere a antiguos misterios, a
antiguos rituales, pero se sitúa en el naciente siglo XVII,
apoyándose sobre unos símbolos que son eternos. El fenómeno de
la Rosacruz está unido a aquella otra corriente de pensamiento
ilustrado por Paracelso, Flud o Maïer".
Por supuesto, no existe ningún indicio histórico, ningún
documento creíble, de la existencia real de tal sociedad
secreta; tampoco de Christian Rosenkreutz (así lo asegura, entre
otros, el mayor especialista español en sectas, Manuel Guerra,
en su Diccionario Enciclopédico publicado por la B.A.C.). Pero,
pese a ello, generó un movimiento que en la actualidad,
todavía, se traduce en múltiples sociedades semisecretas que
cultivan el ocultismo, con varios millones de adeptos por todo el
mundo.
Según algunos autores rosacruces (Spencer - Lewis, por ejemplo),
la propia masonería sería un brazo desgajado del tronco común
de la rosacruz. Los masones no aceptan que se sitúe el origen de
su orden en este contexto y entorno, pero es indudable
que las influencias de ambos movimientos han sido mutuas y
recíprocas: la organización en grados, diversos ritos, buena
parte de su patrimonio doctrinal, el secreto, etc. No en vano,
masonería y movimiento rosacruz surgen en el mismo
ámbito cultural y filosófico de la modernidad, con el
"humus" del pluralismo como fenómeno distintivo, la
reforma protestante, el iluminismo y el florecimiento
posterior de sectas de todo tipo, muchas de ellas generadas en
los aledaños, o en el mismo núcleo, de ambas organizaciones.
Además, es posible rastrear la existencia de ideas gnósticas
y herméticas que, desde los primeros siglos del
cristianismo, afloran periódicamente, enlazando, finalmente, con
las recogidas en esos primeros escritos rosacruces y en ámbitos
de la masonería (afirmación, ésta última, del experto Manuel
Guerra).
Todo ello propició un ambiente cultural del que surgirían, ya
en el siglo XVIII, las primeras organizaciones rosacruces.
La edad de oro de
los rosacruces.
Entre los primeros adeptos de la rosacruz encontramos, siempre
según los autores de estas convicciones, a personajes como el ya
mencionado Johan Valentín Andreae, Paracelso, Barnaud, Heinrich
Khunrath, Francis Bacon, Michel Maïer, Robert Fludd, Comenius,
René Descartes, Spinoza, Thomas Vaughan
Es en el siglo XVIII cuando eclosiona este movimiento en varios
grupos, entrelazados a un racimo de nombres de singular prestigio
en los ambientes esotéricos, especialmente en Alemania y en
Francia: La Rosacruz de Oro (fundada en Alemania hacia
1704 por algunos masones que establecieron 9 grados), la del Antiguo
Sistema, los Iluminados de Baviera, Martinès de
Pasqually, Louis Claude de Saint - Martin, Cagliostro, el Conde
de Saint - Germain
Desde entonces, otra corriente de
entidades ocultistas semisecretas, el muy fraccionado "martinismo",
aparece vinculado, de una u otra manera, a las organizaciones
rosacruces.
En el siglo XIX serán otras entidades y personalidades las que
recogerán la antorcha rosacruz, agrupadas, en uno u otro
momento, en torno a diversas organizaciones entre las que
destacaron las siguientes:
- Ordre Kabalistique de la Rose Croix.
Fundada en París en 1888 por Marie Victor Stanislas de Guaita. Su objetivo era el estudio de los "Clásicos" del ocultismo. Desaparecida a la muerte de sus impulsores, sigue siendo una referencia ideal para rosacruces de todo el mundo, alguno de los cuáles, todavía y por internet, buscan la manera de contactar con la misma, pues todavía seguiría operativa
- Ordre Catholique Rosecroix du Temple et du Grial.
Grupo fundado por Joseph Péladan, al marcharse de la anterior. Desaparece con la muerte de su fundador en 1918.
- Sociedad Rosacruciana en Inglaterra (S.R.I.A.).
Fundada en 1867 por Robert Wentworth Little, agrupa exclusivamente a masones con grado de "maestro". Su iniciación se reparte en 9 grados, siendo muy notable la influencia de la Rosacruz de Oro. Más tarde se establece en Estados Unidos y Canadá con el nombre de Sociedad Rosacruciana en América.
- Fraternitas Rosae Crucis.
Fundada en 1868 por Pascal Beverly Randolph (procedente de la S.R.I.A.), autor de una interpretación "ocultista" y "mágica" de la sexualidad.
Otras relevantes personalidades
del esoterismo vinculadas, en mayor o menor medida a estos grupos
rosacruces de finales del siglo XIX fueron: Papus, Philippe de
Lyon, Phaneg, Marc Haven, Paul Sedir, Paul Adanm, Eliphas
Lévi
Y un inquietante personaje, que vivió a caballo entre los siglos
XIX y XX y que algunos autores también vinculan de alguna manera
con el "universo" rosacruz a través de la célebre
sociedad secreta ocultista "Golden Dawn" (Alba Dorada,
fundada en 1887 desde la S.R.I.A.), fue Aleister Crowley: uno de
los ocultistas que ha levantado mayores controversias dentro y
fuera de los medios esotéricos.
Ya en el siglo XX, las anteriores personalidades ocultistas,
junto a diversas corrientes esotéricas (la Sociedad
Teosófica, la Antroposofía, las órdenes
Templaristas como Ordo Templis Orientis, los grupos
gnósticos, la masonería de rito oriental o egipcio, etc.),
están en el origen inmediato de las actuales órdenes rosacruces
operativas en España y en el resto del mundo.
Fernando José Vaquero Oroquieta.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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