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Terremoto político a cuenta de las cuentas secretas del BBVA.
El escándalo de las cuentas secretas no ha removido ni un milimetro la confianza ciudadana en el sistema. En una época en la que hemos dejado de creer en Dios, la gente sigue manteniendo su fe en el dinero
El "affaire" de las cuentas
secretas en paraisos fiscales del BBVA ha sido calificado como el
mayor escándalo financiero de la democracia española. Sin
embargo, el pasado 1 de noviembre, el Fiscal Anticorrupción,
Carlos Jiménez Villarejo señalaba en sede parlamentaria su
preocupación sobre el elevado volumen de negocio que las
entidades financieras tenían refernciado en paraísos fiscales.
Una comparecencia, por cierto, calcada a la realizada exactamente
un año antes.
En realidad, todo país necesita su paraíso fiscal. Y si no lo
tiene, debería de crearlo. Es lo que hizo Europa tras la Segunda
Guerra Mundial con esos micro-estados de escasa viabilidad
política si no fuera por su especial estatus fiscal: Mónaco,
Andorra, Lienchestein, y en menor medida, Luxemburgo. Por su
parte Estados Unidos no es ajena a esta práctica y mantiene
importantes inversiones deslocalizadas fuera del país, en
concreto en las islas del paradisíaco mar Caribe.
Los paraísos fiscales son territorios que garantizan al
depositante opacidad y buen trato fiscal. Un serio revulsivo para
unos estados que mantienen aprisionados a sus ciudadanos con
cargas fiscales desorbitadas para mantener el edificio de la
economía pública que practica un efecto expulsión de la
iniciativa privada absolutamente inmoral. Paradojicamente, esos
mismos estados "confiscatorios" son los que han
promovido la existencia de paraísos fiscales como válvula de
espace del sistema. "Todo país debe de tener su paraíso
fiscal si no quiere que el dinero negro se le escape al paraíso
del vecino", viene a ser el axioma del moderno maquiavelismo
financiero.
En este entorno, que el BBV haya "deslocalizado" 37.000
millones de pesetas en las islas Jersey no deja de ser una
anécdota si no fuera porque detrás de la información se
mezclan complejos intereses corporativos, personales y políticos
que nada tienen que ver con la lógica financiera. Más que nada
porque a diferencia con el caso Gescartera, en el affaire BBV, el
problema es que había "de más", no que hubiera de
menos. O sea, que los vascos, como siempre, "iban
sobraos".
El escándalo de las cuentas secretas no ha removido ni un
milimetro la confianza ciudadana en el sistema. En una época en
la que hemos dejado de creer en Dios, la gente -afortunadamente-
sigue manteniendo su fe en el dinero... Y de esta forma, la
inicial desconfianza producida por el escándalo entre los fondos
de pensiones internacionales ha retornado a calma. Y aunque el
BBVA muestre su preocupación sobre el impacto de la crisis en
las cuentas de resultados del segundo trimestre, la realidad es
que no se ha producido retirada masiva de depósitos ni
migración de clientela a las entidades de la competencia.
¿Cuáles son las consecuencias entonces de este
"destape"? Empecemos por las políticas. En primer
lugar parece evidente la relación entre el "golpe de
Estado" protagonizado por el actual presidente único del
BBVA, Francisco González, y la existencia de las citadas
cuentas. Por otra parte, el "affaire" que precipitó la
salida de Emilio Ybarra de la presidencia del banco, ha provocado
la salida también de los consejos en los que representaba los
intereses de la entidad. Le sustituye el consejero delegado Jose
Ignacio Goirigolzarri, un vasco de ocho apellidos, pero de escaso
espíritu nacionalista, más que nada porque más que un Neguri,
es un "casero". "Goiri" además aparece
limpio de las investigaciones del Banco de España y Garzón,
aunque ya hay quien se ha encargado de recordar que Goirigolzarri
también hizo las américas: fue director de operaciones del
banco en América Latina.
Además, la posible salida del hermano de Emilio del consejo del
BBVA supondría el abandono del apellido Ybarra del organo del
administración del "banco de Neguri". Un serio revés
para la oligarquía financiera vasca acostumbrada a heredar un
puesto en los consejos como si de un cortijo se tratara. Una
mafia que ha estado demasiados años manteniendo una estructura
empresarial y económica absolutamente artificial.
La economía vasca se ha basado en el mantenimiento de unas sedes
sociales irreales y de unos contratos de suministro más
políticos que empresariales. A pesar de que FG afirmara
rotundamente que no pensaba modificar la sede social del banco,
la verdad es que el debate ha quedado abierto tras la polémica
del abono de los impuestos de Terra y el dictamen de la Junta
Arbitral en la que señala como criterio "la sede social
efectiva del negocio".
Más interesante resulta el entramado empresarial organizado
alrededor de los grandes grupos "vascos" para
suministrarles diferentes productos y servicios. ¿Qué pasaría
si esos grandes grupos empresariales comenzarán a tomar
decisiones de compra y aprovisionamiento con criterios de
eficacia? ¿Existe viabilidad para esa "gran iniciativa
empresarial" de la que presumen los responsables políticos
vascos? Por vez primera las empresas vascas empiezan a salir del
"zulo" en las que les tenían "secuestradas"
las mafias del Neguri de Bilbao que condenaban la violencia, pero
en el fondo vivían de ella. ¿Será una casualidad que ETA haya
comenzado a actuar contra el empresariado vasco tras la
presidencia de FG?
Obviamente, el PSOE ha encontrado en el caso BBV un nuevo frente
para ejercer su oposición. Las fundadas sospechas -tras el
testimonio del testigo protegido de Garzón dado a conocer por La
Vanguardia- de que el Secretario de Estado de Hacienda,
Estanislao Rodríguez-Ponga hubiera redactado el manual de
productos financieros de BBVA Privanza, resultan una tentadora
pieza para que la oposición política busque el desgaste del
Gobierno. Un ejecutivo que sin embargo no parece querer llegar
hasta el final "caiga quien caiga" y veta una comisión
de investigación que seriviría para esclarecer los hechos de un
asunto de interés general. ¿No es este un motivo suficiente
para constituir una comisión de investigación? ¿No debe la
mujer del César no sólo ser honrada, sino parecerlo? ¿No
podía imaginarse el Gobierno que un escádalo similar podría
saltar toda vez que Ponga había diseñado la
"planificación" fiscal internacional de Repsol y
CajaMadrid?
La estrategia del PP sin embargo es la misma que la ejercida con
Gescartera: "Parar el golpe y poner en marcha el
ventilador". Un ventilador fácil de activar toda vez que
las cuentas cifradas están fechadas en 1987, momento en el que
el actual jefe de auditoría interna del BBVA, José Pérez,
ocupaba el cargo de director de supervisión del Banco de
España. Y el PSOE, ¿también se enteró de este affaire por la
prensa?
Por otra parte, ¿por qué el Banco de España tarda tanto tiempo
en comenzar sus investigaciones? ¿Por qué la auditora Arthur
Andersen tampoco se redactó una nota en su informe
correspondiente a las cuentas del 2000, ejercicio en el que el
BBV regularizó sus partidas "off shore"? ¿Por qué
Rodrigo Rato exculpa a la auditora de toda responsabilidad? Y si
los citados fondos sirvieron para finaciar las campañas
electorales de Chavez y Fujimori, ¿es que fue el BBVA el único
banco de pagó "coimas" como contraprestación para
tomar posiciones estratégicas en el Continente de la Esperanza?
Al margen de estas preguntas sobre las que probablemente jamás
alcancemos respuesta, sobre el asunto BBV subyace un
enfrentamiento personal entre el amigo de Jose María Aznar,
Emilio Ybarra y el amigo de Rodrigo Rato, Francisco González. El
otro amigo del vicepresidente, Alfonso Cortina, ya ha renunciado
a su presencia en el consejo del BBVA, pero busca blindar su
presidencia en la petrolera protegida por el gobierno con la
acción de oro. Y como a río revuelto, ganancia de pescadores,
el Bilbao ha aprovechado para sacar a la luz que el Vizcaya
llegó a adquirir un 8,13 por ciento de autocartera para elevar
hasta un 25 por ciento el valor de sus títulos en los días
previos a la fusión. Por último, el caso BBV está permitiendo
que diversas asociaciones de consumidores de dudosa moralidad se
personen como acusación particular accediendo de esta forma al
secreto de sumario. Y ya se sabe, la información es poder...
Luis Losada Pescador.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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