Estamos acostumbrados a
considerar que la historia del viajero ingles en
España tiene sus orígenes con Ricardo Ford y
Jorge Borrow, pero olvidamos que ellos tuvieron
muchos predecesores, que desde la mitad del siglo
dieciocho en adelante habian viajado a España. Borrow
y Ford pertenecen a la época que podemos llamar
el Siglo de Oro de viajeros en
España (1),cuando parecía que el inglés había
dejado una buena parte de los perjuicios que le
había cegado en el pasado, y antes de que el
desarrollo de la red ferroviaria y la mejora de
los hoteles permitieran el influjo de la clase
media victoriana.
Jose Baretti (2) pertenece a la época mas
temprana, la época en que el interés de los
ingleses en España se despertó después de
medio siglo de indiferencia (3). El fue
contemporáneo de Eduardo Clarke, cuyo Letters
concerning the Spanish Nation podemos
considerar como el primer libro de viajes
moderno, escrito sobre España, aunque en la
mentalidad y manera de acercar a España fueran
muy distintos. A pesar de sus esfuerzos por
cambiar algunas de los ideas inglesas sobre
España, Clarke fue el viajero ingles típico del
tiempo. No sabía casi nada de castellano, aunque
vivió por lo menos un año en Madrid, y
demostró el fastidio típico del ingles frente a
lo que consideró la índole española y su
hostilidad hacia las ideas de la Ilustracion
francesa. Sobre todo, y eso fue quizás lo mas
típico de todo, Clarke no mostró un verdadero
interés por España y su pueblo.
La manera de Baretti fue distinta; sabía bien
el castellano y se movió por todos los niveles
de la sociedad española, hasta los campesinos y
arrieros a quienes conoció en los pueblos y
ventas de España. Interrogó a cualquiera, sin
dar importancia a su condición ni clase, siempre
que le parecíese que tal persona podía
proporcionarle informacion sobre cosas que no
entendía, y utilizó esa información para
corregir sus propias ideas y para criticar los
perjuicios anti-españoles que había encontrado
en las obras de muchos de los viajeros
contemporáneos. Sobre todo mostró simpatía e
interés en la historia y cultura de los
españoles.
La manera de viajar de Baretti fue poco usual
en los viajeros de la época; el tenía mas
afinidad con los viajeros del Siglo de
Oro que con el viajero europeo tipicamente
dieciochesco. Tal viajero usualmente fue un philosophe
mas interesado en clasificar y examinar
minuciosamente el sistema de gobernar, la
agricultura y la vida intelectual en los países
que visitó, que escuchar a los canciones de los
campesinos o charlar con los arrieros alrededor
de la lumbre de una venta, aunque para ser justo,
tales viajeros normalmente incluyeron un
capítulo sobre las costumbres de la gente en sus
libros. Los aspectos de España que le
interesaban a Baretti fueron los que sus
contemporáneos habitualmente despreciaban como
cosas de poca importancia, un hecho que da
importancia al libro de Baretti porque nos
proporciona detalles que no se pueden encontrar
en ninguna parte. Exceptuando, quizás, al
diplomático frances, Jean de Bourgoing y mas
tarde, el aleman Fischer, ningún viajero
dieciochesco en España podía penetrar en la
sociedad española a todos sus niveles, como lo
había hecho Baretti.
Aunque las diferencias entre los países
europeos eran mas pronunciadas en el siglo
dieciocho que hoy, sin embargo, España era aún
más distinta a sus vecinos europeos, por las
normas de la epoca, y en ninguna parte se veia
esa diferencia tan claramente como en la actitud
del español hacia el sistema social. No
obstante, existía una jerarquía social en
España similar a los demás países, pero la
distinción se encontraba en la actitud del
español frente a ese sistema. Los españoles de
todas las clases se entremezclaban en una
legalidad absoluta; el hecho que uno fuese duque
y otro obrero no les impedío comer en la misma
mesa ni bailar el fandango con la mujer del otro.
El tipo de conciencia tan rígida de posicion
social, que existía en otros partes,
especialmente en Inglaterra, era extraña para el
español.
Esa cuestion de sentido de clase
tiene gran importancia en la evaluacion de los
viajeros dieciochescos en España. Los viajeros
que se mantuvieron aparte de los que consideraron
fuera de su nivel social se perdieron mucho, se
aislaron de lo vital en la sociedad española, y
por lo tanto, sus impresiones de España fueron
mas parciales e incorrectas.Baretti era muy
consciente de este defecto en el viajero; creyó
que no fuera posible conocer bien un país sin
algunos conocimientos de los sentimientos y
opiniones de la gente normal (4) , y es por esta
razón que en el libro de Baretti se trate de los
demas viajeros, y se le da tanto valor.
En sus intentos a corregir las falsedades de
otros viajeros, (5) Baretti se puso muy critico
con respecto a su mentalidad hacia España.
Subrayó muy bien que mucha de la literatura de
viajes de su tiempo no era lo que pretendía ser,
eso es un ensayo en dar un retrato lo mas
imparcial y objetivo que posible, consistente con
una estancia corta en un país, sino un ejercicio
en reforzar los perjuicios nacionales. (6) Tal
era el caso con la percepción que tenían los
ingleses de España, en que la idea de los
españoles como un pueblo perezoso, dominado por
el clero y atrasado, era quizás más fuerte a
finales del siglo dieciocho que lo que habia sido
al principio, gracias a los retratos pintados por
los numerosos viajeros que habían visitado el
país desde 1.760 en adelante.(7) El propio
Baretti había creido en muchas de esos
estereotipos, hasta que el mismo viajo por
España, cuando sus propias experiencias del
país y el pueblo le hizo poner en duda esas
aseveraciones, como se vera en el siguiente:
"Upon the credit of several books, I
had long fancied that nothing was to be found
throughout so vast a kingdom, but slothfulness,
strongly connected with haughtiness and
impertinence
Such, or nearly such, are the
notions that they will form, who shall give
implicit faith to the greater part of the books
written by itinerant authors about Spain and its
inhabitants. You will see how far I can now
conform to these notions when you shall have read
my present journal, and considered what degree of
probability accompanies my accounts."
(8) Esta capacidad para modificar sus ideas
cuando se presentaron opuestas a su propia
experiencia, algo que no hicieron con buena
voluntad muchos de los viajeros de España de la
época, aparta a Baretti de sus viajeros
contemporáneos y da una profundidad y fidelidad
a sus observaciones, rara vez encontrada en los
libros de viajes sobre España escritos en la
segunda mitad del siglo dieciocho.
Como viajero en España Baretti tenia otros
ventajas, aparte de una mentalidad abierta.
Siendo de origen italiano, estaba mas cerca de
los españoles en términos de cultura, y lo que
era mas importante, la religión, que todavía
planteaba problemas para los viajeros de los
paises protestantes, especialmente a los ingleses
(9). Había, por lo tanto, menos en España que
le pareciese completamente nuevo o extraño dado
que en muchos casos el podía encontrar
paralelismos en las costumbres de su propio país
y el hecho de ser católico y hablar
perfectamente el castellano le facilitó mucho en
sus relaciones con la gente normal.
Esta ventaja de provenir de una cultura mas
cercana a la española que la del resto de los
viajeros de Europa era importante. Le permitió a
Baretti investigar elementos de la cultura
española de los que eran ignorantes los demas
viajeros. Tal era el costumbre de componer coplas
típicas entre la gente popular que Baretti
reconoció similares a los de los improvisatori
italianos. Se puede explicar su sorpresa cuando
comprobó que ningún otro viajero había
comentado sobre ese costumbre (10) con el hecho
de que esa costumbre no era muy común fuera de
España e Italia, y mas probable aun, que muy
pocos de sus viajeros contemporáneos tenían
conocimientos adecuados de castellano para
entender las canciones populares. Baretti
explotó esa similitud de culturas no solamente
para comentar sobre lo que el viajero de la
época solía despreciar como cosa de poca
importancia; en algunos casos la informacion que
proporcionó era de gran importancia, tanto para
sus contemporáneos, si la hubiesen aprovechado
de él, como para nosotros. Tal era el caso en
sus investigaciones en la costumbre del cortejo,
la costumbre entre las mujeres de la clase media
alta de tener amigos especiales llamado cortejos,
(11) cuya función era similar a los ciccebeos
en Italia. Esta costumbre fue mal interpretada
por la mayoría de los viajeros extranjeros de la
época, especialmente por los ingleses (12)
quienes miraron con mucho disfavor la libertad de
las relaciones entre los sexos en España en
contraste a Inglaterra,(13) y cuyo fuerte
sentimiento del pudor les hicieron tachar a los
españoles como un pueblo lascivo y sin moral. La
actitud de Baretti frente a ese costumbre era
distinta; reconociendo que existía una costumbre
parecida en Italia, y sabiendo muy bien los
términos en que lo habían pintado muchos
viajeros, Baretti preguntó a una mujer
aristócrata sobre esa costumbre. Esa mujer,
llamado Doña Paula le proporcionó los
siguientes detalles que merecen la pena dar en
extenso: "I will have the confidence to
say of my townswomen of the better sort, that the
greatest part live as the ought, whatever notions
foreigners may form of our cortejos, and whatever
liberty they may take with us when they expatiate
on the freedom of our manners."
Y
"
those amongst our ladies who
intend to carry on an intrigue, are put to the
hardest shifts, and must partly alter the usual
forms of Spanish living, which cannot be easily
don without incurring censure, and without making
themselves the talk of the whole town."
(14) . Este información tenía mucho valor como
correctivo al retrato del cortejo habitualmente
dado por el viajero. El hecho de la afinidad
cultural a España de Baretti y el hecho que el
sabía perfectamente el castellano da una fuerza
a sus interpretaciones, y en este caso su
interpretación del cortejo es probablemente lo
mas correcto, tal es el juicio de este escritor.
El hecho de ser catolico tambien era
importante: aunque el poder actual de la
Inquisicion habia decrecido mucho de lo que era a
los principios del siglo, y por lo tanto, ya no
fue una amenaza al viajero protestante, aun en
los partes mas aisladas y conservadores del pais,
se puede mirar el protestante con desconfianza y
a veces con hostilidad. El preso de guerra,
Ricardo Croker, que paso su cautividad en Arcos
de la Frontera en 1.780, comento que cuando el
pueblo sabia que iban a vivir entre ellos unos
herejes, proporcionan una escolta
armada a las procesiones que hiciron la hostia a
las casas de los enfermos,(15)y el frances, Jean
de Bourgoing conto una historia mas terrible aun,
de dos frances quienes intentaron establecer una
fabrica de tejidos en Avila, y quienes eran
perseguidos por el pueblo al instigacion de las
curas por ser herejes.(16) Aunque
tales ocurencias no eran frecuentes, y
generalmente los espanoles tratan todos los
viajeros, catolico o protestante con una cortesia
igual, el hecho de tener la misma religion
hubiera sido en ganar la confianza de un pueblo
poco amantes a la heterodoxia. Es indutable que
hubo algo de eso en la relacion que Baretti tenia
con el canon de Siguenza; el canon era ,sin duda,
un hombre abierto y de mucha cultura, pero
hubiera crecido tanta simpatia entre ellos si
Baretti habia sido protestante? El hecho de tener
la religion en comun les dieron materia para
charlar, como la comparacion entre el estilo de
pintar las imagenes del Virgen en Italia (17) y
Espana, y de esas interes comunes crecio la
amistad que luego permitio Baretti utilizar el
canon como fuente de informacion sobre cosas que
el no entendio.
Es dificil evaluar el libro de Baretti
solamente como libro de viajes. El contiene mucho
que tiene interes para los investigadores ajenos
del campo de los viajeros extranjeros en Espana,
particularmente los de la historia de Espana en
los siglos dicieocho y dicinueve, dado la
importancia de los libros de viajes como fuente
de datos sobre la historia de esa epoca. Sin
embargo, hay elementos de la obra de Baretti que
tiene relevancia al estudio de los libros de
viajes solo, y los libros de viajes sobre Espana
en concreto. Uno de estos elementos es la
nacionalidad; hay naciones que hacen mejores
viajeros que otros, aunque en este caso ser
italiano no era un sinonimo de ser buen viajero
en Espana, como vemos en el libro de Norberto
Caimo, (18) pero en general , los italianos y
frances tenian una vision mas positiva de Espana
que los ingleses cuyo sentido de superioridad y
perjudicios de clase muchas veces les cegaban a
lo que actualmente existia en Espana. Baretti es
un buen ejemplo de ese factor de la nacionalidad
en operacion y hemos visto ya algunos de las
ventajas que ser italiano proporciono a Baretti.
Otro elemento de la obra de Baretti, y elemento
de no poco valor ademas, es su valor como
contraste y correctivo a la imagen de Espana
pintado por muchos viajeros extranjeros en la
segunda mitad del siglo dieciocho. En una epoca
cuando era habitual entre la gente de cultura en
Europa denigrar a Espana como pais retrasado
donde la supersticion y ignorancia, fomentado por
una Iglesia todopoderoso, hiceron la posibilidad
de un progreso y civilacion casi imposible,
Baretti nos da una vision al contrario, y
demuestra que en Espana existia tanta gente
ilustrada como en los paises
avanzados.
El elemento mas importante, quizas, en la obra
de Baretti es su mentalidad y su manera de
viajar, algo que tiene tanta relevancia hoy como
en el ano 1.760. Baretti creyo que no debemos
aceptar los retratos de un pais, pintados por los
viajeros sin criticarlos ; que si encontremos
algo falso or fruto de perjuicio en ellos debemos
senalarlo, no obstante la popularidad de tales
falsedades o opiniones en nuestra pais. Sobre
todo, debemos mantenernos abiertos a la gente,
costumbres y experiencias en un pais, y no
debemos condenarlos, no obstante si nos parezcan
ridiculo y incomprehensible al principio, y es
este mentalidad, que corre por todo el libro de
Baretti que le da una relevancia que tiene pocos
de los libros de viajes de su epoca hoy.
·- ·-· -··· ·· ·-··
Michael Croizier Shaw
Notas
(1) El 'Siglo de Oro' comprende los años
1.825-50, época en que se escribieron la
mayoría de los libros de viajes en España de
calidad. Entre los viajeros, ingleses y
americanos de esa época fueran; Cook
Widdrington, Rochford Scott, Slidell Mackenzie,
Juan Moore, Enrique Inglis y el autor de Madrid
in 1835 (Enrique Southern?). Hubo viajeros
buenos, antes y después de esa época; no
debemos olvidar a Ricardo Croker y Jose Townsend
de la epoca anterior, ni Campion, Rose y Gadow
quienes vinieron después, pero éllos no fueron
los tipicos viajeros de sus tiempos.
(2) Autor de A Journey from London to Genoa
through England, Portugal, Spain and France,
Londres, 1.770. Baretti viajo por la primera vez
a España en el ano 1760-1, y hizo una segunda
viaje en 1768-9. Su libro esta compuesto de la
narracion de ambos viajes.
(3) Aunque habían salido a la luz panfletos
anti-españoles, de vez en cuando, y aunque hubo
un gran incremento de la literatura contra la
Inquisicion entre 1700 y 1740, en general, los
ingleses no mostraron mucho interés en España
durante la primera mitad del siglo dieciocho. Muy
pocos ingleses visitaron y escribieron sobre el
país y las obras de los demás viajeros europeos
como Caimo, Labat y de Vayrac no fueron
traducidas al inglés.
(4) We must hunt after the ideas and manners of
the vulgar of every country, to form a just
estimate of the nation that inhabits it."
Journey, III, p.151.
(5) Por ejemplo, la creencia bien difundida en
Europa de que los españoles eran ignorantes y
sin cultura. Del hecho que existían unas ocho
bibliotecas públicas en Madrid, sin enumerar las
particulares, Baretti concluyo que la fama que
tenían los españoles para ser ignorantes era
falsa. Journey, III, p.92.
(6) En su juicio todos los viajeros intentaron
denigrar todos los países salvo lo suyo.
Journey, III, p.291.
(7) Numeroso en comparación con la época antes
de 1.760. Unos quince ingles viajaron en España
entre 1.760 y 1.800 en contraste con la época
anterior cuando solo apareció dos libros de
viajes sobre España, los viajes de Hervey no
siendo editadas hasta 1.785.
(8) Journey, IV, pp.110-11
(9) Para el ingles lo mas difícil era demostrar
una conformidad con las costumbres religiosas que
forman una gran parte de la vida diaria
española. La dignidad protestante del señor
inglés no le permitía arrodillarse cuando
pasaba una procesión con la Hostia, ni siquiera
quitarse el sombrero cuando sonaba el Angelus.
Tanto que molestaba al viajero ingles esas
costumbres se podía ver en la citacion siguiente
de Ricardo Croker, que estuvo unos meses como
preso de guerra en Arcos de la Frontera en 1.780
: "Nothing is here so truly inconvenient to
strangers as the attachment the people have to
the forms and ceremonies of their religion, and
the jealousy with which they regard any neglect
of ,or disrespect to them." Ricardo Croker:
Travels through several provinces of Spain and
Portugal,Londres, 1799, p.126.
(10) Journey: II, pp.178-92
(11) El cortejo era para un hombre, algo entre
buen amigo y amante cuya funcion era 'cortejar' a
una mujer, aunque es probable que en muchos casos
la relacion no era sexual. Estaban divididos en
tres clases, los anos, estrechos y santos según
sus responsibilidades.
(12)Cf. El viajero ingles, Guillermo Dalrymple
que llamó ese costumbre 'the glaring vice of
venery, uncontrolled and unrestrained'. Guillermo
Dalrymple: Travels through Spain and Portugal in
1774, Londres, I.777, p.45.
(13)A los ingleses les escandalizó
particularamente la costumbre entre las mujeres
de la clase alta de celebrar tertulias con sus
amigos, estando ellas todavía en la cama y en
permitir a los hombres estar presentes cuando
ellas hacían su toilette Vease Journey, III,
p.96.
(14) Journey ,III, pp.106-8. Esas informaciones
son exclusivas de Baretti, y son de un valor
considerable en cualquier estudio de España del
dieciocho visto por los extranjeros.
(15) Croker: Travels, pp.126-7.
(16)De Bourgoing: Modern State of Spain, Londres
1.808, III, p.25. Esta edicion es la edicion
definitiva en ingles del Nouveau voyage en
Espagne. Los frances probablemente fueran
hugonotes.
(17) Journey: III, p.276-7.
(18) Autor del Lettere d'un vago italiano a un
suo amico, que salio en Milano entre 1.761-7. Tan
fuertes fueran sus criticas de Espana, hasta
criticar la manera de comer de los espanoles, que
su libro causo un escandalo en Espana, y dio
motivo a Antonio Ponz a empezar su Viage de
Espana como refutacion de Caimo y para dar una
guia exacta para los extranjeros que quisieran
viajar en Espana..
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