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El Poder, recurso coercitivo
Cuanto mas se respete la autoridad menos necesario será el ejercicio del poder
Nos conviene a todos tener claro el concepto de autoridad. Autoridad es lo contrario de arbitrario, caprichoso o despótico. A las instancias que nos mueven a acatar los principios de donde nacen el orden y el ejercicio recto de la libertad, es a lo que se llama autoridad. La palabra autoridad procede del latín augeo, que significa crecer o aumentar. La autoridad es también la fuente de decisiones que señala lo que es justo y lo que es injusto. Debe de aparecer reflejada en las leyes, que deben ser conformes con la ley natural y adecuadas a la substancia de cada sociedad. A la autoridad, que es esencialmente buena y necesaria, se contrapone el poder, que aparece solo como el mal menor necesario que impide la injusticia del desorden. El poder es un recurso coercitivo que poseen los reyes (el ejecutivo) o los magistrados (la judicatura) para obligar a los hombre a cumplir la ley cuando estos no quieren. Cuanto mas se respete la autoridad menos necesario será el ejercicio del poder. Este es el ideal de una sociedad que pretenda ser civilizada. Hoy se combate con saña todo principio de autoridad. Pero cuando el hombre destruye la autoridad no hace otra cosa que desencadenar el poder, el cual se sube sobre sus espaldas con la violencia de una tiranía. Y esto es verdad cualquiera que sea la forma de gobierno, de uno o de muchos; en este caso sería la tiranía de la mayoría, pero tiranía.
A la autoridad se opone toda forma de marxismo. Y también se le opone el positivismo. El positivismo es la negación, o por lo menos el desconocimiento de la Transcendencia y de la verdadera naturaleza del hombre. Niega la capacidad humana para descubrir la verdad. El positivismo en las leyes, o positivismo jurídico, es el imperio de lo falso o arbitrario en los asuntos públicos más graves. Conduce al mal, porque genera corrupción y vileza en las instituciones públicas y en todo el cuerpo social.
La gran crisis actual del mundo consiste, principalmente, en la implantación del positivismo jurídico apoyado con el poder y barriendo la autoridad.
En esta situación han caído gran parte de las naciones en nuestros días; y también España.
Y no es que estas cosas sean un asunto solo para la discusión entre científicos, no. Afecta gravemente a las naciones y a los pueblos; a todos los hombre y a cada hombre en particular.
La progresiva caída de Europa en la barbarie a lo largo de la Modernidad y sobre todo de la Contemporaneidad, la resistió el pueblo español noblemente, decorosamente, mucho más que los demás pueblos de Europa. Esto se debe, en mi opinión, a la gran reserva espiritual que contiene la maravillosamente rica, fecunda, universal y viva cultura española de la Modernidad. Por eso España, si toma conciencia de su situación está en mejor situación para recobrar el norte y volver a una civilización al servicio del Hombre.
Alvaro de Maortua .
"ARBIL, Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el Foro Arbil
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