|
Contra la experimentación con embriones humanos
Los embriones son seres humanos desde el primer momento de su formación, dotados de plena individualidad personal y capaces de un desarrollo completo.
Dejando sin tratar la necesidad del
ayuntamiento carnal para que la reproducción humana se produzca
de acuerdo a la dignidad de la naturaleza humana, las técnicas
de fecundación artificial, ya homóloga ya heteróloga, no son
aceptables éticamente porque comportan la producción de
embriones supernumerarios, los cuales al no ser utilizados en
seguida, son congelados o conservados. Este es uno de los
aspectos de la fecundación artificial -también éticamente
censurable bajo otros aspectos, con particular gravedad en el
caso de la fecundación heteróloga- que pone las dudas más
graves y debe inducir a una decidida toma de posición, contraria
a todas las propuestas que pretenden regular el destino de los
embriones. Estos son seres humanos desde el primer momento de su
formación, dotados de plena individualidad personal y capaces de
un desarrollo completo, también cuando éste viene interrumpido
temporalmente por los procedimientos de congelación.
Para estos embriones se pueden hipotizar varios destinos: la
experimentación en su primer estado de desarrollo, ya sean
frescos o congelados; la eliminación después de un número de
años fijados de manera convencional y arbitraria; la tentativa
de transferencia sucesiva a la madre genética o en otra mujer
después de la "donación".
La perspectiva de la experimentación -que conlleva casi siempre
el suprimir el embrión- es la que se presenta con mayor
insistencia, y los que la proponen, para superar las objeciones
de orden ético que se interponen a su objetivo, han recurrido a
sofismas filosóficos y, sobre todo, biológicos; pero su
inconsistencia es fácil de demostrar a cualquiera que anteponga
sinceramente los principios de defensa de la vida humana a otra
finalidad utilitarista. Bastaría considerar cuanto ha sido hecho
legislativamente contra la experimentación animal, obteniendo
éxitos indudables, para comprender porque es inaceptable la
experimentación que sacrifica el embrión humano.
La experimentación con el embrión humano: ¿por qué?
Las técnicas de fecundación artificial, y en particular la
fecundación in vitro, constituyen -además de un medio de
manipulación de la procreación humana- ocasión de
instrumentalización y/o supresión de individuos humanos. El
embrión humano, fresco, congelado, obtenido mediante
fecundación in vitro -y no transferido en el aparato
reproductivo materno por ser supernumerario-, el embrión humano
producido, in vitro expresamente para la experimentación, es un
"objeto" de investigación y de experimentación.
En un primer periodo la experimentación sobre el embrión humano
que de por sí es ya inaceptable porque en este ámbito no tiene
finalidad terapéutica -se dirigió hacia la profundización de
los conocimientos sobre las primeras fases del desarrollo
embrional, a la mejora de los medios de cultivo, a la
determinación de las mejores condiciones para la transferencia e
implantación del embrión en el aparato reproductivo o para su
conservación en el estado de congelación, en fin, para un mejor
conocimiento de la realidad biológica del ser humano en sus
inicios y de las causas de la esterilidad.
Posteriormente, hemos asistido a un dilatarse progresivo de la
investigación experimental más allá de estos ámbitos.
Las líneas de experimentación que han emergido durante estos
últimos años son:
1. El estudio de los mecanismos de diferenciación y de
morfogénesis del embrión humano;
2. El estudio de la posibilidad práctica del diagnóstico
pre-implantatorio de enfermedades genéticas con la finalidad de
seleccionar solamente embriones genéticamente sanos para su
transferencia en el útero;
3. El estudio de la "eficacia" de nuevas técnicas
abortivas;
4. El estudio de las propiedades de las células estaminales de
embriones y de la posibilidad de una manipulación de los
embriones en vista a su uso para trasplantes.
5.Las tentativas de terapia genética embrional por vía
somática o germinal, a través de la inserción de un gen o
-fragmento de DNA- en el genoma, con la finalidad de prevenir la
manifestación de una patología.
La experimentación con el embrión humano antes de los primeros
14 días de su desarrollo: ¿por qué?
La persona profana de estas cuestiones se sorprende cuando se da
cuenta que algunos estudiosos han propuesto el establecer un
límite cronológico -los primeros 14 días de desarrollo- antes
de los cuáles seria éticamente lícito experimentar sobre el
embrión humano. Esta propuesta está contenida en el documento
publicado por el Comité Warnock en Gran Bretaña en 1934 y ha
sido recogida sucesivamente por otros organismos y grupos.
Se trata de una propuesta sin bases científicas, un verdadero
recurso dialéctico que tiene solamente una finalidad: consentir
la experimentación sobre el embrión humano superando un limite
ético que para cualquier persona intelectualmente honesta es
insuperable. Este límite intrínseco es la naturaleza de
individuo humano irrepetible que el embrión posee desde el
momento de su formación por la cual su uso en un laboratorio es
un crimen contra la vida y la humanidad.
Este margen de manipulación antes de los 14 días ha sido
justificado de distintas maneras: a) antes de este término no se
ha completado la implantación en el útero; b) sólo después de
este término las células embrionales prenden la llamada
"totipotencialidad"; c) alrededor del día 14 es
visible en el embrión la llamada "estría primitiva",
considerada como "signo" de un "nuevo" sujeto
humano; d) después del día 14 termina la posibilidad de que se
formen gemelos monocigóticos de un único embrión.
De todas maneras estas argumentaciones son arbitrarias e
inciertas desde un punto de vista biológico, e inconsistentes
desde una perspectiva filosófica, por lo tanto no nos consienten
concluir la licitud ética de la experimentación antes del día
14.
El embrión, desde el primer momento lleva en si un genoma
irrepetible, diverso en su globalidad, de aquel de cualquier otro
ser humano pasado y futuro, distinto en algunas de sus partes del
de un eventual gemelo monocigótico que se formara en los
primeros días de su desarrollo. la "estría primitiva"
ya está determinada genéticamente en el día 7º u 8° y la
eventual gemelaridad no es más que la producción de otros seres
humanos, casi iguales pero no idénticos; por lo tanto,
suprimiendo el primer embrión implícitamente se quita el
posible nacimiento de otros individuos.
El mismo Comité Warnock reconoció por mayoría la posibilidad
de experimentar sobre el embrión en el que "no es posible
identificar biológicamente un único estado en el desarrollo del
embrión más allá del cual un embrión in vitro no debería ser
mantenido en vida". No obstante esta afirmación, adoptó
una posición permisiva pensando que en este ámbito tenía que
tomarse una decisión con la finalidad de tranquilizar la
ansiedad pública (Department of Health and Social Security,
Report of the Committee of inquiring into human fertilization and
embriology, Her Majest´s Stationary Office, London, 1984, chap.
11). En realidad no se ha percibido la existencia de esta
ansiedad.
Embriones producidos con finalidad exclusivamente experimental:
¿por qué?
Por parte de algunos investigadores se ha incrementado la
petición de poder experimentar con embriones supernumerarios y
con embriones producidos con la especifica finalidad
experimental, El motivo de esta petición es el poder disponer de
una mayor cantidad de "material biológico" no alterado
por procesos de congelación o descongelación.
La oposición prevaleciente a esta práctica traducida en
prohibiciones expresas por organizaciones nacionales e
internacionales, ha inducido a proponer ulteriormente el uso de
embriones que están en el llamado "estado de
abandono", es decir, aquellos embriones crioconservados,
producidos para fecundaciones in vitro, pero que no han sido
destinados para su transferencia en el útero porqué los padres
ya no los desean o se oponen a la "donación". Se ha
hecho una petición análoga de uso con fines experimentales de
aquellos embriones (frescos o crioconservados; que no resultan
aptos para su transferencia al útero que son juzgados no
vitales.
¿Cuáles son las condiciones propuestas para el uso de embriones
en "estado de abandono"?
Algunos pretenden evaluar positivamente la transferencia o la
vitalidad de un embrión humano fresco previamente congelado con
técnicas que son reconocidas como poco eficientes. Demostrar que
el embrión no, esta apto para su implantación no significa que
éste esté muerto, por lo que la experimentación, que de hecho,
determina la supresión, también es en este caso ilícita.
Aún en el caso de llegar a una decisión, que será siempre y de
todas maneras más o menos cierta, además, la pérdida eventual
de vitalidad real de los embriones comportaría la ausencia de
interés por parte de los experimentadores, los cuales no por
nada buscan el poder disponer de "material biológico"
siempre más fresco (o vivo) y abundante.
Conclusión
Teniendo en cuenta que es del todo arbitraria e injustificada
bajo el perfil biológico toda hipótesis que fije
instrumentalmente el inicio de la existencia del individuo humano
más allá de la fecundación;
* el embrión humano en cuanto individuo humano tiene desde el
inicio de su existencia -o sea desde el momento de la
fecundación- derecho a la vida y a la integridad y posibilidad
de desarrollo;
* el embrión humano, en virtud de su dignidad de ser humano, no
puede ser utilizado como "material biológico" para una
experimentación que no sea finalizada a su mismo bien;
* el embrión humano puede, por lo tanto, ser utilizado con fines
experimentales solamente después de la certeza de su muerte y
con el mismo respeto que se tiene ante todo otro ser humano
muerto;
* la decisión, por parte del equipo que ha efectuado la
fecundación in vitro, que no es apto a la transferencia en el
aparato reproductivo de la mujer, no implica de por sí que éste
sea un organismo muerto o que lo será en poco tiempo, sino solo
que -entre los distintos embriones disponibles- éste presenta
una probabilidad de desarrollo y de implantación juzgada
inferior a otros embriones, por esta solo razón preferido entre
ellos;
concluimos que:
"Se considera éticamente inaceptable la producción de
embriones humanos para utilizarlos en la experimentación y
también toda forma de experimentación con embriones humanos
supernumerarios en "estado de abandono" o juzgados no
adecuados a la transferencia en el aparato reproductivo de la
mujer". *
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
La reproducción total o parcial de estos documentos esta a
disposición de la gente siempre bajo los criterios de buena fe y
citando su origen.