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La España olvidada del Norte de Africa.
Ceuta y Melilla, son parte de España antes que otras zonas peninsulares y, por supuesto, siglos antes de que se inventase Marruecos y llegase a constituirse como estado soberano.
En nuestros días muchas veces se habla
de cómo sinónimo de España de la península ibérica he
incluso cuando se describe la España de las autonomías es
fácil olvidarse de nuestros territorios situados en el norte de
África.
Sin embargo, nuestras ciudades norteafricanas no son restos de un
imperio colonial sino que forman parte de España desde hace
muchos siglos. En concreto la Iberia romana ya tenía relación
con la Mauritania romana (la Mauritania Tingitania estaba
integrada administrativamente dentro de Hispania) y mantuvo la
comunicación con la monarquía visigoda. La conquista islámica
acrecentó la relación con un norte africano que cambiaba su
fisonomía cristiana y occidental por la oriental musulmana. Con
la llegada de los cristianos a Sevilla las miradas al otro lado
del estrecho se hicieron insistentes. La reconquista del reino
nazarí de Granada por los Reyes Católicos posibilitó la
continuación de la campaña hacia el sur. En 1497 el capitán
Pedro de Estopiñán al servicio del Duque de Medinasidonia
tomaba Melilla. Después el Cardenal Cisneros mantuvo el sueño
de Isabel La Católica y los primeros años del siglo XVI
sirvieron para asentar la posesión española de diversos
peñones y plazas norteafricanas, quitándoselos a los piratas
berberiscos que secuestraban a los pobladores de la costa
levantina para servir de esclavos.
La ciudad de Ceuta fue posesión portuguesa desde su conquista
por Juan I de Avis. Sin embargo, cuando Portugal se integro en la
monarquía española de Felipe II sus posesiones africanas
también lo hicieron creando el mayor imperio de la Historia.
Posteriormente la separación de Portugal de España
protagonizada por la rebelión de los Braganza en 1640 separó el
destino de los lusos de los españoles para siempre excepto de
los ceutíes que se mantuvieron bajo la soberanía española
hasta nuestros días.
Las dos plazas han pasado por terribles momentos de asedio
protagonizado por los rifeños de los alrededores. En 1860, 1901,
1921 fueron situaciones en que las plazas pudieron perderse al
ser atacados los trabajadores del ferrocarril y los militares de
los puestos fronterizos. A partir de 1925 con el desembarco de
Alhucemas, del cual se ha cumplido el 75 aniversario, España
pudo gozar de una paz bien garantizada en sus plazas y
Protectorado. Cuando Marruecos consiguió su independencia el
protectorado le fue entregado pero las plazas posesiones
españolas desde tiempo inmemorial y pobladas por españoles
cristianos no. Sin embargo, el reino de Marruecos ha pretendido
su anexión de forma sistemática con la invasión pacífica de
población musulmana rifeña. Los cuales curiosamente son
bastante celosos y rebeldes a la autoridad marroquí.
No obstante, la nefasta política socialista llevada por su
delegado Céspedes de nacionalizar a los musulmanes recién
llegados provocó que la población musulmana se incrementase en
gran número poniendo en juego la soberanía de las plazas,
aunque el PSOE subiese en la misma proporción en número de
votos. Entre ambas la población española rondará los 200.000
españoles pero población musulmana esta en un tercio y sube a
la mitad en los colegios públicos. En la actualidad las ciudades
gozan de un futuro prometedor en cuanto al comercio al ser las
plazas de distribución de mercancías del norte de África. Sin
embargo, la convivencia de las cuatro culturas, cristiana,
islámica, sefardí e india (comerciantes indios expulsados de la
Uganda de Idi Amín) esta en peligro por la violencia desatada
por las mafias marroquíes por el control de la droga y el
tráfico humano a la península.
A parte de las dos plazas que tienen sus autonomías y gozan sus
presidentes de las mismas consideraciones que los demás
presidentes autonómicos, aunque permanezcan en la marginación
como cuando se celebró el 500 aniversario de la toma de Melilla,
obviada por las máximas autoridades españolas. También existen
otro diminutos territorios que no deben ser olvidados. El Peñón
de Vélez de la Gomera es español desde 1508 cuando fue
conquistado por Pedro Navarro y se trata de un islote pequeño
con un fuerte, una Iglesia y a escasos 85 metros de la costa
marroquí. En la actualidad no queda población civil y sus
habitantes son los treinta soldados de guarnición militar. El
Peñón esta unido desde 1934 a la costa por un istmo de arena
debido a un terrible temporal.
El Peñón de Alhucemas se mantiene islote y se encuentra a 300
metros de tierra, tiene 1´5 hectáreas y su extensión es de 8
por 14 Km. Dispone como el anterior de un fuerte con almacenes,
Iglesia y batería de costa. La isla de Alborán situada entre
Melilla y Almería tiene 53 Hectáreas fue guarida del pirata Al
Borani en el siglo XI y después ha sido expoliada por sus
corales rojos únicos donde se pueden encontrar en el
Mediterráneo occidental y donde la mafia siciliana todavía
mantiene su tradición de saqueo marítimo dispone de guarnición
y tiene Helipuerto. Contiene un faro y un cementerio con los
fareros muertos en al isla. En cuanto a las islas Chafarinas son
un antiguo refugio de piratas cercano a la frontera argelina y lo
forman tres islas, Isabel II, Congreso y Rey. Su ocupación es de
1848 y mantiene una guarnición militar en la isla central de
Isabel II. Su único poblador autóctono es Peluso y es cuidado
con esmero por los soldados al ser la única foca monje que
queda. Si alguien conoce alguna novía foca monje háganlo saber
al ministerio de Defensa para la reproducción de la mascota.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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citando su origen.