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Federalismo y autodeterminación
Algunas propuestas, anticonstitucionales, de nueva, y extraña, estructuación territorial, como excusa para la destrucción de España
Una de las cuestiones más importantes para el devenir de España es la estructuración territorial y política de la misma y he aquí que se manejan conceptos como los de federalismo y autodeterminación, presentándolos conforme a las tácticas de Gramsci, tan utilizadas en esta época con una nefasta falta de rigor semántico que atenúa la percepción de quien lo escucha en lo que realmente son, una bomba de relojería contra la unidad de España.
Aquí se comenzó diseñando unas autonomías, algo atípico desde el punto de vista del Derecho Constitucional comparado porque, como reconoció un antigua alcalde y lider socialista en 1.998, la Constitución recogió el Estado por prudencia y porque en 1.978 hablar de Estado Federal daba espanto.
Y ese Estado de las Autonomías es fruto de una conspiración anterior, puesto que se manifiesta en los debates de la comisión constitucional que "con lo de las nacionalidades se estaban cumpliendo compromisos anteriores a la elección del 15 de Junio". Se dijo concretamente que la palabra nacionalidades ya estaba en el acuerdo tomado por la oposición en 1.962, el célebre contubernio de Munich que tanto se ridiculizó, haciendo creer que se veían fantasmas que después se demostró que existían.
Pese a ello,existe en la Constitución una manifestación explícita de que se fundamenta en la indivisibilidad de la Nación española, patria común e indivisible de todos los españoles e incluso alguno de los más nefastos políticos españoles de la transición y premio Sabino Arana nos dice que "la soberanía reside en el pueblo español y esta soberanía es irrenunciable, como lo es aquello a que ha de servir de instrumento, la propia identidad española". Y añade que "todos los que participamos en la transición española y su culminación constitucional sabemos que su médula fue esta definitiva e irreversible atribución de la soberanía a la nación".
El federalismo, sin embargo, tiene diferencias cualitativas, no cuantitativas con el Estado de las Autonomías, puesto que parte de la base de que existen soberanías previas que se unen, lo contrario precisamente de las autonomías. De aquí la irrupción de las expresiones soberanismo, ámbito de decisión, etc. El federalismo no puede establecerse sin saltarse la Constitución y si se quiere enmascarar sin los trámites que ello conlleva, estaríamos ante un verdadero golpe de estado desde el poder.
Curiosamente se plantea esta cuestión también en el ámbito de la Unión Europea, en el que chocan la fórmula federalista planteada por Alemania, con la que se alinean los separatismos españoles, que consideran que implicaría la disolución de las naciones Estado y la Europa de las Patrias, patrocinada por Francia.
Para no alargarme excesivamente querría resumir esquemáticamente en algunos puntos:
1- Tanto las autonomías como, mayormente todavía el federalismo, son inviables, anacrónicos y disfuncionales. No estamos en la época del candil y de la diligencia sino en la de Internet, el Ave y los vuelos supersónicos, y la proliferación de organismos políticos y de administraciones es carísimas y lleva al despilfarro. Lo dijo el propio Josep Borrell, cuando era Secretario de estado con el gobierno socialista: " El Estado de las Autonomías es, en términos reales, mucho más caro que el estado centralizado". Y precisamente ahora, cuando se habla de financiación autonómica, el Sr. Aznar tiene que advertir que se tendría que poner el freno o aumentar los impuestos -que ya son casi confiscatorios-. El federalismo y lo mismo las autonomías, con su hipertrofia de políticos, de asesores, de prebendas, corruptelas, nepotismos, etc... es un auténtico cancer económico y político para España. No en balde la deuda autonómica se va acumulando vertiginosamente y no hay manera de alcanzar los índices del resto de Europa.
2- El Estado unitario es un desideratum político y puede descentralizarse administrativamente a partir de entidades fundamentales como los municipios, con un ahorro importantísimo de gasto que permitiría rebajar impuestos y aumentar los gastos sociales.
3- El federalismo sería una traición a España, en cuanto la pone en peligro de disgregación, pues como dice el constitucionalista Duguit, una nación sería una entidad histórica que, como tal, está por encima de generaciones y de cuya existencia una generación determinada no puede dispones, es decir, "España es irrevocable" como dijo un gran pensador.
4- España no es una entidad artificial, sino que desde la Hispania romana ha sido algo sentido a través de los siglos, y precisamente los visigodos no denominaron al territorio conquistado con el nombre de su pueblo, como los anglos, los francos, los borgoñones o los lombardos, sino Hispania. Así, San Isidoro, en sus Laudes Sanieae, la califica de "la más hermosa, madre feliz de príncipes y pueblos" y su recuerdo, siempre , siempre vivo, fue el nervio espiritual de la Edad Media y la clave de la tendencia unitaria que en ella se advierte. El propio Colón bautiza a la primera isla descubierta como la Española y con Hernán Cortés surge el virreinato de Nueva España.
Esperemos que el pueblo español reaccione a tiempo y sepa defender esa unidad intangible de nuestra amada España.
Samuel Clua Palau
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"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
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