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Pero, ¿existe el éjercito?.
Frente a la persecución de la institución, a la que se le ha sometido a campañas de desprestigio y se ha pretendido convertir en un funcionariado, el Ejército debe volver a recuperar su función nacionalizadora: como formadora de ciudadanos y como defensora de los intereses de la Nación, y no los del gobierno.
Por muy pacíficos que sean los tiempos,
los ejércitos han estado presentes como institución y como
grupo humano, en la vida social de cualquier país. Si recordamos
cualquier estampa del pasado, lo mismo las primeras fotografías,
los cuadros de ambiente callejero, las operetas, zarzuelas, el
cine de época o la novela, lo mismo realista que de acción,
podemos ver que los militares están presentes visualmente dentro
de la normalidad ciudadana. Lo mismo en el plano popular, con los
quintos cortejando a criadas y modistillas, con los marineros de
blanco con su macuto en el tren, con rebaja en los espectáculos
a "Niños y militares sin graduación", como en el
elegante, con los oficiales indispensables para cualquier salón
o baile que se preciase.
Esto al margen de que el servicio militar obligatorio tuvo una
función "nacionalizadora" tan importante como la
escuela, y del que el liberalismo se apoyó en el s. XIX en la
bayonetas. Me refiero a la presencia ordinaria y no política de
los uniformes, cuando los militares aun no habían pasado a la
"clandestinidad".
Los trentones recordamos todavía cuando la guerrera "de
bonito" (paseo), era garantía de que te cogiesen haciendo
autostop, aunque estaba prohibido. Si tenías esos vistosos
galones de cabo, entonces de colores en la bocamanga, igual
ligabas mejor. Del cuartel había que salir y entrar uniformado.
ETA fue la causa de que se cambiase esta norma por la opuesta.
Mala señal que en un ejército la prudencia pueda al
orgullo...De la zona batida en el norte se fue extendiendo,
siendo Ceuta y Melilla las últimas en caer. Como los polícías
enmascarados y con los ojos tapados en la prensa, se trata de una
victoria mayor para ETA que los mil muertos causados.
Todo ello nada tiene que ver con el papel que el
"Ejército" que así se llama popularmente a los tres
que forman las FAS, las siglas siempre son feas, tuvo durante el
franquismo. El Ejército no se ocultó ni durante la II
República, ni en el modelo de democracias, la norteamericana,
como en Francia o gran Bretaña, se puede concebir siquiera la
clandestinización social de su institución armada.
La cuestión es reparar en lo que representa, aun residualmente,
el ejército; un depósito de valores, no sólo de pertrechos
bélicos. En él se sintetizan el patriotismo, valor
revolucionario y supradinástico desde la Revolución Francesa,
con valores de honor, servicio y orgullo enraizados en el Antiguo
Régimen. Tanbién numerosos iconos y atributos de rango. De
hecho ciertos excesos de estamentalidad se han permitido en los
ejércitos por parte de una sociedad civil que es rigurosamente
"de clases". Los libros de historia hablan en el s. XX
de bajas de "oficiales y hombres" como podían hablar
de caballeros y pecheros siglos antes. Aunque la tradición
española es un poco más "democrática"; la que va de
los "señores soldados" de los tercios a los
"caballeros legionarios", la sociedad más rígidamente
clasista, la inglesa, ha proyectado su influencia, a través de
su marina, a todo el mundo.
El hecho es que, fuera de las ciudades-base, como Ferrol,
Cartagena etc. Un niño puede no haber visto un militar más que
por la tele, Guardia Civil aparte. Pero estos también se
aceleran a quitarse el uniforme fuera de servicio, como el mono
el obrero. Tampoco ha visto la bandera fuera del cuartelillo o un
partido de futbol por la tele, a diferencia de los chicos de
cualquier otro país. Sí ha visto en la pantalla que las aulas
americanas la tienen y la respetan.
"El hábito no hace al monje", pero ayuda mucho. La
diferencia entre ser, y trabajar de, puede manifestarse en lo
externo. En eso curas y militares se ha aggiornado en España
más que en ningún otro país. Y no es lo mismo. Trabajar de es
una cosa. Ser imprime carácter de por vida.
España se habrá "integrado" en Occidente plenamente,
no por enviar a Yugoslavia la Mehala Española de la OTAN a hacer
el trabajo mundialista, o por haber arrestado a todos los
etarras, si no cuando se haya curado de sus complejos de
inferioridad. Y un icono, accidental pero importante de ello, es
ver al artillero de montaña o la fiel infantería, con chapiri ,
boina o lo que sea, echar un porrón en la plaza del Castillo.
D. de Otazu.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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