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1985 eres un superviviente con suerte Uno de cada tres niños concebidos es asesinado con la complicidad del Estado, de sus Gobiernos, de su Parlamento... y con tu dinero |
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La "Carta de la Tierra", o como sustituir los diez mandamientos.
Con la
intencion de subordinar al Mundo a los "valores" del
Discurso Cultural Dominante que quiere imponer el Nuevo Orden
Mundial varios organismos de la ONU, y paralelos, con la
complicidad de muchos gobernantes nacionales, y en contra de los
intereses de sus pueblos, están preparando, a través de
diversas conferencias internacionales, "una única agenda
para el gobierno mundial"
Ésta somete a los intereses de una minoría privilegiada al
resto de la Población.
Altas instituciones internacionales, y
con la participación de muy influyentes personajes ser reunieron
a finales del año 2001 para prepararn la reunión Rio + 10
Las declaraciones finales de estas reuniones, además de muchos
lugares tópicos, en los que no se podría dejar de estar de
acuerdo por ser generalidades de buena voluntad, sin embargo
incluyen conclusiones que traslucen las verdaderas intenciones de
los objetivos de estos encuentros de la plutocracia muncial
En el mismo sentido, los discursos de algunas de las autoridades
no auguran nada bueno. Se advierte en estos planteos la sombra de
la Carta de la Tierra. Aunque no se la nombra es clara la
referencia a ese "código de ética de la nueva era, que
sustituirá a los Diez Mandamientos", según el ex-premier
soviético M. Gorbachov.
De todas estas reuniones preparatorias pera esta Cumbre, llamada
Río+10, convocada para el año, se puede concluir que ha sido el
momento elegido para "proponer al mundo" (imponer por
parte de los intrumentos del "sistema") nuevos
principios éticos, que incluyan la obligatoriedad de someterse a
los dictados de la llamada "gobernabilidad global". Una
de nuestras esperanzas es que esa reunión fracase por el
enfrentamiento entre las tendencias más "socialistas"
y las corrientes más "capitalistas", que se advierten
en los organismos internacionales.
Cada año tiene para la ONU una meta, un objetivo. En el año
2001 la finalidad declarada fue la de destruir la familia
sustrayendo a los niños de la autoridad de sus padres, en
nuestras páginas hemos seguido este proceso global que aún no
ha terminado. El objetivo de la ONU, y la constelación de ONG's
que con ella trabajan, era consolidar su propósito en la Cumbre
de la Infancia programada para septiembre pasado. La reunión fue
suspendida por los criminales atentados terroristas de New York.
La Cumbre sobre la Infancia, para conmemorar los 10 años de la
segunda versión de la Convención de Derechos del Niño, se
realizará en mayo de este año.
Sin embargo, este año ya tenía fijado el objetivo. Centrado en
la Cumbre llamada de Río+10, (Sud Africa del 26-08-2002 al
4-09-2002, las fechas anteriores eran del 2 al 11 de septiembre),
la meta es terminar de tejar los últimos acuerdos en orden a
afianzar no sólo las políticas de control de población sino
también un nuevo orden social para el mundo entero.
En efecto, en la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sustentable
(siglas en inglés WSSD), -ese es su nombre oficial-, el proyecto
de dominio mundial de los países del norte ha centrado gran
parte de sus esperanzas para imponer a todas las naciones, con
categoría de dogma, una tríada indisoluble: 1) nuevos derechos
humanos (entre ellos los llamados "reproductivos",
-anticoncepción y aborto-); 2) desarrollo sustentable
(perspectiva de género, sociedades sustentables, salud
sustentable, educación sustentable, etc); 3) conservación del
medioambiente para las generaciones futuras, (es decir, reservar
parte del mundo para que lo exploten los países ricos).
Dándole unidad a estos tres aspectos aparece ya un nuevo culto
religioso o casi religioso, llámese Carta de la Tierra o con
cualquier otro nombre.
Aunque en borradores posteriores de la Carta se ha tratado de
moderar sus afirmaciones, reiteramos lo que hace un tiempo
publicamos en estas páginas, porque entendemos que conserva toda
su validez:
La Carta de la Tierra es un documento pensado en el seno del
Consejo de la Tierra que preside Maurice Strong, ex-subsecretario
general de la ONU, conocido impulsor de políticas compulsivas de
control de natalidad. Del mismo consejo forma parte el ex premier
soviético, que ahora vive en Suiza, Mikhail Gorbachov, fundador
de la organización Cruz Verde Internacional. También
intervinieron, entre otros, en su redacción el ex-Director
General de la UNESCO, Federico Mayor Zaragoza, Mercedes Sosa, y
los difuntos Paulo Freire y Bella Abzug, entonces presidenta de
WEDO, la Organización para el Desarrollo de las Mujeres y el
Medio Ambiente, una de las poderosas ONG's con status consultivo
en las Naciones Unidas, que busca, entre otras cosas, el
reconocimiento del aborto como derecho humano y la equiparación
de las parejas homosexuales a las heterosexuales.
La Carta de la Tierra fue presentada y aceptada por el Secretario
General de las Naciones Unidas e incluida entre los documentos a
aprobar por los Jefes de Estado en la Cumbre de la Tierra+5
(Río+5, Asamblea General de las Naciones Unidas, 23 al 27 de
junio de 1997). Pero a pesar de que la falta de tacto de los
funcionarios del Consejo para el Desarrollo Social, hizo que la
oposición del bloque de países llamado Grupo de los 77 hiciera
fracasar la iniciativa, la Carta de la Tierra no fue enterrada en
junio de 1997 en Nueva York, sino que sigue en pie y goza de
buena salud.
La Carta de la Tierra, como indica Gorbachov, es "el
manifiesto de una nueva ética para el nuevo mundo", un
verdadero "Decálogo de la Nueva Era", base para un
código de conducta universal que deberá regir al mundo desde el
año 2000. "Estos nuevos conceptos -dijo el ex premier
soviético y antes jefe de la KGB-, se deberán aplicar a todo el
sistema de ideas, a la moral y a la ética y constituirán un
nuevo modo de vida. El mecanismo que usaremos, será el reemplazo
de los Diez Mandamientos, por los principios contenidos en esta
Carta o Constitución de la Tierra".
La Carta de la Tierra es un manifiesto materialista y pagano, es
más, panteísta, que entre otras cosas intenta controlar
férreamente la población mundial. Una de las explicaciones que
le encuentran los expertos a este documento, es la de disfrazar
de elevadas intenciones, -por el bien de la humanidad-, el
proyecto de convertir grandes extensiones del planeta en el
almacén de materias primas que asegure el sostenimiento de los
hábitos opulentos de consumo de unos pocos privilegiados.
Si no es así, ¿por qué habla, con el acostumbrado lenguaje
antinatalista de la ONU, de modos de "reproducción que
respeten los derechos humanos y las capacidades regenerativas de
la tierra"?. ¿Se impondrán cuotas de población a ciertas
zonas del planeta, para preservar los recursos naturales?.
¿Por qué la insistencia de la Carta en conceptos que la ONU
utiliza para disfrazar sus políticas de control de natalidad y
sus proyectos de reingeniería social, como la equidad de género
y la salud reproductiva y sexual de las niñas y las mujeres,
como pre-requisitos para desarrollo sustentable?.
"La tierra, cada forma de vida y todos los seres vivientes
poseen un valor intrínseco. Se debe garantizar el respeto y su
cuidado", dice la Carta en su primer punto. Pero, ¿se
desprende de esto que sólo el hombre tiene derechos absolutos,
que le han sido dados por el Creador?, o por el contrario, ¿las
piedras, las plantas y los animales, tendrían los mismos
"derechos" que el hombre?.
Como lo declararon en Río de Janeiro en 1997, los redactores de
la Carta están dispuestos a convertirla en "la única
agenda para el gobierno mundial", es decir, es un propósito
declarado, que la Carta es un proyecto totalitario, de
imposición de una determinada ideología, que en su
materialismo, en su ateísmo, y en su afán de control, coincide
con el marxismo.
Desde hace tiempo la opinión pública está siendo sometida a un
lavado de cerebro que trata de sustituir el concepto de respeto
debido a la naturaleza, de raíz eminentemente cristiana, con los
esquemas ecologistas de la nueva ideología del humanismo
inmanentista.
Esta ideología no se priva de cultivar diversas formas de
materialismo pseudo religioso, que asimiló algunas
manifestaciones de misticismo oriental, a veces esotérico, y con
eso procura descristianizar la sociedad e implantar un nuevo modo
de interpretar toda la realidad. En los documentos
internacionales se llama claramente a este empeño, proceso de
reingeniería social.
El nuevo humanismo pretende salvar de un supuesto exterminio, por
ejemplo, a las focas, ballenas, gorilas, manatíes, chitas,
elefantes, diversas especies de mariposas, osos y cabras
montesas, por otro, no sólo se justifica, sino que se tiene como
una obligación "natural" procurar y provocar un
verdadero y propio holocausto con leyes que autorizan el
abominable crimen del aborto. Y esto en nombre de la paz y la
armonía. ¿No es la matanza de millones de inocentes, el mayor
atentado contra la paz? .
La nueva ideología se preocupa de las víctimas de la violencia,
-refugiados, prófugos, excluidos y migrantes-, sometiendo a sus
mujeres compulsivamente al aborto y a la esterilización, para
que no sumen más de la cuenta y pongan en jaque "la
gobernabilidad global".
Por su ecologismo, la nueva ideología está impedida para
distinguir entre el ser humano y la bestia. No es infrecuente,
por ejemplo, que en documentales de televisión sobre la vida
silvestre, producidos por National Geographic, Audubon Society,
la BBC, etc., se llame al chimpancé "nuestro hermano"
o "nuestro primo" y, en general, no sólo se culpe al
hombre de algunos desmanes que son ciertos, sino que se lo
presente por definición como "el enemigo" de la
naturaleza -el máximo depredador-, sin reconocer su dignidad
trascendente y poniéndolo en pie de absoluta igualdad con los
otros seres vivos, distinto de ellos sólo por pequeños
porcentajes de ADN.
La nueva ideología rompe lanzas por mantener la naturaleza
intacta, bosques, mares y montañas, pero desconoce las naturales
diferencias entre hombre y mujer, tratando de imponer unos nuevos
derechos, contrarios a la naturaleza misma, basados en la teoría
del género y la libre opción sexual.
La nueva ideología predica incansablemente que el ser humano
tiene como fin elevar propia calidad de vida, aún a costa de la
vida de los no nacidos, los enfermos y los viejos. Busca una
utópica felicidad intramundana, que el hombre sólo con sus
fuerzas nunca podrá alcanzar. Así, reedita las teorías sobre
el progreso sin fin de la humanidad.
A la vez, como quien conserva en un zoológico a un orangután
albino, intenta preservar lo que llama culturas autóctonas,
condenando -previa esterilización, para que no sumen más de la
cuenta-, a otros seres humanos a la ignorancia y al
subdesarrollo, porque la educación y la transmisión de
conocimientos ha de ser sustentable, es decir, limitada.
El nuevo humanismo predica también el "respeto a la
diferencia" buscando el reconocimiento de ciertos derechos
para los homosexuales, provocando el disgusto de los indígenas,
que se ven incluidos en la misma bolsa con esos
"diferentes".
Pero en nuevo humanismo le niega "el respeto a la
diferencia" a otros seres humanos que, por ejemplo, desean
ser buenos cristianos, viviendo su fe en todo lugar y no sólo
encerrados en su casa o en la iglesia; también se lo niega a una
pareja -hombre y mujer; cristianos o no- que quiera tener una
numerosa prole; también se lo niega a esos u otros padres que,
ejercitando sus derechos inalienables, quieren transmitir a sus
hijos una fe trascendente; y, por supuesto, el nuevo humanismo no
ejercita el "respeto por la diferencia" con respecto a
los médicos que por motivos éticos, no quieren ser cómplices
del crimen abominable del aborto.
Toda diferencia que no entre dentro de las diferencias
estipuladas por la nueva "nomenklatura" nacional o
internacional es calificada por los voceros del nuevo orden, de
antidemocrática, violenta, totalitaria y fundamentalista.
En la presentación de la Carta de la Tierra sus redactores
afirmaron haber consultado a más de 300 líderes religiosos.
Así, la Carta de la Tierra pretende vestir de una cierta
espiritualidad al nuevo orden mundial.
Un proyecto similar en ideología e intenciones lo encontramos en
el proyecto de Nueva Etica Global, que Hans Kung presentó hace
pocos años en el Foro Económico de Davos, auspiciado por el
World Wildlife Found (WWF, Fondo para la Vida Silvestre, del
príncipe Felipe de Edimburgo). El ex teólogo católico dijo
allí que no se puede construir el nuevo orden mundial sin su
nueva ética planetaria. En la misma línea, Gorbachov se
compromete a imponer la Carta de la Tierra en lugar de los Diez
Mandamientos, porque es necesaria "una nueva ética para la
nueva era".
Algunos han intentado unir estos dos proyectos y así constituir
un "único paradigma mundial para la paz y la gobernabilidad
global". Entre otras cosas, cabe preguntarse, ¿puede haber
diálogo con este nuevo humanismo?, ¿se le puede conceder alguna
buena intención a este totalitarismo?, ¿no debemos ir pensando
más en cómo resistir que en cómo dialogar con este nuevo
orden?.
Juan C. Sanahuja
Fuentes: Propias; The Club of Rome, Press Release, Valdivia
Conference, 12-14, Novembre-2001; Declaración Final de la
Reunión del Club de Roma sobre "Pobreza, Solidaridad y
Desarrollo Sostenible" en Valdivia, Noviembre 12-14, 2001;
2001 Annual Conference, Poverty, Solidarity and Sustainable
Development, November 12-14, 2001, Programme; Tasneem Ahmad
Siddiqui, Presentation to the Club of Rome, Valdivia (Chile) on
Nov. 13, 2001; Message from His Royal Highness Prince El Hassan
bin Talal of The Hashemite Kingdom of Jordan to The Club of Rome
2001 Conference Valdivia, Chile, 12th-14th November, 2001;
EQUIDAD Y SOLIDARIDAD: OBJETIVOS ESQUIVOS DEL DESARROLLO
LATINOAMERICANO, Palabras del Secretario Ejecutivo de la CEPAL,
Dr. José Antonio Ocampo, en la reunión anual del Club de Roma,
Valdivia, Chile, 12 de noviembre de 2001.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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