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Editorial
El mañana nos pertenece
Frente a los deterministas o a los
fatalistas, los católicos, como personas con conciencia de estar
dotadas de libre albedrío, sabemos que, con la ayuda de Dios,
tenemos en nuestras manos y en nuestra voluntad el cambiar el
mundo y hacerlo mejor.
Por eso no es permitido conformanos con la denuncia, aunque sea
razonada y responsable, de los males que padecemos, que puede
quedarse en pasividad o degenerar en un victimismo quejoso.
Esa capacidad para actuar buscando el bien es una responsabilidad
que nos obliga a explorar todas las posibilidades de presencia en
la vida pública, a organizarnos, a las colaboraciones, continuas
o puntuales, entre las diversas asociaciones católicas, ... para
mientras no podamos cambiar las superestructuras ir difundiendo
los principios del derecho natural en todos los individuos y en
los espacios culturales, económicos, sociales, políticos,...
No nos es lícito permanecer
ociosos.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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