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Cristianos en tierras del Islam.
Claude Lorieux, en un magnífico libro, investiga la compleja y extraordinaria historia de los cristianos que viven, todavía hoy, en Oriente Próximo. Una crónica periodística apoyada en una consistente base histórica.
Un libro de Claude Lorieux.
Claude Lorieux es un periodista francés, de origen bretón,
especialista en Próximo Oriente; no en vano, durante más de 20
años, ha sido el experto en información sobre esta área
geográfica del diario francés Le Figaro. Diplomado en
el Instituto de Estudios Políticos de París, cuenta
con unos buenos conocimientos en Regímenes Políticos e
Historia, lo que sin duda ha redundado en el resultado global de
este libro.
Editado por Palabra (Madrid, febrero de 2002), con una
extensión de 410 páginas apasionantes, está estructurada de la
siguiente manera: un prólogo en el que explica las razones de
este libro, una introducción de 25 páginas en la que se repasa
la historia del cristianismo en Próximo Oriente, 11 capítulos
en los que se estudia la diversa realidad de los cristianos en
otros tantos países o áreas (Irak, Turquía, los sirios de
Anatolia, Siria, Líbano, Israel, Jordania, península arábiga,
Irán, Egipto y Sudán), una conclusión titulada
significativamente "El azar es la lógica de Dios"
(en la que reflexiona en torno a la emigración de estos
cristianos, fenómeno general en el área) y unos datos
cronológicos.
La cristiandad oriental es una gran desconocida para los
occidentales. Toda esa área ha permanecido, durante siglos,
anegada por la marea musulmana y, todavía hoy, para muchos
contemporáneos nuestros, la existencia de una decena de millones
de cristianos entre los musulmanes de Oriente Próximo es un dato
inédito. Árabe, para una mayoría, equivaldría a musulmán; lo
que no corresponde con la realidad histórica.
Europa y los
cristianos orientales.
Con ocasión de los numerosísmos viajes turísticos realizados a
Egipto, actualmente, por compatriotas nuestros (uno de los signos
exteriores de la sociedad de consumo), muchos han sido los que se
han topado con la existencia de una cristiandad dos veces
milenaria, dotada de una fisonomía propia y que afirma ser
"el verdadero Egipto": la Iglesia copta-ortodoxa.
Ello, sin embargo, no ha servido para que se tome conciencia, en
general, sobre las discriminaciones, limitaciones civiles y
persecuciones sufridas por esos cristianos: un dato significativo
más de la pérdida de las raíces cristianas por parte de los
españoles de hoy.
En algunos reducidos ambientes católicos, sin embargo, sí que
ha prendido un cierto interés por estas antinquísimas Iglesias
y sus vetustas liturgias transmitidas en lenguas muertas,
contemporáneas en algún caso de la que habló el propio Jesús.
Esos viejos e incomprensibles sonidos, el encanto de sus iconos,
la espiritualidad de los eremitas egipcios; están cada vez más
presentes en algunas publicaciones católicas españolas. Pero
ese interés, estético y sentimental, no ha generado la
necesaria movilización en favor de los hermanos perseguidos.
Ciertas entidades católicas, como la Custodia Franciscana de
Tierra Santa o Ayuda a la Iglesia Necesitada,
realizan periódicas campañas en favor de esas Iglesias
orientales locales y, especialmente, de Tierra Santa. Con todo,
creemos que no es suficiente.
La guerra civil del Líbano constituyó una cotidiana compañía
informativa para los españoles, y demás europeos, durante
muchos años. Tampoco ello suscitó la movilización de los
católicos hispanos en favor de los hermanos libaneses acosados.
Contenidos del
libro.
Demos la bienvenida a este libro: esperemos sirva para una toma
de conciencia, por parte de sus lectores, que se torne acción
solidaria.
El libro proporciona un caudal de datos apasionantes. La crónica
periodística, apoyada en una sólida base histórica, permite
sumergirse en los anhelos, las dificultades, la situación social
eclesial y política de estas Iglesias orientales.
Coptos, asirios, caldeos, maronitas, melquitas, armenios,
jacobitas, latinos, protestantes; todos desfilan por estas
apretadas páginas escritas con pasión pero con objetividad.
El autor es realista. Sin duda simpatiza con los maronitas
libaneses. Incluso se atreve a elogiar, de alguna manera, a uno
de sus líderes más discutidos: Samir Geagea. Así, nos revela
que este "señor de la guerra" acudía dos veces al
año a un monasterio para ejercicios espirituales. Reconoce y
hace públicas sus virtudes. Pero no tiene inconveniente,
también, en desvelar los graves errores, políticos y militares,
cometidos por este dirigente y, también, por buena parte de los
demás líderes maronitas. Mediante otra reflexión, de profundo
calado, el autor nos recuerda que Líbano era el único país de
Oriente Próximo donde se disfrutaba de una real libertad
religiosa, siendo espejo y esperanza para otros cristianos de la
zona; hasta el extremo de que allí se refugiaron muchos de
ellos, procedentes de otros países del entorno, con ocasión de
las persecuciones sufridas en diversos momentos de la historia.
Derrotados militar y políticamente, en parte a causa de la
ceguera y arrogancia de los líderes maronitas, la posición de
los cristianos, ahora minoría "tolerada" por la
mayoría musulmana, se ha debilitado considerablemente.
Rompe esquemas, nuevamente, al exponer la situación de las
comunidades cristianas de algunos países satanizados, en los
medios de comunicación occidentales, como son los casos de Irán
e Irak. Sus antiguas -y exiguas- minorías cristianas disfrutan
de una cierta libertad, inédita en otros ámbitos musulmanes.
Conmociona al lector cuando describe, con breves trazos, el
exterminio del pueblo armenio y de los asirios de Turquía. Y nos
recuerda que a principios del siglo XX, el 30% de los turcos eran
cristianos, no llegando al 1% en la actualidad. Extraña
paradoja, ésta, producida en un país mayoritariamente musulmán
que intentaba afirmar una identidad nacional y laica y cuyas
principales víctimas fueron los cristianos armenios, caldeos y
griegos. Pero no llega a caer en un fácil maniqueísmo, hasta el
punto de exponer, de forma creíble, la perspectiva de la
mayoría turca.
Describe con maestría los casos curiosos -a ojos de un
occidental- de Jordania (con sus tribus beduinas cristianas) y
Siria (con sus antiquísimas comunidades de orígenes arameos).
Sorprende e indigna la clandestinidad -y en ocasiones,
persecución- a que son sometidos los cristianos bajo la
teocracia islámica saudí; que sin duda no entiende ni de
"reciprocidades" ni de "libertad religiosa".
Nos introduce en el drama de la esclavitud (¡todavía!)
practicada en un Sudán, fraccionado por una interminable y cruel
guerra civil, que fue cristiano antes que musulmán (a la muerte
de Mahoma persistían 3 pequeños reinos cristianos en Nubia -
Sudán).
Y nos sumerge, en ocasiones hasta el detalle, en la compleja y
difícil realidad de Tierra Santa, lo que nos ayuda a comprender
la -especialmente- dramática situación padecida por los
cristianos palestinos e israelíes.
Conclusiones.
Siguiendo el libro, la compleja maraña de las Iglesias
orientales, y de sus diversos y antiquísimos ritos, deviene
comprensible para el lector neófito. Otra virtud del buen hacer
de este, sin duda, magnífico periodista.
El título queda, sin embargo, un poco corto. No se habla, para
nada, de la situación de los cristianos en otros países donde
los musulmanes son mayoría: Pakistán, Indonesia, Malasia,
Nigeria y todo el norte de África. Por ello encontramos más
adecuado el título original de su edición francófona: "Cristianos
de Oriente en tierras del Islam".
En estos tiempos de pérdida de las raíces cristianas de Europa,
de débil sentido de pertenencia eclesial, de una importante
inmigración musulmana que se arroga todo tipo de derechos
(incluso algunos que no disfrutan en sus países de origen), este
libro debiera ser un revulsivo a nuestras conciencias.
Para los interesados en la historia aquí referida, y decididos
en apoyar a estas comunidades, reproducimos, a continuación,
unas direcciones, publicadas en E-cristians, referidas a algunas
organizaciones que trabajan de forma extraordinaria en Tierra
Santa:
Se puede colaborar económicamente a través de estas cuentas
corrientes de la Custodia de Tierra Santa:
Cuenta directa en Jerusalén.
Custodia di Terra Santa.
Mercantile Discount Bank, Branch 641, Nº de Cuenta: 2364
(17, Shlomzion, Hamalca Street, Jerusalem, Israel).
Franciscanos Tierra Santa (Cuenta en España).
Entidad: BBVA; Cuenta: 0182-5906-81-0010000229
Custodia Tierra Santa, cuenta en la provincia de Cataluña.
TITULAR: Provincia Franciscana de Cataluña. Comisaría de Tierra Santa.
Entidad: BSCH; Cuenta: 0049 - 3166 - 02- 2914325048
Direcciones de interés:
Christian Information Center. Director: P. Emili Bárcenas.
cicts@netmedia.net.il
www.cicts.org
Patriarca Latino. S.B. MICHEL SABBAH. . POB 14152.
latinpatr@isdn.co.il
Custody of Holy Land. Rev. Fr. GAIOVANNI BATTISTELLI.
St. Francis Street, 1
custodia@netvision.net.il
"Guerras, emigración,
islamismo". Estas son las tres palabras con que resume, el
autor del texto, las amenazas sufridas por esta cristiandad
oriental extraordinaria de la que nos debemos sentir responsables
y solidarios.
Fernando José Vaquero Oroquieta.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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disposición de la gente siempre bajo los criterios de buena fe y
citando su origen.