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El efecto Le Pen y el Frente Nacional en Francia.
Una brevísima presentación del hombre, de su movimiento y de quienes y de porque le votan.
Quién es Jean Maríe Le Pen y qué es el
Frente Nacional, son las dos preguntas que todo el mundo se hace
recientemente después de las presidenciales francesas.
En cuanto al presidente del FN, nació en el seno de una familia
de pescadores de una pequeña localidad bretona (La
Trinite-sur-mer) en 1928. Estudió Derecho y Ciencias Políticas,
iniciando su actividad pública en asociaciones de estudiantes de
clara tendencia nacionalista.
En 1956 Jean Marie Le Pen se convierte en el diputado más joven
de Francia por la UPCA, grupo encabezado por Pierre Poujade que
defendía los intereses de los pequeños comerciantes y
artesanos. Dos años después, en la campaña electoral perderá
un ojo en una disputa con un contrincante político. Sin embargo,
la guerra de independencia argelina le empujará a abandonar el
escaño revalidado y a incorporarse como oficial de paracaidistas
en la X división. A su vuelta de la guerra perdida en Argelia,
Le Pen se introduce en el mundo ultranacionalista de París. En
1972 lidera un proceso de unificación de varios grupúsculos
nacionalistas sin resultado electoral. Incluso tiene que afrontar
la competencia de Force Nouvelle que obtiene mayor reconocimiento
internacional y practica el intrusismo en las filas de la UDF de
Giscard d´Éstaing.
Sin embargo, en 1976 hereda una fortuna proveniente de un rico
cementero, simpatizante de su grupo, y le da la posibilidad de
sufragar los gastos electorales. Durante la presidencia del
socialista Mitterrand, Le Pen deja de ser extraparlamentario al
conseguir obtener de manera sorpresiva un 10 % en las elecciones
europeas de 1985. Aunque ya había obtenido un cierto resultado
en las municipales de Drieux dos años antes. Al año siguiente,
Mitterrand cambia la ley electoral a un modelo proporcional y FN
obtiene 35 diputados. El hecho no se repetirá por la vuelta al
sistema mayoritario con dos vueltas en el mandato del gobierno
gaullista. Sin embargo, Le Pen conseguirá mantenerse en torno al
10% en las elecciones europeas, una presencia de un 7% en las
municipales y cantonales y un sorpresivo 15 % en las
presidenciales de 1995. El FN parece haber llegado a su máxima
altura electoral y dispone de cuatro ayuntamientos de más de
diez mil habitantes.
Sin embargo, en 1998, su delfín Bruno Megret, procedente del
gaullismo cree llegado su momento y se escinde con la mayor parte
de los cuadros dirigentes y la mitad de la afiliación. Su
Movimiento Nacional Republicano que se perfila como una derecha
nacional integracionista en el sistema, siguiendo el ejemplo de
Haider o Fini, no conseguirá la aceptación electoral. Un 3´5%
en las europeas y un 2´5% en las recientes presidenciales. Le
Pen, a pesar de su edad, 73 años consigue aglutinar el voto de
protesta contra la política de cohabitación del gobierno de
concentración izquierdista de Jospin y presidencial del
gaullista Chirac. Su alternativa no tiene la fuerza suficiente
para cambiar el país, pero si para provocar una deriva hacia los
problemas de la sociedad gala.
El discurso que ha conquistado a los franceses se centra en el
orden público, la objeción fiscal y la limitación de la
inmigración norteafricana. El electorado frentista cuenta con un
38% de los parados, un 30% de obreros, un 19% de comerciantes y
un 14% de profesionales liberales. En cuanto a la geografía
lepenista, esta se caracteriza con una votación mayor del 20% en
el este y el norte de Francia. Las zonas que han sufrido una
fuerte reconversión industrial y cuentan con una fuerte densidad
de paro, inseguridad ciudadana e inmigración. Un tercio de ese
electorado procede de los diferentes grupos marginales de la
derecha nacional que ha aglutinado, otro tercio de la derecha
gaullista por el mensaje de seguridad ciudadana y otro tercio de
los bastiones del Partido Comunista. El paro y la primacía del
trabajo para los franceses han hecho que los trabajadores
prefieran al FN antes que a sus opciones tradicionales de
izquierda.
En definitiva, el voto por el FN es un voto que se sabe, por el
sistema electoral vigente, impide que un partido fuera del
sistema pueda hacerse con una parte del poder. Sin embargo,
algunos colectivos sociales más sensibilizados por los problemas
de inseguridad pública o económica pretenden con su voto al FN
presionar al gaullismo hacia una política más cercana a sus
intereses.
J.L. Allero.
"ARBIL,
Anotaciones de Pensamiento y Crítica", es editado por el
Foro Arbil
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